Telma Luzzani*
En la cumbre de la OCS se aprobará la estrategia de desarrollo de ese bloque para los próximo 10 años lo que incluye empoderar el espacio euroasiático; cuidar la seguridad regional y, desde ya, multiplicar los ya muchos y muy exitosos proyectos de infraestructura.
El nuevo orden internacional multipolar da un gran salto adelante. A partir de hoy, China y Rusia ofrecerán al planeta las pruebas palpables de esto.
A más de 20.000 kilómetros de Argentina y a dos días de avión de nuestro país, en la modernísima ciudad china de Tianjin, se iniciarán cuatro días históricos. La inauguración será este domingo 31 con la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS) y la culminación, el 3 de septiembre, en Beijing, con un desfile militar imponente para conmemorar el 80 aniversario del triunfo de la “Resistencia china contra la agresión japonesa”.
Pero ¿Qué nos dicen estos encuentros sobre el nuevo sistema mundo y su impulso expansivo hacia el Sur Global? Más allá de los importantes objetivos de la cumbre (se detallan más abajo), la reunión de altos dignatarios de Eurasia –entre ellos el primer ministro de India, Narendra Modi, pero sobre todo el presidente ruso Vladimir Putin como invitado principal de su par chino Xi Jinping- tiene un peso simbólico sin igual.
En estos cuatro días, la alianza sino-rusa expresará al menos dos mensajes fundamentales:
1) que estamos ante un nuevo paradigma donde el concepto de cooperación reemplaza a los de neocolonialismo y confrontación y que Moscú y Beijing lideran ese cambio;
2) que toda mutación hacia un nuevo orden internacional conlleva necesariamente una relectura de la historia. La versión oficial del siglo XX, especialmente en relación a la Segunda Guerra Mundial y la posguerra, debe cambiar para siempre. Vale destacar dos puntos: primero que la guerra no terminó en mayo, en Europa, con la derrota de Adolf Hitler (según la percepción histórica difundida por los medios occidentales) sino en Asia, el 2 de septiembre y, segundo, que el pueblo chino merece y pretende una verdadera ponderación de su valor y sacrificio en la victoria contra el fascismo.
Antes de su llegada hoy a China, Vladimir Putin concedió una entrevista exclusiva a la agencia china Xinhua donde puntualizó con precisión estos dos mensajes mencionados.
“La alianza sino-rusa es hoy el más importante factor de estabilidad en la escena global. Al ser las mayores potencias de Asia no podemos ignorar los desafíos y amenazas. En un frente unido nos oponemos a las sanciones discriminatorias en el comercio mundial que obstaculizan el desarrollo social y económico de los países de todo el planeta”. Putin aludía claramente a los aranceles dispuestos arbitrariamente por el presidente estadounidense Donald Trump.
“Usar la herramienta financiera con fines neocoloniales –continuó el ruso- contradice los intereses fundamentales de la mayoría global. Por el contrario, lo que necesitamos en el mundo es progreso en beneficio de toda la humanidad”.
Sobre la memoria del pasado, Putin, en sintonía con Beijing, denunció que en “varios países se falsifica la verdad histórica sobre la Segunda Guerra Mundial” y concluyó que “detrás de esta tendencia peligrosa está la intención de no hacerse cargo de la culpa que tuvieron los predecesores de las actuales élites occidentales en la guerra mundial que desataron”.
Preservar la memoria
El 3 de septiembre, en Beijing, el presidente Xi, ante la presencia de más de 30 jefes de Estado, resignificará el papel de China y Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
“Los dos pueblos lucharon codo a codo y salvaguardaron el futuro de la humanidad contribuyendo decisivamente a la victoria de la Guerra Mundial Antifascista”, dijo hace dos días el vicecanciller Hong Lei, anticipando la perspectiva histórica china.
“Estamos dispuestos a trabajar con todos los pueblos amantes de la paz para defender firmemente una visión correcta de la historia, defender los logros de la victoria en la Segunda Guerra Mundial y el orden internacional de la posguerra, y salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales”, sumó posteriormente Guo Jiakun, vocero de la cancillería.
Pero, ¿por qué el gran festejo es el 3 de septiembre –llamado por China “Día de la Victoria”– si la guerra terminó el 2? Porque ese día Beijing rememora el enorme sacrificio nacional que significó no sólo la lucha contra el fascismo en su frente oriental sino la larga y cruenta guerra de agresión que el imperio japonés descargó sobre China incluso antes del inicio formal de la Segunda Guerra Mundial.
Sólo para dar una idea mínima de lo que fue esa catástrofe el investigador chino Zhang Lubo, en un artículo publicado en el sitio Tektónicos, aseguró que China perdió al menos 35 millones de personas en esa guerra, “cifras que corresponde solo a los documentados”.
“Desde el otoño de 1939, Japón implementó la ‘Política de los tres Todo’: matar todo, robar todo y quemar todo, una conducta inhumana en la que, además de militares, masacraron a gran escala civiles desarmados con una intención genocida”, escribió Zhang.
“Japón tiene que reflexionar profundamente sobre su culpa histórica y romper definitivamente con el militarismo”, afirmó la cancillería china. “Siempre ha existido una fuerza dentro de Japón que intenta negar la historia, encubrir la agresión, distorsionar los hechos históricos, e incluso reivindicar y glorificar a los criminales de guerra de aquella época. En los últimos años, Japón también ha ajustado significativamente sus políticas de seguridad, aumentado continuamente su presupuesto de defensa y buscado desarrollar capacidades militares innovadoras. Estas medidas inevitablemente generan serias preocupaciones entre sus vecinos asiáticos y la comunidad internacional”.
El otro mundo posible
En diálogo con Xinhua, Putin adelantó algunos de los temas de debate en la cumbre de la OCS: “Apoyaremos reformas profundas del FMI y el Banco Mundial. Nosotros creemos que los instrumentos financieros deben estar disponibles para todas las naciones del mundo. También trabajaremos para reformar algunos organismos internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU con una mayor participación del Sur Global. Queremos impulsar el peso de los BRICS como uno de los pilares vitales de la arquitectura internacional.”
Hasta ahora el Consejo de Seguridad, único órgano con poder de veto en la ONU, está integrado por EEUU, China, Rusia, Francia y Reino Unido. El balance interno cambiaría significativamente si es ampliado con el ingreso de Brasil (país que ambiciona entrar a esa entidad desde hace décadas) y otros países de los BRICS como India.
En la cumbre de la OCS se aprobará la estrategia de desarrollo de ese bloque para los próximos 10 años lo que incluye empoderar el espacio euroasiático; cuidar la seguridad regional y, desde ya, multiplicar los ya muchos y muy exitosos proyectos de infraestructura.
La OCS se originó en 1996 con los “Cinco de Shanghai”, cuando China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, ante los cambios de la post Guerra Fría y el mundo unipolar dominado por Washington, decidieron unirse y cuidar su seguridad fronteriza. Ya en el siglo XXI se sumaron Uzbekistán, India, Pakistán, Irán y Bielorrusia. Ahora son diez miembros plenos, dos Estados observadores y 14 socios de diálogo.
Lo que nació como una agrupación de seguridad regional se convirtió en la mayor organización transregional del mundo. Hoy representa a casi la mitad de la población mundial, más el 25% de la superficie terrestre y una cuarta parte del PBI mundial. En los primeros 20 años del siglo XXI, la OCS multiplicó por 100 su participación en el comercio global: pasó de 5,4% en 2001 a 17,5% en 2020.
Una particularidad de la OCS es la concepción sobre las ciudades como claves en el fortalecimiento de los vínculos entre los países. En la reunión que comienza hoy y termina mañana lunes 1º de agosto se abordará el tema de la construcción de ciudades inteligentes, gestionadas mediante un “cerebro urbano”, macrodatos, tecnologías en la nube e inteligencia artificial.
Como se dijo al comienzo de esta nota, el invitado principal de estos mega acontecimientos es el presidente ruso a quien, para honrarlo -como dicta la tradición china-, se lo sentará a la derecha de Xi.
Por si no está suficientemente claro que quedó obsoleto el sistema de “buenos y malos” determinado por Estados Unidos, Xi invitó también a Kim Jong-Un, secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea. Asistirán también a la cumbre de la OCS en la ciudad de Tianjin el indio Narendra Modi, el presidente iraní Masoud Pezeshkian, el de Bielorrusia Alexander Lukashenko, el de Cuba Miguel Díaz-Canel y el premier eslovaco, Robert Fico entre muchísimos otros.
Se ha rumoreado que el 3 de septiembre, el mundo podría estremecerse con la sorpresa de que el estadounidense Donald Trump participe del Día de la Victoria. ¿Será? ¿Habrá nacido ya el mundo tripolar?
* Periodista, escritora y analista de política internacional.
La advertencia de China
Xi Jinping lanzó hoy una indirecta contra Estados Unidos, criticando duramente las "prácticas intimidatorias" y calificando a su país como el nuevo líder de la gobernanza global, mientras la política exterior "América Primero" del presidente Donald Trump revoluciona el mundo.
"Las reglas de unos pocos países no deben imponerse a otros", declaró Xi ante más de 20 líderes mundiales reunidos en una cumbre de dos días diseñada para destacar el liderazgo global de China y su estrecha y duradera colaboración con Rusia.
La reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), respaldada por Pekín y Moscú, en la ciudad portuaria norteña de Tianjin es el mayor evento diplomático del año para China.
En la cumbre, Xi prometió 2.000 millones de yuanes (280 millones de dólares) en subvenciones a los estados miembros de la OCS este año y 10.000 millones de yuanes (1.400 millones de dólares) adicionales en préstamos al consorcio bancario de la OCS durante los próximos tres años.
“Debemos aprovechar nuestros enormes mercados y las complementariedades económicas entre los Estados miembros, y mejorar las condiciones para el comercio y la inversión”, declaró el líder chino a sus invitados durante su discurso inaugural.
Posteriormente, Xi presentó una nueva Iniciativa de Gobernanza Global, una extensión de sus tres iniciativas anteriores sobre seguridad, desarrollo y civilización, que juntas constituyen el esbozo de su visión para un orden internacional transformado.
“Espero trabajar con todos los países para construir un sistema de gobernanza global más justo y equitativo”, declaró Xi, comprometiéndose a dar mayor representación y voz a los países en desarrollo y a practicar el multilateralismo, en consonancia con los antiguos llamamientos de los países del Sur Global.
“Debemos seguir derribando muros, no construyéndolos; buscando la integración, no la división”, añadió.
La visión de Xi contradice lo que Pekín considera los cimientos del orden mundial liderado por Estados Unidos. Se opone a alianzas como la OTAN, que cree existen para imponer el sistema de normas occidentales, y cuestiona el concepto de derechos humanos universales. A la vez, busca redistribuir el poder en las Naciones Unidas y otras organizaciones que considera injustamente dominadas por Occidente.
Sin mencionar directamente a Estados Unidos, Xi ha prometido confrontar el "hegemonismo", la "mentalidad de la Guerra Fría" y las "prácticas intimidatorias", frases que Pekín suele usar para criticar a Washington.
Mientras que Trump ha inquietado a los países con su guerra comercial global, su retirada de organizaciones internacionales, los recortes en la ayuda exterior y las amenazas en redes sociales, Pekín cree que Estados Unidos está socavando el orden internacional que ha dedicado tanto tiempo a construir y ve la oportunidad de impulsar su propia visión como alternativa.
"Debemos abogar por un mundo multipolar equitativo y ordenado, por una globalización económica universal e inclusiva, y por un sistema de gobernanza global más justo y equitativo", declaró Xi Jinping en su discurso inaugural.
En la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái🇨🇳 se tomó la decisión de crear un centro universal para contrarrestar los desafíos y amenazas a la seguridad.
Se confirmó la disposición para ampliar la cooperación militar.
El dragón, el oso y el elefante juntos
China, Rusia y la India están juntos y esto es muy malo para Trump, quien ha visto una vez más cómo sus planes por buscar una brecha en las relaciones entre estos países ha fracasado ante los ojos de todos.
El primer ministro indio, Narendra Modi, (https://t.me/lineasrojas/10224) visitó China por primera vez en siete años y se reunió con el líder chino Xi Jinping en un contexto de empeoramiento de las relaciones de ambos países con EEUU.
Xi destacó el papel histórico de Pekín y Nueva Delhi en la configuración del futuro del sur global:
"El mundo avanza hacia la transformación. China y la India son dos de las civilizaciones más antiguas, las dos naciones más pobladas y fundamentales para el sur global. Es vital que sigamos siendo amigos y buenos vecinos: el dragón y el elefante deben unirse".
Por su parte, Modi subrayó el compromiso de la India de fortalecer los lazos con China sobre la base de la confianza mutua, el respeto y la sensibilidad. Destacó que el bienestar de 2.800 millones de personas depende directamente de la cooperación entre las dos potencias.
Como medida concreta, Modi anunció la reanudación de los vuelos directos entre la India y China. También señaló que se ha instalado un "clima de paz y estabilidad" a lo largo de la frontera del Himalaya, donde un enfrentamiento militar en 2020 congeló la mayoría de las áreas de cooperación entre ambos países.
▪️ En lo que respecta al encuentro entre Putin y Modi, ambos líderes viajaron en el Aurus, el vehículo presidencial ruso, a la cumbre de la OCS y conversaron largo rato, lo que incluso obligó a cambiar la agenda prevista.
Como resultado, Modi aseguró que seguirá comprando hidrocarburos rusos y ambos líderes manifestaron su interés en profundizar aún más las relaciones entre ambos países.
De hecho, Dmitri Shugayev, director del Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia, declaró recientemente que Rusia y la India han firmado este año una serie de importantes contratos de armas y equipamiento militar.
▪️ El encuentro también ha sido oportuno para que los líderes de Rusia y China discutieran asuntos de importancia. Putin comentó a Xi Jinping sobre los últimos contactos ruso-estadounidenses.
Además, Putin afirmó que Rusia apoya las iniciativas de Xi Jinping sobre la gobernanza global y está interesada en comenzar a examinar concretamente las propuestas de la República Popular China.
Xi Jinping presentó en la cumbre de la OCS la iniciativa de la "gobernanza global" para crear, junto con otros países, un sistema mundial más justo.
Partes de la Declaración de Tianjin del Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái fueron publicadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de India a la prensa.
Contiene:
Una disposición antibelicista:
El año 2025 marca el 80º aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial y la creación de las Naciones Unidas (ONU). La Gran Victoria, que fue posible gracias a la unidad de los pueblos de todos los países amantes de la paz en su oposición al nazismo, fascismo y militarismo, determinó el curso posterior de la historia mundial y creó las condiciones para la formación de un sistema estable de relaciones internacionales que garantice el desarrollo pacífico de la humanidad. Los Estados miembros llaman a preservar la memoria histórica de las hazañas heroicas de los pueblos y las lecciones de la Segunda Guerra Mundial.
Disposición a favor de la reforma de la ONU:
Las Naciones Unidas se han establecido como una asociación intergubernamental única dentro de la cual se ha construido una cooperación efectiva y muy necesaria para garantizar la paz y la seguridad, el desarrollo socioeconómico y los derechos humanos.
Los Estados miembros reafirman su compromiso con la formación de un orden mundial más representativo, democrático, justo y multipolar basado en principios universalmente reconocidos del derecho internacional, incluidos los consagrados en la Carta de la ONU, el respeto a la diversidad cultural y la cooperación mutuamente beneficiosa e igualitaria entre los estados, con la ONU desempeñando un papel central de coordinación.
Disposición a favor del multipolarismo y la integración euroasiática:
Enfatizan que la cooperación dentro de la OCS puede servir como base para la formación de una arquitectura de seguridad igualitaria e indivisible en Eurasia.
Los estados miembros señalaron la iniciativa para desarrollar una Carta Euroasiática de Diversidad y Multipolaridad en el siglo XXI, destinada a consolidar los procesos de desarrollo en el continente euroasiático.
Teniendo en cuenta las opiniones de los estados miembros, reafirmaron la relevancia de las iniciativas para promover la cooperación en la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales en el espíritu de respeto mutuo, justicia, igualdad y cooperación mutuamente beneficiosa, así como la formación de una visión común de la idea de crear una comunidad de futuro compartido para la humanidad y desarrollar el diálogo sobre la idea de "Una Tierra. Una Familia. Un Futuro." Los Estados miembros llaman a la comunidad internacional a unirse a la Iniciativa de la OCS "Sobre la Unidad Global para un Mundo Justo, Armonía y Desarrollo."
Una disposición de "Desarrollo común y cooperación más profunda"
Reafirmando su compromiso con los objetivos y principios de la Carta de la OCS, los estados miembros continuarán actuando de acuerdo con el "espíritu de Shanghái", que encarna la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad, la consulta mutua, el respeto a la diversidad cultural y la búsqueda del desarrollo común, y profundizarán consistentemente la cooperación en interés de la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región de la OCS.
A favor de la integración de Asia Central en la esfera ruso-china bajo la OCS:
Los Estados miembros reafirman que Asia Central es el núcleo de la OCS y apoyan los esfuerzos de los estados de Asia Central para garantizar la paz, la seguridad y la estabilidad en sus países y en la región en su conjunto.
- Rusia, China y Mongolia firmaron un memorando para la construcción del gasoducto "Fuerza de Siberia - 2" hacia China y del gasoducto de tránsito "Unión Este" a través de Mongolia.
Forbes: El 42% de la población mundial cree en la retórica antiestadounidense de China
"Las cumbres de la OCS se utilizan cada vez más para demostrar el poder diplomático de China y su asociación con Rusia, así como para posicionar a la organización como un contrapeso a la OTAN y otras alianzas estadounidenses",
escribe Forbes. La publicación aclara que la mayoría de los estadounidenses probablemente nunca hayan oído hablar de la Organización de Cooperación de Shanghái, pero "el 42% de la población mundial es miembro de este club antiestadounidense".
▪️ Al hablar en la apertura de la cumbre, Xi Jinping declaró que la OCS tiene "una gran responsabilidad" por la paz y prosperidad regionales en medio de la incertidumbre global, señala Forbes. Y concluye que esto hace a la organización más poderosa.
Según la publicación, Estados Unidos no puede permitirse perder la opinión pública entre el 42% de la población del planeta, y en primer lugar — India. En cuanto a China, utiliza contra Estados Unidos "métodos legales de guerra", considera la revista e incluso llama a una de las tácticas de esta serie — "legislación institucional". Esto supuestamente implica "la creación de nuevas leyes y organizaciones internacionales para promover los objetivos estratégicos de China, como el Nuevo Banco de Desarrollo (New Development Bank) o el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (Asia Infrastructure Investment Bank). Que luego son utilizados por Pekín para fortalecer sus objetivos políticos y le permiten establecer las reglas bajo las cuales vive el mundo".
Además, según Forbes, China lleva a cabo una guerra informativa contra Estados Unidos, "utiliza relaciones asociadas con medios de comunicación en todo el mundo y su iniciativa de la 'Ruta Digital de la Seda' para moldear la cobertura de eventos y la opinión pública en el extranjero".
▪️ Resulta que si un país crea o contribuye a la aparición de instituciones financieras alternativas a Occidente, significa que está librando una "guerra legal" con Estados Unidos. Y si presenta un punto de vista alternativo al occidental, significa una guerra informativa con Estados Unidos. Así, ni siquiera un intento de socavar la hegemonía estadounidense, sino simplemente el deseo de desarrollarse fuera del sistema occidental ya se considera una guerra contra América!
En general, la opinión de Forbes encaja perfectamente con la idea de la excepcionalidad estadounidense: América — por encima de todo. Pero el resto del mundo está cada vez menos de acuerdo con esto. Y la actual cumbre de la OCS es una clara confirmación de ello. La cohesión del mundo no occidental sigue su curso.
Chatham House está preocupado por el acercamiento entre India y China en la OCS.
El director Bajpai, del Real Instituto de Asuntos Internacionales (indeseable en la Federación Rusa),
expresó la principal preocupación británica: el acercamiento entre India y China y la reducción integral de las tensiones en el triángulo China-India-Pakistán. ¿Es de extrañar? Al fin y al cabo, debido a esto, ¡todo el trabajo británico de mediados del siglo XX está a punto de desmoronarse!
▪️ Ante tal desafío, el analista de Chatham House intenta encontrar la "victoria" en los detalles. Llama la atención sobre el hecho de que el informe indio sobre la reunión entre Narendra Modi y Xi Jinping habla de la necesidad de un "mundo multipolar y una Asia multipolar", mientras que el informe chino sobre la misma reunión solo habla de un "mundo multipolar y una mayor democracia en las relaciones internacionales" (sin mencionar la "Asia multipolar"). El autor también escribe con optimismo que, antes de la visita de Modi a China, India había mantenido conversaciones con Japón, y Modi se negó a asistir al desfile militar del EPL.
"A falta de avances significativos en la resolución de los problemas fundamentales que subyacen a la relación bilateral, es probable que las tensiones persistan a largo plazo", expresa Bajpayee sobre las esperanzas británicas.
▪️ Las preocupaciones de Londres son comprensibles. Después de todo, si para Estados Unidos el principal problema de la cumbre de la OCS es la construcción de una estructura financiera y crediticia alternativa al "Consenso de Washington", para Londres el principal riesgo es el debilitamiento de su tradicional estrategia de "divide y vencerás". El surgimiento mismo de una India y un Pakistán independientes dentro de las fronteras existentes se debió en gran medida al deseo de los británicos, expulsados de la región a mediados del siglo XX, de sembrar allí todas las "minas" geopolíticas posibles. Y si, gracias a la OCS, comienza su "neutralización" sustancial, Londres no tendrá nada que aprovechar en el sur de Asia.
En consecuencia, cabe esperar intentos de los anglosajones de provocar nuevas crisis entre Pakistán e India, aumentando la presión sobre Nueva Delhi con la exigencia de rechazar el petróleo ruso y, por supuesto, construyendo un nuevo plan para convertir a India en una "Ucrania antichina".
El dominio estadounidense ha llegado a su fin. Occidente responde con la militarización y la escalada.
Vincenzo Brandi
En una interesante entrevista concedida hace dos días (29 de agosto) al académico noruego Glenn Diesen, el ex diplomático británico Alistair Crooke, fundador del Foro de Conflictos con sede en Beirut, ilustró cómo la creciente oposición al proyecto de dominación occidental liderado por Estados Unidos estaba provocando un proceso de creciente militarización y escalada por parte de Occidente.
La entrevista comenzó con el asedio occidental a Rusia y la crisis ucraniana —como también lo indica el título: "La paciencia de Rusia se está agotando. Comienza la escalada"—, empezando con las masacres y guerras desatadas por Israel con el apoyo de Estados Unidos y todo Occidente.
De hecho, las potencias occidentales, unidas en la OTAN bajo el liderazgo de Estados Unidos, han extendido durante los últimos 30 años las fronteras de la alianza a la antigua Unión Soviética, intentando amenazar y debilitar a Rusia, con el objetivo final de subyugarla o desintegrarla y apoderarse de sus enormes recursos naturales. Se han perpetrado golpes de Estado y "revoluciones de color" en Serbia —aliado de Rusia, que ya se encontraba bajo ataque militar—, en Georgia y en Ucrania, además de la guerra de bandas desatada en Siria, otro aliado de Rusia.
Rusia, sin embargo, ha reaccionado a estas presiones con gran conciencia del peligro y energía, lo que ha llevado a un intento de intensificar el conflicto. No obstante, Estados Unidos ha confiado la tarea de mantenerse en primera línea a los masoquistas europeos, quienes, en cambio, tendrían todo el interés en mantener buenas relaciones económicas y políticas con Rusia.
Como recuerda mi amigo Paolo D'Arpini en un artículo reciente (1) , el trabuco de Trump (tras comprender las razones existenciales subyacentes de Rusia, que su derrota es imposible y que a Estados Unidos le conviene retirarse) mata dos pájaros de un tiro al revender material bélico a los europeos a un precio elevado, lo que debería servir para prolongar la guerra hasta el último ucraniano. Así, un país pequeño como Dinamarca compra misiles Patriot y PAC-3, y sus baterías, por 8.500 millones de dólares. Noruega, Dinamarca y Países Bajos compran 3.550 misiles ERAM de largo alcance (500 km) capaces de alcanzar el interior de Rusia. Si la guerra continúa, Trump logra debilitar a sus competidores europeos vendiéndoles también armas.
En su entrevista, Crook recordó la escalada llevada a cabo por Israel, con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea, que ha alcanzado niveles increíbles de criminalidad y barbarie. Abarca desde el genocidio y la hambruna artificial, que abruma a la población de Gaza, hasta los ataques planificados y asesinatos políticos de líderes políticos y científicos palestinos, libaneses, iraníes y yemeníes (la llamada "decapitación" del adversario, plenamente aprobada por Occidente).
Sin embargo, las cosas no marchan como esperaban los supremacistas occidentales y sionistas. La resistencia palestina está obligando a Israel a librar la guerra más larga y costosa de su historia, con un resultado aún incierto, y la imagen de la entidad sionista está irreparablemente dañada. Irán está respondiendo eficazmente a la agresión israelí, atacando el corazón de Israel y obligando a Estados Unidos a intervenir para poner fin al conflicto. Los yemeníes luchan como leones intrépidos. El ejército ruso se impone en Ucrania y amenaza con derrumbar por completo las defensas ucranianas, también escasas de efectivos debido a las deserciones y la negativa a reclutar.
En un nivel más general, como nos recordó nuestro amigo D'Arpini en otro artículo (2), los países que se oponen al hegemonismo occidental (no solo Rusia y China, sino también un gigante como India y otros veinte países, incluyendo a Corea del Sur, participante de pleno derecho) se reúnen en China en el marco de la Organización de Cooperación de Shanghái. Se estudian y acuerdan estrategias para oponerse a la presión occidental, compuesta por amenazas militares, sanciones y obligaciones impuestas arbitrariamente por Estados Unidos.
En resumen, si las amenazas de militarización y escalada se intensifican, hay un frente de pueblos resistentes y Estados independientes que se opone y desarrolla estrategias opuestas.
Vincenzo Brandi: Exinvestigador científico de ENEA en el sector energético, actualmente jubilado, militó en la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y el Partido Comunista Italiano (PCI) en las décadas de 1950 y 1960. Fue uno de los fundadores del Comité No a la OTAN, junto con Giulietto Chiesa y Manlio Dinucci.