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Los incendios del Estado fallido: La AEMET desmonta la excusa de Sánchez sobre el cambio climático y otras noticias. Análisis

Los incendios del Estado fallido: La AEMET desmonta la excusa de Sánchez sobre el cambio climático y otras noticias. Análisis

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
viernes 22 de agosto de 2025, 22:05h
“Desde 1975 no se registra en España una ola de calor de la duración de esta”. Con estas palabras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvía a utilizar el cambio climático como excusa ante los incendios que asolan varias regiones de España. Ni la falta de medios ni la baja ejecución del presupuesto europeo para la gestión forestal han sido incluidos en el discurso que el líder del Ejecutivo ha pronunciado desde el puesto de mando avanzado de Jarilla (Extremadura), en contraposición a la importancia que ha dado a la “emergencia climática”. Sin embargo, es la propia AEMET la que tumba el discurso de Sánchez: desde 1975, España ha sufrido cuatro olas de calor de igual o mayor duración que la que se ha registrado este 2025.
“España ha sufrido 16 días de ola de calor, es la más larga desde que tenemos registros, desde 1975”, ha alertado Sánchez desde Jarilla, donde el fuego ha quemado ya 12.000 hectáreas de terreno y su perímetro supera ya los 130 kilómetros.
Sin embargo, los propios registros de la Aemet desmienten los datos aportados por Sánchez para culpar al cambio climático del aumento de los incendios. Según el informe ‘Olas de calor en España desde 1975’ elaborado por el organismo meteorológico, en España ha habido 4 olas de calor que igualan o superan esos 16 días de duración que se han registrado este verano.
De hecho, la ola de calor de mayor duración tuvo lugar en 2015, cuando Sánchez aún no se había coronado como adalid de la emergencia climática, y abarcó 26 días entre los meses de julio y agosto. La segunda ola más larga desde que hay registros se ocasionó en julio de 2022, con una duración de 18 días. Por último, igualando a la de este 2025, la Aemet ha contabilizado otras dos olas de calor de 16 días: una en 2022 y otra en 2003.
Con independencia de cuál sea la causa de los incendios, es evidente, nos lo dice la ciencia, que la emergencia climática se está agravando, es cada vez más recurrente y más asidua”, ha asegurado Sánchez, a pesar de que, como apuntan los datos estas olas de calor de larga duración no se han producido de manera lineal y sostenida durante los últimos años.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que la crisis climática se intensifica con el paso de los años, lo que hace imprescindible ir más allá de los ciclos políticos y acordar un compromiso común que involucre a todos los responsables públicos. “Reconociendo, desde la humildad, todas las previsiones que se hicieron desde la Ciencia de que la emergencia climática se está agravando en la Península Ibérica (...) Porque estamos ante una realidad que cada vez nos atropella más y a la que tenemos que hacer frente con más recursos y empatía”, ha insistido Sánchez.
Menos medios
Pese a que Sánchez se escuda detrás de esta emergencia climática para justificar el incremento de los incendios, lo cierto es que hay otros factores que agravan esta devastadora situación. Un ejemplo de ello es el drástico recorte que el Ejecutivo socialista llevó a cabo en la flota de aviones que ayudan a las comunidades autónomas en las labores de extinción.
En 2024, el Ejecutivo de Pedro Sánchez movilizó 50 aeronaves para llevar a cabo este cometido, sin embargo, de cara a este año y hasta 2027 el Ministerio de Transición Ecológica ha reducido la contratación de estos aviones a tan solo 42 unidades, a pesar del aumento de las hectáreas devastadas por el fuego, según se reconoce en un documento del Ministerio de Transición Ecológica.
Desde Bruselas también le han sacado los colores a Sánchez. Un reciente informe fechado en junio de este año apunta a que España destina a la prevención de incendios 26 euros por cada 100 euros que invierten otros países como Grecia o Portugal. Concretamente, el Gobierno de Pedro Sánchez destinó 221 millones de la partida de fondos europeos para las medidas relacionadas con incendios forestales, lejos de las cantidades destinadas por otras regiones con el mismo nivel de riesgo que nuestro país.
Fuente: Beatriz Jiménez Pérez – Vozpopuli
El sobrecalentamiento en una planta fotovoltaica provocó uno de los incendios de Badajoz

El sobrecalentamiento en una instalación fotovoltaica provocó el incendio de Casas de Don Pedro (Badajoz), un fuego por el que la Guardia Civil ya investiga a uno de los vecinos del municipio, que es además el encargado de esta central de producción eléctrica.
Los agentes de la Benemérita han determinado que todo empezó por un fallo por sobrecalentamiento en una caja de seguimiento de los paneles solares, y se propagó por la falta de la correcta aplicación de los planes de prevención de incendios forestales de la central. Debido a las condiciones meteorológicas, el fuego se extendió con rapidez y, ante la proximidad de viviendas aisladas e instalaciones ganaderas, se declaró el Nivel 1 de peligrosidad.
El incendio se saldó con unas 800 hectáreas de pasto, siembras, encinar y monte bajo quemados. Daños que fueron denunciados en dependencias oficiales por una decena de afectados. En la extinción del mismo participaron cuatro helicópteros, dos avionetas y un hidroavión, 15 camiones motobombas y sus cuadrillas, agentes del medio natural y técnicos, servicios sanitarios, personal del Ayuntamiento de Valdecaballeros y patrullas de la Guardia Civil. Un operativo cuantioso (y costoso) que permitió dar por controlado el fuego horas después.
  • El panfleto El Mundo publica un correo electrónico donde el Gobierno pregunta a las autonomías por los medios aéreos de extinción. ¡Al quinto día! Si si, no dejaremos nadie atrás. Al quinto día señores. Para que luego diga Margarita Robles que están en la zona desde el primer día.

«Un miserable es capaz de prender fuego a su propio país, para seguir gobernando sobre sus cenizas» (Tsun Zú, ‘El Arte de la Guerra’)
En la ‘Televisión Espantosa’ que pagamos entre todos los españoles, acaba de entrevistar ese adalid del periodismo que es Cintora a otro energúmeno con título (@AFOjanguren), que dice que las riadas y los incendios de hoy ya los predijeron en los 70 y 80 los modelos climáticos, que el monte no hay que limpiarlo sino abandonarlo a su suerte, y que los bomberos e ingenieros forestales no tienen ni puta idea de apagar fuegos en un bosque: que de eso, los únicos expertos, son los que operan desde los despachos de la ciudad sin despeinarse un pelo. Y se ha quedado más ancho que largo. Este individuo y su entrevistador, tendrían ya que estar enfrentando una querella criminal por eco-terrorismo social.
A.- Los incendios no los genera el clima sino el Hombre: Según la EGIF (2013–2022), el 87 % de los incendios forestales fueron provocados por humanos.
B.- Los incendios no son inapagables por el clima sino por la cantidad de combustible acumulado por leyes y ‘políticas verdes’ que dificultan la limpieza: (Pacto Verde Europeo, Ley de Restauración de la Naturaleza, Red Natura 2000 o la Ley de Montes y sus modificaciones respectivas de Rajoy y Zapatero de los años 2003/2006/2015).
C.- Hoy no existe gestión de los montes por la despoblación del mundo rural a causa de leyes ‘verdes’, que hacen que las actividades agrícolas y ganaderas no sean rentables: La población rural ha caído del 43,4% en el año 1960 al 16% en el 2021, lo que reduce la limpieza natural del monte y favorece la proliferación del combustible (he oído a otro energúmeno en Tv, bombero sindicalista para más inri, asegurar que la culpa de los incendios la tenía Franco por despoblar el mundo rural con sus leyes).
D.- Caída del 51% en inversión preventiva. Los incendios se apagan en invierno.
E.- Como ya ocurriera en la riada de Valencia, el nivel 3 de Emergencia Nacional era la única herramienta que podía salvar nuestro país del fuego; pero Sánchez prefirió no aprobar el Decreto para activar su propia Ley de Seguridad Nacional, y dejar que las CCAA no gobernadas por él se cocieran en su propia salsa, tal y como ya hiciera anteriormente con Valencia y Mazón.
El pastoreo de ganado AYUDA a compensar las emisiones de CO₂ y metano
Nuevas investigaciones de la Universidad de Nebraska-Lincoln desafían la narrativa dominante sobre las emisiones del ganado, revelando que los pastizales y el ganado que pasta podrían absorber más CO₂ del que emiten los animales, compensando potencialmente incluso su producción de metano.
Hallazgos clave:
✔️ Los pastizales absorben MÁS CO₂ del que emite el ganado, especialmente con buena lluvia
✔️ El pastoreo y el estiércol IMPULSAN la captura de carbono en el suelo
✔️ Estudios previos ignoraron este efecto de "compensación de carbono", enfocándose solo en el metano
La narrativa del ‘apocalipsis de los pedos de vaca’ acaba de tener un giro del tamaño de un pastizal.
SE HUNDE LA PERCEPCIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO COMO AMENAZA EN ESPAÑA

El Pew Research Center lleva haciendo encuestas sobre el cambio climático como amenaza en 25 países desde 2013. La pregunta que hacen es si se considera que el cambio climático global es una amenaza seria para el país de los encuestados. De tanto decirlo los políticos y los medios, la mayoría así lo cree, pero en España el porcentaje de los que se lo creen se está hundiendo rápidamente. Ha caído un 17% en 9 años y de seguir así en una década serán minoría los que lo crean. Por eso les entran las prisas con el tema climático, porque tiene los días contados.
El caso de España no es único. Toda Europa se está volviendo rápidamente escéptica climática, con Polonia, Grecia, Italia y Holanda a la cabeza.
SE EMBORRONA LA HUELLA DACTILAR DEL CALENTAMIENTO ANTRÓPICO
Un artículo de diez científicos norteamericanos, sobre el calentamiento de la baja estratosfera subtropical en el hemisferio sur que publica la revista AGU Advances, destruye la que supuestamente era la principal evidencia de que somos culpables del calentamiento global.
Cuando se pregunta a los afirmacionistas por la principal evidencia de que dicho calentamiento es culpa nuestra, y no un fenómeno natural, suelen mencionar como huella dactilar de nuestra culpabilidad el enfriamiento de la estratosfera. El argumento es que el incremento de CO₂ facilita la emisión de radiación infrarroja desde la estratosfera, lo que debe enfriarla, mientras que si el calentamiento se debiera al sol la estratosfera debería calentarse por la mayor absorción de radiación solar por el ozono.
Sin embargo, la baja estratosfera dejó de comportarse como es debido a mediados de los 90, negándose a enfriarse a partir de entonces. A lo que hay que añadir que el ozono tampoco se ha recuperado como predecían los modelos. En la teoría del cambio climático del Portero de Invierno, identifica la causa de este cambio de comportamiento en un desplazamiento climático que tuvo lugar en el año 1997 y alteró los patrones de circulación atmosférica tanto en la troposfera como en la estratosfera. Ello mismo explica también que el ozono no se haya recuperado a pesar de que la concentración de sustancias que lo destruyen haya descendido en un tercio.
Ahora este artículo viene a darle la razón, porque constata que a pesar de que los modelos climáticos predicen que el aumento de CO₂ enfriará la estratosfera, las observaciones realizadas entre 2002 y 2022 revelan un inesperado calentamiento en la baja estratosfera subtropical del hemisferio sur. Este estudio identifica que la causa es un cambio en la circulación estratosférica. Y al hacerlo no solo le da la razón de que el clima está bajo control de los cambios en la circulación atmosférica sino que también destruye la supuesta prueba de que el calentamiento es culpa del hombre, porque si la temperatura de la estratosfera depende de factores naturales como la circulación atmosférica, su anterior enfriamiento no puede ser evidencia de una acción humana.
Los cambios de temperatura observados entre 2002 y 2022 revelan un calentamiento pronunciado de la estratosfera inferior subtropical del hemisferio sur (SH) y un enfriamiento de la estratosfera inferior antártica. En contraste, las simulaciones de modelos de los cambios de temperatura estratosférica del siglo XXI muestran un enfriamiento generalizado impulsado por el aumento de los gases de efecto invernadero, con un calentamiento local en la estratosfera inferior antártica debido a la recuperación del ozono. Los expertos aportan evidencia de que estas discrepancias entre los cambios de temperatura estratosférica observados y simulados están vinculadas a una desaceleración de la Circulación Brewer-Dobson, especialmente en el SH. Estos cambios en la circulación estratosférica son más intensos de octubre a diciembre. Esta circulación alterada calienta la estratosfera inferior subtropical del SH, a la vez que enfría la estratosfera inferior antártica, anulando e incluso revirtiendo la recuperación del ozono antártico que se habría producido de no haberlo hecho durante este período. Cuando se tienen en cuenta los cambios de circulación, se elimina el calentamiento de la estratosfera inferior subtropical del SH, y se revela el calentamiento de la estratosfera inferior antártica con una recuperación mejorada del ozono, lo que resalta el papel crucial de la circulación estratosférica en la configuración de los cambios de temperatura y ozono.
Puntos clave
  • El calentamiento de la estratosfera inferior subtropical del hemisferio sur (SH) durante el período 2002-2022 está vinculado a una desaceleración de la circulación de Brewer-Dobson.
  • Estos cambios en la circulación enfrían la estratosfera inferior antártica y enmascaran la recuperación del ozono antártico de octubre a diciembre.
  • La eliminación de los cambios en la circulación elimina el calentamiento estratosférico subtropical del SH y revela el calentamiento antártico y una mejor recuperación del ozono.
Los modelos climáticos predicen que el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero enfría la estratosfera, mientras que la recuperación del agujero de ozono antártico, impulsada por la reducción de las sustancias que agotan la capa de ozono bajo el Protocolo de Montreal desde principios del siglo XXI, debería calentar la estratosfera inferior antártica. Sin embargo, las observaciones para el período de 2002 a 2022 revelan cambios inesperados: calentamiento en la estratosfera inferior subtropical del hemisferio sur (SH) y enfriamiento sobre la Antártida. Este estudio identifica la causa como una desaceleración en la circulación estratosférica que mueve el aire y los productos químicos estratosféricos de latitudes bajas a altas. Estos cambios en la circulación, más pronunciados de octubre a diciembre, conducen al calentamiento en la estratosfera inferior subtropical del SH y al enfriamiento en la estratosfera inferior antártica. También enmascaran la recuperación anticipada del ozono sobre la Antártida durante este período. Contabilizar estos cambios en la circulación elimina el calentamiento anómalo de la estratosfera inferior subtropical del SH y revela un evidente calentamiento de la estratosfera inferior antártica y una mayor recuperación del ozono. Estos hallazgos resaltan el papel crucial de la circulación estratosférica en la conformación de los cambios de temperatura y ozono.
Todas las leyes contra la "emergencia climática" que han empeorado los incendios y ya nos trajeron la Dana y el apagón
Luis F. Quintero
Sánchez sabía muy bien lo que iba a trasladar en su tardía visita a las zonas afectadas por los terribles incendios que han calcinado ya casi 140.000 hectáreas en lo que llevamos de mes de agosto. Tras dejar que sus peones Óscar Puente, Óscar López o Bolaños cargaran con frivolidad contra los presidentes autonómicos de las zonas afectadas por los incendios (todos del PP), Sánchez aparece para usar el fuego o la dana como la evidencia empírica e incontestable de que el Clima quiere matarnos. No los incendiarios o los pirómanos, no. La asesina es la "emergencia climática" y, por lo tanto, la irresponsable crítica a la misma de aquellos que no comulgamos con la religión calentóloga.
Si el ecologismo no dominase buena parte de las políticas públicas y las normas que establecen el marco en el que deben actuar las distintas comunidades autónomas, la limpieza de los bosques para evitar la propagación del fuego hubieran sido efectivas, la limpieza de los barrancos podrían haber evitado el nivel de destrucción que alcanzó la dana de Valencia, o un mix energético adecuado hubiera evitado que sufriéramos un apagón total en España.
De nuevo el Gobierno insiste en el origen de los problemas para presentarlo como solución. Que las frívolas políticas ecologistas estén detrás de los desastres recientes no es razón para el presidente del Gobierno para revertirlas, sino para acelerarlas. Su gran solución al problema del fuego es que todos los partidos abracen con unanimidad la fé climática para culpar de todos los males al infiel. Pero repasemos qué conocemos de esos grandes desastres:
La dana y la limpieza de barrancos
El 29 de octubre de 2024 una terrible gota fría, provocó unas riadas e inundaciones que acabaron con la vida de 224 personas y arrasó más de cien municipios, sepultando muchos de ellos literalmente en barro. Tras la tragedia no tardamos en enterarnos de que existían informes de técnicos y expertos que pedían la actuación sobre los barrancos para evitar consecuencias en las riadas como las que se produjeron aquel 24 de octubre.
En 2005 se redactó el Proyecto de Adecuación Ambiental y Drenaje de la Cuenca del Poyo y que según el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, contemplaba actuaciones de repoblación forestal, restauración del suelo, obras reguladoras y de drenaje para controlar la escorrentía y una gestión activa de la vegetación en cabeceras y barrancos para reducir los riesgos de inundación. El Colegio de Ingenieros señalaba que estas medidas eran vitales para prevenir catástrofes como la que terminó sucediendo tras la dana aquel fatídico 24 de octubre.
Un informe que hablaba abiertamente de la falta de mantenimiento y limpieza en el barranco del Poyo que fue el que finalmente se desbordó convirtiendo la riada en una trampa mortal.
Pero, ¿por qué no se ejecutó aquel proyecto?
El proyecto se dividía en siete actuaciones constructivas que se planificaron desde 2006. Sin embargo, tras la crisis económica de 2012, su ejecución quedó paralizada, y la declaración de impacto ambiental caducó al cabo de cinco años, obligando a iniciar el proceso nuevamente desde cero. También se aludió a la falta de presupuesto pese a que el proyecto figuraba como viable económica, social y medioambientalmente.
Pero finalmente en mayo de 2018 la Ley de protección de la huerta de Valencia terminó bloqueando la ejecución del proyecto por los reparos emitidos por la entidad encargada ya que se consideró que las obras que proponía el proyecto entorpecían la protección del paisaje agrario.
Además, se mencionaron "problemas ambientales" y se decidió reevaluar el coste-beneficio de la puesta en marcha de aquel proyecto como una de las razones para detener el proyecto. Tras quedar paralizados los proyectos, algunos se retomaron formalmente en 2020. No obstante, en muchos casos aún estaban en fase de tramitación ambiental o reinicio administrativo, sin llegar a licitarse o ejecutarse.
El apagón y el empeño en la energía fotovoltaica
Unos meses después de la dana, el pasado 28 de abril cuando pasaban sólo unos minutos de las 12:30 del mediodía se cortaba la luz en toda España. Un apagaón histórico, un blackout, que afectó también al sur de Francia y a Portugal, y que en algunos casos no regresó hasta pasadas 20 horas.
Desde entonces, mucha investigación, mucho informe, pero todavía nadie ha asumido responsabilidades. Ni siquiera el operador público, Red Eléctrica, quien técnicamente es el responsable de que no se produzcan apagones. Pues bien, pese al empeño de REE y el Gobierno de no asumir responsabilidades ni señalar una causa del apagón, han sido varios los informes que apuntaban precisamente al riesgo para la red que suponía superar algunos límites en el uso de energía fotovoltaica en la red y prescindir de la generación térmica como las turbinas de los ciclos combinados o las centrales nucleares para dar estabilidad a la red.
En mayo de 2024 Red Eléctrica, el propio operador, emitió un informe técnico en el que advertía de la elevada penetración de las energías renovables (particularmente solar fotovoltaica y eólica). Señalaba que esta preeminencia excesiva "amenaza con desbordar el sistema actual" y advertía de que las protecciones eléctricas de la red estaban diseñadas para un sistema dominado por generación convencional. Por tanto, "en zonas con alta concentración renovable, las protecciones podrían fallar" y esto comprometía la estabilidad del suministro.
En informes anuales habituales la propia REE advertía sobre los riesgos de desconexiones masivas ante perturbaciones, especialmente cuando las renovables superan en peso a las fuentes convencionales. También se destacaba la necesidad de actualizar los protocolos de protección del sistema, muchos de los cuales datan de 1996 y 2011, para adaptarse al nuevo escenario marcado por electrónica de potencia.
¿Pero entonces, por qué no se hizo caso a los informes?
El famoso Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), puesto en marcha por el Gobierno y con empeño especial de la Comisión Europea, fija metas muy ambiciosas en el despliegue de energías renovables y otras cuestiones para acelerar la descarbonización y cualquier medida que ralentice o que se perciba como un obstáculo para esos objetivos se obvia. Esto ha dado como conclusión que el Gobierno priorizara la conexión de renovables cuanto antes a la red incluso sin adaptar la misma red para soportar esa conexión.
Es decir, que su famosa lucha contra la emergencia climática estaba detrás de los riesgos que tomó el Ejecutivo y que terminaron en un apagón histórico.
Los incendios y el cuidado de los bosques
En Libertad Digital, Ana Hernández, cuenta con precisión y abundancia de datos cómo precisamente la retórica que ha establecido el Gobierno en torno a la lucha contra la emergencia climática se ha convertido en la excusa para evitar las medidas que durante años han servido para mantener los bosques cuidados y evitar la propagación de incendios con consecuencias nefastas, como los que vivimos este año.
Y es que desde que Sánchez llegó al poder, ha impulsado normativa que limita de forma sustancial las quemas, desbroces y aprovechamientos tradicionales. Exigen autorizaciones más estrictas y lentas y dificultan la continuidad de las prácticas ancestrales que servían de prevención natural contra los incendios.
El Real Decreto 100/2020 y posteriores normativas de las CCAA en coordinación con el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) prohíben la quema de restos vegetales en explotaciones agrarias, salvo autorización. Y es que tradicionalmente, los agricultores y ganaderos usaban el fuego de forma controlada para limpiar rastrojos o matorrales, lo que también reducía combustible vegetal. Hoy se exige autorización administrativa y, en épocas de alto riesgo, directamente se prohíbe.
La Ley de Montes ya regulaba las talas y desbroces, pero el Gobierno ha reforzado la aplicación en zonas protegidas (Red Natura 2000, LIC, ZEPA, parques naturales). ¿Y qué significa esto? Que para cortar leña, desbrozar barrancos o abrir cortafuegos tradicionales, se necestina permisos complejos, y a veces se deniegan por motivos de biodiversidad.
Además, en aplicación de normativa europea el MITECO ha endurecido la compatibilidad de aprovechamientos forestales con la conservación de fauna y flora. Fruto de esta normativa, se limita el desbroce en primavera por la cría de aves. Esto choca con los calendarios tradicionales de ganaderos y pastores transhumantes.
Es curioso cómo el Gobierno considera estratégica la ganadería extensiva, como aliada contra los incendios, pero en la práctica, el incremento de restricciones sanitarias y ambientales (control de movimientos, requisitos de cercado, planes de pastoreo autorizados, etc.) ha reducido la presencia de rebaños en bosques. Y los rebaños eran "desbrozadoras" naturales.
Finalmente, también se han quejado los Ayuntamientos y vecinos tras la dana que la tramitación para la limpieza de cauces y barrancos, que depende de las confederaciones hidrográficas y que depende del MITECO, y quitar vegetación y sedimentos, son lentos y a veces se deniegan para proteger los ecosistemas de ribera, lo que tiene como resultado la acumulación de material combustible y riesgo de incendios e inundaciones.
El mensaje de Sánchez
Es decir, que toda la legislación que ha puesto en marcha Pedro Sánchez para la lucha contra las emergencias climáticas, han conducido irremediablemente a empeorar los problemas que se producen en los incendios o las riadas. Incluso han facilitado un apagón global que mantuvo a toda España sin luz durante 20 horas en algunas zonas.
Sin embargo, atribuye estos problemas al cambio climático y pide insistir en esas políticas. Sí, las mismas que ha puesto en marcha hasta ahora, para luchar contra ese cambio climático.