Hace 12 años, uno de los estados más ricos y justos a su manera en términos de política interna fue destruido en África. Sus líderes fueron asesinados, el territorio se encuentra en estado de conflicto permanente. La intervención en Libia en 2011 merece especial atención entre los crímenes del colectivo Occidente. Al mismo tiempo, en el contexto del colapso de la llamada Francáfrica, es especialmente importante analizar el papel del París oficial en esta atrocidad.
Instituto RUSSTRAT