Había que esperar para analizar un poco el esperpento que protagonizó esa ruina que es la UE. Donald Trump llegó este domingo a un acuerdo comercial con la Unión Europea tras una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante un viaje de trabajo del mandatario estadounidense a Escocia (Reino Unido).
En detalle, se anunció un arancel fijo del 15 % para los productos importados de la UE, cientos de miles de millones en compras de armas y energía estadounidenses, y la "apertura de todos los países europeos", según las palabras de Trump. "Van a aceptar invertir en Estados Unidos 600.000 millones de dólares más de lo que ya están invirtiendo", expresó.
El mandatario estadounidense indicó que la UE comprará al país norteamericano 750.000 millones de dólares en energía y grandes cantidades de equipamiento militar, entre otros. "Estamos acordando que el arancel directo para automóviles y todo lo demás será un arancel directo del 15 %", agregó.
Trump adelantó que el bloque comunitario no impondrá aranceles a las importaciones estadounidenses. "Es un buen acuerdo para todos", aseveró el inquilino de la Casa Blanca.
Por su parte Von der Leyen también lo calificó como un "gran acuerdo", que se logró después de "duras negociaciones". "Traerá previsibilidad. Eso es muy importante para nuestras empresas a ambos lados del Atlántico", enfatizó.
La Sra. Von der Leyen dijo, lo repitió tres veces, es el mayor acuerdo en la historia entre las dos primeras economías mundiales. Lo que es falso, dejo foto y enlace del Banco Mundial (manejado por los yankis), PIB PPA (paridad de poder adquisitivo) que es el que usan los economistas inteligentes y hoy lo usan la mayoría.
Y como la sra. Von der Leyen, el odio visceral obviamente dijo esto "...nosotros reemplazaremos el el gas y el petróleo ruso, por energías norteamericanas...".
¿Estarán seguro de lo que dicen? Ya Catar los advirtió ayer, pero quisiera agregarles un sólo dato. Y pongan mucha atención a estos datos, que deben asociarse a otros más importantes, como lo son las reservas.
Europa se rinde: Trump impone su ley comercial
Este domingo, la Unión Europea y Estados Unidos firmaron un amplio acuerdo comercial que marca un nuevo capítulo en las relaciones transatlánticas. La UE se compromete a realizar compras energéticas por 750.000 millones de dólares a EE.UU., invertir 600.000 millones en su economía, abrir sus mercados sin aranceles y adquirir grandes volúmenes de equipamiento militar estadounidense.
A cambio, EE.UU. aplicará un arancel del 15% a los productos europeos. Aunque desde Bruselas se destacó que se evitó un arancel del 30%, medios como el alemán Welt subrayan que hasta ahora el promedio era de apenas 1,7%. Además, con un dólar más débil frente al euro (12,7% de caída), las empresas europeas enfrentarán un coste total estimado del 25% para exportar a EE.UU.
El impacto es especialmente significativo para Alemania: aunque los aranceles a los automóviles bajan de 27,5% a 15%, bajo la presidencia de Joe Biden el gravamen era del 2,5%. El Instituto Kiel calcula que esta subida puede costarle al país 0,13 puntos porcentuales de crecimiento anual.
En Francia, las previsiones de quiebras empresariales para 2025 y 2026 ya superan las 65.000 por año. Sectores como el vitivinícola se encuentran entre los más afectados. Se estima que el nuevo acuerdo podría reducir el PIB francés entre un 0,1% y un 0,3%, con efectos similares en Italia y España.
Diversas voces en Europa consideran que el acuerdo es un “compromiso forzado” ante la dependencia militar y comercial con EE.UU. Analistas señalan que la UE debe replantear su estrategia económica y fortalecer su mercado interno ante un escenario global menos favorable.
¿Fin de la hiperglobalización o inicio de una nueva etapa para Europa?
El debate está abierto.
Ante las estrategias de negociación del presidente estadounidense, la UE actuó como un burócrata a cámara lenta. El 10 de abril, suspendió los aranceles de represalia y accedió a dialogar con Washington. De estas conversaciones surgió una obra maestra de rendición diplomática: la aceptación de un arancel base del 15%, que incluía sectores clave de la industria automotriz, con las acerías relegadas a un humillante sistema de cuotas.
Mientras China y Canadá coordinaban una respuesta inmediata, Bruselas optó por la "paciencia estratégica" y un plan basado en tres ilusiones: comprar más gas y armas a Estados Unidos, intercambiar aranceles y preparar una "posible" represalia. Pero Trump actuó con mayor rapidez y habilidad. Y la UE reaccionó dividida y confusa: Berlín buscaba una "compensación" para proteger sus exportaciones de automóviles, Dublín se obsesionaba con las exportaciones de whisky y París se preocupaba por sus bebidas espirituosas. La Comisión se convirtió en un círculo de presión nacional y retrasos estratégicos. Un desastre.
Un anticipo de la inminente capitulación llegó desde Asia. La misión europea a Pekín se interrumpió: sin acuerdo, solo frustración. ¿Esperaba Europa negociar una alternativa al control de Washington? Posible, pero en condiciones inaceptables para Pekín. China, a pesar de verse afectada por los aranceles, mostró unidad y aprovechó el vacío estratégico de Europa.
Mientras tanto, Trump firmó un acuerdo comercial con el Reino Unido: la misma fórmula: aranceles del 10% a cambio de relaciones privilegiadas. Para la UE, una vez más, solo marginalidad.
Hoy, el mundo está patas arriba: el 10% se ha convertido en el nuevo cero. Y si Trump amenaza con el 25% pero concede el 15%, los mercados lo consideran una victoria. El arte de la negociación en Europa se ha convertido en un juego de percepciones, donde la UE, aún atada a sus propios procedimientos, libra una batalla callejera con las reglas del boxeo inglés.
Incluso cuando Shefchović intentó mediar —más de 100 horas de negociaciones—, fue ignorado. Trump simplemente insistió: «No al 10%, ahora será al 30%». Y la UE cedió de nuevo.
Lo que emerge es inquietante: Europa no solo es militarmente débil, sino también económicamente impotente. Depende de Estados Unidos para su seguridad (Ucrania, la OTAN), tecnología y energía. Trump lo sabe y lo explota. También sabe que la Comisión está paralizada entre las palomas de von der Leyen y los halcones desmoralizados. ¿El resultado? Una UE que acepta un aumento arancelario neto del 1,6 % (pre-Trump) al 15 %, intentando venderlo como un "acuerdo de statu quo".
Descifran notas de Trump en una foto y revelan detalles importantes del acuerdo comercial con la UE
'Spoiler': Washington logró más de lo que Europa ofrecía.
Estados Unidos y la Unión Europea llegaron este domingo a un acuerdo comercial tras una reunión entre el mandatario estadounidense, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Durante la rueda de prensa conjunta, Trump sostenía en sus manos una hoja que, al parecer, contenía la oferta de la UE y anotaciones escritas a mano, presuntamente realizadas por el presidente estadounidense. El periódico alemán Bild ha descifrado esta nota. 'Spoiler': Washington consiguió más de lo que Europa ofrecía.
Las propuestas del bloque consistían en:
10 % de aranceles recíprocos, Trump lo convirtió en un 15 %.
La UE quería obtener un arancel del 25 % sobre el acero y el aluminio, "como para el Reino Unido", que es del 25 %. Trump no hizo observaciones y la propuesta no prosperó. EE.UU. seguirá cobrando un 50 % por el acero y el aluminio europeos.
La UE ofrecía invertir 500.000 millones de dólares en EE.UU. y 600.000 millones en importación de energía, pero el presidente estadounidense lo convirtió en una inversión de 600.000 millones y la compra de energía a 750.000 millones.
"La UE acepta las normas automovilísticas de EE.UU.", dice la nota, lo que significa que se eliminaron las normas técnicas y medioambientales del bloque comunitario para automóviles de fabricación estadounidense.
Las notas de Trump revelan hasta qué punto la UE ha cedido para adaptarse a las demandas del presidente estadounidense, llevándola a modificar su postura, incluso a expensas de sus propios intereses.
A ver si lo acaban pillando algunos...¡La UE no claudica, la UE está cumpliendo DE MARAVILLA su función!
Si el colapso yankee está siendo un circo, lo de la Unión Europea ya no sabemos ni qué nombre darle…
El 25 de febrero ya denunciamos que esto iba a pasar. ¿Por qué somos adivinos? ¡No! Porque ya había dicho Christine Lagarde (BCE) en una entrevista al Financial Times, que Europa iba a comprar armas y gas a Estados Unidos con la excusa de evitar aranceles. ¿La novedad?: que, aún comprándole armas y gas, también te van a meter los aranceles.
La Unión Europea fue creada bajo el mando de EE.UU y, gracias al euro, es una entidad supranacional con capacidad de coerción sobre los estados miembros que, a día de hoy, cumple dos funciones principales: facilitar que Estados Unidos nos meta la mano en el bolsillo, y prepararnos para una guerra contra Rusia. – y esto último lo están reconociendo también abiertamente.
Vamos, que toda esta nueva maniobra la pagará la clase trabajadora... Por “fortuna” en España tenemos a los principales sindicatos haciendo frente y protegiéndonos al organizar manifestaciones en favor de la Unión Europea, pidiendo que nos impongan impuestos para el rearme (como hizo la UGT), o defendiendo que salir de la OTAN no puede estar en el centro del debate (como hace Comisiones Obreras).
En fin, se está clarificando mucho la situación y es lo único bueno de todo esto:
-Sabemos de qué va Estados Unidos.
-Sabemos de qué va esto de la Unión Europea.
-Sabemos que la UE, junto a Israel, forman los dos principales tentáculos del imperio.
-Sabemos que rearmar a Europa es lo mismo que rearmar a Estados Unidos e Israel.
-Sabemos que el objetivo es sangrar a los europeos para salvar a los EE.UU.
-Sabemos que el objetivo es que Europa sustituya a Ucrania como proxy en la guerra de la OTAN contra Rusia.
Y, además, ya vamos sabiendo quiénes son sus necesarios cómplices…eso sí, no hay balas para tantos
Asesor de Trump sobre el acuerdo comercial: la UE "se arrodilló" ante EE.UU.
Sebastian Gorka, un consejero de seguridad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
celebró el
acuerdo comercial alcanzado este fin de semana entre la Unión Europea (UE) y el país estadounidense, calificándolo como "histórico".
El asesor presidencial señaló en una entrevista a Newsmax que el tratado no solo supone ingresos arancelarios sin precedentes para Washington, sino que también representa un triunfo geopolítico sobre el bloque comunitario, que —afirmó— se había beneficiado de acuerdos comerciales desequilibrados con EE.UU. durante mucho tiempo.
En este sentido, dijo que el pacto es una reivindicación de la política 'EE.UU. primero' ('America First', en inglés) y "la venganza del sentido común".
"Toda la UE se arrodilló ante 'EE.UU. primero' y dijo: 'Está bien, ya no vamos a ser oportunistas. No vamos a explotar el sistema de comercio global. Nos atrapaste, presidente Trump, vamos a ceder'" y asumir aranceles del 15 %, expresó.
Gorka aseveró que Trump está haciendo "cambios tectónicos en la geopolítica con efectos globales, que cambiarán el mundo durante los próximos 50 a 100 años", al tiempo que tachó de "imbéciles" a aquellos que no lo entienden.
En virtud del acuerdo comercial, todos los productos europeos importados al país estadounidense estarán gravados con aranceles de 15 %, mientras que el bloque no cobrará nada a los bienes estadounidenses.
"Los chinos se toman muy en serio su soberanía": Bessent insinúa que China rechazó los llamados de EE.UU. sobre el petróleo ruso
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent,
afirmó el martes que Pekín no cedió a la presión de Washington sobre sus compras de petróleo ruso.
"Los chinos se toman muy en serio su soberanía. No queremos obstaculizarla, por eso les gustaría pagar el 100 % del arancel", anunció Bessent en una rueda de prensa. "Creo que cualquiera que compre petróleo ruso sancionado debería estar preparado para esto", agregó.
Asimismo, el alto cargo indicó que la reciente reunión con los negociadores chinos en
Estocolmo ha sido exitosa. "Tuvimos
dos días muy fructíferos con la delegación china", dijo.
"Recibimos un informe muy detallado sobre la economía china. Presentamos un informe muy detallado sobre la economía estadounidense. Hablamos sobre los acuerdos comerciales que estamos cerrando con otros países. Manifestamos nuestras inquietudes por el exceso de capacidad china a nivel mundial y sus posibles consecuencias para este año y los próximos", detalló Bessent.
"Expresamos nuestra preocupación por sus compras de petróleo iraní sancionado, del cual compran aproximadamente el 90 %. También lamentamos que, según creemos, hayan vendido a Rusia cerca de 15.000 millones de dólares en tecnologías de doble uso. Sin embargo, el tono general de las reuniones fue muy constructivo", resumió.
- "Si la Unión Europea sigue siendo como es, Polonia debe abandonarla". Esta declaración fue hecha por el diputado del Parlamento Europeo por Polonia, Marek Jurek, en el programa Polsatnews. Subrayó que en 2003 votó en contra de la adhesión de Polonia a la UE y hasta ahora mantiene una postura crítica hacia la Unión. Por supuesto, creo que Polonia debe recuperar su soberanía en una perspectiva determinada. Si esta Unión sigue siendo como es, entonces, por supuesto, debemos abandonarla", dijo él. El político considera que mantener la situación actual llevará a un debilitamiento adicional de la independencia nacional de Polonia y a la pérdida de control sobre asuntos internos, incluida la política migratoria.
2 billones de dólares — el daño a la economía mundial por los aranceles de Trump, — Bloomberg
▪️Los aranceles de importación en EE. UU. alcanzaron el nivel más alto desde la década de 1930. Las guerras comerciales de Trump costarán a la economía mundial 2 billones de dólares para finales de 2027, —
afirma Bloomberg
▪️El acuerdo comercial con EE. UU. golpeará a la economía de la eurozona, que se reducirá un 0,4% en un año. Alemania se prepara para un golpe serio a su economía orientada a la exportación
▪️También están en riesgo las inversiones extranjeras directas globales (IED). El año pasado ya cayeron un 11% — hasta 1,5 billones de dólares. Las estimaciones para el futuro cercano de las IED son aún más pesimistas
La UE prometió invertir 600 mil millones de dólares en EE. UU., pero no podrá cumplirlo, — Politico
▪️La Unión Europea reconoció que no es capaz de invertir 600 mil millones de dólares en la economía estadounidense, solo unas horas después de haber hecho tal promesa en unas negociaciones comerciales emblemáticas en Escocia, —
constata el estadounidense Politico
▪️El domingo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, firmó un acuerdo con el presidente de EE. UU., Donald Trump, para evitar una guerra comercial a gran escala entre la UE y EE. UU. El acuerdo incluía la promesa de invertir en EE. UU. adicionales 600 mil millones de dólares de fondos de la UE en los próximos años
▪️Representantes no identificados de la Comisión Europea aclararon que en realidad no se trata de fondos de la UE, sino de inversiones privadas que Europa no podrá garantizar. Además, no existe un programa para incentivar tales inversiones, — subraya Politico
La promesa de la UE de comprar energéticos estadounidenses por 250.000 millones de dólares al año es un farol, según Reuters
▪️En el marco del acuerdo comercial con EE. UU., la Unión Europea se comprometió a gastar anualmente durante tres años 250.000 millones de dólares en la importación de energéticos estadounidenses. Se trata de suministros de petróleo, GNL, carbón y tecnologías nucleares, según
constata Reuters
▪️El volumen total de exportación de energéticos de EE. UU. a todos los compradores en todo el mundo en 2024 fue de 318.000 millones de dólares. De ellos, la UE representó 76.000 millones de dólares. Según los analistas, un aumento de los suministros a la Unión Europea de más de tres veces es completamente irrealista
▪️EE. UU. incluye el requisito de comprar energéticos estadounidenses en prácticamente cada acuerdo comercial. La competencia por los recursos energéticos estadounidenses puede provocar un incremento de los precios base del petróleo y el gas en EE. UU. Esto llevará a un salto en los precios del combustible y la electricidad, lo que se convertirá en un problema político y económico para los líderes de EE. UU. y la UE
▪️Para aumentar los suministros de GNL estadounidense a la UE será necesaria una expansión de la producción en EE. UU., significativamente superior a la planificada para el período hasta 2030. «Puedes aumentar la capacidad, pero si hablamos de la escala, eso es prácticamente imposible», declaró el representante de Aurora Energy, Jacob Mandel
Producción y consumo de gas y petróleo de los EEUU.
La EIA estima que la oferta mundial total de petróleo y otros líquidos aumentó en unos 0,6 millones de barriles diarios (b/d) en 2024 y aumentará en 1,9 millones de b/d en 2025 y 1,6 millones de b/d en 2026. El aumento de la producción de crudo de cuatro países de América -Estados Unidos, Guyana, Canadá y Brasil- impulsa este crecimiento. Debido a la actual contención de la producción de los países de la OPEP+, se prevé que la producción del grupo crezca 0,1 millones de b/d en 2025 y 0,6 millones de b/d en 2026.
EEUU, primer productor mundial. Estados Unidos sigue produciendo más crudo y líquidos petrolíferos que ningún otro país. La producción de crudo estadounidense aumentó a 13,2 millones de b/d en 2024 debido en parte a una mayor eficiencia con menos plataformas. La EIA espera que la producción de líquidos de petróleo en Estados Unidos aumente en 0,6 millones de b/d en 2025 y en 0,5 millones de b/d en 2026. Según sus previsiones, la región del Pérmico representa alrededor del 50% de la producción estadounidense de crudo, que será de 13,7 millones de b/d en 2026. Además, el crecimiento en el Pérmico compensa las contracciones en otras regiones.
En 2024, Canadá era el cuarto país productor de petróleo, sólo por detrás de Estados Unidos, Arabia Saudí y Rusia. Se prevé que la producción de petróleo y otros líquidos crezca en Canadá 0,3 millones de b/d en 2025 y 0,2 millones de b/d en 2026, partiendo de 6,0 millones de b/d en 2024. El crecimiento de la producción en Canadá se apoya en la puesta en marcha de la ampliación del oleoducto Trans Mountain, que transporta petróleo a la costa oeste de Canadá para acceder a los mercados de exportación desde Alberta, que no tiene salida al mar.
Bien, 13.7 millones de barriles diarios, y no lo olviden nunca en sus análisis, el grueso, es el Pérmico (zona de texas), reservas quedan para 10 años apenas.
- Estados Unidos. Producción: 1,35 billones de metros cúbicos
Estados Unidos es, con diferencia, el mayor productor mundial de gas natural, con una producción de 1,35 billones de metros cúbicos en 2023, lo que representa casi una cuarta parte de la producción mundial. Su producción ha aumentado en más de 350 000 millones de metros cúbicos en la última década debido al aumento del coste del carbón y a los avances en tecnologías de extracción como la perforación horizontal y la fracturación hidráulica (fracking).
Además de ser un importante productor de gas natural, Estados Unidos también es el mayor consumidor de este combustible. En 2023, la demanda estadounidense de gas natural alcanzó los 886.500 millones de metros cúbicos, principalmente para calefacción doméstica y generación de electricidad. En el primer semestre de 2022, Reuters informó que Estados Unidos se convirtió en el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL) gracias al aumento de los envíos a Europa debido a la guerra de Rusia en Ucrania, y sigue ostentando ese título.
En 2023, la región de los Apalaches lideró la producción de gas natural de EE. UU., aportando el 29 % de la producción total. Sin embargo, el crecimiento de la producción se ha visto obstaculizado por la limitada capacidad de los gasoductos, lo que ha restringido el transporte de gas a los mercados con demanda.
En 2024, EE. UU. exportó un volumen récord de GNL, estimado en 86,9 millones de toneladas métricas, tras un décimo año consecutivo de producción récord. Sin embargo, solo aumentó un 0,8 % con respecto a las cifras de 2023.
- Rusia. Producción: 586,4 mil millones de metros cúbicos
Rusia, el segundo mayor exportador y productor de gas natural del mundo, produjo 586.400 millones de metros cúbicos de gas natural en 2023. El país también posee las mayores reservas conocidas de gas natural del planeta. Según se informa, el grupo energético estatal Gazprom posee el 16,3 % de las reservas mundiales de gas natural. Novatek es otro de los principales productores de gas del país.
“Históricamente, la producción se concentraba en Siberia occidental, pero la inversión se ha desplazado en la última década hacia Yamal, Siberia oriental y el Lejano Oriente, así como hacia las zonas costeras del Ártico”, según la Agencia Internacional de Energía.
Ahora veamos el consumo de petróleo de los EEUU:
¿Cuánto petróleo se consume en Estados Unidos?
Solo una pequeña cantidad de petróleo crudo se consume directamente en Estados Unidos. Casi todo el petróleo crudo que se produce o importa en Estados Unidos se refina en productos derivados del petróleo, como gasolina, combustible diésel, combustible para calefacción y combustible para aviones, que luego se consumen. Los líquidos producidos a partir del procesamiento del gas natural también se consumen como productos derivados del petróleo. Los biocombustibles renovables, como el etanol y el biodiésel, se utilizan como sustitutos o aditivos de los productos refinados del petróleo.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) incluye los biocombustibles en el consumo de productos derivados del petróleo. La EIA no encuesta directamente el consumo de petróleo y, en su lugar, utiliza el producto suministrado para representar el consumo de petróleo en Estados Unidos. Si bien utilizamos el producto suministrado de forma intercambiable con el consumo de petróleo , los dos no son idénticos.
En 2023, Estados Unidos consumió un promedio de unos 20,25 millones de barriles de petróleo por día, o un total de alrededor de 7.390 millones de barriles de petróleo.
Entonces, debemos hacernos la pregunta correcta, ¿cómo un país que produce 13.7 millones de barriles diarios y consume 20.25 millones de barriles diarios, es decir, le faltan 7 millones de barrilles diarios, puede venderle petróleo a Europa?...
Cerca de 4 millones se lo compra a Canadá, ¿no han visto cómo ha bajado el tono?, ayer, le da una licencia para Chevron para operar en la república Bolivariana de Venezuela. Sobre el gas, exporta 86,9 millones de toneladas métricas, pero la producción es de 1,35 billones de metros cúbicos.
86.9 millones de toneladas métricas equivalen a 10.832.132.795 metros cúbicos, es decir, EEUU exporta un (10.832.132.795 x 100 / 1.300.000.000.000) = 0.83%, ni siqueira exporta un 1% del gas que produce.
Esta gente habla cosas al aire, tantos millones para acá, tantos millones para allá, cuando la realidad, los EEUU es un estado mafioso, contra a países, que el mismo sanciona, para luego refinar y vender. Los EEUU siguen importando petróleo ruso.
Europa como buena prostituta, se entregó a Trump, podían haber estudiado un poco más y saber que el puto de Trump debió pagar miles de dólares a una prostituta para que guardadra silencio de que el tipo es pájaro.
El gran problema de los EEUU, son los propios EEUU, producen más gas y petróleo que cualquiera, pero consumen como caballos, 4.7% de la población mundial y consumen el 19.9% (20.25 millones sobre 101.8 millones), 400% de consumo. Son unos enfermos que no van a cambiar.
Medvédev: "Trump destrozó a Europa"
El acuerdo alcanzado entre Washington y Bruselas es "completamente humillante para los europeos" y "solo beneficia a Estados Unidos", destacó el expresidente ruso.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente del país, Dmitri Medvédev, opina que el mandatario estadounidense, Donald Trump, ha destruido la economía europea con el nuevo acuerdo comercial alcanzado entre EE.UU. y la Unión Europea.
"Trump destrozó a Europa", escribió este lunes en su canal de Telegram. "Hay que reconocer que, a pesar de sus extremas contradicciones en declaraciones y acciones, es muy consecuente en una cosa: Trump está imponiendo con dureza los intereses económicos de su país", añadió Medvédev, en referencia al acuerdo comercial que Trump suscribió este domingo con Bruselas tras mantener una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Según lo pactado, el arancel sobre todos los productos europeos importados al país norteamericano será del 15 %, mientras que el bloque no cobrará nada a los bienes estadounidenses.
Como parte del acuerdo, la Unión Europea acepta comprar 750.000 millones de dólares en productos energéticos estadounidenses, invertir 600.000 millones en la economía de EE.UU., abrir sus mercados al comercio con aranceles cero y adquirir "grandes cantidades" de equipamiento militar del país norteamericano.
"Es completamente humillante para los europeos, ya que solo beneficia a Estados Unidos: elimina la protección del mercado europeo, reduciendo a cero los aranceles a los productos estadounidenses", resaltó el expresidente ruso.
Además, subraya Medvédev, el compromiso "genera enormes costes adicionales para la industria y la agricultura en muchos países de la UE para pagar la costosa energía estadounidense", al tiempo que "redirige un poderoso flujo de inversión de Europa a Estados Unidos".
"Y, por supuesto, el 'acuerdo' es claramente antirruso, prohibiendo la compra de nuestro petróleo y gas. Pero si para Trump esto son principalmente negocios, para la vieja loca de Europa forma parte de una ideología neonazi que perjudica el bienestar de sus propios ciudadanos", continuó el funcionario, que lanzó una propuesta: "simplemente simpatizar con el ciudadano común europeo".
"Ya es hora de que asalten Bruselas y cuelguen a todos los comisarios europeos, incluyendo, por supuesto, a la vieja loca Ursula [von der Leyen], en las astas de las banderas de los países de la UE. No servirá de nada, claro, pero al menos será divertido", concluyó.
"Fiasco" y "rendición": Le Pen destroza a Von der Leyen por el acuerdo comercial con EE.UU.
La política denunció que "los agricultores franceses fueron, una vez más, sacrificados en el altar de la industria fuera del Rin".
La líder del partido opositor francés Agrupación Nacional en la Asamblea Nacional, Marine Le Pen, criticó el acuerdo comercial concluido este fin de semana entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), según el cual el arancel sobre todos los productos europeos importados al país norteamericano será del 15 %, mientras que el bloque no cobrará nada a los bienes estadounidenses.
"El acuerdo comercial concluido por Ursula von der Leyen con [el presidente de EE.UU.] Donald Trump es un fiasco político, económico y moral", escribió Le Pen en sus redes sociales el domingo.
"Político, porque la Unión Europea, con 27 Estados miembros, ha obtenido peores condiciones que el Reino Unido. Las soberanías, en materia comercial, no suman: se diluyen, incluso en este caso, se anulan entre sí, bajo el peso de la burocracia bruselense", explicó.
"Económico, porque la Comisión [Europea] aceptó cláusulas asimétricas, que la propia Francia, gobernada por un Ejecutivo patriótico, nunca habría aceptado", añadió. En este sentido, aseveró que "cientos de miles de millones de euros de gas, así como armamento, tendrán que importarse cada año desde EE.UU.", lo que "es una rendición abierta para la industria francesa y para su soberanía energética y militar".
"Finalmente, un fiasco moral, ya que los agricultores franceses fueron, una vez más, sacrificados en el altar de la industria fuera del Rin con condiciones que nos obligan a abrir más ampliamente el mercado único para los productos agrícolas estadounidenses a cambio de recortes de impuestos a las exportaciones de automóviles alemanes", detalló.
"Esta globalización, que niega y quiebra soberanías, ha quedado obsoleta durante muchos años. Ya es hora de que esta información llegue a oídos de la Comisión Europea", concluyó Le Pen.
Lo que aún no entiendes sobre el dictado de "250 mil millones de dólares al año en productos energéticos estadounidenses"
Alessandro Volpi
Más sobre el Acuerdo UE-EE. UU. Hay un pasaje sobre las declaraciones de Trump y Von der Leyen que parece increíble, pero quizás tenga una explicación, la de siempre. Según ambos, la Unión Europea se comprometería a comprar 750 000 millones de dólares en productos energéticos estadounidenses para 2028: esencialmente 250 000 millones de dólares al año.
Dos consideraciones son útiles con respecto a este compromiso.
La primera es cuantitativa. En 2024, un año récord de compras, la Unión Europea compró energía a Estados Unidos por un valor de poco más de 76 000 millones de dólares. Por lo tanto, con base en el compromiso, debería comprar tres veces esa cantidad anualmente durante los próximos tres años. Sumado a esto, las compras totales de energía de Europa son de poco más de 400 000 millones de dólares. Por lo tanto, según el compromiso de Von der Leyen, la Unión Europea debería comprar tres veces más energía cada año que a Estados Unidos, que se convertiría prácticamente en su único proveedor. Estas son cifras claramente increíbles, especialmente porque una parte significativa de la energía se transporta por gasoductos y oleoductos o se genera mediante otras formas de producción. El compromiso asumido por EE.UU. y la UE es, por tanto, verdaderamente inalcanzable y, además, infinitamente costoso.
La segunda consideración es aún más sencilla. La energía no la compran los estados, sino, en gran medida, las empresas; por lo tanto, si el acuerdo se implementara, los gobiernos tendrían que exigir —no está del todo claro cómo— a las empresas que adquieran únicamente gas estadounidense, a un coste enorme. Entonces, ¿por qué estas declaraciones? La explicación es simple y, de hecho, la habitual.
Las principales compañías energéticas de Estados Unidos están en manos de las Tres Grandes, un pequeño grupo de grandes bancos, y Berkshire, que, como es lógico, se beneficiaron inmediatamente de las declaraciones de Trump y von der Leyen con un aumento repentino del precio de sus acciones. En este sentido, Trump y von der Leyen acuerdan, en la práctica, aumentar el valor de los grandes gigantes financieros: ocurre con las armas y ocurre con la energía. Además, entre las empresas cuyas acciones han subido significativamente se encuentra Venture Global, que ha firmado un acuerdo de veinte años con Eni.
Análisis: Una rendición incondicional a un enemigo (ahora) declarado
Leonardo Sinigaglia
A primera vista, podría parecer un tratado de paz firmado tras la rendición incondicional de un país ante un enemigo, pero en realidad es un acuerdo impuesto por el presidente Trump a sus "aliados" europeos. Una auténtica humillación que ha aparcado definitivamente cualquier idea surrealista sobre la supuesta "autonomía" de la Unión Europea y su condición de algo más que una entidad al servicio de Estados Unidos, cuya acción y existencia solo son posibles en las formas, tiempos y espacios determinados por Washington.
A pesar de que Europa sacrificó su economía en aras de la guerra indirecta liderada por Estados Unidos contra la Federación Rusa, accedió a intensificar las provocaciones antichinas y abrió las puertas a la creciente penetración del capital financiero estadounidense, el Imperio, en su desmedida arrogancia, ha considerado necesario exigir aún más tributos a sus vasallos. Aranceles unilaterales del 15%, 600 000 millones de dólares en inversiones, 750 000 millones de dólares en energía y un suministro masivo de armas: Europa no recibirá nada a cambio. Este es un verdadero "tratado desigual", similar a los que las potencias occidentales impusieron a China en la segunda mitad del siglo XIX, al que los países europeos se ven ahora obligados por quien se nos presentó como nuestro aliado más fiel y desinteresado.
Si estas promesas se cumplieran, sería una auténtica catástrofe para la economía europea: no solo se verían gravemente perjudicadas las exportaciones a Estados Unidos, sino que un volumen masivo de capital se desviaría al extranjero, mientras que la industria manufacturera del continente, ya de por sí sometida a fuertes tensiones, afrontaría costes aún mayores con rendimientos cada vez menores. En consonancia con la realidad objetiva del sistema imperialista unipolar, Estados Unidos interactúa con Europa sobre la base de una relación desequilibrada y parasitaria. El Occidente no estadounidense ha disfrutado intermitentemente de las migajas que Washington quería dejar caer de su mesa, pero ahora, con su propio dominio en plena crisis, es hora de apretarse el cinturón y utilizar todos los recursos disponibles para intentar sobrevivir.
Donald Trump necesita capital para intentar desesperadamente implementar la reindustrialización, sin la cual cualquier posibilidad de resistir en una confrontación con China y Rusia sería simplemente ridícula. Biden, consciente de la crisis, había comenzado a intentar extraer capital de sus "aliados" Alemania y Taiwán con la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Chips, pero las crecientes necesidades militares impulsaron a Trump a acelerar, utilizando una táctica terrorista para imponer fuertes tributos imperiales a sus vasallos. La política comercial fue la herramienta utilizada para obligar a otros países a aceptar relaciones económicas tan desequilibradas que no permitían engaño alguno sobre su verdadera naturaleza colonial.
Si Europa realmente existiera como una entidad autónoma, capaz de tomar decisiones independientes, habría aprovechado la oportunidad para poner fin a su política suicida de conflicto abierto con Rusia y China, y de hecho, habría unido fuerzas con ellas para oponerse a Estados Unidos. Pero Europa nunca podrá avanzar en esta dirección, porque está estructuralmente orientada a satisfacer los intereses estadounidenses. Los federalistas europeos, incluso aquellos de buena fe, que actualmente despotrican contra los "soberanistas", aquellos que han "debilitado a Europa", deberían analizarse a fondo para encontrar al verdadero culpable: al promover los intereses occidentales, han traicionado los de los países del continente. En nombre de la unidad europea, han sancionado la subyugación total de Europa al yugo estadounidense.
El vergonzoso resultado de las "negociaciones" entre Washington y Bruselas certifica el fracaso del "sueño europeo" tal como lo presentan sus defensores. Es evidente que no puede haber futuro ni vida en Occidente.
Análisis: La capitulación de Úrsula y las "dudas" de Repubblica/Corriere
Andrea Zhok
Después del acuerdo de genuflexión de Ursula von der Leyen con el presidente Trump, incluso algunos de los tradicionales devotos del disparate proeuropeo en Repubblica/Corriere empezaron a tener dudas.
¿Es ese el pájaro del pantano que planea en el horizonte?
¿Esa sopa marrón y maloliente con la que me han estado dando de comer durante años podría ser realmente lo que parece?
Pero es sólo un momento de incertidumbre.
Se recuperan rápidamente y se alzan en armas, dispuestos a exigir "¡más Europa!", "¡más productividad!", "¡más competitividad!" y "¡menos desperdicio!". ¡Que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, maldita sea!
La solución para esta generación de trágicos necios es siempre la misma: más de la misma receta predicada durante décadas y que nos ha llevado al abismo. ¡Pero esta vez, de verdad!
Ahora bien, este grupo social de idiotas puede representar el 25% de la población, pero constituyen la Guardia Pretoriana que defiende el bastión del poder real, el mismo poder que nos desgarra. No gozan de ningún privilegio en particular, no participan en la división de privilegios que se da entre las oligarquías, pero, alimentándose como pequeños pelícanos de las regurgitaciones ideológicas de las élites, las defienden con uñas y dientes, acusando a sus críticos con el arsenal habitual (soberanistas, populistas, comunistas, fascistas, rojipardos, conspiranoicos, etc.).
Cuando se analiza a von der Leyen y se queja de que hemos presenciado una «capitulación», se dice algo en parte cierto, pero en parte muy engañoso. No hubo capitulación porque se protegieron los intereses que querían proteger.
Para hablar de una capitulación, deberíamos asumir que von der Leyen, Kallas, Meloni, Picierno y Lagarde (por cierto: ¡girl power!) están allí para representar los intereses europeos.
Pero esto es un completo malentendido.
Estos individuos son miembros de una élite estrecha que opera en proximidad directa con grandes oligarquías económicas transnacionales (aquellas que, entre otras cosas, manejan la información), cuyos intereses son simplemente completamente independientes de los de los pueblos europeos.
Luego, de tiempo en tiempo, dependiendo de qué interés particular se esté promoviendo, la ficha será insertada en la máquina de discos de algún economista que le explicará con autoridad cómo perseguir los intereses de esta o aquella multinacional es exactamente lo mejor para usted como trabajador, empleado, profesor, barbero, etc.
Confíe en los expertos y obtenga el valor por su dinero, sin complicaciones.
Lo que está sucediendo en Europa no es una "capitulación", sino un proceso bien conocido, un proceso que se ha observado desde hace mucho tiempo en América Latina, donde oligarquías estrechas han mantenido posiciones de privilegio extraordinario al ocupar centros de tráfico cruciales con los Estados Unidos.
En el lenguaje marxista (que sigue ofreciendo herramientas útiles, a pesar de su mala reputación), la "burguesía nacional" se contrastaba a menudo con la "burguesía compradora". Mientras que la burguesía nacional, si bien obviamente se mantenía ligada a sus propios intereses de clase, operaba con un interés particular en la prosperidad de su propio país (y, por lo tanto, quizás indirectamente, canalizaba ciertos beneficios a toda la población), la burguesía compradora actuaba como agente de organizaciones extranjeras, generalmente multinacionales, promoviendo sus inversiones locales y mediando sus ganancias. El director ejecutivo de la sucursal italiana de una multinacional farmacéutica, el promotor inmobiliario internacional residente en Milán, etc., no dependen en absoluto para su bienestar económico de la suerte de la economía y la sociedad italianas.
Pero son precisamente estos temas los que Ursula-Yelmo Dorado representa en los foros internacionales.
El resultado natural de este proceso de “sudamericanización” es la destrucción de la clase media y la creación de una élite económica que vive efectivamente por encima de la ley (porque cuando las diferencias económicas son enormes dentro de una sociedad, todos están expuestos al chantaje y el poder económico se transforma fácilmente en cualquier otro poder).
Naturalmente, si alguien señala que la existencia de una burguesía con intereses nacionales, o una política atenta a la soberanía económica, o una sociedad que preserva cierta identidad cultural, si bien no es el paraíso en la tierra, es aún mejor que ser desmembrada por oligarquías remotas, los perros de guerra de los periódicos y la academia se desatan inmediatamente, listos para llenar sus bocas con acusaciones de "soberanía", "nacionalismo", "chovinismo", etc.
Con la Guardia Pretoriana de ese 25% de gente semieducada que se abalanza sobre los desdichados cuando se les ordena.
Y nada, está bien.
Ahórrenos las escenas repentinas y sorpresivas del tipo "no se atendieron los intereses europeos", "esta es una capitulación inesperada", etc. No, esta es la única dirección clara y obvia en la que nos hemos encaminado en décadas.
Así que vuelve a trabajar con Schwa; el piloto automático funciona de maravilla.
Análisis: Estados Unidos está descargando sobre nosotros la crisis de su imperio
Paolo Desogus*
Estados Unidos está descargando sobre nosotros su crisis, que es doble: una crisis interna, podríamos decir simbólica, relacionada con la pérdida de identidad y la prevalencia del sinsentido, y una crisis imperial, vinculada a la relación de Estados Unidos con el resto del mundo en los planos comercial, geopolítico y militar.
Las dos crisis están íntimamente relacionadas. La crisis imperial se deriva tanto de la insostenibilidad del modelo económico y la necesidad de usar la fuerza para mantenerlo, como de la incapacidad de responder a las preguntas sobre el horizonte de significado en el que se enmarca la acción estadounidense como estado y nación. Los mitos estadounidenses se han derrumbado: quienes han alcanzado la prosperidad ya no disfrutan de la ansiada promesa de felicidad, es decir, la consagrada en la Constitución estadounidense.
Lo mismo ocurre con el mito de la frontera: a los estadounidenses ya no les interesa ir más allá, buscar nuevos espacios, salvo para imponer su dominio colonial. No ven nada más allá de su patio trasero y no les interesa buscar nada nuevo allí. El mundo exterior es un enemigo y debe ser subyugado. Y nosotros, los europeos, somos sus víctimas.
Trump es producto de estas crisis. En muchos sentidos, también es un acelerador. La solución que propone —la de un mayor bienestar material, logrado explícitamente a expensas de otros— no solo es difícil de lograr, sino que tampoco es la solución para reconstruir una sociedad que, a su imagen, nace de un fuerte vínculo de solidaridad y comunidad, el de los padres fundadores, el de los peregrinos, el de los emigrantes...
Ese mundo ya no existe. Ha desaparecido desde hace mucho tiempo, aunque en innumerables narrativas aún se lo retrata como activo en las tradiciones, en el ideal familiar y en los numerosos rituales colectivos. La competencia desenfrenada, la idea de que la iniciativa individual debe protegerse por encima de todo, junto con numerosos otros aspectos de la ideología estadounidense, con su giro neoliberal, se han convertido en un instrumento de aniquilación.
La sociedad estadounidense se está devorando a sí misma. Es una sociedad en la que el deseo de plenitud y felicidad se convierte en autodestrucción. Ningún país del mundo vive en una soledad tan profunda como Estados Unidos. Numerosos estudios indican el colapso de las redes familiares y de amistad. Grandes segmentos de la población viven en completo aislamiento y en una degradación moral y psicológica. Esta precariedad se traduce en un malestar extremadamente generalizado. Estados Unidos es el país con mayor consumo de psicofármacos, donde la drogadicción está muy extendida. Es el país con las tasas más altas de asesinatos y violaciones del mundo occidental. Es un país enfermo, el país del fentanilo.
Las propias instituciones democráticas están siendo falsificadas. Hay dos bandos, el demócrata y el republicano, dos partidos controlados por grupos de presión. Por lo tanto, no debería sorprender que la participación electoral sea extremadamente baja. Y todo esto a pesar de la repugnante retórica nacionalista y el uso autocelebratorio de la bandera estadounidense.
Estados Unidos es un país desesperado, triste y violento que no imagina alternativas, aferrado a lo que lo arrastra a la ruina. Es el país que ha transformado el desbordamiento del consumo en un vacío nihilista.
Al mismo tiempo, ahora son incapaces de criticarlos, a pesar de la gran tradición literaria y cinematográfica que, en cambio, había demostrado una gran introspección. Ciegos y abrumados, desahogan su descontento en el extranjero, especialmente hacia Europa, convertida en una verdadera colonia donde imponen sus productos a precios fijados por ellos mismos, no por el mercado, y a la que dictan sus decisiones en política exterior y militar.
Pero todo esto no será suficiente para salvarlos. Tarde o temprano, Estados Unidos tendrá que afrontar su declive imperial, su profunda violencia, su vacío simbólico y cultural. El país más belicista y depredador de la historia recibirá su merecido.