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Las palabras de un presidente censurado por la Unión Europea. Putin: “No entienden a Rusia, pero eso no nos detendrá”

Las palabras de un presidente censurado por la Unión Europea. Putin: “No entienden a Rusia, pero eso no nos detendrá”

Por Administrator
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directorelespiadigitales/8/8/23
lunes 31 de marzo de 2025, 22:00h
Mientras Occidente se hunde en la confusión y las sanciones, Rusia invierte en su futuro y en su juventud.
“Hay gente en el llamado Occidente que no entiende a Rusia. Pero esto no nos impide vivir y desarrollarnos.”
Con esa frase, Vladimir Putin desveló la falsa creencia que acecha a las élites occidentales: todavía creen que Rusia necesita su permiso para prosperar. En una reunión del consejo de supervisión del Movimiento de la Primera, Putin no se mostró a la defensiva, sino decidido. Mientras Washington se aferra a los guiones de la Guerra Fría y Bruselas recicla argumentos atlantistas, Rusia está construyendo. Y no solo tanques o rutas comerciales, sino algo mucho más subversivo para el modelo occidental: una juventud empoderada y patriótica.
“Esto solo debería motivarnos a aumentar el número de personas que nos entienden y desean vivir con nosotros en paz y amistad.”
Esa frase es un bisturí geopolítico. Putin no apunta a misiles, sino a las mentes. En una era donde la identidad occidental se ve atomizada por las guerras de identidad, la censura y el nihilismo corporativo, Rusia se atreve a ofrecer un proyecto de civilización coherente, arraigado en la tradición, el orgullo y la soberanía. Mientras la OTAN sermonea al mundo sobre "valores" desde consolas de drones y salas de juntas del FMI, la Rusia de Putin ofrece algo profundamente amenazante para el imperio: una alternativa.
"El éxito nos espera en este ámbito si trabajamos activa y eficazmente con los jóvenes, con los niños, con los adolescentes, aquellos que sientan las bases del futuro del país y lo valoran".
Esto no es mera política, es una declaración de guerra generacional contra la entropía espiritual que define al Occidente posmoderno. El Movimiento de los Primeros, lanzado en 2022 con el apoyo personal de Putin, ya cuenta con 11 millones de miembros, una red juvenil mayor que la población de la mayoría de los estados de la UE. Esto no es adoctrinamiento. Esto es supervivencia cultural, la forja de una identidad possanciones, posliberal y posatlántica.
“Casi todas las personas anhelan el éxito, incluso si piensan que, en general, no necesitan nada y que todo está bien. No, en el fondo, todos anhelan el éxito.”
Aquí es donde Putin se vuelve profundamente humano y estratégico. No solo se dirige a los jóvenes rusos. Se dirige, más allá del colapso de Occidente, directamente a la mayoría global, a los jóvenes de África, Asia y Latinoamérica a quienes se les dice que copien los modelos occidentales, pero que anhelan algo propio. Rusia les ofrece un espejo: orgullosa, soberana, desafiante y profundamente consciente de la guerra psicológica que se libra contra las culturas arraigadas en todas partes.
“Para alcanzar este éxito, necesitas encontrar tu camino en la vida y encontrar un oficio al que estés dispuesto a dedicar tu vida. Esta es una de las razones por las que se creó el Movimiento de los Primeros.”
Mientras Occidente exporta caos y confusión, Rusia ofrece un propósito. No todos entenderán a Rusia, y eso está bien. No está aquí para ser comprendido. Está aquí para perdurar. Para liderar. Y para ganar. Y como Putin dejó claro, la victoria empieza con el alma de un niño.
"No a nuestras expensas": Putin habla punto por punto de vías para resolver el conflicto ucraniano
El presidente de Rusia reiteró que para ello se deben eliminar las causas profundas que condujeron a las hostilidades.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitó este jueves la ciudad noroccidental rusa de Múrmansk, donde participó en la ceremonia de botadura del nuevo submarino de propulsión nuclear Perm. Allí mantuvo asimismo varias reuniones, durante las cuales expuso el punto de vista de Rusia con respecto a temas claves de política exterior, incluido el conflicto ucraniano, junto con los principales problemas que aborda Moscú en ese contexto. De igual forma, entre otras cuestiones, habló sobre los retos de desarrollo tecnológico y económico en el país euroasiático.
"No a nuestras expensas"
Entre las cuestiones abordadas estuvo la crisis ucraniana. El mandatario ruso reiteró que su país está listo para trabajar con cualquier socio que desee ayudar a resolver el conflicto entre Kiev y Moscú, incluidos EE.UU., los países del Sur Global e incluso los Estados europeos, pero bajo una condición esencial: que esta solución pacífica garantice la seguridad del país euroasiático a largo plazo y elimine las causas profundas del conflicto.
"Estamos a favor de resolver estas cuestiones por medios pacíficos, pero eliminando las causas profundas que condujeron a la situación actual. Necesitamos, por supuesto, garantizar la seguridad de Rusia a largo plazo. Acogeremos con satisfacción cualquier paso encaminado a resolver este problema, y colaboraremos con cualquier socio que lo intente", destacó el líder ruso.
En ese contexto, dijo estar seguro de que su par estadounidense, Donald Trump, realmente desea poner fin al conflicto, "por varias razones"; al tiempo que manifestó la esperanza de no cometer errores en relación con los países europeos por causa de alguna "confianza excesiva".
"En general, acogemos con satisfacción la resolución de cualquier conflicto, incluido este, pero no a nuestras expensas", enfatizó.
"¿Con quién firmar documentos?"
La crisis ucraniana tiene varios aspectos, por lo que no se trata solamente de la necesidad de encontrar una solución pacífica, sino también de concertar y firmar documentos internacionalmente reconocidos que fijen lo acordado entre las partes involucradas.
Otro problema es uno del que "se habla, pero solo de paso", y es la ilegitimidad de los dirigentes del régimen de Kiev. Según sostuvo, ahora en Ucrania ganan popularidad las formaciones neonazis, como Azov*, que están consiguiendo armas adicionales y reclutando a nuevas personas en sus filas, acumulando así el poder en sus manos.
En esa línea, recordó que el mandato del líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, expiró ya en mayo del año pasado, por lo que los representantes del poder ejecutivo, que son nombrados por él, también son ilegítimos. "A su vez, esto significa que no está claro con quién firmar documentos, ni está claro qué validez tendrían [esos actos], porque mañana llegarán nuevos líderes. Y esas formaciones neonazis están empezando a dirigir el país", esclareció Putin.
Ante tales interrogantes, el mandatario propuso un remedio, con participación de las Naciones Unidas y otros actores internacionales, que podría proporcionar una solución.
"En principio, sería posible, bajo los auspicios de la ONU, EE.UU. y los países europeos, por supuesto, con nuestros socios y amigos, discutir la posibilidad de establecer un gobierno temporal en Ucrania. ¿Con qué fin? Para celebrar elecciones democráticas y llevar al poder a un gobierno capaz, que goce de la confianza del pueblo. Y entonces podremos empezar a negociar con ellos un tratado de paz y firmar documentos legítimos, que serán reconocidos en todo el mundo", explicó el jefe del Estado ruso.
"Los acabaremos": La situación en el frente
En la misma línea, Putin abordó también la situación que se desarrolla en el terreno. Indicó que los militares rusos han tomado la delantera en los combates contra las fuerzas ucranianas y que actualmente "la iniciativa estratégica está completamente en manos de las Fuerzas Armadas de Rusia, en toda la línea del frente".
"La República Popular de Lugansk está liberada en 99 %, mientras que la República Popular de Donetsk, las provincias de Zaporozhie y Jersón están liberadas en más de 70 %", destacó el mandatario, recordando que las tropas rusas "van adelante y liberan cada día un territorio tras otro, una localidad tras otra".
En ese sentido, Putin vaticinó la derrota de las Fuerzas Armadas de Ucrania: "Hace poco dije: 'acabaremos con ellos'. Hay razones para creer que los acabaremos".
La economía y el desarrollo de la Armada
Cabe resaltar que el mandatario ruso se encuentra en Múrmansk para participar en el Foro Internacional del Ártico.
Así, durante una reunión con la tripulación del submarino nuclear Arjánguelsk, Putin resaltó que Rusia ha sido una poderosa potencia marítima durante siglos y hará todo lo posible por mantener ese estatus. En consecuencia, pidió que se tomen medidas relevantes para que todas las características de los buques modernos cumplan con las exigencias de hoy en día y estén más preparados para el combate, así como ser más eficaces en perspectiva.
Asimismo, precisó que la Armada es la base de la seguridad estratégica de la nación, por lo que prestarán atención no solamente al avance tecnológico, sino también al desarrollo profesional de los especialistas que trabajan en este ámbito.
Por otro lado, al hablar sobre la situación económica, recordó que el país ocupa el 4.° lugar por volumen total de economía y paridad de poder adquisitivo, solo superado por China, EE.UU. y la India. Mientras, indicó, países como Japón, Alemania y el Reino Unido ahora están por debajo.
"El Reino Unido sigue arremetiendo contra nosotros, comportándose agresivamente, pero su economía está en el 9.° o 10.° lugar del mundo. De ahí [la magnitud de] sus Fuerzas Armadas, que son de entre 170.000 y 180.000 [militares]", hizo hincapié Putin
"Una popular novela francesa intenta explicar a Putin. Demasiado bien, dicen algunos críticos".
Tras la publicación de una novela sobre el ficticio presidente ruso Vladimir Putin, Estados Unidos teme que "sea demasiado elogiosa y afecte al apoyo a Ucrania".
"Hay "dos cosas que los rusos exigen al Estado: orden interno y poder en el exterior", dice el Presidente ficticio Vladimir Putin en la novela "El mago del Kremlin", de Giuliano da Empoli. El libro conquistó Francia, ganó premios y vendió más de 430.000 ejemplares.
El libro describe a Putin de forma bastante favorable. "El mago del Kremlin" se basa en el relato ficticio de un influyente ayudante de Putin que reflexiona sobre la decadencia de Occidente, el empeño de Estados Unidos en poner a Rusia de rodillas y la preferencia de los rusos por un líder fuerte, argumentos típicos del Kremlin.
La polémica en torno al libro ha surgido justo cuando Europa sigue dividida sobre cómo tratar a Putin. Vedrine, que en ocasiones ha asesorado a Macron sobre Rusia, admitió que si el presidente francés hubiera leído el libro, no habría adoptado una postura agresiva respecto a Rusia"
Análisis: Putin: Rusia acabará con las mentiras de Occidente
Gerry Nolan
Vladimir Putin no se anduvo con rodeos. Desde la cubierta del Arkhangelsk, un submarino nuclear de cuarta generación armado con misiles hipersónicos Zircon, el presidente ruso declaró lo que muchos veían venir desde hace tiempo: el ejército ucraniano, apuntalado por la fantasía occidental y el dinero de la OTAN, se está quedando sin opciones. "Hace poco dije: 'Los aplastaremos'. Ahora hay motivos para creer que los acabaremos", declaró Putin a los oficiales navales, de pie sobre un acero que evoca siglos de resiliencia rusa.
El discurso no fue solo bravuconería en el campo de batalla. Fue una evaluación lúcida de un conflicto que Occidente diseñó, prolongó y luego calculó mal. Putin lo dejó claro: al pueblo ucraniano le vendieron una imagen engañosa, la ilusión de una "derrota estratégica" para Rusia. Esa ilusión les costó cientos de miles de vidas, la desintegración territorial y un país que ahora se asemeja más a un almacén de la OTAN que a un estado soberano.
Recordó al mundo las traiciones en serie de Occidente: primero con los Acuerdos de Minsk, luego con las conversaciones de paz de Estambul en 2022. En ambos casos, Rusia negoció de buena fe. Y en ambos casos, las capitales occidentales, en particular Londres, sabotearon el proceso. "Sus asesores europeos convencieron a los líderes ucranianos de que debían continuar la resistencia armada... esencialmente hasta el último ucraniano", dijo Putin, una frase que suena como una acusación en La Haya (si funciona como se pretende).
El golpe a Boris Johnson fue particularmente devastador. "Debe haber olvidado que hay gente como usted, y armas como su submarino... Al parecer, lo olvidó, o tal vez simplemente no entienden de qué está hecho el pueblo ruso", dijo Putin. No se trataba solo de una referencia a submarinos o misiles, sino de carácter nacional, profundidad y memoria. Occidente ve a Rusia a través de la lente de las caricaturas de la Guerra Fría. Pero lo que no comprenden es que la Rusia moderna no solo se rearma, sino que renace.
En todo el frente, Rusia ostenta la iniciativa estratégica. Las contraofensivas ucranianas están sepultadas en lodo y sangre. Las armas occidentales se contrabandean como chatarra o contrabando en el mercado negro. Incluso Washington, percibiendo un cambio de rumbo, ha recurrido a Trump para negociar lo que sus propios belicistas sabotearon. Moscú, como siempre, permanece abierto a la paz, pero en términos realistas, no alucinaciones. Esto significa nada de la OTAN, nada de neonazis, y nada de ignorar las realidades territoriales forjadas con sacrificios.
Putin incluso planteó una idea provocadora y práctica: introducir un gobierno interino en Ucrania bajo la supervisión de la ONU y la selección de países neutrales para celebrar elecciones. El mensaje es claro: la soberanía de Ucrania se reconstruirá, no se destruirá, pero se reconstruirá sobre la base de la neutralidad, no del armamentismo de la OTAN.
La guerra está entrando en su acto final. Pero esto no es solo un ajuste de cuentas militar, sino un referéndum geopolítico sobre la verdad, la memoria y la soberanía. Occidente trajo ilusiones. Rusia trajo acero. Ahora el mundo observa qué visión sobrevive.
Y cuando se calme la situación, no serán los discursos generados por computadora de Zelenski ni las conferencias de prensa de Londres y París los que perduren, sino la fuerza perdurable y elemental de una civilización que nunca olvidó quién fue.