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Debate en torno a la “Zona de Amortiguación” anunciada por Rusia

Debate en torno a la “Zona de Amortiguación” anunciada por Rusia

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
jueves 29 de mayo de 2025, 22:05h
Guillermo Caviasca*
El 22 de mayo tomó estado público la decisión de Rusia de establecer una “zona de amortiguación” en territorio ucraniano a lo largo de las fronteras de Kursk, Belgorod y Briansk, las provincias fronterizas con Ucrania pertenecientes a la Federación Rusa.
Putin señaló que esto era para contrarrestar los permanentes y cada vez más intensos ataques con drones y con equipos de sabotaje que las fuerzas ucranianas realizan al interior de la Federación Rusa haciendo difícil e insegura la vida cerca de la frontera. Señaló que se destruyen todo tipo de instalaciones, incluyendo civiles, y hasta personales. Y que los últimos días unos 400 drones había caído sobre Rusia en el marco de esta estrategia ucraniana fuera de la zona de combate del Donbass.

Varios temas se abren a partir de esta decisión. Primero pongamos en contexto la declaración y decisión de Putin. En general Rusia y especialmente Putin hace de sus declaraciones, en ciertos casos, un acto de propaganda o acción política. Para mostrar algo ante su pueblo, ante sus aliados o amigos y ante sus enemigos. Es especialmente de interés la escenificación (en todos los casos no solo en el ruso, es una regla de la guerra) de la presentación de las decisiones políticas y/o militares. Esto sucede en medio del punto más alto (hasta hoy) de las negociaciones de paz (después de Minsk) que intenta “imponer” Donald Trump y que hasta ahora han encontrado más dificultades de las esperadas por el mandatario de los EEUU.
En realidad, aclaramos, Trump adolece de cierta “impaciencia”: por ahora la guerra va por un lado y las negociaciones por otro. La guerra es un insumo de las negociaciones cuyo desarrollo los actores pretenden sostener con vida propia para ganar posiciones en la posible mesa de acuerdos. Y en esto aparentemente Rusia lleva ventaja. Aunque es de destacar que Ucrania no se muestra dispuesta a acordar nada que implique reconocer lo que ha perdido en el campo de batalla, como tampoco que ha perdido y no puede recuperar la iniciativa estratégica, lo que deja a los rusos con un abanico de opciones mucho más amplio que los occidentales aun en la arena diplomática y/o económica internacional (claro Ucrania no parece tener ninguna opción militarmente hoy). Cuestión que es de destacar ya que, según trascendidos que no podemos dar por ciertos, los rusos dijeron a los ucranianos en Estambul que podían negociar ahora cuatro oblast, o en unos años iban a tener que negociar ocho. No es importante si esto es verdad o solo una grandilocuencia de los foros prorrusos, sino que en parte y en menor medida es la sensación general de que Ucrania solo puede defenderse y retroceder, y así nunca se gana.
Esa cuestión hace muy difícil los acuerdos de parte de Ucrania, aunque haya cedido sus recursos (esto sería parte de otro artículo) a los EEUU. Pero Rusia ha dejado claro que sus condiciones a Ucrania van más allá también de esta línea militar, son mucho más altas que lo que se ve en el mapa: Rusia pareciera pedir a los ucras la rendición incondicional. Eso es el desarme, el condicionamiento político interno (des nazificación) y de su política internacional (neutralización); además de la cesión de territorios no conquistados militarmente. Los rusos parecen convencidos que pueden seguir la guerra por bastante tiempo más, que disponen de capacidad de generar fuerzas unos años más, y que disponen de un frente interno social y económico e internacional sólido. Y así pelear hasta obligar a occidente y a Ucrania a ceder. Ciertamente señalamos en otro artículo que para Rusia una tregua hoy que solo contemple la paralización de las operaciones puede significar que la guerra se reinicie en un año o dos con una Ucrania recompuestas y mucho más fuerte. Y (bueno… eso habría que ver) una Europa con fuerzas militares en condiciones de pelear y/o sustentar una guerra proxi de envergadura.
Lo cierto es que quienes creíamos a fines del año pasado en que una propuesta de los EEUU de Trump seria aceptada con cierta rapidez por Rusia si consideraba reconocerle los territorios conquistados, creyendo que el desgaste y los costos de la guerra desalentaban mucho su continuación para Rusia, nos equivocamos. Rusia sin dudas quiere la paz, pero esta dispuesta a seguir la guerra (en las condiciones actuales de relación de fuerzas) si no se le reconoce una clara y contundente victoria aceptando los costos que implique (y sería interesante pensar si a China no le conviene en cierta manera también que continúe). Y sin dudas los europeos, en un grado de inconciencia que este autor no puede comprender con claridad, continúan sosteniendo reclamos inaceptables por Rusia, que impulsan la guerra sin estar en condiciones de llevarla adelante.
Como vimos en otros artículos las fuerzas rusas desarrollaron una larga ofensiva durante el 2024 que les permitió avanzar unos 50 Km en la zona de Donetsk y mantener la presión (y avanzar también en otras zonas del frente), además de rechazar y producir una derrota a Ucrania en la zona de Kursk. Luego de esto hemos vivido un parón de un par meses (o más bien disminución de las operaciones). En este escenario hoy Rusia parece haber usado este tiempo para amasar una cantidad de fuerzas que le permiten relanzar un nuevo empuje, que veremos si será como0 el del año pasado. Así seguir empujando a Ucrania hacia “atrás” paso a paso hasta conseguir los objetivos manifestados por Putin y los negociadores rusos en Estambul (y en público más allá de esa mesa). Este marco político diplomático y estratégico es lo que sin dudas diferenciará este año al anterior
Si bien al inicio de la guerra Rusia tuvo objetivos operacionales más amplios, desde que se transformó en una acción convencional de desgaste la lucha para Moscú fue principalmente lograr completar el control de Donetsk. Campaña que tiñó todo el año pasado con el empuje hacia Pokrovsk. Creemos que sigue siendo una acción central. El que es el principal objetivo ruso es avanzar sobre Kramatorsk y Slaviansk hacia donde se desarrolló el esfuerzo principal el año pasado luego de la victoria de Avdivka. Allí el frente se extiende desde Severodonetzk y Kremina en el norte donde las fuerzas podrían orientarse a tomar Lyman e Izium amenazado el frente ucra desde el norte (estas localidades fueron retomadas por Ucrania en el 2023 y fue su más grande éxito militar); Konstantinivka y Toresk centro de ese espacio hacia Druzhkivka ya en las puertas de Kromatovsk; y el ahora semiparalizado avance sobre Pokrovsk al sur: desde estas líneas de combate en el norte, centro y sur de este escenario particular debemos ver cual seria, o como se replantearán las operaciones rusas este año, en esta nueva etapa de ofensiva que parece anunciarse más allá de las negociaciones.

Sin embargo, la novedad ha sido en el sector inmediato al sur de la saliente hacia Pokrovsk donde las fuerzas rusas han entrado en el Oblas de Dniepropetrovsk. Todo anuncia que esto puede ser una extensión de la guerra a una nueva provincia. Pero debemos destacar que entre estar o no en esa provincia hay solo unos pocos km de terreno, y que el objetivo militar destacado solo puede ser la ciudad de Dnipro que es un nudo de comunicaciones estratégico de envergadura que divide a Ucrania en dos, y se encuentra a una distancia de unos 170 km. Lo que a la velocidad de avance de esta guerra serian años de combate. Aunque solo aproximarse fuera suficiente para hacer colapsar el frente, al menos en Zaporiya, lo cierto es que parece un objetivo militar muy lejano. Pero sin dudas genera dilemas estratégicos a Ucrania y pone en los medios el nombre de un nuevo oblast. Sin embargo, los reclamos rusos sobre este no son posibles, ya que en los que hay reclamos es donde se realizó el plebiscito en el que la población voto la anexión a la Federación Rusa (discutido y rechazado en occidente y rechazado de plano por Ucrania) que es la base de legitimidad.
Señalamos que nuestra opinión de que el esfuerzo principal ruso seguirá en Donetsk debe ser confirmado por el mando militar ruso obviamente… que estos pueden cambiar el escenario para sorprender al enemigo o girar, o ampliar su maniobra para superar las reconstruidas defensas. Etc.
Pero no es el objetivo de estas líneas analizar la situación militar del frente, ni señalar cuales podrían ser las líneas operaciones de los próximos meses. Tampoco hacer un balance de las negociaciones de alto el fuego o paz. Sino solo en lo que hacen a contextualizar el anuncio ruso de una “Zona colchón”
La zona colchón
Debemos sacar de nuestras cabezas la idea de una zona colchón de un tamaño significativo que implique la conquista de una franja territorial que sea vista en un mapa sin lupa. En general anuncios de cualquiera de las partes suelen ser interpretados de una forma excesiva (muy excesiva) por los partidarios. Lo cierto es que, en general, están pensados para que esto sea así, y de esta forma fortalecer el campo propio mostrando una fortaleza que será el efecto de “grades victorias” y ofensivas con un significado territorial que no es tal. La idea es operar como el “jugador número 12” (la hinchada) en los estadios de futbol

La zona de amortiguación la debemos pensar en función de un objetivo militar claro: evitar las incursiones enemigas en el territorio nacional. Generar un espacio de control más allá de la frontera que impida o genere un “colchón” en territorio ucraniano contra la penetración inmediata de comandos de sabotaje y/o drones de corto alcance. Que dé más posibilidad de “alerta temprana” o que distraiga la atención del enemigo sobre su propio territorio. Eso con unos pocos km es posible.
Y si a eso le agregamos la atención de una fuerza de drones o artillería propia que aleje de la nueva línea de contacto a posibles bases enemigas detectadas en una franja vacía. Pensemos en espacios como los existentes en Karkov. Allí Rusia lanzo una ofensiva en la que avanzó una decena de km el año pasado; lo hizo luego de que desde Karkov penetraban sobre Belgorod pequeñas unidades de sabotaje u hostigamiento, y se realizaba ataques en la zona desde la frontera. Entonces (no sin sacrificio) las FFAA rusas lanzaron una ofensiva limitada y conquistaron una franja de territorio hacia Karkov, “eliminando” el problema, pero no siguieron más.

No sabemos que informaciones disponen quienes hablan de una zona de amortiguación e 100 km desde Luhansk hasta la frontera norte en Briansk. Para esos más de 1000 km se necesitarían cientos de miles de hombres y unas ingentes cantidades de material. Quizás sería posible, pero sin dudas requeriría una nueva ofensiva de envergadura, que desplazara el eje gravitacional de la guerra desde el sur al norte. Si bien es cierto que muchos analistas hablan de que Rusia esta amasando fuerzas tanto de drones como de misiles, y que está formando unidades de tierra. También que su FA está intacta. Como que la capacidad de reclutamiento se ha incrementado a unos 30000 hombres por mes. Lo cierto es que las bajas del año pasado han sido muy grandes, y que la mayoría de la recluta es para reponerlas. Las unidades que están combatiendo por el lado rusos sin duda cuentan con mejores sistemas de rotación y descanso (eso se debe a la mejor recluta) pero también es cierto que, justamente, extender nuevas grandes ofensivas sin abandonar las actuales, nos parece imposible.
Hay cierta paranoia en occidente sobre la presión rusa en Finlandia o los bálticos. Que Rusia está concentrando fuerzas y material en la frontera finlandesa, etc. Lo cierto que en términos de presión política/diplomática esto pues ser cierto. Es como maniobra o desfile, mostrar musculo, hacer propaganda, dar un marco de fuerza a una declaración, acompañar una negociación, distraer, etc. Pero ciertamente Rusia está muy lejos de abrir nuevos frentes y desarrollar nuevos ataques de envergadura y menso lanzar una nueva guerra mientras esté combatiendo en Donbass con grades esfuerzos.
Lo que sostenemos es que esta “Buffer zone” anunciada por Putin tiene por un lado un rol de propaganda y por otro una realidad (aunque la propaganda también es realidad cuando afecta las condiciones objetivas). La propaganda: mostrar una gran solidez y fuerzas de que “nosotros somos quienes mandamos en este barrio”, si queremos corremos el frente y ponemos orden cuando lo consideramos necesario. O sea, el relato ruso hacia su público, es que los vaivenes y vicisitudes de la guerra son en realidad parte de un plan o al menos están y estuvieron completamente bajo control. Debemos recordar a favor de este relato que Rusia, o mas bien el pueblo ruso, no vive una situación de guerra total, han desaparecido algunos productos, pero no hay carencias y el poder adquisitivo medio se mantiene correcto y de hecho tanto el PBI como los salarios han crecido. Ciertamente la economía está en tensión, pero eso se verá en el futuro y ese futuro aun no vino. Los rusos aún viven la guerra (fuera de las zonas de combate) como una “operación militar especial” en el extranjero. Para Ucrania y los ucranianos es lo opuesto.

Del lado de la realidad militar, implica que se declara zona de posibles operaciones toda la frontera. Básicamente lo que ya veía sucediendo, dado el incremento de las capacidades ucranianas de ataque con drones y misiles de fabricación propia. Ucrania (y Rusia) en este proceso de innovaciones para la guerra moderna, han incorporados drones en todos los niveles, entre ellos unidades del tamaño brigada completos de estos elementos. En realidad, siguen algo que podemos señalar que viene de la doctrina soviética: ya en la segunda guerra mundial el ejército Rojo desplegaba divisiones de artillería, unidad específica de su doctrina. Hoy los drones cumplen también esa función.
En este sentido Ucrania como señalamos ha jugado militarmente una carta en la que tiene algo de autonomía y que le permite algunos éxitos que hagan ruido (más ruido que daño… pero daño también) en Rusia: los ataques con drones y misiles a instalaciones logísticas, energéticas; hacer difícil la vida en las zonas de frontera etc. Rusia mantiene sus ataques con misiles sobre diferentes puntos de Ucrania, principalmente centrales electicas, centros logísticos y militares. No en forma permanente pero sí en lo que podríamos denominar “campañas”. Fue la estrategia del general Surovikin cuando asumió el mando, desgastar la infraestructura critica del enemigo mientras equipaba sus fuerzas para una guerra larga no prevista y reordenaba el frente. Claro, estas operaciones de bombardeo requieren cierto tiempo para producir los misiles y drones de cierto alcance porque … se gastan. Y Rusia debe necesariamente mantener una reserva sustancial ante la existencia de un enemigo por arriba de Ucrania al que debe disuadir.
La declaración de la creación de la zona colchón mantendrá en alerta numerosa unidades ucranianas en espera de las posibles irrupciones rusas. Y eso es para Ucrania, mucho más escasa de hombres y material que Moscú, algo grave. En este sentido es posible la elaboración de planes de ir corriendo la frontera una decena de km tal como ya señalamos, acompañado por campanas de ataques en toda la línea de contacto con drones o artillera. Esto permite alejar al enemigo, colocarlo en una situación defensiva con otras preocupaciones que no son bombardear ni realizar operaciones de sabotaje, etc. Indudablemente esto requiere de Rusia una nueva disposición de fuerzas. Tanto de armamento como de hombres. Y nuevas bajas cuando de ocupación de territorio hablamos, aunque sea mínimo. Ya ha habido declaraciones e informes de que los ucranianos se están dedicando a contener ataques rusos en Sumi, o que los rusos bombardean zonas de frontera obligando a numerosas evacuaciones de población ucraniana. Esto también podría ser una “buffer Zone”, o sea una “Zona vacía” donde el movimiento de tropas enemigas sea fácilmente detectable y así neutralizable.
En las próximas semanas y meses veremos la concreción o las acciones militares que esta “zona de amortiguación” implican. Esta nota esta escrita en realidad para poner en orden algunas especulaciones que creemos fuera de lugar, como las que muestran un mapa de 100Km dentro de Ucrania como zona bajo control ruso. Sin embargo, podríamos pensar que si bien no militarmente mediante una ofensiva general, sino como condiciones de un acuerdo de paz, el gobierno de la Federación Rusa, exija una zona desmilitarizada bajo control de “fuerzas de paz” aceptadas por Rusia. Pero allí ya hablaríamos de otra cuestión que no es objeto de este análisis.
* Doctor en Historia UBA / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Miembro del equipo de PIA Global
Fuente: PIA Global