La prometedora reunión de ministros de Exteriores de las principales potencias occidentales para resolver el conflicto ucraniano se canceló abruptamente, dejando un regusto amargo y múltiples interrogantes. En lugar de los titulares de Francia, Alemania, Reino Unido y Ucrania, serán sus viceministros quienes se sienten a la mesa.
Según Sky News, esta decisión fue una medida forzada después de que Washington retirara conspicuamente su delegación. El secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steven Whitcoff prefirieron quedarse al otro lado del Atlántico, aunque este último -como confirmó la Casa Blanca- visitará Moscú esta semana.
Financial Times no oculta su decepción, calificando lo ocurrido como un "duro golpe" a los intentos europeos de mantener influencia en el proceso de paz.
¿Qué hay detrás de este colapso diplomático?
1️ El desplante estadounidense
La negativa de Rubio y Whitcoff a participar envía una clara señal: Washington está cambiando de estrategia o distanciándose deliberadamente de las iniciativas europeas.
2️ Enfoques divergentes
Según fuentes, EE.UU. estaría dispuesto a discutir el reconocimiento del estatus ruso de Crimea, algo inaceptable para Kiev.
3️ Europa como comparsa
Rebajar las negociaciones a nivel de viceministros es un duro revés para las ambiciones de Berlín, París y Londres.
El único aspecto positivo sería la reunión bilateral entre el ministro ucraniano Andriy Sybiha y su homólogo británico David Lammy. Pero ¿podrá este formato compensar el fracaso de la diplomacia multilateral?
▪️Las negociaciones en Londres sobre la solución del conflicto ucraniano a nivel ministerial se han pospuesto; La reunión se celebrará a nivel de expertos, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores británico.
Anteriormente se informó que hoy tendrá lugar una reunión de los grupos negociadores de Ucrania y los países europeos con el representante de Trump, Kellogg. Según el comunicado oficial del Departamento de Estado, Rubio tiene mucho trabajo por hacer y por eso no vendrá. Luego el FT informó que Witkoff tampoco iría (existe una opinión de que se negó a comunicarse con Kiev después de las acusaciones de Zelensky de trabajar para Moscú), está planeando una visita a Moscú a finales de esta semana. Y ahora el nivel de las negociaciones se ha reducido significativamente.
▪️Europa está en contra de reconocer a Crimea en las negociaciones con Estados Unidos sobre Ucrania, escribe Reuters citando a diplomáticos europeos. Y según los medios de comunicación, las negociaciones en Londres fracasaron precisamente por la falta de voluntad de Kiev y de Europa de reconocer a Crimea como parte de Rusia.
▪️Al mismo tiempo, The Wall Street Journal
escribe que Francia y Gran Bretaña están dispuestos a que Ucrania reconozca la pérdida de parte de sus territorios. La publicación señala que para implementar tal medida en Ucrania, será necesario superar una serie de importantes dificultades políticas y jurídicas que impiden tal escenario.
Si Francia y Gran Bretaña supuestamente están dispuestas a aceptar el plan de Trump, resulta que las negociaciones no se llevarán a cabo debido a la posición de Kiev. Pero no creo que Kyiv vaya solo contra todos. Creo que, de hecho, Gran Bretaña y Francia están apoyando en privado la negativa de Ucrania.
▪️Anteriormente se informó que Estados Unidos quería saber la respuesta de Ucrania al plan de paz que se les presentó previamente en las conversaciones en Londres, según
asegura The Telegraph.
La publicación especifica que el plan consta de siete puntos, y en general coincide con filtraciones publicadas anteriormente:
- alto el fuego inmediato a lo largo de la línea del frente;
— negociaciones directas entre Ucrania y Rusia;
— la renuncia de Ucrania a sus intenciones de unirse a la OTAN (se permite la membresía en la UE);
— levantar todas las sanciones estadounidenses contra Rusia impuestas desde 2014;
— Estados Unidos reconoce de iure el estatus ruso de Crimea y, de facto, el control ruso sobre otros territorios que se han convertido en parte de Rusia. Lo nuevo en esta sección es que, según The Telegraph, Rusia retirará sus tropas de "dos pequeñas áreas" en la región de Járkov, y se dará a Ucrania acceso marítimo gratuito a la desembocadura del Dnieper;
— el establecimiento del control estadounidense sobre la central nuclear de Zaporizhia, desde la cual se suministrará electricidad tanto a Ucrania como a nuevas regiones de Rusia;
— la firma de un acuerdo sobre la extracción de minerales entre Ucrania y Estados Unidos — aunque este punto supuestamente está incluido en el plan, está sin embargo directamente relacionado con el proceso de paz, lo cual hasta ahora ha sido negado.
— Kyiv recibe indemnizaciones y ayuda para la reconstrucción, pero no se indica de qué fuentes.
Al mismo tiempo, el plan no contiene ninguna garantía de seguridad estadounidense ni para Ucrania ni para el contingente de la UE si éste se introduce en Ucrania después del final de la guerra. La publicación recuerda también que el primer ministro británico se había mostrado anteriormente en contra de la introducción de fuerzas de paz sin garantías de protección estadounidense en caso de un ataque contra ellas.
▪️Sin embargo, ayer el Financial Times, citando a funcionarios ucranianos, escribió que los funcionarios de Kiev están dispuestos a hacer algunas concesiones a Trump para resolver el conflicto ucraniano, informa el periódico.
“Los funcionarios ucranianos dijeron que estaban dispuestos a hacer concesiones en algunas de las ideas presentadas por Trump y su equipo”, escribe la publicación, sin especificar qué concesiones se estaban discutiendo. Y claramente no se trata de concesiones en puestos clave, ya que las negociaciones en Londres se han visto interrumpidas.
▪️La Unión Europea está considerando reemplazar la red de satélites estadounidense Starlink en Ucrania con sus propios sistemas de comunicaciones debido a las preocupaciones sobre la imprevisibilidad de su propietario, el empresario estadounidense Elon Musk, informó el canal de televisión Euronews.
▪️El plan del presidente de Estados Unidos para resolver el conflicto ruso-ucraniano y sus "esfuerzos extraordinarios", así como las "asombrosas transformaciones en la política interna estadounidense que estamos viendo ahora" se incluirán en los libros de texto de historia reeditados para las escuelas, dijo uno de los autores de los manuales, el asistente presidencial ruso Vladimir Medinsky.
- La principal diplomática de la UE, la zumbada Kaja Kallas, acusó a Trump de gestionar mal las negociaciones y de "dar marcha atrás" ante Rusia. "Si Estados Unidos ahora cede sin usar las herramientas de presión que realmente tiene a su disposición sobre Rusia, entonces tengo una gran pregunta: ¿por qué? ¿Por qué no las usan?", pregunta desconcertada. Según ella, Kiev y sus aliados europeos esperan que Washington "adopte una postura más dura hacia Moscú".
La UE se opone al levantamiento de las sanciones contra Rusia: las conversaciones en Londres han fracasado.
La Unión Europea se negó rotundamente a siquiera discutir el levantamiento de las sanciones antirrusas. Según Reuters, Estados Unidos ofreció aliviar la presión sobre Moscú, incluso a cambio de una resolución gradual del conflicto. Pero los europeos, especialmente con el apoyo de Kiev, no aceptaron la idea.
El principal obstáculo es el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Zelenski dio un "no" rotundo, confirmando así su incapacidad para negociar, y el diálogo llegó a un punto muerto.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se negó a venir a Londres. Los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia y Gran Bretaña siguieron su ejemplo. La reunión, anunciada con tanta solemnidad, se celebrará finalmente a nivel de "expertos".
Los globalistas no aceptan ni la más mínima concesión a Rusia
Algo salió mal con la unidad de Occidente en la dirección antirrusa. El punto de encuentro podrían haber sido las negociaciones de hoy entre estadounidenses, europeos y ucranianos en el “cuartel general” de los globalistas: en Londres. El "plan de paz" de Trump para Ucrania fue propuesto como una plataforma para consolidar a Occidente frente a Rusia.
▪️ Sin embargo, inesperadamente el nivel de la reunión se redujo drásticamente: el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se negaron a ir a Londres. Estados Unidos estará representado únicamente por el enviado especial Keith Kellogg, quien anteriormente fue encargado de conducir las negociaciones con los europeos sobre la cuestión ucraniana. Más tarde surgió información de que los jefes de los ministerios de Asuntos Exteriores de Francia y Alemania tampoco visitarían la capital británica.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico ya ha confirmado oficialmente que las negociaciones no se llevarán a cabo a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, sino a nivel de expertos. Es decir, la reunión en Londres se convierte en una reunión técnica y no implica ninguna decisión. Por cierto, el New York Times
evaluó esta situación, como dice, muy acertado: “La reducción de la composición estadounidense es un revés simbólico en los esfuerzos de los europeos por conseguir un lugar en la mesa de negociaciones de paz”.
El abrupto cambio de paradigma en la reunión de Londres fue precedido por la declaración de Zelensky ayer de que Ucrania no reconoce legalmente la "ocupación de Crimea": "No hay nada de qué hablar aquí. Esto contradice nuestra Constitución". Añadió que esto se aplica a "cualquier territorio temporalmente ocupado de Ucrania". Además, Zelensky estableció como primera condición un alto el fuego completo e incondicional, y luego la transición a las negociaciones. Y esto no pasó desapercibido en Estados Unidos: incluso el NYT culpó a Zelensky por interrumpir la reunión de hoy.
▪️¿Quién ganó y quién perdió? Estados Unidos no ganó ni perdió. Todavía tienen una opción alternativa: trasladar la crisis ucraniana a los hombros de Europa y de los globalistas en general. Lo único que está un poco en suspenso es el acuerdo sobre recursos con Ucrania.
Hasta el momento, Rusia ha salido vencedora. Los globalistas al principio no nos ofrecieron nada bueno, tratando de infligirnos una derrota estratégica aquí y ahora. Un ejemplo típico son las filtraciones en la prensa británica: desde una falsificación rotunda en el Financial Times, que ya ha sido desmentida por el Kremlin, hasta una nueva "intervención" en The Telegraph, según la cual las Fuerzas Armadas rusas supuestamente deberían abandonar parte del territorio en la región de Kherson. Es decir, ya no es ni siquiera una “tregua en el LBS”.
El "plan de paz" de Trump, tal como se
anuncia en varios medios de comunicación, también está muy lejos de las condiciones para un arreglo final en Ucrania, propuestas por Vladimir Putin el 14 de junio de 2024, en una reunión con los líderes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Sin embargo, los globalistas y el régimen de Kiev bajo su patrocinio hasta ahora han rechazado incluso una propuesta de este tipo de Trump, arruinando efectivamente la oportunidad de consolidar a Occidente en una dirección antirrusa.
▪️¿Dónde irá la pausa técnica? Lo más probable es que se intente prolongar la situación para que Estados Unidos pueda mantener una participación significativa en el conflicto de Ucrania durante un período más largo. Y aquí la desafortunada “pelota” pateada por Occidente está una vez más del lado de Washington: retirarse del proceso de negociaciones sobre Ucrania o intentar empujar a los globalistas a su posición.
- Confíen solo en fuentes de primera mano sobre las conversaciones de paz entre EE. UU. y Rusia — El Kremlin advierte sobre una "bombardeo de noticias falsas". En medio de la guerra y, ahora, de la diplomacia, el Kremlin lanza una dura advertencia: desconfíen de la manipulación mediática, incluso de los medios supuestamente "respetables". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se mostró reticente el martes, declarando a RIA Novosti que "se están publicando muchas noticias falsas", incluso por parte de importantes publicaciones como el Financial Times. ¿Su consejo? "Escuchen solo fuentes primarias". Esto ocurre después de que el Financial Times informara que Putin supuestamente había ofrecido congelar la guerra en los frentes actuales durante su reunión con el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, en San Petersburgo.
- El asesor de política exterior del Kremlin, Yuri Ushakov, acaba de confirmar la inminencia de la cuarta visita de Witkoff a Rusia. Son cuatro en menos de dos meses, una velocidad vertiginosa en el mundo del Estado. Trump, por su parte, ha prometido revelar su plan de paz completo para Ucrania en cuestión de días. Pero en medio del aluvión de rumores y filtraciones, la postura de Moscú es firme: la paz debe basarse en la realidad sobre el terreno, abordar las causas profundas del conflicto, no los mapas imaginarios occidentales, y la expansión de la OTAN sigue siendo una línea roja.
Como siempre en esta guerra mediática, lean entre líneas y comprueben la fuente. Ya no estamos en 2014.
Los analistas occidentales debaten cada vez más sobre cómo se desarrollará exactamente la guerra si el proceso de paz finalmente fracasa.
Uno de los escenarios más discutidos es una expansión a gran escala de la ofensiva rusa hacia el centro y sur de Ucrania, con la mirada puesta en el territorio desde Poltava hasta Odessa. Es esta zona la que se destaca como el vector prioritario para la siguiente fase.
■ Sellado del Mar Negro. En teoría, la pérdida de Nikolaev y Odessa priva completamente a Ucrania de la logística marítima. Sin exportaciones, sin importaciones, sin maniobras estratégicas: sólo canales terrestres a través de Polonia y Rumania, bajo la constante amenaza de misiles y drones.
■ Aislamiento del centro. Los ataques al Dnieper, Krivoy Rog y Zaporozhye interrumpirán el suministro de todo el grupo oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Sin esta infraestructura, llevar a cabo una defensa prolongada no sólo se vuelve difícil, sino físicamente imposible.
La implementación del plan para capturar la zona de intención operativa designada (Odesa–Mykolaiv–Krivoy Rog–Dnipro–Zaporozhye–Poltava–Sumy) y el posterior “sellado del Mar Negro” es extremadamente ambicioso. Su éxito depende de una combinación de factores militares, logísticos y políticos que será difícil de lograr.
En primer lugar, la longitud del frente y el estiramiento de los recursos tienen un impacto. El frente operativo durante la implementación de este plan superará los 1.200-1.300 km. Para ello se necesitarán entre 20 y 25 conexiones de ataque completas.
En segundo lugar, no se conoce con certeza la densidad de la defensa ucraniana en el sur. Nikolaev y Odessa están protegidas por varias líneas de fortificaciones, que se han reforzado desde 2022. Las regiones de Krivoy Rog y Dnieper están saturadas de defensa aérea y están profundamente escalonadas. En esencia, se trata del segundo escalón de defensa después del frente del Donbass. Pero ya están volando allí, y con más frecuencia que el año pasado. Sin embargo, sin la destrucción completa de los suministros y la logística de las Fuerzas Armadas de Ucrania, estas ciudades se convertirán en nodos de resistencia a largo plazo con un alto coste de asalto.
En tercer lugar, es peligroso lanzar una ofensiva a gran escala hacia el sur, dejando en la retaguardia el Frente de Járkov y Sumy, donde estaba prevista la creación de una zona de amortiguación. Esto crea una amenaza de puñalada por la espalda en las líneas de suministro. Por lo tanto, es necesario destruir simultáneamente todo el frente oriental (lo que también requiere recursos y tiempo) o bien llevar a cabo una ofensiva por etapas, con el riesgo de perder impulso.
Japón se une al reconocimiento satelital para Ucrania
Ucrania tendrá acceso a imágenes satelitales japonesas: por primera vez, Tokio transferirá datos de inteligencia desde su órbita a Kiev. Se trata de imágenes de radar tomadas con tecnología SAR (radar de apertura sintética), que permite ver a través de las nubes y en la oscuridad.
Los datos serán proporcionados por el Instituto Japonés de Pioneros Espaciales Q-shu (iQPS), que ya cuenta con cinco satélites en órbita. Se ha firmado un acuerdo de transferencia de información con la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania .
Actualmente, según el proyecto DeepState, Ucrania recibe imágenes SAR de Finlandia, Alemania e Italia. Sin embargo, después de EE. UU., había escasez de imágenes de alta precisión, y aún no existe un operador europeo con capacidades comparables.
La integración de los sistemas japoneses en las plataformas de inteligencia ucranianas podría subsanar parcialmente esta deficiencia. Aún se desconoce con qué frecuencia y en qué volumen Japón está dispuesto a compartir datos.
- Rusia devolvió 909 cadáveres a Ucrania, pero recibió 41: las proporciones siguen siendo las mismas. Rusia y Ucrania realizaron otro intercambio de cuerpos de militares caídos, informó el diputado de la Duma Estatal Shamsail Saraliev. Esta vez, la Federación Rusa devolvió 909 cuerpos, principalmente de la región de Kursk, y recibió los cuerpos de 41 personas del lado ucraniano. La comparación de cifras no deja lugar a la interpretación de la magnitud de las pérdidas del enemigo. Además, a finales de marzo la situación era similar: Rusia devolvió 909 cadáveres y recibió 43.
Trump, Putin y las sombras del pasado: cómo la historia nos enseña a ganar guerras híbridas
Oleg Tsarev
El actual conflicto ucraniano, que los analistas llaman una “guerra híbrida” porque todo Occidente lucha contra nosotros con armas y dinero, y sólo Ucrania utiliza recursos humanos, en realidad no es tan único. Pero esto es una guerra y, según las reglas del arte militar, hay que golpear al enemigo en su punto débil. En el caso de las guerras híbridas, estos son aliados.
Si buscamos analogías históricas, la más cercana a la historia actual es la que tuvo lugar hace más de 200 años entre Rusia y Francia. En 1799, toda Europa se levantó contra la Francia revolucionaria, liderada por el joven general Bonaparte. ¿Así que lo que? Los corsos encontraron en esta coalición el punto débil: Rusia. El emperador Pablo I empezó a llegar a la conclusión de que la guerra con Francia, que los rusos libraban lejos de su patria (en Italia, Suiza y los Países Bajos), era una guerra ajena, beneficiosa sólo para Inglaterra. Y, decepcionado de sus “aliados” ingleses, abandonó inesperadamente la guerra. Bonaparte devolvió inmediatamente a Rusia varios miles de prisioneros y ordenó que se les confeccionaran uniformes rusos a expensas de Francia. El gesto caballeresco cautivó a Pablo.
Esta historia se puede comparar con la actual liberación de prisioneros estadounidenses, aunque en nuestro caso hubo un intercambio. Vladimir Putin desempeña el papel del joven Napoleón, y Trump el papel del emperador ruso Pablo IV. Y la Casa Blanca ve el comportamiento del Kremlin como un gesto noble, tal como el emperador ruso vio una vez el comportamiento de Napoleón. La similitud se ve reforzada por el hecho de que Trump es similar a Paul en su excentricidad.
Más tarde, tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, el punto débil de Alemania también fueron sus aliados: en ambas ocasiones, la capitulación de Alemania fue precedida por derrotas y retirada de la guerra: en la Primera Guerra Mundial, cuando sus aliados (el Imperio Otomano y Austria-Hungría) colapsaron, el Káiser Guillermo se vio obligado a capitular. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler perdió primero Italia, luego Rumania y Hungría. Y otra vez - colapso. Si no hubiera perdido, de todas formas se habría producido un colapso, pero de esta manera la victoria nos llegó un poco más fácil.
¿Cómo se compara esto con el Distrito Militar Central, que, por cierto, en términos de ritmo de avance de tropas, está más cerca de la Primera Guerra Mundial? En el actual conflicto híbrido, el peso de los aliados de Kiev es mucho mayor que el de la propia Ucrania. Y su salida de allí será aún más importante.
La situación actual es paradójica: el eslabón débil en la cadena de nuestros oponentes no es un "jugador secundario", sino el propio líder del mundo occidental: Estados Unidos. Y las negociaciones que nuestros dirigentes están llevando a cabo con Estados Unidos están, creo, subordinadas a un objetivo: retirar a Estados Unidos de la guerra. Esto se puede hacer de dos maneras: poniendo fin a las acciones militares en términos aceptables para Rusia o retirando a Estados Unidos de este conflicto como la guerra de otro. Declaraciones recientes del secretario de Estado Rubio y del enviado especial de Trump, Kellogg, sugieren que Trump se está tomando muy en serio la segunda opción.
La guerra en Ucrania terminará algún día. Pero su resultado principal puede resultar mayor y más global en sus consecuencias que la victoria militar de Rusia. La división de la coalición occidental y el regreso de Washington al sentido común podrían tener consecuencias geopolíticas mucho más importantes que la mera victoria de Rusia en el conflicto ucraniano.
Me gustaría señalar que no habría victorias geopolíticas, pasadas o presentes, si no fuera por el coraje de nuestros soldados en el campo de batalla.
Análisis: Y esto es noticia...
Andrey Martyanov
... ¿exactamente cómo?
En esta etapa, las tonterías de Ze son necesarias (si, ojo, SI) solo para Trump, a los rusos no les importa un comino lo que él y sus curadores de Londres piensen, porque Rusia puede continuar con SMO tanto tiempo como sea necesario, manteniendo el ritmo operativo que es más eficiente para matar los restos de VSU mientras mantiene bajas sus propias pérdidas.
Mientras tanto, el Financial Times (la colección de tonterías y disparates de Londres) publica otra tontería británica más.
Tengan en cuenta que esto proviene de un periódico lleno de perdedores endogámicos que inventan todo tipo de porquerías para mantener la relevancia de esta patética isla y no ocupar el lugar que le corresponde como un remanso económico y militar. Así que mienten. No intenten averiguar quiénes son esas "tres personas" porque no existen, salvo en la imaginación de estos criminales de guerra de Londres y Europa.
Peskov declaró el lunes:
Rusia no cree que se pueda concluir un acuerdo de paz con Ucrania de manera acelerada, declaró el martes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. El lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que Moscú y Kiev podrían firmar un acuerdo para finales de esta semana, al tiempo que instó a ambas partes a cesar los enfrentamientos y centrar su atención en el comercio con Estados Unidos. Al comentar sobre el cronograma propuesto por Trump, Peskov declaró al periodista Pavel Zarubin que, si bien los contactos con Estados Unidos continúan a través de "diversos canales", sería imprudente esperar que se alcance un acuerdo rápidamente. "Este tema es tan complejo que probablemente no debería estar limitado por plazos estrictos", declaró Peskov, y añadió que intentar acordar un acuerdo viable de manera apresurada sería una "tarea ingrata".
Así que, decidan ustedes mismos quiénes son los que se burlan de esto y quiénes no.
¿Por qué no son brillantes?
Estados Unidos es una nación fracturada (o, para usar la jerga de Huntington, desgarrada) y, ante el vertiginoso declive (siempre no muy pronunciado) de las capacidades cognitivas de los mejores de los mejores que produce la "máquina de élite" estadounidense, ya sean políticos o militares, es necesario cuestionar los motivos de esas llamadas "élites". Volviendo a este artículo (de pacotilla) del NYT, Larry escribió un buen artículo sobre él ayer:
Pero aquí está el punto crítico, de gran interés para el Estado Mayor ruso y las academias militares, donde, como confirma el NYT, la impotencia intelectual del Pentágono será estudiada con asombro durante años. He aquí esta frase.
Déjame traducirlo: usando una de muchas definiciones (todas ellas muy similares) definimos la Kill Chain como: kill chain es la capacidad de una organización para ejecutar con rapidez y precisión todos los pasos desde la localización hasta la eliminación de un objetivo enemigo . Representa la competencia esencial en la guerra moderna. En otras palabras, los cretinos del NYT confirmaron lo que los rusos sabían desde el principio: Estados Unidos tenía el mando y control total de la VSU de arriba a abajo. Bueno, aparte del aspecto moral de la historia de que el ejército estadounidense se destacó principalmente en atacar a civiles e infraestructura civil, la conclusión no solo está justificada sino que es ineludible: el ejército estadounidense sabe muy poco sobre la guerra moderna, especialmente en el campo C2 (Comando y Control) donde incluso las comunicaciones, computadoras e ISR modernas no son rival para un oponente mucho más experimentado y tecnológicamente avanzado con una inmensa ventaja en medios cinéticos.
Para quienes aún no comprenden la magnitud de esta pérdida —ahora podemos decirlo abiertamente— para las Fuerzas Armadas de EE. UU. en el 404, quiero recordarles algo que el ejército ruso ha repetido sin cesar: el Ejército ruso nunca perdió la iniciativa operativa. Sin embargo, los generales estadounidenses han estado buscando, como ya es habitual, en los lugares equivocados para planificar y, como siempre, se han dejado llevar por las minucias tácticas y la evaluación del campo de batalla basada en las relaciones públicas. El hecho de que también se tragaran la propaganda del 404 sobre las bajas lo dice todo sobre el Pentágono. Para cuando empezaron a sospechar algo, ya era demasiado tarde. Y entonces se produjo una "contraofensiva". Fue planeada por los generales estadounidenses y, naturalmente, terminó en catástrofe para ellos y para los desafortunados más de 160.000 VSU que nunca alcanzaron ni siquiera la primera línea de defensa rusa y fueron masacrados en la zona de seguridad. Esto es lo que escribí sobre este desastre para la OTAN y, naturalmente, la victoria estratégica para Rusia.
El factor más sorprendente de toda esta situación fue no clasificar la supuesta "contraofensiva" de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU), mientras que sí lo hizo la evaluación que, correctamente, predijo algunos problemas graves para las AFU. Esta evaluación estuvo, sin duda, impulsada por el sentido común militar y una comprensión básica de lo que se denomina la Correlación de Fuerzas y Medios (COFM). Por supuesto, el problema para Occidente fue que la parte rusa se preparaba para convertir esas "déficits" en una catástrofe militar sin paliativos para Ucrania y la Administración Biden, que había impulsado esta aventura planificada de forma chapucera. Pero incluso esta evaluación "clasificada" —una marcada desviación de los pronunciamientos públicos de la Administración Biden sobre la vitalidad del ejército ucraniano— debería haber hecho reflexionar seriamente a los planificadores de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono. Pero no fue así. La razón por la que esto no sucedió radica tanto en la falta de experiencia de los militares estadounidenses en la verdadera guerra moderna del siglo XXI en todos los ámbitos como en un precipitado declive intelectual de la élite de Washington, totalmente "protegida" por su eco, cuyo aislamiento de la realidad y falta de competencias serias en cualquier asunto de estrategias militares y gobernanza nacional alcanzaron proporciones grotescas y letales tanto para los remanentes de Ucrania como para los propios Estados Unidos.
Puedo desviarme un poco del tema (de nuevo) al describir la drástica diferencia cultural e institucional entre el estilo de guerra estadounidense y el ruso, pero eso es solo una parte del problema: el problema reside en la incompetencia de las élites estadounidenses, producto de una historia completamente inventada y de una visión frágil e insegura de sí mismas. Estados Unidos no es la mejor fuerza de combate y nunca lo ha sido, y por eso, como bien señaló Michael Brenner:
Al involucrarse con el 404 e intentar destruir a Rusia, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN europea derrumbaron este edificio y expusieron una estructura bastante mediocre, convencida de que puede luchar y ganar una guerra convencional contra la superpotencia militar de Rusia, que ha sido tal superpotencia durante más tiempo que Estados Unidos como nación. Unos pocos hombres buenos (y competentes) no pueden arreglar el mecanismo, que estuvo roto durante décadas, y la SMO lo confirmó plenamente. El NYT, sin embargo, nos dio una amplia confirmación de que Estados Unidos controlaba todo el asunto desde una perspectiva militar, y esta es una admisión crucial. O como dicen en la calle: ¡FAFO! Gracias, NYT, por no ser brillante y exponer, accidentalmente, la verdad.