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Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

El viernes fue un día trascendental en el “proceso soberanista”: los últimos mohicanos de la “república catalana” habían organizado “columnas”, hablaban de “batalla” y de “lucha” querían convertir a Cataluña en “ingobernable” y el hashtag que lanzaron fue #TombemElRègimen; en su delirio ultrancista declararon la “huelga general”.

Una semana antes, nosotros mismos, en este blog calificamos todas estas actitudes de sectarias y numantinas, propias de un radicalismo infantil. Todo venía a cuento de que, en una de las estupideces a las que tan habituado nos tiene el okupa de la Moncloa, el copión de tesis doctorales, celebró el Consejo de Ministros en la Lonja de Barcelona y se sacó la foto con el troglodita que dirige la Generalitat, ni él mismo sabe para qué. Lo que ocurrió vale la pena meditarlo porque indica, una vez más, que no hay nadie en el timón y que el “barco”, esto es el Estado, está dirigido por grumetes obtusos como el del chiste aquel: “Capitán viene un barco por la derecha”. Y el capitán: “¡Se dice por babor!”. “Por babor capitán, viene un barco por la derecha”… grumetes que, en definitiva, ni siquiera han aprendido lo esencial para la navegación. Imposible tomarse en serio lo ocurrido en Barcelona.

¿Qué esperaba el okupa de la Moncloa viniendo a Barcelona? El consejo de ministros aprobó dos tipos de medidas:

  • Medidas publicitarias: el aumento del salario mínimo. Y un aAumento cicatero de un 2,5% a los funcionarios. Si tenemos en cuenta que la inflación se prevé que suba un 2,2%, mucho me equivoco o ese aumento no se notará en los bolsillos de ningún ciudadano. El desfase entre el coste de la vida y el salario mínimo es tal que subidas inferiores al 25% apenas lo notarán los bolsillos. Por lo demás, el gobierno, triunfalmente, ha añadido que, gracias a esta medida, estamos al 80% del salario medio de la UE… Una mentira estadística. En Hungría o en Praga, en Polonia, el salario mínimo es menor… pero eso no es lo importante, sino la relación de éste con el coste de la vida. Y aquí, la distancia es abismal.
  • Mercancía averiada: Sánchez llegó a Barcelona como Colón a las Indias, regalando collares y baratijas al troglodita que dirige la Generalitat. Obsérvese las “concesiones”: el aeropuerto del Prat pasará a llamarse “Aeropuerto Josep Tarradellas”. Medida, no solamente es superficial, sino además ignorante: los indepes -empezando por el jefe del clan de los Pujol desde 1979- consideraban a Tarradellas como “traidor”, más próximo a UCD que al nacionalismo y, no digamos, al independentismo. La otra “concesión” es todavía más ridícula: la “condena al juicio de Companys”… ¡como si el “presidente mártir” hubiera sido un santirulín! En realidad, Companys fue culpable, en primer lugar, del asesinato sin juicio, a traición y por la espalda de su comisario de Orden Público, Andreu Reverter. Inapelable. O del asesinato de los hermanos Badía, dirigentes independentistas, fue ordenado por Companys y ejecutado por sus amigos de la FAI (de los que había sido abogado en los años 20). De todo esto ya hablamos en Quim Torra, dónde están las bestias y dónde están los “animales con forma humana” y a él remitimos. ¿Y cómo eximir de responsabilidades a Companys de los desmanes que ocurrieron entre julio y octubre de 1936 y que costaron 9.000 muertos, buena parte de la Lliga, por venganzas personales y odio social? Sin olvidar el golpe de octubre de 1934, al alimón con los socialistas, otro de los grandes “logros” de Companys. Si hubo un consejo de guerra merecido en la postguerra fue el que se sometió a Companys… éste que el okupa, el astronauta y sus ministronas han “rechazado y condenado”.

Pero la actitud de la Generalitat ante todo esto ha sido igualmente grotesca. Se preguntaba la portavoz del gobierno autonómico “¿Qué hay del “eje mediterráneo”, o del traspaso de aeropuertos y ferrocarriles? ¿y de inversiones en infraestructuras?” ¡En plena crisis independentista no cerrada, Kim-il-Torra aspira a que el gobierno del Estado invierta en infraestructuras estratégicas como “el eje mediterráneo”! como si aquí no pasara nada y como si fuera una obligación recompensar actos de rebeldía.

Sánchez ha dado unos pocos milloncejos que servirán a la Generalitat para pagar unos meses los sueldos de los funcionarios, cubrir el déficit de los medios de comunicación que siguen manteniendo viva la llama del independentismo, repartir subvenciones entre los amiguetes y poco más. El comunicado final de la “cumbre de los lerdos” ha sido significativo: la palabra “constitución” se sustituía por “seguridad jurídica”, se habla de “diálogo” pero no se indican ni los límites, ni los temas de diálogo y todo se pospone para después de navidades…

Lo realmente terrible en este momento, es que ni Kim-il-Torra, ni el okupa de la Moncloa, tienen “hoja de ruta” ni para nada. Cada uno teme que moverse de sus posiciones erosione definitivamente su opción electoral. Pero que vayan con cuidado: el socialismo ha desaparecido en Italia, remite en Alemania, apenas tiene poder en ningún país europeo, en Francia no sabe-no contesta, y en España está dando muestras de senectud desde el final del felipismo. Que vaya con cuidado Sánchez porque, de momento él ha sido responsable de la pérdida de Andalucía y ni siquiera ha averiguado los motivos. A la vuelta de un lustro puede encontrarse con que ese amasijo de tendencias, cada vez más inconexas y de tensiones internas por cuestiones autonómicas se le deshace entre las manos y la sigla centenaria entra en el basurero de la historia. Y en cuanto al independentismo, antes o después, su electorado empezará a pensar que alguien les ha estafado (de hecho, muchos ya lo están pensando).

En cuanto a las CUP-CDR, al menos han tenido el valor de reconocer que la “movilización” de ayer fue un fiasco. ¿Y Puigdemont? sigue en Waterloo y le va a resultar muy difícil volver, porque la acusación que pesa contra él, desde anteayer de haber “desviado” 9.000.000 de euros para el 1-O, va a tener pesadas implicaciones personales. La devolución de la cantidad desviada, multa multimillonaria y demás…

Por la mañana, no más de 1.000 -algunos rebajan la cifra a 500- miembros de las “columnas” del CDR-CUP fueron caneados, arriba y abajo, por los Mossos. La frase que le dijo uno de ellos al tontorrón que tenía delante y que le instigaba a que defendiera la “república” pasará a la antología del “procés”: “La república catalana no existe, idiota”. Imposible ser más claro. Luego, por la tarde, vino la actual manifestación independentista: de compromiso, 40.000 personas según la Guardia Urbana. ¿Oradores? Sigue la broma: Marta Torrecillas… ¿quién es? Una que denunció “tocamientos” de la policía nacional. En fin… Y al frente de la manifestación, la pancarta de la ANC: “Tombem el régim”, belicosa, pero, detrás, las letras de “Freedom” y “Peace” tranquilizaban a la audiencia mundial.

No se ha producido el muerto que muchos temíamos. Así que hay que felicitarse de que todo haya quedado como el encuentro de un par de nulidades políticas, la CUP haya entendido que su fracaso cierra una etapa y sea evidente que el movimiento independentista remite (¡y de qué manera!). Lo peor no es que un proyecto político fracase: lo peor es haber partido sin meditar suficientemente si era o no viable y, mucho peor todavía, que, a estas alturas, no reconozca que ha fracasado, sino que opte por la larga agonía. Y aquí hay dos agonías superpuestas: la del proyecto independentista y la del socialismo español.

¿Próxima etapa? Los juicios contra los independentistas presos… Si Michel Ende hubiera escrito ahora La Historia Interminable, la habría situado en la Cataluña del “procés”.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Resulta siempre sorprendente lo mal que encaja la izquierda las derrotas: en Marinaleda la izquierda se ha movilizado para localizar a los votantes de Vox, en Cádiz la banda de colgaos del “Kichi”, alcalde de la villa”, salió a la calle en actitud no precisamente pacífica, hubo manifestaciones de la izquierda en toda Andalucía y la izquierda nacional española parece encogida por el escalofría que le produce la llegada de una forma de populismo a España. Pablo Iglesias (para la posteridad rebautizado merecidamente como Pablo Mezquitas) a los malos augurios sobre lo que va a suponer para Podemos la hecatombe que se le avecina en las próximas municipales, se le ha añadido el ser escracheado en Barcelona en la demostración más palpable de que quien “crea vientos, genera tempestades”. Pero siempre ha sido así: en 1934, la izquierda española, que había encajado mal la derrota electoral de noviembre de 1933, participó una insurrección armada contra la República (en nombre del “antifascismo”). Así que estas actitudes no son nuevas.

Hemos dicho “antifascismo”. ¿Hasta qué punto el “antifascismo” del que siempre ha hecho gala la izquierda es una consigna oportunista (en la España republicana, el “anti-fascismo” llegó antes que el “fascismo”) o más bien una patología del espíritu (una fijación obsesiva)? A esto último contribuye el hecho de que en 1945 el “fascismo” fue derrotado por las armas y, desde entonces, no ha existido “peligro fascista” propiamente dicho. Obsesionarse por una presencia fantasmal inexistente, es siempre un trastorno: y, oportunismos apartes, eso es lo que le ocurre a la izquierda europea. Vale la pena hacer un repaso sobre los motivos que le han generado esta tara mental.

Pero ¿qué es el fascismo?

Hablando con propiedad, el fascismo fue el movimiento político italiano creado por la fusión realizada por Benito Mussolini, de procedencia socialista, con los futuristas y con los nacionalistas italianos después de la Primera Guerra Mundial y que gobernó Italia durante 20 años, cohabitando con la monarquía de los Saboya y teniendo una prolongación de apenas dos años en la República Social Italiana. Así pues, históricamente, no hubo más fascismo que éste.

Desde el punto de vista de las tipologías políticas se conoce por generalización abusiva como “fascismo” a los movimientos que, en líneas generales, tienen un alto grado de similitudes con el fascismo italiano y en esto entran movimientos muy diversos, todos los cuales tienen como características comunes: nacionalismo, carácter de masas, interclasismo, respuesta al comunismo y voluntad de llevar a la práctica una política social avanzada que pudiera rivalizar con la agitada por la izquierda. Las componentes principales de estos movimientos -presentes en todas las formas de fascismo-, son sectores procedentes de la izquierda, de la burguesía y de los excombatientes de la Gran Guerra. Debemos al profesor Zeev Sternhell un formidable estudio sobre estos movimientos en su libro Ni derechas, ni izquierdas, no traducido en España (del hemos presentado algunos capítulos en la Revista de Historia del Fascismo).

Sternhell afirma que el roce con el poder y el ejercicio del poder, contaminaron al fascismo y lo desviaron de su esencia original. Por tanto, no es en Italia ni en Alemania donde puede estudiarse formas químicamente puras de fascismo, sino en Francia donde éste movimiento no llegó al poder (y por tanto, no rectificó su línea según las componendas necesarias en toda gestión del poder), pero sí tuvo una larga gestación ideológica muy anterior que se inicia con disidentes del socialismo (desde Proudhom a Henry de Man), con la aparición del nacionalismo integral de Maurras, con la “derecha revolucionaria” francesa nacida a finales del XIX y con los llamados “no conformistas de los años 30” (el grupo Ordre Nouveau, la Nouvelle Droite y Esprit). Para Sternhell no hay duda de que el fascismo fue un movimiento político de nuevo cuño, alternativa a la derecha y a la izquierda. Debemos recordar que el esfuerzo de objetividad en Sternhell es todavía más apreciable en la medida en que es de nacionalidad judía y profesor de la universidad de Tel Aviv.

Pero existe una tercera forma de fascismo, que, más que una catalogación política o ideológica supondría un adjetivo de propaganda lanzado contra tal o cual adversario. Se sabe, por ejemplo, que contra más virado a la izquierda está un partido, más amplio considera el espectro “fascista”. Para HB “fascismo” es, desde el PSOE hasta la Falange, pasando por el PP, el PNV y el turista que pasaba por ahí y que no había sido recibido con un aurresku. Antes de la Segunda Guerra Mundial vimos a los estalinistas llamar “social-fascistas” a los partidos socialdemócratas y, por extensión, fascismo sería toda forma de anticomunismo o de actitud de prevención contra el comunismo.

Quienes consideran la primera definición de fascismo (fascismo = Italia) se centran en el análisis histórico rigorista; quienes asumen la segunda (fascismo = movimiento genérico mundial), preferentemente, contemplan los aspectos ideológicos y doctrinales del fascismo. Ambas son posturas razonables que no presuponen una adhesión a los principios del fascismo ni a ninguna organización fascista. Es la tercera opción (fascismo = todo lo que no es lo propio) de la que ha salido el antifascismo entendido como psicopatología, esto es “enfermedad del alma” o “perversión de la mente”.

Si usted es “antifa”, colega, usted tiene un problema

Existe un antifascismo inercial: propio del ciudadano medio que sigue pasivamente la política, no se preocupa ni por adoptar una posición activa –salvo en muy determinadas ocasiones, siempre en episodios de masas– ni por las causas últimas. Dado que los “líderes de opinión” parecen, más o menos antifascistas, él se adhiere a esa corriente general. A fuerza de oír hablar de “fascismo” y de identificarlo con el “mal absoluto”, su falta de energía mental y lo limitado de su capacidad crítica, le lleva a aceptar la consigna atribuida al Gran Hermano: “No pienses, el gran hermano piensa por ti”. Y el Gran Hermano dice que el fascismo es malvado, por tanto, hay que condenarlo. Es una forma de ser antifa, sin ejercer habitualmente como tal. Una parte sustancial de la sociedad está aquejada de esta enfermedad del alma que, en el fondo, no es sino una forma de pereza trasladada al plano de las ideas.

Junto a éste, aparece también el que más nos interesa, el antifascismo visceral: Es el actualmente sostenido por Podemos y por los sectores del radicalismo independentistas y por las ideologías de género: se resume así, “todo lo que no somos nosotros, es fascismo”. El corolario de esta actitud es “no dialogamos con el fascismo”… lo que, implica que nunca están dispuestos a contrastar en público sus opiniones con alguien que no las comparta. Es como si el psicótico que afirma “oír voces”, se negara a reconocer que solamente suenan en su cabeza. Para alguien de Podemos, “facha” es todo aquel que se sitúa a su derecha, desde el PSOE hasta la Falange. Y, fundamentalmente, quien no les ríe las gracias y objeta algo a la legalización del porro, al derecho a la ocupación, a la inmigración masiva o a que la izquierda deje de gestionar los ayuntamientos y las comunidades tras una derrota electoral. Para un independentista, “facha” es todo aquel que no se muestra del todo decidido a meter a un país en la centrifugadora. Alguien que hable castellano en Catalunya es un “facha” y, poco importa, si tiene argumentos suficientes como para negarse a aprender catalán o renunciar voluntariamente a hablarlo. Es “facha” y punto.

La psicopatología del antifascismo

El alma antifascista, hoy, en el siglo XXI, oscila entre el complejo de culpabilidad y la frustración. Un complejo de culpabilidad consiste en albergar la íntima convicción en el subconsciente de que se es culpable de algo (por cualquier motivo: por pensar como un proletario y vivir como un burgués, por sentirse un “rebelde” pero vivir de papá y de mamá) y de no estar en condiciones de superar esa sensación.

Hay un hecho sociológico que vale la pena señalar: la abundancia de “cristianos comprometidos” o de individuos que han recibido una educación cristiana, que pueden encontrarse en ambientes antifascistas. De hecho, todo el independentismo catalanista actual tiene una matriz boy-scout que deriva de órdenes religiosas que en los años 60-90 inspiraron a este movimiento y le imbuyeron valores “cristianos” e independentistas. Los cristianos “comprometidos” han sido educados en la noción de “pecado”. El pecado es una falta por acción, omisión, pensamiento, etc. La noción de pecado y la sensación de imposibilidad a escapar al pecado, induce a un complejo de culpabilidad permanente.

Habitualmente, los complejos de culpabilidad crean un descenso en la autoestima que puede llegar incluso a la depresión o al suicidio. Desde el punto de vista psicológico, es fundamental que quien está aquejado de un complejo de culpabilidad sea capaz de reconocerlo, mucho más que de albergarlo en los corredores más sombríos de su psique. Este tipo de complejos solamente se superan, reconociéndolos y afrontándolos. La vida psicológica sana y normal es incompatible con la existencia de profundos complejos de culpabilidad. El proceso mental con el que la mente se resguarda de los efectos deletéreos de estos complejos es mediante la sublimación de los mismos: “Si, yo soy culpable porque me mato a pajas… si, yo soy culpable porque no hago lo suficiente por los niños del Brasil, sí, yo soy culpable porque el mundo sufre y yo estoy aquí tan contento viviendo de papá y mamá… pero –y aquí viene la sublimación– hay otros que son MAS CULPABLES QUE YO: los fascistas, por ejemplo”. El antifa no reconoce, racional y conscientemente, el problema, simplemente, es su subconsciente el que le genera una capa protectora señalándose a alguien que puede liberarlo de sus culpas, al ser más culpable que él.

Porque, en el fondo de todo antifa, lo que hay es un problema psicológico interior que puede intuirse precisamente por esa actitud que, lejos de ser una “actitud política”, es el reflejo de un bloqueo interior no superado. ¿Qué es un antifa? Muy sencillo: alguien culpable de algo, que ha desterrado ese complejo a las profundidades de su subconsciente y que cubre esa culpabilidad forjando la imagen de alguien más “culpable” que él. Un neurótico extremo, en el mejor de los casos, un maníaco obsesivo, en el peor.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Reconozco que no he empleado ni un minuto en seguir el desarrollo de la campaña sobre las elecciones andaluzas y me he enterado del resultado por pura casualidad, mientras veía una serie de documentales de terror en Amazon Prime Video. El apoliticismo del que me declaro, tiene eso: que, lejos de la militancia en partidos políticos, veo los toros desde la barrera… cuando voy a la plaza de toros. De todas formas, si comento ahora el resultado de las elecciones andaluzas es porque encuentro que se han producido algunos fenómenos de interés que conviene no perder de vista:

1) EL FIN DE 40 AÑOS DE SOCIALISMO ANDALUZ

En este país, parece que el ciclo de 40 años resulta fatídico, como si el horizonte vital de cualquier proyecto (o “tinglado”) político no pudiera durar, mal que bien, más de cuatro décadas. La maldición de “los 40 años” se ha cumplido también en Andalucía. Aquello duraba demasiado y ya no había forma de mantenerlo en pie: corrupción real institucionalizada, paternalismo social como pantalla, clientelismo, política del avestruz ante la inmigración masiva, procesos retrasados en busca de la prescripción de los delitos cometidos e incluso reivindicaciones “nacionales” extemporáneas. El “socialismo andaluz” ha sido el “socialismo de los desaprensivos” que puede resumirse en la peripatética frase pronunciada ante las cámaras de TVE hará más de treinta años, cuando los hermanos del Guerra convirtieron nepotismo y corrupción en algo habitual: “Toy aquí, porque los facistas quiere quitarle el cortijo al señorito Guerra”… Entre esta frase y las actitudes del alcalde de Marinaleda salidas de retablos costumbristas de hace 100 y 120 años, todo ello sobre las vías del AVE (otro de los orígenes de las corruptelas andaluzas) y sin perder de vista el antiguo PER, resumen lo que han sido estos últimos 40 años. Que el diablo se los lleve.

2) LAS CONSECUENCIAS EN POLÍTICA NACIONAL:

Ahora bien, a nadie se le escapa que estas elecciones tendrán consecuencias pesadas sobre la política nacional. Mencionamos algunas de las más inmediatas:

A) La evidencia de inaplazables elecciones generales

El okupa de la Moncloa puede aferrarse a permanecer unos meses más en el cargo (que es, presumiblemente lo que hará a la vista de que resulta quimérico pensar que el PSOE obtendría un aceptable resultado electoral a la vista de que, históricamente, las posibilidades de obtener una mayoría absoluta han dependido siempre de Cataluña (en donde el PSC no pasa por su mejor momento) y Andalucía (en donde el hundimiento del “régimen” acaba con la posibilidad de que pudiera ser el revulsivo a la pérdida de votos catalanes). En un país “normal” este resultado electoral supondría que el gobierno, llegado al poder, por una votación puntual y “justita” de “todos contra el PP”, carece de apoyo suficiente para seguir gobernando. La lógica política (y la HONESTIDAD) impondrían que el okupa de la Moncloa fijase para hoy la disolución de las cámaras y la fecha de unas elecciones generales. Pero, como se sabe, honestidad y lógica están ausentes en la clase política española: este resultado, contrariamente, puede contribuir a que, ante la derrota inevitable, el okupa decida agotar la legislatura. Cabe decir que, contrariamente, a lo que creía Sánchez, la “cocina del CIS” no basta para ganar unas elecciones.

B) La pérdida de la última esperanza del independentismo catalán

Pero si hay un afectado en primera línea es el independentismo catalán al que se le ha evaporado como por arte de magia su última esperanza: poner toda la carne en el asador en el momento en que, tras las próximas elecciones, Podemos y el PSOE formaran la coalición de gobierno que se habría avenido a negociar un nuevo referéndum, esta vez con todos los plácemes legales… Esperanza quimérica, construida a base de las habituales ensoñaciones independentistas. Pero lo que ha ocurrido en Andalucía hace, precisamente, que las dos fuerzas en las que confiaba apoyarse el independentismo, se hayan hundido (en el caso de Podemos, la ruina es total e inapelable y prefigura el gran hundimiento que se producirá en la primavera en las elecciones municipales). Veremos si algunos sectores independentistas son capaces de asimilar, entender y reaccionar la nueva situación: los que han ganado son los partidarios de que el Artículo 155 se aplicara con toda su brutalidad, se suspendiera la Generalitat de Cataluña y se intervinieran los medios de comunicación independentistas.

C) El hundimiento de Podemos

Era lógico: la etiqueta de Podemos más Izquierda Unida (Adelante Andalucía) demuestran una vez más que la “unidad” solamente tiene un efecto multiplicativo cuando ambas fuerzas están en alza: no después de demostrar durante cuatro años excentricidades, declaraciones extemporáneas sobre ideología de género e incapacidad demostrada en la gestión de los ayuntamientos. Y les podía haber ido todavía peor: ambas formaciones pueden darse con un canto en los dientes por haber perdido solamente tres diputados y un 5% de los votos que habían cosechado por separado hace cuatro años. El “No pasarán” y el antifascismo del que ha hecho gala la coalición, los ha convertido en un residuo del pasado con una colilla de porro entre las comisuras de los labios. Podemos ya no representa a nada más que a la izquierda arcaica de siempre: ya no es el representante de las energías y esperanzas depositadas en los primeros días del movimiento del 15-M.

D) La reafirmación del centrismo

Solamente Ciudadanos y Vox han ganado votos: 290.000 el primero. Con este resultado, el partido se ha estabilizado en Andalucía, presentándose como un polo de atracción para desengañados del socialismo andaluz. Puede sorprender a tenor de las ambigüedades y de la pobreza de objetivos de esta formación que, realmente, hasta ahora, solamente ha tenido un significado en Cataluña al haber asumido el liderazgo del movimiento anti-independentista. Pero, en el fondo, decir “centrismo” es decir ambigüedad y en momentos de duda y de incertidumbre ante el futuro, es la opción más segura para un sector de la población. Esto viene después de cuatro años de apoyo de Ciudadanos al “régimen” socialista y a su abandono sólo unos meses antes de las elecciones. Que nadie se llame a engaño: el centrismo en España solamente sobrevive en situaciones de inestabilidad e incertidumbre, luego tiende a evaporarse y Ciudadanos no será una excepción a esta regla.

E) El declive de las dos columnas del régimen

El PSOE ha quedado por delante en número de votos, a pesar de los que ha perdido (400.000). El PP, hoy más que nunca puede aspirar a presidir la Junta de Andalucía, paradójicamente, a pesar de haber perdido más de 300.000… Así pues, está claro: las prolongaciones andaluzas de las dos columnas del bipartidismo imperfecto español, pierden mucho y mucho más. Para el PP, colocar a su candidato al frente de la Junta será una victoria pírrica, pero para el PSOE supone enfrentarse al vacío: ¿qué ocurrirá con un partido cuya afiliación se justificaba por la posibilidad de ocupar puestos funcionariales y que llegó a tener tantos afiliados como cargos ocupados en la junta y en los ayuntamientos? Lo peor para la izquierda no es que el PSOE haya perdido votos, sino que Podemos-IU ha perdido también.  ¿Dónde han ido a parar esos votos? En grandísima medida a la abstención y al voto en blanco, pero también algunos parecen haber ido a parar a Vox. Si en 2915 podía pensarse que los resultados andaluces confirmaban el ascenso de una fuerza extrema-izquierda que descompensaba en Andalucía el régimen de bipartidismo imperfecto diseñado por las constitución de 1978, estos resultados evidencian que otra fuerza política (Vox), tiende a descompensarlo también por la derecha: no son dos más una (PP-PSOE + IU) las fuerzas que entran en juego, sino dos más tres (PP-PSOE + Cs-Podemos-Vox) en un panorama que promete ser en los próximos meses extraordinariamente fluido.

F) La irrupción del “populismo”

Indudablemente, el dato de mayor valor en estas elecciones es la irrupción del “populismo” que no ha podido ser asfixiado por la “cocina” del CIS. Vox ha despegado y lo ha hecho con una fuerza que abre las posibilidades a que obtenga un buen resultado (y no un solo diputado por Madrid) en las próximas elecciones generales. Era de esperar en la medida en que es una fórmula parecida al único sector que crece en la política europea. En España se ha retrasado su irrupción e incluso no ha aparecido como fuerza transversal, sino como segregación de la derecha: pero en estas elecciones, es evidente que ha incorporado a su electorado elementos que no procedían solamente de la derecha. El resultado, por ejemplo, en El Ejido, en donde ha conseguido ser el partido mayoritario determina muy a las claras que la temática política antinmigración queda en manos de Vox (lo que implica que los pequeños grupos de extrema-derecha (Respeto, 1.032 votos; FE-JONS, 2449 votos, tan solo pueden aspirar a jugar la carta activista). Ahora hará falta ver cómo Vox gestiona su primer éxito: su concurso es necesario para confirmar a un presidente no socialista en Andalucía.

2) PP: DEL “SIN ENEMIGOS A MI DERECHA” AL “ALIÁNDOME CON LA DERECHA DE MI DERECHA” 

Estos resultados no contribuyen a reforzar la posición de Casado al frente del PP. El premio de consolación es que su hombre en Andalucía pueda ocupar la presidencia de la Junta. Ciudadanos va a poner también la carne en el asador, por tanto, en los próximos días. Pero lo que está claro es que el PP ha variado su orientación: desde el principio se ha mostrado partidario de que el gobierno andaluz esté apoyado por Vox y ha tendido puentes hacia la formación de Abascal. El cambio de estrategia está claro: ya no vale el viejo lema fraguista “sin enemigos a la derecha”, ahora, cuando ya resulta inevitable la aparición de una derecha (que nos resistimos a llamar “extrema”, y a la que mejor le cuadra el calificativo de “derecha nacional”) a la derecha del PP, la nueva cantinela va a consistir en tender puentes e incluso -estamos seguros- tratar de reintegrarla en el partido del que se fue hace algo más de un lustro.

3) UN DESINTERÉS DE CASI EL 50% DEL ELECTORADO ANDALUZ POR LO QUE OCURRE EN ANDALUCÍA

No hay que olvidar otro dato significativo y sintomático: el aumento del no-voto (abstención, voto en blanco, voto nulo). Si la participación ha descendido ha sido, en grandísima medida, por la decepción que ha supuesto la actuación de Podemos que hace cuatro años logró movilizar al electorado. Es significativo que la participación haya pasado del 62% al 58% y que, dentro de la participación, los votos nulos de 2019 hayan duplicado a los de 2015: así que al 56% de votantes hay que restarle este 2%. Y también el número de votos en blanco ha aumentado: del 1,37 se ha pasado al 1,58%. Así que los votantes están por debajo del 55% y, por tanto, el partido con más votos, el PSOE, apenas ha obtenido un 15% del total… ¿Mensaje? A medida que se aproxima la participación al 50%, los resultados pierden legitimidad, por mucho que no exista ninguna norma escrita sobre lo que implica el “silencio” del elector. Se vota cuando se cree que se puede obtener un beneficio. El 55% de no-voto implica que la mitad del electorado ni cree, ni espera nada de estas elecciones.

4) LA TRAMPA: CAER EN EL OPTIMISMO EXAJERADO

Una última observación merecería ser realizada: el hecho de que el socialismo andaluz -la muestra más pristina de la corrupción y de la degradación de un ideal político, la más desaprensiva que se ha visto en la España democrática (junto con el ciclo de Jordi Pujol y con el gobierno de José María Aznar, cabría añadir), no aclara las incógnitas. Ninguna de ellas, en realidad. Las podemos enumerar así:

  • ¿Qué gobierno andaluz saldrá de estas elecciones? ¿quiénes lo integrarán? ¿cuál será el resultado de fuerzas que llegan con “hambre atrasada”?
  • ¿Cuál será el papel de Vox en este gobierno? ¿cómo gestionará sus diputados? ¿qué declaraciones realizarán? ¿hacia donde aspirarán a crecer? ¿cuál será la actitud de Vox frente al PP?
  • c¿Qué efectos tendrán estos resultados en la subsistencia de Pablo Iglesias al frente de Podemos a la vista de que la sigla está más que erosionada y la debacle puede producirse en las municipales?
  • ¿Reconocerá el okupa de la Moncloa que carece de fuerza social, prestigio, apoyos institucionales y legitimidad para seguir gobernando y aceptará el hecho de que el PSOE se encuentra en situación de debilidad extrema a partir de ese momento?

Pero hay una pregunta, sobre todas las demás, que afecta a Andalucía: ¿cómo se realizará la transición? ¿Cómo reaccionará el PSOE y sus miles y miles y miles más de funcionarios nombrados a dedo (o mediante “concursos oposición” amañados)? Dicho de otra manera: mucho nos tememos que lo que ha empezado aquí es tanto el postsocialismo andaluz, como una etapa de inestabilidad y superfluidez de las fuerzas políticas andaluzas. Porque, en este momento, el electorado sólo es consciente de que ha terminado un ciclo, pero no lo que le reserva el venidero. Un amigo andaluz que no dudaba de que, más o menos, se iba a producir el fin del “régimen”, me decía hace unos días: “veremos si los andaluces en unos meses no dicen aquello de virgencita, virgencita, que me quede como antes” … y por mi parte, espero que no sea así.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Nunca en los años de democracia se vivió episodio tan vil, tan cobarde y tan vergonzoso. Tras ser insultado y vejado, el ministro de exteriores Borrell no recibe ningún apoyo ni de su partido ni de su presidente. Encima, el escupidor y sus compadres lo acusan de mentiroso. ¿Pero, que esperabas de esta gente, Pep?

Solo, completamente solo. Así ha dejado tanto PSOE como el PSC a Josep Borrell. Nadie entre sus compañeros de bancada vio el escupitajo, todos estaban atendiendo a otras cosas y, por descontado, los culpables de todo aquel bochornoso sainete son el PP y Ciudadanos, ya que Esquerra es necesaria para la aprobación de unos presupuestos quiméricos y como socio en un Tripartito catalán más utópico todavía.

Cuando Pedro Sánchez, ese señor que habla mucho de Franco, pero que luego visita reverencialmente monarquías y repúblicas totalitarias en las que se vulneran flagrantemente los derechos humanos, fichó a Pepe Borrell se entendió que era un gesto hacia los votantes constitucionalistascatalanes. Era el Borrell que dejó en calzoncillos a Junqueras en aquel memorable debate televisivo, el Borrell de la manifestación de sociedad civil en la que acusó directamente a los empresarios catalanes por su pasividad ante el proceso, cuando no con su aserto cómplice, el Borrell al que el nacionalismo montaraz siempre ha tenido en la diana porque es persona preparada, culta y sin pelos en la lengua.

Algunos vaticinamos que aquello no era más que una maniobra de despiste, confirmada inmediatamente por el encargo presidencial a la meliflua y sonriente Meritxell Batet – o, lo que es igual, a su poderosísimo mentor Narcís Serra, lo peor que le ha sucedido al socialismo español en general y al catalán en particular - para que fuese ella la encargada de pactar con los puigdemontianos. ¿De qué, si no, lo enviaron a Exteriores? ¿Por qué no le han dejado hacer todo lo que quería con las embajadas de la Generalitat, auténticos focos de propaganda, sedición y clientelismo pagados por todos? Es evidente, Borrell es un grano en el culo de Sánchez, un culo tan expuesto a las inclemencias del tiempo político que le molesta mucho. De ahí que nadie haya salido, ni que sea por dignidad, a defenderlo.

En el PSC sucede lo mismo, pero con el agravante de que los dirigentes del socialismo caviar catalán saben perfectamente que solamente con un candidato como Pepe podrían comerse algo en las elecciones autonómicas próximas. En privado algunos incluso lo reconocen, pero Miquel Iceta es el emperador, el César, el que ha ordenado que se incendie Roma antes que dejar de tocar su lira particular, el que no duda en nombrar ya que no cónsules, al menos candidatos, no a su caballo sino a una legión de cuadrúpedos.

Insistimos, Borrell está solo al igual que lo estamos quienes no participamos de esa Grand Bouffe llamada proceso, separatismo, oferta de diálogo y progresía descafeinada. A Borrell lo descabalgaron los suyos hace años cuando tenía todos los números para ser líder del PSOE, lo exiliaron a Bruselas, le afearon su amistad con Albert Boadella, lo marcaron con el hierro de jacobino, españolista, incluso de cosas bajísimas y de la peor calaña. ¿Los de Pujol? No, los suyos, los de ese PSC, el cáncer que ha estado royendo a la izquierda, que creía votar a Alfonso Guerra o a Felipe González, cuando en realidad lo que votaba era a los cómplices del pujolismo, los acomplejados, los cobardes, los hijos de la burguesía que no habían conocido más obrero que el portero de su finca o la señora de la limpieza de su casa.

Y no será que quien protagonizó el número del escupitajo sea un alma de Dios. El tal Jordi Salvador i Duch, por cierto, ex dirigente de la UGT catalana – gracias una vez más, Pepe Álvarez – es un especialista en el insulto. A Borrell lo ha llamado de todo en Tuiter: “Facha”, “Podría estar en VOX o en Ciudadanos”, “Socialista de puertas giratorias al servicio del capital” – claro, Pujol, Mas y el resto de sus socios son anarquistas y viven en una comuna hippie dando de comer a huérfanos y viudas -, “Miserable”, “Saca espuma por la boca”, “Ministro de las cloacas” y una lista tan prolija como repugnante. También la tiene tomada con otros como Inés Arrimadas, a la que dedica lindezas tales como “Fascistoide”, “La prensa internacional no le hace ni caso”, “Tiene un discurso violento”, “Habla desde la nueva ultraderecha”, en fin, epítetos que, por cierto, bien podrían ser compartidos por no pocos de los dirigentes actuales del socialismo. Valga como colofón del personaje añadir que en la pasada Diada fue quien se chivó del alojamiento en el que se alojaban efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, enviados para mantener el orden público ante algaradas separatistas.

Borrell está solo, efectivamente, como lo estamos todos los que pensamos que hay que acabar con esta sinrazón, los que defendemos la libertad de pensamiento, pero no de infamia y de insulto, los que creemos que por encima de la ley no puede situarse nada ni nadie, sean reyes, banqueros, políticos o ascensoristas. Los que nos sentimos huérfanos en una Cataluña a la que ni Rajoy supo enfrentar con coraje democrático ni Sánchez ve más que como un mercado de compra de votos y apoyos.

Pep, en serio, dimite, explica en rueda de prensa los motivos y déjalos que con su pan se lo coman. Todo, menos la vergüenza que nos hiciste pasar el otro día diciendo que no sabías quien era el diputado que te había vejado. Tu historial y tu dignidad están por encima de todo eso.

Miquel Giménez

Fuente: Vozpopuli

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Vincent Werner es un ejecutivo holandés que lleva casi veinte años en España. No es un inmigrante de aluvión, está aquí trabajando como consultor para distintas multinacionales. Nada que ver con la legión de manteros. Habla perfectamente castellano y nos ha observado como un entomólogo observa las reacciones de un hormiguero: con atención y objetividad. El resultado ha sido un libro de casi 400 páginas sobre la “mala praxis” de ser español. Se lo ha editado él mismo y lo difunde Amazon: It is not what it is: The real(s) Pain of Europe, un bonito juego de palabras que viene a decir que “no es lo que es”, aludiendo a España, ¿y qué es, pues? Spain pasa a ser (s) pain y “pain” es en inglés, “dolor”. El dolor de Europa. Eso es lo que somos y así nos ve uno que nos conoce.

“¡Maldito holandés!” dirán algunos. El problema es que Werner nos ha clavado en su descripción. La tesis final es que España es una bomba de relojería insertada en la UE que corre el riesgo de acabar dinamitando la institución. Creo que Werner exagera. Ni siquiera somos eso: somos, eso sí, capaces de dinamitarnos a nosotros mismos. Y, de hecho, lo estamos haciendo en estos momentos. Cabe decir que, de los casi 20 años que el holandés errante ha pasado en nuestro país, salvo dos años, el resto del tiempo ha residido en Barcelona. Así pues, lo que describe es, catalán tanto como español. Nuestra tesis siempre ha sido que “Cataluña es España”, por la historia, por la cultura, por las tradiciones, pero, sobre todo, pero que, sobre todo, hoy es la vanguardia de la desintegración de España. Ya se sabe que una “vanguardia” forma parte de un cuerpo de ejército, no es nada separado de él, son los que van por delante, los que abren el camino.

Los europeos que llegan aquí y les interesa algo más que litronas a 0,75 euros, porros a buen precio que consumir aquí y llevarse a su país o darse vuelta y vuelta con nuestro sol, tienen claro que el estado de la sociedad española es mucho peor de lo que imaginaban. Werner es uno de ellos y nos describe en su e-book, una a una. Sostiene que el orgullo español nos impide reconocer nuestro nivel de decadencia y los procesos de desintegración que se dan en nuestra sociedad.

Tiene gracia, por ejemplo, que un holandés como Wernes, se queje de que en Barcelona (y en cualquier otro lugar de Cataluña) sea fácil, por el simple olfato, identificar dónde se está cultivando cannabis para algo más que el consumo privado. Si lo hace el ciudadano de a pie, bien podría hacerlo la policía, pero ¿para qué? no hay órdenes expresas para combatir la principal toxicomanía que ya no es ni el tabaquismo, ni el alcoholismo, sino adolescentes que llevan fumando cannabis desde los 12 años y que, lógicamente, a los 16 se han convertido en futuros ni-nis para toda su vida. Hay que recordar que, hasta no hace mucho, los colgaos europeos hacían de Amsterdam la meca del porro. Hoy, ese dudoso honor corresponde a Barcelona.

Luego están las injusticias: dice Werner, “me molestan pero aquí las sufres y ni siquiera lo sabéis porque aquí es lo normal”. Una de las frases que más le ha sorprendido es la consabida: “esto es lo que hay…”, que indica resignación y fatalismo, que junto con la apatía y el individualismo son las cuatro columnas de “lo español”. Y no de ahora, sino que intuimos que ya en el siglo XVI-XVII, si tenemos que atender a cómo era la España de “La Celestina” o de las “Novelas Ejemplares” de Cervantes.

No estamos a la altura de la sociedad post-industrial: el rendimiento de nuestros trabajadores, incluso en profesiones de alta especialización, es más bajo que la media europea. Porque una cosa es “trabajar mucho” y otra “pasar mucho rato en la oficina”. La productividad del español está a la altura del betún. Y luego está el absentismo laboral (25.000 millones anuales perdidos por las empresas) o fenómenos como el “top manta” o las tarjetas black… tenemos tendencia a pensar que esto es igual en Europa y no lo es, son rasgos propios de la decadencia española. En Oporto y en Belgrado, en Praga y en Budapest, en Edimburgo y el Glasgow, no he visto ni un solo “top manta”.

Werner se queja de que cuando un empresario extranjero busca instalar una filiar en España choca con una burocracia incomprensible. ¿La peor de todas? La autonómica. ¿La más corrupta? La autonómica, claro está, pero a corta distancia y compitiendo con la corrupción municipal y con la que carcome el Estado. En tanto que procedente de un país protestante, Werner le da mucha importancia a la ética: ética en los negocios, ética en el ejercicio de la abogacía, ética ciudadana… y no ve -acaso porque es una rara avis- ninguna ética en la sociedad española, ni más moral que la del pelotazo. Cuenta el caso de una compañía instalada en Cataluña, tuvo que entregar 5.000 euros para participar en una licitación y otros 3.000 después. Y Werner dice: “esto no ocurre en ningún lugar de Europa, pero sí en toda África”.

¿La democracia ha resuelto algo? Llevamos 40 años. Sabemos que durante el franquismo, España salió del subdesarrollo y lo peor que se le podía reprochar es que las libertades políticas no estaban, que digamos, muy desarrolladas, y que la moral sexual era pacata y grotesca. ¿Hemos mejorado? Cuarenta años son como para mejorar, pero, globalmente no está tan claro: Werner recuerda que España tiene un nivel de pobreza más alto que en los años 40, al menos estadísticamente. Pone el dedo en la llaga: “cuando veo gente rebuscando en la basura o durmiendo por las calles, me duelo ¿qué se ha hecho con todo el dinero enviado por la UE?”.

¿La conclusión? Que España es el eslabón más débil de la UE. Algo con lo que estamos completamente de acuerdo. España es la cuarta economía de la UE en estos momentos: somos un monstruo económico enfermo y decrépito, con una sociedad débil, unos partidos con clases políticas dirigentes y discursos bochornosos, unas televisiones de pega, una justicia que dice “esta es mi sentencia, si no le gusta, le pongo otra”. Sí, en toda Europa hay corrupción, pero sólo en España está fuera de control.

De esto va el libro de Wernes que, por cierto, salió a la calle con una bandera europea el día en que los indepes lo hacían con trapos estelados (“fraccionarse nos hace más débiles a todos”, dice). Nos ha clavado, el jodido holandés herrante…

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

El Parlamento Europeo solicitó el 25 de octubre un embargo inmediato sobre la venta de armas a Arabia Saudita, sancionando así al Reino, que se une a Estados Unidos e Israel como el principal proveedor de delitos en todo el Medio Oriente y el mundo. Francia aún dijo que aplicará sanciones solo si se demuestra que Riyadh estuvo involucrado en el asesinato del controvertido periodista saudí. Madame Merkel dijo al menos días atrás que Alemania ya no suministraría armas a los saudíes, como resultado del crimen atroz cometido en Jamal Khashoggi.

Sin duda, fue un asesinato horrible que tuvo lugar en el Consulado de Arabia Saudita en Estambul, con el cuerpo de Jamal Khashoggi posiblemente cortado en pedazos y, según los últimos informes, enterrado en el patio trasero del Consulado. Y como todos admiten, ejecutado por orden de Riad. Para suavizar el golpe, con fines comerciales, algunos países europeos quisieran argumentar que puede que no haya sido un asesinato premeditado, sino posiblemente un "accidente" mortal, que por supuesto cambiaría las premisas y aminoraría el castigo, y la venta de armas podría continuar.

Europa no tiene moral, no hay ética ni nada. Europa, representada por Bruselas y en Bruselas por la Comisión Europea no electa (CE), para todos los propósitos prácticos es un mero nido de gusanos, o traducido a humanos, un nido de delincuentes de cuello blanco, políticos, empresarios y en gran parte una población de casi 500 millones con el cerebro lavado. Hay algunas excepciones dentro de la población y, afortunadamente, el grupo de "despertados" está creciendo suavemente.

Incluso Suiza, un país neutral según su Constitución, que no es un miembro de la UE, sino un firme partidario de la (no) Unión Europea a través de más de 110 contratos bilaterales y multilaterales, se reveló ayer, está ayudando en Arabia Saudita convertir el helicóptero Pilatus (civil) construido en Suiza en una máquina de guerra feroz. Pilatus siempre ha tenido la reputación de su controvertida convertibilidad y fue particularmente famoso dentro de Suiza por esa razón, pero ahora, superan el límite de lo tolerable, al ayudar a los saudíes criminales y belicistas a montar una máquina de guerra en su casa que va totalmente contra la ley suiza y contra la Constitución, pero totalmente tolerado por el gobierno suizo.

Volviendo al tema real: fue necesario el horroroso asesinato de un famoso periodista saudí crítico para que los europeos reaccionaran, y eso, claro, de mala gana. Prefieren seguir la línea de Donald Trump, por qué perder 110 mil millones de dólares en ventas de armas a los saudíes por el asesinato de un periodista. - Después de todo, el negocio es negocio. Todo lo demás es una farsa.

Durante tres años y medio, los saudíes han librado una guerra terrible en Yemen. Han masacrado a decenas de miles de yemeníes, según la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, más de 50,000 niños murieron en ataques sauditas con bombas suministradas por el Reino Unido y aviones de guerra suministrados por Estados Unidos, debido a la falta de saneamiento y enfermedades provocadas por el agua potable, como el cólera, un crimen aún peor, a través de la hambruna extrema, la peor hambruna en la historia reciente, según UNICEF / OMS, impuesta por la fuerza, ya que los saudíes con el consentimiento de los aliados europeos cerraron todos los puertos de entrada, incluido el importante puerto del Mar Rojo de Hodeida.

Los europeos, junto con los Estados Unidos, han sido más que cómplices en este crimen contra la humanidad, de estos horrendos crímenes de guerra. Imagínese que un día, una Corte tipo Nuremberg contra los crímenes de guerra cometidos en los últimos 70 años, ni uno solo de los líderes occidentales, aún con vida, se salvaría. Eso es en lo  que nosotros, el Occidente, nos hemos convertido. Un nido de criminales de guerra: criminales de guerra por pura codicia. Inventaron un sistema de doctrina neoliberal, todo va en el mercado, donde no hay reglas ni ética ni moral, solo dinero, ganancias y más ganancias. Cualquier método para maximizar las ganancias, la guerra y la industria de la guerra, es bueno y aceptado. Y Occidente, con su dinero fiduciario hecho de humo, está imponiendo este sistema nefasto y destructivo en todas partes por la fuerza si la aceptación no es voluntaria.

Y nosotros, la gente, nos hemos convertido en cómplices, ya que vivimos en el lujo y la comodidad, y no nos importa lo que nuestros líderes (sic-sic) estén haciendo con el resto del mundo, humanos que viven en la miseria como refugiados, sus hogares y ciudades destruidas, convertidas en cenizas por los bombardeos donde no hay escuelas, no hay hospitales y, en gran medida, no hay alimentos; sí, alrededor de 70 millones de refugiados están todos los días en movimiento, la mayoría de ellos en el Oriente Medio destruido por Occidente. ¿Por qué deberíamos preocuparnos? Vivimos bien. Por el contrario, estos refugiados podrían robar nuestros trabajos. Que no invadan nuestros paraísos de lujo. Más bien habrá que seguir bombardeando sus países.

Yemen, estratégicamente situado, no debería, por supuesto, ser gobernado por los hutíes, un grupo socialista de musulmanes revolucionarios que forma parte de la ShiaZaidi, una rama de los chiítasImamiya de Irán. Finalmente se cansaron de décadas de manipulación de Washington a su gobierno. ¿Y quién mejor que los secuaces de Arabia Saudita para hacer el trabajo sucio para Washington? - Y, sí, no tienen que hacerlo solos. Los suministros de armas provienen de toda Europa, principalmente del Reino Unido y Francia, también de España, y durante un tiempo también de Alemania, y la neutral Suiza.

No importa que decenas de miles de niños sean asesinados, que según la Comisión de Derechos Humanos, hasta 22 millones de yemeníes (de una población aproximada de 30 millones), están en peligro de hambruna severa, y eso incluye al menos 8 millones de niños, niños quienes en su mayor parte no tienen acceso a escuelas, servicios de salud y alimentos, una generación entera o más sin educación, una brecha bien planeada y premeditada en la sociedad, como en el caso en Siria, Irak y Afganistán. Al matar y privar a los niños de las necesidades básicas, Occidente está creando una fractura cada vez mayor de personas educadas, de personas que pueden y que de lo contrario lucharían por sus países, por sus sociedades. Pero se han ido. Eso hace que sea mucho más fácil para Occidente tomar el control: su posición estratégica,

¿No es un pensamiento para la ilustre población que vive en el lujo occidental, recostarse en sus fauteuils y pensar? - ¿Qué pasa si, un día, las cosas se invierten, y nosotros, Occidente enfrentáramos la justicia? - ¿Hay alguien en Occidente lo suficientemente audaz y realista como para ver una imagen así? - Y como vemos estos días, la historia avanza en pasos gigantescos. Es el siglo XXI: la inteligencia artificial (IA) ha hecho más que incursiones en nuestra sociedad. ¿Y qué pasaría si, si los que consideramos inferiores y nuestros enemigos, de hecho estén unos pasos más adelante que nosotros en la ciencia de la IA, y pudiéramos revertir el panorama con bastante rapidez?

Y mientras nos preguntamos por qué los yemeníes asesinados por los saudíes no causan problemas en los medios de comunicación occidentales, pero el asesinato saudita de un periodista sí lo hace, mientras que nuestras proyecciones lineales proporcionadas por el FMI aumentan el PIB occidental en números fantásticos para 2030, independientemente de la 20% de desempleo gracias a la IA, que algunos predicen: todas estas cifras contradictorias carecen de importancia, mientras que podemos seguir matando a niños yemeníes. Pero hace falta el asesinato de Khashoggi que podría detener, aunque solo sea temporalmente, y si tenemos suerte, la máquina de guerra saudí. La población de Yemen no es importante. ¿Por qué?

¿Por qué es necesario el asesinato de un periodista? Concedido, un asesinato espantoso y espeluznante por parte del gobierno de su propio país - no importa cuán controvertido sea Jamal Khashoggi, ha estado escribiendo para nuestros medios occidentales, para los escritores de la verdad, como el Washington Post y el Nueva York Times. Esto puede haber ayudado a hacerlo más importante que 50,000 niños yemeníes asesinados y mutilados, más importante en el sentido de que solo a través de su abyecto asesinato, el europeo, tal vez, reaccionará y "sancionará" a los saudíes.

Pero incluso eso no es seguro, ya que Trump tiene muchos triunfos en la manga, que puede ofrecer o obligar a los títeres de la UE a seguir su atroz ejemplo y evitar que Riad sea castigado, especialmente en lo que respecta a las armas. Después de todo es su negocio. Los niños muertos son solo eso, yemeníes muertos, una generación menos de la que preocuparse.

Peter Koenig

*economista y analista geopolítico. Trabajó durante más de 30 años en el Banco Mundial

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infoelespiadigitales/4/4/19

Se llama “heterotelia de los fines” a la inevitable diferencia que siempre existe entre un proyecto político en su punto de partida y ese mismo proyecto en su punto de llegada: entre lo que se proponía y lo que ha conseguido…. Es habitual en política que los proyectos no siempre se desarrollen como estaba previsto y mucho más si contienen un elemento irracional. Los observadores más imparciales y rigurosos de la evolución política en Cataluña están hoy de acuerdo en considerar que el “procés” fue el producto de un cálculo erróneo de la situación del Estado Español, de la situación política internacional y de una apreciación más que optimista sobre su propia fuerza y sobre la debilidad del unionismo en la propia Cataluña. Habría que añadir que se ha tratado de un error en la apreciación del devenir histórico: el siglo XXI no es el siglo en el que puedan aparecer nuevos microestados. Error tras error, hemos llegado a la situación actual en la que los independentistas, han conseguido algunos “logros inéditos” que valdría la pena recordar. Así pues, este período no ha sido completamente estéril en lo que se refiere a la renovación política, sino que se ha creado un escenario completamente diferente al anterior. Podemos resumir esos diez logros:

1)  El resultado más evidente que ha generado el “procés” ha sido la ruptura en dos de la sociedad catalana. Hasta ahora, nunca a lo largo de su historia, la sociedad en Cataluña había estado fracturada por una brecha tan amplia y tan irreconciliable, como ahora. Esta es la primera y mayor responsabilidad de la gencat: el haber logrado romper grupos de amigos, familias, enfrentado a vecinos con vecinos, haberlo hecho de manera frívola y aventurerista y, para colmo, seguir actuando como si este fenómeno no se hubiera producido, hablando en nombre de “toda Cataluña”.

2) El “procés” ha generado una reacción unionista inesperada. El nacionalismo español estaba dormido en Cataluña en donde no se recordaba ninguna manifestación españolista desde 1979 (cuando Fuerza Nueva consiguió movilizar unas 10.000 personas) o desde diciembre de 1970 (cuando unas 50-60.000 personas salieron en manifestación en apoyo del régimen franquista durante el “proceso de Burgos” contra miembros de ETA). En el último año se han producido dos manifestaciones de masas (que superan a cualquier otra de carácter unionista que se haya realizado en Barcelona en el siglo XX y rivalizan con las habituales demostraciones indepes), así como varias decenas de manifestaciones y concentraciones menores.

3) Al mostrar sus cartas, el independentismo ha descubierto su verdadero rostro: intolerante, insensible a la realidad social, poco inteligente y nada realista, confundiendo deseos y fantasías con realidades. Sea cual sea el final de la crisis, no sólo en España, sino en Europa, será muy difícil mirar con los mismos ojos al independentismo catalán. A medida que se han ido sucediendo los protagonistas del “procés” (Mas, Puigdemont, Torra), el nivel y la personalidad política mostrada ha sido cada vez más bajo y la tosquedad más elevada. El “catalanismo político” convertido en “independentismo” ha dilapidado todo el capital político recibido de los primeros. Y lo más significativo: el nacionalismo catalán se ha evaporado.

4) La fuga de empresas, contrariamente a lo que creen los independentistas, no se ha debido a una “orden del Rey”, sino a la naturaleza de la lógica capitalista: el dinero es cobarde y se va de lugares en donde aparece la inestabilidad política. Esa inestabilidad ha sido generada por el propio “procés”. La situación económica de Cataluña hoy no es buena: donde mucho ha habido siempre queda algo, pero lo cierto es que las diferencias con el resto del Estado en materia económica se van acortando. Cataluña ha crecido un punto menos de lo esperado en el último año y en estos momentos lidera la desaceleración económica de España. Salvo para aventureros económicos (fondos buitre), Cataluña sigue mostrando inseguridad jurídica muy por debajo de las exigencias de inversores estables y a largo plazo.

5) El extremismo político ha aumentado en Cataluña. Durante 40 años, el independentismo radical era una fuerza residual, y prácticamente no existía nada en esa área política fuera de ERC. Incluso en terrorismo de Terra Lliure fue minúsculo y quedó borrado de un plumazo sin apenas esfuerzos. Sin embargo, desde el inicio del proceso soberanismo, ese extremismo se ha multiplicado y hoy es compartido, no solamente por la CUP, sino por el propio presidente de la Generalitat. La fuerza que ha crecido más en estos últimos años es precisamente la CUP y contribuye a la “borrokización” de la calle.

6) La Generalitat de Cataluña y las instituciones catalanas han dejado de existir como patrimonio de “todos los catalanes”: gobiernan para una parte de Cataluña y en contra de otra. Por tanto, es mejor llamarla “gencat” que bien podrían ser las siglas de un partido (esto es de una “parte” de la sociedad catalana). Lo hace manera sectaria e intolerante, cada vez más perdida en su fantasía de la “República Catalana” y presa del mito inmovilizador creado con el seudo-referendo del 1 de octubre: sigue atribuyen algún valor e interés a aquella consulta, como si la historia de Cataluña unida al resto del Estado terminara allí y ahora hubiéramos entrado en un período de independencia “en suspenso”.

7)  Como efecto de lo anterior, las instituciones creadas por el Estatuto de Cataluña han dejado de funcionar: el parlamento dejó de ser un organismo de control al gobierno de la Generalitat para convertirse en otro escenario en la que la gencat quiere imponer su peso a la otra parte, mientras que el “gobierno de la gencat” está desde hace más de un lustro solamente interesado en promover la independencia por encima de su tarea de gestión de los asuntos cotidianos de la sociedad.

8) La izquierda catalana ha estallado en mil pedazos. La crisis independentista se inició con los devaneos de Maragall con ERC en el primer tripartido. Desde entonces, la izquierda catalana ha sido cogida a contrapié por su propio discurso ambiguo, ecléctico, a veces federalista, otras independentista, otras nacionalista, otras españolista. Hoy no existe una “izquierda catalana” sino un espacio político atomizado y que abarca desde las CUP hasta el PSOE en el que puede encontrarse de todo y lo contrario.

9) El eje del antiindependentismo en estos años no ha sido el PP, sino Ciudadanos. Si esta formación ha polarizado más el voto unionista ha sido porque nació como alternativa al nacionalismo catalán y se justifica solamente por su radicalismo nacionalista, mientras que los unionistas catalanes no pueden olvidar que el PP multiplicó sus pactos con el nacionalismo y su tolerancia hacia los excesos cometidos durante décadas por el clan Pujol

10) El independentismo ha colocado a Cataluña en un callejón sin salida: no hay margen para la negociación porque más allá del “estatut” está la independencia. Y, desde el punto de vista unionista, las cosas no pueden quedar tampoco como estaban antes del “procés”, especialmente porque se ha demostrado lo peligroso que es dejar a unos lunáticos el control de la educación y las llaves de la caja (con subvenciones a unos medios de comunicación hambrientos de fondos y decenas de millones entregados al asociacionismo independentista). La “normalización” en Cataluña pasa por replantear todos estos temas que, obviamente, no pueden quedar como estaban antes del “procés”.

Reconozcamos que todo esto lo ha logrado el independentismo catalán, solo y sin ayuda de nadie. Reconozcamos, igualmente, que logros de este tipo no están al alcance de cualquiera y que en su surrealista aventura, el independentismo ha logrado llegar donde no solamente no se imaginaba, sino hasta donde nunca llego a ser capaz de imaginar.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

El sábado pasado me fui a comprar un ordenador nuevo al centro de Barcelona. A esa Barcelona que solamente atrae a turismo de chancletas, botellón y porrito en boca, amén de algún que otro japo que cree todavía que Gaudí es “el arquitecto de la naturaleza”. Pues bien, esa Barcelona parecía una zona de guerra. Manifestaciones de signo opuesto, despliegue policial abrumador en la superficie, en el aire helicópteros controlando las marchas de los manifestantes y generando más tensión todavía, y bajo la superficie en los corredores del metro, manteros impidiendo el paso normal de los viajeros… Eso era Barcelona a las 10:00 de la mañana del sábado. Luego fue todavía peor, porque era imposible circular por la ciudad: tráfico cortado desde Plaza Universidad hasta el Arco del Triunfo, ibas por una calle y te desviaban hacia otra. De lejos veías banderas nacionales en una calla y, en la siguiente, trapos estrellados. Pasabas por una calle en la que todo parecía ir bien y, de repente, la policía cortaba todo acceso. Algún choque por allí, forcejeos por allá. Paso por delante del Bar Zurich a las 10:30 y todo está normal, hora y media después vuelvo a pasar y los cientos de sillas han sido recogidas, el bar cerrado y la zona parece muerta. Y yo que solamente quería ir de Ronda de San Antonio (tiendas de ordenadores) al Paseo de San Juan (Norma Cómics) me encuentro con situaciones parecidas a la frontera ruso-ucraniana. Me quejo de que, al final compré el ordenador, me lo tuvieron que montar y debía recogerlo ayer. Y ayer Barcelona fue OTRA VEZ “zona de combate”. Me quejo de que NI HAY GOBIERNO EN MADRID QUE DIRIJA NADA MÁS QUE EL SAQUEO FISCAL, NI HAY GOBIERNO AUTÓNOMO EN CATALUÑA dirigida por un payaso que ni siquiera tiene el apoyo de los que compiten con él en radicalismo.

Siempre dije que el “procés” no llegaría a ningún sitio y que la póliza de garantía de la “unidad del Estado” no era el gobierno español, ni el ejército español, ni mucho menos la constitución española (ese chicle masticado y endurecido que se estira por allí se abomba por allá y habría que empezar a cambiar y sobre el que todos quieren convencer de que goza de buena salud y está como cuando salió del envoltorio), sino la Unión Europea que no está para coñas de partir en condados los Estados Nacionales actuales. La “revolución de las sonrisas” sería así mientras las dos partes –unionistas e independetas- creyeran que podían alcanzar su objetivo mediante un referéndum. Debo reconocer que los segundos siempre me han parecido una mezcla de ingenuidad rayana en el infantilismo, sentimentalismo ideológico, inconsciencia en las bases y mala ostia en las cúpulas surgidas de 40 años de corrupción pujoliana, 30 de inmersión lingüística y 10 de crisis económica.

Pero los defensores del “unionismo” no son mejores: yo, que estoy más próximo a esa parte, me niego  salir en defensa de una constitución que nos ha llevado a toda esta situación, que ha creado 17 fronteras interiores, que ha hecho que gobiernos de mediocres, aprovechados, mangantes e incapaces, sin el más mínimo sentido del Estado, entre los que no se encuentra ni un solo “estadista”, hayan gobernado este país y hayan permitido que hoy, aquí y ahora, ESPAÑA SEA EL PAÍS MÁS HECHO DE EUROPA, CON UNA SOCIEDAD FRAGILIZADA, EMPOBRECIDA, CON UN FUTURO MÁS NEGRO Y UN TEJIDO SOCIAL MÁS DEGRADADO que ningún otro país europeo (y lo dice alguien que conoce bien toda Europa). Cuarenta años de constitución nos han llevado a ser líderes en todo esto y, en lo demás, estar en la cola de Europa. ¡Como para estar orgullosos de la jodida constitución y como para alabar el callejón sin salida en el que nos ha encarrilado!

Los hechos del sábado (que presencié directamente) y los hechos de ayer (de los que me enteré por llamadas de amigos) demuestran que aquella coña del referéndum no iba a ser el punto crítico de la crisis. Estaba claro, como decía, que el “procés” no llegaría a desgajar España. Pero lo normal hubiera sido que sus mentores, al día siguiente, reflexionado de algo que parecía evidente ayer y sigue siéndolo hoy: QUE NO EXISTE BASE SOCIAL SUFICIENTE PARA QUE CATALUÑA SEA INDEPENDIENTE, así que mejor fijarse otros objetivos... No lo han hecho.

En realidad, el “procés” fue posible gracias a la galvanización mediática de TV3 y el RAC1 que transmitieron a sus oyentes la sensación de que Cataluña estaba a punto de ser independiente, fuera cual fuera el resultado de los referéndums (porque nunca en esos medios se calibró la posibilidad de un resultado negativo a la independencia o, lo que era más sencillo, que el referéndum, declarado ilegal, no tendría ninguna consecuencia más que para los que lo habían convocado y para los que se lo habían creído).  Hubo proceso gracias a eso y gracias a 35 años de inmersión lingüística y enseñar una historia de ficción en las escuelas. Hubo proceso porque la clase dirigente de CiU se vio amenazada por los juicios penales por 40 años de corrupción. Hubo proceso porque el Estado y los partidos políticos “unionistas” y el gobierno Rajoy dejaron que todo esto avanzase y apisonase a la sociedad desde 2011, pensando que, al final, el ordenamiento constitucional haría que se mantuviera la normalidad.

Entre éste Rajoy, un gallego pasota, un ZP instalado en el buenismo babosillo y un Sánchez al frente de un gobierno de feministros, dimisionarios, mariquitas (no lo digo yo sino una colega del propio gobierno, a mi me importa un higo hacia donde dirigen su pito con tal de que hagan algo bien y Marlasca no lo está haciendo bien), astronautas evasivos, verdadero monstruo ridículo y absurdo del doctor Frankenstein que, para colmo, nadie ha elegido y que no sabe hacer nada más que defender el fuerte sitiado, esperar que vengan refuerzos de la caballería (el CIS) y mantenerse en el machito como único “objetivo de gobierno”… entre todo esto: AHORA SÍ QUE HEMOS LLEGADO A UNA SITUACIÓN LIMITE.

Si el sábado pasado uno se mezclaba, como me vi obligado a hacerlo, entre los manifestantes de uno y otro bando, lo que se comprobaba es que ESTO YA NO TIENE SOLUCIÓN POR LAS BUENAS. Cada vez hay más sectores fanatizados (en ambas partes) y pintan bastos. Pasemos revista a lo que ocurrió: los “unionistas” convocan una manifestación que debía pasar por la Plaza de Sant Jaume. Los “independetas”, acto seguido, convocan una manifestación en el mismo lugar. Lo normal hubiera sido que la consejería de interior o la delegación del gobierno hubiera negado a los segundos el permiso, por obvias razones: habían llegado tarde. Pero no: AQUÍ YA NO GOBIERNA NADIE PARA IMPONER EL SENTIDO COMUN.

¿Qué les pasa a los indepes? Muy simple: PRIMERO DE TODO, DESESPERACIÓN POR VER QUE SU PLAN HA FRACASADO, luego que han “sacralizado” la plaza de Sant Jaume, tierra que no puede ser “hollada” por “unionistas”. Desde hace años llevo diciendo que, el fracaso indepe, llevará a la transformación de ese sector en una especie de secta religiosa. De momento, este año se ha unido a su santoral el 1-O, la fecha en la que hubo unos mamporros y algunos perdieron un día bonito votando algo que, como se les había dicho, no sirvió para nada (aunque ellos siguen pensando que el resultado de esa votación es válido y que, a partir de ese momento, Cataluña ya es “república independiente”… y lo cuelgan en los balcones, como antes de Copérnico alguien podía afirmar que “el sol gira en torno a la tierra”). Como no gobierna nadie, de lo único que se trata es que la gente no se mate directamente por las calles. Para eso están los Mozos (aquellos chicos que hicieron la oposición a mozos pensando en que tendrían un trabajo seguro, bien remunerado, con estabilidad laboral y poco riesgo, dieron en el clavo… ironizo, claro, ahora les va a tocar bailar con la más fea y atizar a unos o a otros alternativamente, ganándose el encoño de todos). Pero si esto sigue así, las cosas irán a más.

Resulta evidente que EL GOBIERNO DEL ESTADO NO EXISTE. Existe un gobierno teórico, pero que no cumple funciones reales más allá de la recaudación fiscal. Ese gobierno, hiperminoritario, caerá de un momento a otro y lo hará en el peor momento para Cataluña. Repetiré otra frase que siempre he dicho: la historia del independentismo demuestra que EL INDEPENDENTISMO AVANZA SOLAMENTE CUANDO EL ESTADO ES DÉBIL. Hoy lo es más que nunca. Sánchez, ahora mismo, solamente puede aspirar a que el traslado de los restos de Franco se convierta en un éxito personal con el que subir unas décimas en las encuestas del CIS (la cocina hará el resto). Carece de soluciones y carece de alternativas. Quizás este Sánchez sea el presidente “más peligroso” de nuestra historia por un solo motivo: nunca tanta ambición había descansado en una posibilidad con tan pocas capacidades reales de gobierno. Al menos ZP era un tontorrón inepto, Sánchez solamente es un ambicioso sin escrúpulos.

Cataluña. Quim Torra. Un ilustre desconocido que esta sentado en la poltrona precisamente porque su mediocridad era tal que ERC lo aceptaba (no rivaliza con Junqueras, infinitamente superior a él en todos los terrenos), la CUP lo tenía casi por uno de ellos (por su apego al independentismo histórico más extraterrestre), para ex CDC era un mal menor a la espera de poder encontrar un candidato propio, un personaje grisáeo y sin muchas luces; iba bien a todos. Era Torra o nuevas elecciones autonómicas que hubieran reflejado el cansancio indepe. Así que lo encumbraron. Pero Torra tenía solamente una idea: INDEPENDENCIA. Se levantó el 155 y al día siguiente fluyó nuevamente el dinero a los medios de comunicación indepes que viven solo y nada más que de subvenciones. Fue el ritornelo. Vuelta a empezar.

Lo normal –si estuviéramos hablando de gente normal- sería que unos reconocieron que se han quedado solos en su camino hacia la independencia y los otros pusieran sobre la balanza la posibilidad de utilizar el arsenal legal del Estado de Derecho para cortar ya este cuento que está durando demasiado. Pero Torra, si un buen día fuma algo y tiene un momento de lucidez, nunca se atreverá a plantear descarnadamente a los suyos el que el “procés” fue un error, o el que la Constitución no permite el que partes del Estado se desgajen, o que no tienen mayoria social suficiente de 2/3 para la independencia (ni siquiera de 1/2). De la misma forma que si alguien se sienta en La Moncloa con vocación de “estadista”, debería tomar la iniciativa para cambiar muchas cosas. PERO NADIE YA TIENE FUERZA, NI VALOR PARA NADA.

Quienes creían más en Torra fueron las CUP, que el sábado y ayer recibieron fuerte y  flojo. Que el Estado de Derecho ya no existe en Cataluña lo demuestra el hecho de que nadie se ha preocupado por poner entre rejas a los instigadores de tanta inquietud. A partir de hoy, la CUP ya no apoyará nunca más a Torra, ni siquiera cuando sus lomos se recuperen de los zurriagazos dados por los mozos. Y ESTO ES LO MÁS CÓMICO: QUE SI LAS ELECCIONES GENERALES SON URGENTES EN ESPAÑA, LAS ELECCIONES REGIONALES SON INAPLAZABLES. Eso, o las salidas de fuerza… O los mozos detienen y ponen al otro lado del Ebro al delegado del gobierno y encarcelan a los dirigentes unionistas por orden de la República Catalana. O esos mismos mozos detienen a Torra y a los alborotadores y los llevan ante la Audiencia Nacional. PERO LO QUE ESTÁ CLARO ES QUE YA NO HAY MÁS EXCUSA PARA EVITAR LA CONVOCATORIA DE ELECCIONES EN CATALUÑA Y EN ESPAÑA.

¿Solucionará algo? La verdad, pensar que unas elecciones pueden resolver algo, me parece un cuento de Navidad. Resolverían algo, si alguno de los candidatos tuviera una idea concreta del modelo de Estado y fuera un verdadero líder, lúcido y enérgico. Pero, mirad a los aspirantes: todos parecen cortados por el mismo patrón, no sólo físicamente, sino en el carácter. Todos ambiciosos, todos limitados en sus proyectos, todos con un discurso simplón, facilón y populachero… ¿Y en Cataluña?  Lo mismo, pero peor, con un troglodita obtuso al frente. Así pues, una cosa es pensar que las elecciones son inevitables. Otra muy diferente creer dogmáticamente que solucionarán algo.

¿Y entonces? Hasta los años 60 se utilizaba e electroshock en medicina. Se consideraba que los estados mentales alterados derivaban de enlaces neuronales erróneos. Así pues, se trataba de que una descarga eléctrica desbaratase esos enlaces, reseteara el sistema, con la esperanza de que luego, las neuronas volverían a conectar de nuevo de manera normal. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Y, DESDE LUEGO, LA CATALANA, MÁS QUE NINGUNA OTRA, PRECISA UN ELECTROSCHOCK. El sábado pasado, en medio del fragor de los disturbios, me preguntaba, cómo es que hasta ahora no se había producido ningún muerto. La única respuesta que encontré es que Dios es bueno. Luego pensé que soy agnóstico, así que me lo volví a replantear y respondí que, no había habido muertos por pura chiripa. Luego me pregunte si los tarugos que habían sembrado de cruces amarillas las playas no serían auténticos visionarios que colocaban tales cruces por anticipado… Finalmente, me di cuenta de que andaba por las calles paralelas a la parte baja de las Ramblas y allí se respira mucho canabis. Aunque no fumes, respiras. Barcelona es así. Así que me opté por el cafelito y dejar de pensar en estos temas. Pero hoy, en una oficina con ambientador y en pleno uso de mis facultades, vuelvo a pensar en el asunto y creo que, efectivamente, en Cataluña está cantado el que hoy, mañana, pasado o dentro de un mes, a alguien se le vaya la mano y empiecen a aparecer muertos en las calles (el policía que se pone nervioso, la abuela que se cae y se desnuca en medio de una carga policial o de un disturbio, el radical que recibe más palos que una estera, los grupos opuestos que se lían a navajazos, la operación “bandera falsa” de unos o de otros, etc.). Estamos a esto, en un tris, de que la “revolución de las sonrisas” se convierta en una “valle de lágrimas”.

Más vale que unos se hagan a la idea de que Cataluña no puede ser independiente en tiempos de globalización y crisis de los Estados-Nación, pero si puede aumentar su cuota de victimismo. Más vale que otros se hagan a la idea de que una solución a medias, ya no es una solución, y, de paso que recuerden que su constitución no es una virgen milagrosa.

Analicen el problema como quieran, y de la manera que quieran: no hay solución que deje satisfecha a todas las partes. O mejor dicho, una política de paños calientes o esperar que la gente se mate por las calles para imponer el orden, no son soluciones. Al menos no es una solución digna de un país civilizada. ¿Lo somos?

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Jamás ha estado España más cerca de recuperar el Peñón que cuando la política dejó de estar en manos de los políticos para estarlo en las de un dictador solo responsable ante Dios y la historia.  Se consiguió que Naciones Unidas ordenaran a descolonizar Gibraltar y reintegrarlo, a plazo fijo, a la soberanía española. Paralelamente, mediante un riguroso bloqueo, se logró hundir su “economía”. Sobrevivía merced a la Base Militar y a las subvenciones hasta que el Reino Unido tuvo que acudir a ajustes por mor de la crisis económica. Londres necesitaba árnica para poder seguir sosteniendo la Colonia. Por primera vez se muestra dispuesto a hablar con España sobre soberanía.

Con la vuelta de los políticos al gobierno, los de UCD comenzaron por desdramatizar el hecho colonial que quebraba nuestra integridad territorial. Continuaron desartillando nuestra victoria diplomática en Naciones Unidas. Los del PSOE continuaron la labor. Terminaron desbaratando todo lo conseguido. Pusieron fin al bloqueo y abrieron la Verja entre La Línea y “Gibraltar” dando el respiro tan necesario a los británicos.

Entretanto el Reino Unido había logrado un estatuto privilegiado en la UE para Gibraltar que le permitía, entre otras cosas, competir ventajosamente con el Campo en temas como el turismo o el comercio minorista. Abrir la Verja fue como permitir al Corte Inglés de la Castellana vender sin IVA en Madrid. ¿Cuánto iban a durar los comercios de la competencia? Pues lo mismo que tardó La Línea en convertirse en uno de los lugares más pobres de Europa y la Colonia en uno de los más ricos del mundo.

La fortuna hizo que el Reino Unido refrendara el Brexit. Se consiguió para España el derecho a vetar cualquier acuerdo entre Unión y el Reino Unido. La mala suerte, ha determinado que Gibraltar esté en Andalucía, el granero de votos del PSOE, y a las puertas de unas elecciones. El gobierno ha decido desactivar aquel derecho. Hubiera servido para retomar el tema de la propuesta socialista de una cosoberanía o al menos para exigir que, si los gibraltareños quieren tener las ventajas de la UE, se ajusten a su normativa como una La Línea más.

Erik I. Martel

Embajador de España, delegado especial del Ministerio de Asuntos Exteriores (1979-84)

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Anda el facherío patrio muy exaltado, lanzando insidias contra la tesis del doctor Pedro Sánchez. No podemos admitir que la valía del genio inmortal sea pisoteada por los envidiosos y los mediocres. Así que hemos decidido salir en su defensa.

Se acusa al doctor Sánchez de plagiar en su tesis informes ministeriales y artículos académicos. Borges nos enseñaba que el Quijote escrito por Cervantes era una obra muy distinta al mismo Quijote escrito con las mismas palabras por Pierre Menard. Cervantes, escribiendo a principios del siglo XVII, se dejaba llevar por las inercias de la retórica y el pensamiento propios de su época; Pierre Menard, en cambio, al transcribir las mismas palabras tres siglos después, estaba esforzándose por imitar una obra de regusto arcaizante. Pues algo semejante ocurre en este caso.

Cuando leemos los pasajes de los informes y artículos que el doctor Sánchez habría supuestamente fusilado, nos tropezamos con una prosa farragosa, mazorral e inepta. En cambio, cuando leemos esos mismos pasajes en la tesis del doctor Sánchez nos admira que un hombre tan brillante y perspicaz se haya rebajado hasta el extremo de renunciar a su prosa eximia, imitando a la perfección la prosa farragosa, mazorral e inepta que aparentemente copia. ¡Sobrecoge pensar en los esfuerzos ímprobos y humildísimos que el doctor Sánchez habrá tenido que realizar, para desasirse de sus ideas geniales y de su escritura llena de donaire!

También se acusa al doctor Sánchez de que su tesis incluye pasajes de artículos que había antes firmado en comandita con profesores que luego fueron vocales en su tribunal de tesis. Esto, a simple vista, podría constituir una prevaricación como un castillo. Pero, ¿quién puede resistir la tentación de hacer una aportación a la obra inmortal de un genio, aunque sea renunciando a la propia autoría? Sabemos que fueron muchos (empezando por Sócrates) los filósofos griegos a quienes no importó hacer aportaciones a los diálogos que luego firmaría Platón. Sabemos que los aprendices del taller de Tiziano hicieron contribuciones anónimas a los lienzos que luego firmaba el maestro. ¿Quién no querría colar de matute algún hexámetro de cosecha propia en La Ilíada? ¿Quién no desearía dar alguna pincelada inadvertida en Las Meninas? ¿Cómo vamos a reprochar a esos profesores una venial prevaricación, si a cambio sus palabras forman ya parte de una obra imperecedera, en íntima amalgama con las palabras de un hombre preclaro y providencial? Sólo los miserables y los ruines podrán hacerlo.

Al doctor Sánchez se le acusa, en fin, de haber recurrido a los servicios de un negro para concluir su tesis. Es verdad que el propio doctor Sánchez ha reconocido por escrito, en un reciente e inefable lapsus, que no tuvo tiempo para investigar. Pero, ¿por qué hemos de concluir que la investigación se la hizo un negro? Tampoco San Isidro tenía tiempo para arar sus tierras; pero a nadie se le ocurre pensar que tenía un negro que se las arase. Yo prefiero pensar que fueron ángeles quienes le hicieron al doctor Sánchez esta tarea, como antes se la hicieron a san Isidro; aunque, desde luego, no descarto que fuesen angelitos negros, pues -como nos enseña Machín- también se van al cielo todos los negritos buenos. Ciertamente, san Isidro era más devoto que el doctor Pedro Sánchez; pero los ángeles no sólo ayudan a los hombres santos y devotos, sino también a los genios de cuyos logros depende el progreso de la Humanidad.

Cese, pues, el facherío patrio en sus insidias y deje de recelar del doctorado de nuestro eximio presidente, tan intachable como el doctorado por la universidad de Osuna que exhibía don Pedro Recio de Tirteafura, aquel personaje cervantino.

Juan Manuel de Prada

(Publicado en ABC – 15/09/2018)

Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18

altPuestos a elegir, me quedo con los que quitan lazos amarillos. Sí, ya sé que los mozos de escuadra, les resulta más fácil identificarlos y multarlos que detener carteristas en el metro de Barcelona o identificar narcos, pero, hombre, es que Cataluña está hecha unos zorros con los lacitos de marras...

Ernest Milá

 
Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Este macabro episodio del traslado de los restos de Francisco Franco merece recordarse como una de las expresiones más repulsivas del resentimiento patrio. Sobre Francisco Franco se pueden hacer, desde luego, muchos juicios ideológicos e históricos. Nadie podrá negar, sin embargo, que se mantuvo en el poder durante casi cuarenta años sin tener que enfrentarse a ninguna oposición reseñable, ni interior ni exterior.

Mientras Franco gobernaba pacíficamente en España, entre aclamaciones y muestras de afecto colectivo, fueron muchas las dictaduras coetáneas derrocadas: podemos recordar, por ejemplo, lo ocurrido en Cuba con Batista; podemos recordar lo ocurrido con Somoza en Nicaragua; podemos recordar la portuguesa Revolución de los Claveles. Y, desde luego, podemos recordar lo ocurrido en países de la órbita comunista como Hungría, Checoslovaquia o Polonia. En todos estos lugares, la insatisfacción popular hizo saltar en mil añicos el poder dictatorial. Entretanto, en España, la mayoría de los españoles estaban encantadísimos con su Caudillo; y la oposición comunista languidecía sin apoyos entre la población, como antes le había sucedido al maquis. Alguien podría aducir aquí que en muchos de los países mencionados hubo revueltas populares porque las potencias extranjeras las alimentaron desde fuera. ¡Y tendría razón, en efecto! En cambio, las grandes democracias occidentales no tardaron en «bendecir» a Franco; y aunque siguieron cultivando una retórica antifranquista para consumo de exaltados e ilusos, se apresuraron a entablar relaciones diplomáticas y a sellar tratos comerciales con el régimen franquista. La España de Franco fue pronto aceptada en todos los organismos internacionales; y mantuvo una relación especialmente privilegiada con Estados Unidos.

Políticamente, a medida que la guerra quedaba atrás, el régimen de Franco fue adquiriendo contornos cada vez más democristianos. En el ámbito laboral, sin embargo, mantuvo una legislación protectora del obrero que luego ha sido minuciosamente desmantelada por los sucesivos gobiernos de la etapa democrática. Fue tanta la falta de respuesta política a su régimen, que Franco pudo dedicar especial atención al bienestar material de sus gobernados. Así se explica, por ejemplo, que desde 1960 a 1970, la renta per cápita de los españoles pasase de 290 a 900 dólares, y que la economía nacional creciese a una media del 8 por ciento anual, hasta convertir a España en la novena potencia industrial del mundo. A la muerte de Franco, la distribución de la población activa era la propia de una economía sana y pujante (mucho más sana y pujante que la actual): un tercio dedicado a la agricultura y ganadería, un tercio a la industria y un tercio a los servicios.

Franco logró la formación de unas nuevas clases medias con trabajos estables y bien remunerados. Y pensó que este «franquismo sociológico» sería su mejor aval ante la Historia. Si se hubiese preocupado de estudiar un poco de psicología de masas, habría advertido que siempre los beneficiados acaban desarrollando resentimiento contra su benefactor. Aquellas generaciones del franquismo sociológico quisieron seguir medrando con la democracia; y, como no soportaban reconocer su adhesión servil a Franco, como no soportaban reconocer que sus patrimonios habían sido asegurados y acrecentados por Franco, se inventaron una mitología antifranquista, que sus hijos mamaron desde la cuna, hasta desarrollar ese resentimiento baboso y nauseabundo, tan peculiar de los hijos de papá que no quieren que se sepa cómo sus familias salieron del agujero. Porque no es el resentimiento de los perdedores el que desentierra los huesos de Franco; es el resentimiento de los hijos de papá del franquismo sociológico.

Juan Manuel de Prada

Fuente: ABC

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Es difícil elegir el centro de estudios para el hijo o para el nieto. En otra época se tendía a buscar “buenos colegios”, hoy resulta inútil, todos públicos y privados parecen cortados con el mismo patrón, todos están subvencionados o son de la red pública y ofrecen, por tanto, el mismo tipo de enseñanza, los mismos contenidos y tienen análogos sistemas de enseñanza. Y de lo que me quejo es que, acaso, porque los planes de estudios y los métodos pedagógicos están cada vez peor enfocados, es por lo que la enseñanza en España ha quebrado. Porque, de lo que me quejo, a fin de cuentas es de que la enseñanza ya no cumple su función: formar. En lugar de eso, deforma.

Cuando yo estudiaba se daba mucha importancia a la memoria y al aprendizaje memorístico. Es muy importante esto de la memoria. El razonamiento lógico funciona a base de premisas. Por ejemplo: Premisa mayor: Cervantes escribió la Galatea. Premisa menor: La Galatea es una novela pastoril. Conclusión: Cervantes es un autor pastoril… El razonamiento está bien construido, pero es equívoco. Nos da la imagen de que el soldado valeroso de Lepanto solamente escribió novelas pastoriles, simplemente porque la memoria no nos ha ayudado a recordar que escribió también relatos épicos, poemas, novelas de aventuras, incluso piezas de teatro. 
Así pues, el manejar correctamente el razonamiento lógico no implica que nuestros juicios sean correctos… si no van avalados por los datos almacenados en la memoria. Sin embargo, a partir de finales de los 60, con la llegada a España de nuevas corrientes pedagógicas, se desterró completamente el aprendizaje memorístico y la lista de los Reyes Godos o el aprender poemas de memoria (la memoria es un músculo que se ejercita o se atrofia y no puede confiarse en que una enciclopedia ayer e Internet hoy sustituyan a la memoria) fueron proscritos de la enseñanza.

Luego –como me decía Liberato Egea, un querido amigo y camarada muerto prematuramente que vivió la enseñanza con una intensidad desmesurada en los 35 años que ejerció como profesor– hpy se enseñaba que 2+2=4 mediante “titellas”. Fue la famosa teoría pedagógica de “aprender jugando” que ha llevado a que las generaciones posteriores… aprendieran, obviamente, a jugar. Cada vez que se pone en marcha una nueva teoría pedagógica estamos un paso más próximos a la catástrofe. Me quejo de que a nadie se le haya ocurrido dar marcha atrás y revisar porqué antes existía más eficacia en la escuela como medio de transmisión del saber y hoy ha pasado a ser un simple medio de almacenamiento de alumnos mientras los padres trabajan o buscan trabajo.

Lo triste es que se han olvidado valores como el ESFUERZO: no hay aprendizaje sin esfuerzo. En el “aprender jugando”, de lo que se trata es de que el niño no preste su esfuerzo sino que sea ganado por la diversión. De ahí el fracaso. El segundo puntal de la enseñanza es la SERENIDAD: solamente se aprende en un clima relajado, cuando el alumno está centrado y su espíritu está en lo que está haciendo: aprender. Hoy no existe nada más descentrado que una escuela. El problema aparece ya en el hogar, cuando los padres renunciar a imponer al niño una DISCIPLINA. La disciplina, hay que recordarlo, no es la tiranía de los padres sobre los hijos, sino el respeto a un conjunto de reglas aceptadas para mantener el orden y un comportamiento sociales correctos o dicho con otras palabras, una serie de normas cuyo cumplimiento conduce al resultado esperado: serenar al niño, centrarlo en sí mismo. Hoy, los niños aparecen como descentrados a poco de nacer y sus padres, en general y salvo honrosas excepciones, se preocupan poco por eso: “Es normal, a fin de cuentas son niños”. El niño hiperactivo hoy, será el que pasado mañana se mostrará incapaz de adoptar la posición de serenidad receptiva en la escuela necesaria para asimilar la enseñanza.

¿Quién es el pedagogo que se atreve hoy a vender al ministerio de educación DISCIPLINA, SERENIDAD, ESFUERZO, MEMORIA. Pues bien, estos son los valores que conducen a la CREATIVIDAD y posibilitan el PENSAMIENTO CRÍTICO… que los sistemas pedagógicos modernos venden como su gran hallazgo y que, en la práctica, ha desaparecido de las aulas? ¿De que me estoy quejando? De tres cosas:

  1. de que seguimos sin enterarnos que el sistema educativo español ha quebrado hace años (lo confirma el programa PISA que nos sitúa en la cola de la enseñanza en Europa),
  2. de que no hay posibilidades de hacer ninguna reforma en otra dirección porque los maestros salidos de las Escuelas Normales serían incapaces de aplicarla y, finalmente,
  3. me quejo de que la enseñanza ha dejado de cumplir su función (formar el carácter y hacer del niño un “ser cultural”) y ha pasado a la mucho menos loable función de “enseñarle a jugar”… algo que él mismo aprende sin ayuda de nadie.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Me quejo de que España ha llegado a una situación en la que nada de lo que se haga o se deje de hacer supondrá una mejora en la situación. Claro está que las cosas podrían mejorar, pero difícilmente con los candidatos y con las opciones que eventualmente se presentarían. Me quejo de que, tanto el PP como el PSOE se presentarán como las alternativas, aun cuando ambos los grandes responsables de habernos llevado al actual callejón sin salida. Y en cuanto a otras opciones, si es que las hay, unas, o son muy pequeñas como para pensar que podrían mejorar algo, otras son demasiado ambiguas y otras, simplemente, son basura y/o más de lo mismo. Esto si hay elecciones: no hay a quien votar sin reservas mentales. Y si no las hay  es peor porque el tipo que está gobernando, ni ha salido de las urnas, ni tiene capacidad, ni siquiera da la sensación de que sepa lo que está haciendo.

Claro está que Pedro Sánchez es el primero en reconocer que si convoca elecciones para mañana, las pierde. Pero tampoco puede seguir adelante en las actuales circunstancias parlamentarias, cuando solamente puede contar con la minoría de su grupo parlamentario y cualquier iniciativa legislativa que tome se la tumbará el resto. Una cosa es derribar al PP mediante una moción de censura a lo Frankenstein, y otra muy distinta hacer de los distintos cadáveres parlamentarios un nuevo monstruo para gobernar. Ni Sánchez  tiene talla para hacerlo, ni el resto de partidos le van a allanar la tarea (porque cualquier voto que pudiera recuperar el PSOE lo perderían ellos). Así se entiende que ayer perdiera su primera votación parlamentaria quedándose con los escuálidos 84 votos de su partido y poco más.

¿Qué pretende Sánchez yendo de don Tancredo hasta “agotar la legislatura”? Sólo mejorar su posición. Si hace algo, por pequeño que sea, la empeorará: no puede llegar a un acuerdo con los independentistas catalanes, porque estos a medida que huelen debilidad, se radicalizan aún más y si cede un poco se le rompe el propio gobierno (Borrell diría adiós y con él, quizás un par de millones de votos). Luego está el problema de la inmigración, porque, puestos a oler debilidad, los africanos son los primeros que la han detectado y toda la miseria y el salvajismo está mirando hacia España a la vista de que las puertas de Italia se le han cerrado, en Grecia no hay subsidios suficientes, Portugal anda descolgado mirando al Atlántico, el Reino Unido y Francia están saturados de inmigración y con fuertes opciones antiinmigración, Alemania es consciente de que ha llegado demasiado lejos en la materia y solamente un tonto sigue defendiendo tonterías sobre “los refugiados”, “el derecho a la libre circulación de personas” y la “multiculturalidad”. Mirad a La Moncloa y veréis quién es el tonto. Además, en un país en el que no existe reacción pública ante la inmigración e incluso los medios de comunicación conservadores tienen miedo de ser tachados de “fascistas” si dicen una sola palabra sobre el tema.

Dicho de otra manera:

1) Las cosas no pueden seguir como están porque los casi dos años que quedarían hasta “agotar la legislatura” es un período demasiado dilatada para que un gobierno permanezca inmovilizado preocupado solamente de mejorar su intención de voto.

2) Las elecciones no pueden cambiar absolutamente nada porque no hay alternativas claras, todas resultan, en un momento u otro, altamente incompletas, timoratas o decepcionantes e incluso contradictorias.

3) Los problemas enquistados (inmigración masiva, corrupción generalizada, burocracia autonómica, independentismo catalán, ni-nis, toxicomanías y malos hábitos sociales, salarios bajos, precariedad laboral, paro residual por encima de 4.000.000, desertización industrial, quiebra de la educación, degradación de la sanidad), no van a resolverse por sí mismos, sino que se agravarán cada vez más.

Me quejo, en definitiva, de que este país, en este momento, no tiene NINGUNA OPCIÓN PARA SALIR ADELANTE. Ni siquiera tiene un solo motivo para el optimismo: las sombras amenazadoras son cada vez mayores, las luces inexistentes. Que el independentismo catalán esté derrotado, no quiere decir que sus protagonistas se hayan enterado: seguirán, erre que erre, dando la vara en su combate contra la historia. Que haya pequeñas siglas que claman en el desierto tampoco ayuda en nada a recuperar la esperanza: todas son minúsculas e, incluso, aun cuando lograran algún  diputadillo –cosa, improbable- sería como una gota de agua en medio de una bañera. Que quejo de que no habrá reacción, mientras la sociedad española no se levanta y diga “¡Hasta aquí hemos llegado!”… y eso, creedme, nunca sucederá, porque este pueblo ya era apático, abúlico e individualista, antes de que el sistema educativo quebrara, la capacidad crítica se volatilizara y le quedaran algunas defensas. Hoy, España está así porque la sociedad española  está camino de la playa cuando, en realidad, necesitaría ser ingresada a toda velocidad en la UVI.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Allá por el 1 de junio de 2018 aconteció en España algo novedoso e inesperado: Una moción de censura victoriosa que llevó a Pedro Sánchez (PSOE) al palacio presidencial. El partido de Sánchez solo tiene 84 escaños, y para conseguir la victoria en esta moción reunió apoyos de Unidos-Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Bildu, Compromís, y Nueva Canarias, sumando 180 escaños (en 176 se halla la mayoría absoluta). Es decir, ahora tenemos un gobierno socialista en minoría apoyado por comunistas, y separatistas vascos y catalanes. Además, Pedro Sánchez ni siquiera es diputado en el Congreso, lo cual es legal pero muy sorpresivo en cuanto a legitimidad electoral (los partidos de izquierda siempre hablan de legitimidad en las urnas pero Sánchez es presidente por una moción de censura, no por elecciones).

Hablando de urnas y elecciones, Sánchez dijo en principio, que sería un presidente temporal hasta la convocatoria de nuevas elecciones anticipadas. Primera mentira, pues rápidamente anunció su intención de agotar la legislatura hasta 2020. En vista de las reuniones y propuestas que ha tenido el gobierno de Sánchez y sus ministros a lo largo de estas semanas, se entiende fácilmente la razón de fondo que sostiene a este gobierno sorpresivo.

En estos casi dos meses de gobierno de Pedro Sánchez la tónica general ha sido la proposición masiva de acciones inútiles, que ocultan los asuntos realmente preocupantes que durante los últimos meses del gobierno de Rajoy se estaban tratando, como por ejemplo, el futuro de las pensiones y la reforma laboral. Ahora los problemas sociales se resumen en: Memoria histórica, paridad y género, subida de impuestos, acoger inmigrantes, y el problema separatista.

Memoria histórica

La memoria histórica, se centra en, exhumar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos, incluso pretendiendo la expulsión de los monjes benedictinos de la basílica. Crear una “comisión de la verdad” para juzgar el periodo del franquismo (1939-1975). Este asunto se ha convertido en una auténtica obsesión del gobierno de Sánchez. Dicho tema fue sacado a la opinión pública desde los primeros días del gobierno de Sánchez sin que mediara debate alguno. Y desde partidos izquierdistas incluso proponen la demolición de la gran cruz del Valle de los Caídos y la transformación de este lugar en un monumento tipo Auschwitz. Su gobierno empezó con esta proposición. En esta línea, también se habla de recuperar la “educación para la ciudadanía”, una asignatura para los colegios en la que incluir la agenda posmoderna con sus cuestiones de feminismo, género, etc.

Paridad y género

Respecto a paridad y género, tenemos otra serie de proposiciones inútiles desde el gobierno Sánchez, como obligar a las empresas para que tengan igual número de hombres y mujeres, siempre con referencia a los cargos directivos por supuesto. Nunca mencionan los trabajos “duros”, donde son entera o casi enteramente realizados por hombres y donde las feministas por supuesto no desean trabajar. Solo referencias a cargos directivos: Mucho salario y poco peligro. Para los demás trabajos, se les olvida la igualdad y la paridad. En este sentido se ha propuesto la reforma de la constitución para “hacerla inclusiva a la mujer”, como si no lo fuera ya. Además, también se ha propuesto de una manera muy difusa la existencia de algún modo de señalar que las mujeres dicen explícitamente “sí” a las relaciones sexuales con hombres. Incluso se pide que el gobierno apruebe la financiación pública de los tratamientos de inseminación artificial para las lesbianas, “porque es un derecho” (pero, para parejas heterosexuales parece que no es un derecho).

Política tributaria e inmigración masiva

En cuanto a la política tributaria, se empieza a hablar de subidas de impuestos, lo cual encaja en la línea de reinstaurar la sanidad universal en España (incluyendo a inmigrantes ilegales), pero sin hablar de la reunificación de la sanidad pública española que ahora está dividida entre las comunidades autónomas. Y en este sentido encaja la propuesta de acogida masiva de los inmigrantes que llegan a costas españolas e italianas, a los cuales se propone conceder casa, trabajo y/o ayudas sociales (de hecho, el lado de los socios de gobierno de Unidos-Podemos y partidos de su entorno que gobiernan en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona se ofrecen para acoger a muchos inmigrantes en sus ciudades, por ejemplo, pero usando dinero público de todos los españoles).

Imaginen que hemos tenido un grave problema social con los desahucios, en que algunas personas se han suicidado cuando iban a ser desalojados. Pero mientras tanto, los políticos principalmente izquierdistas, que no detuvieron los desahucios a españoles, ahora si encuentran dinero para acoger inmigrantes, igual que encontraron dinero en 2015-2016 para ofrecerse a acoger refugiados que entraban de Turquía a Grecia.

Otras reuniones

En estas semanas también han acontecido reuniones muy llamativas del presidente Sánchez en España, pues se reunió con el magnate de las injerencias, George Soros, y también con el expresidente Barack Obama. Así mismo, también se reunió con el presidente de la Generalidad de Cataluña, Joaquim Torra, separatista y flagrante racista anti-español, con quien trató el asunto del acercamiento incluso puesta en libertad de los políticos catalanes encarcelados por rebelión (entre otras razones). La cuestión separatista en Cataluña ha pasado a un segundo plano mediático en los últimos meses, pero no obstante ahí sigue sin ser resuelta. También se está hablando de un nuevo estatuto de autonomía para resolver (eso dicen) el desafío separatista.

Y en la reciente cumbre de la OTAN, el presidente Sánchez anunció que España es inequívocamente un miembro leal de la alianza, y por ello aumentarán al 2% del PIB su gasto en Defensa, aunque antes de la cumbre el presidente y la ministra de Defensa señalaban que no era realista para España asumir esa subida. En cuanto a la UE, Sánchez y Macron coinciden en la creación de centros de acogida de inmigrantes para recibirlos y luego repartirlos en otros Estados de la UE; y Sánchez aceptó la propuesta de Merkel para acoger inmigrantes que hayan llegado a Alemania. Todo esto encaja a Sánchez en el marco liberal-globalista inamovible de la OTAN-UE.

En conclusión

La situación actual de España es la existencia de un gobierno surgido mediante una moción de censura, que decía ser temporal hasta unas elecciones anticipadas, pero ahora será un gobierno fijo, hasta el final de la legislatura. Sus ejes políticos son claramente distracción masiva de los temas social y económicamente importantes, puesto que se basan en: Manipulación histórica, políticas feministas y de género, y total alineación con el lado liberal y globalista en la UE-OTAN.

Geopolitica.ru

Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18

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Un recién llegado a La Moncloa Pedro Sánchez recibió a George Soros de manera privada. Se entrevistó con el flamante presidente y con el ministro Josep Borrell para cenar después con Javier Solana y Narcís Serra. Moncloa declinó comentar la reunión. “No podemos confirmar con quién se ve el presidente salvo que sea agenda oficial”.

¿Quién es Soros y a que se dedica en la actualidad?

Soros es un especulador financiero con una fortuna estimada en 22.000 millones de dólares. Es de los que se mueven entre las bambalinas del poder, del poder real, perfectamente capaz, por ejemplo, de hacer caer la libra. Recuerden aquel 16 de septiembre de 1992, el “Miércoles Negro”, en el que consiguió hundir la moneda británica. Aquello dio via libre al Euro, con todas las consecuencias económicas y políticas subsiguientes. El Tesoro Británico perdió más de 3.400 millones de libras esterlinas en aquella operación de alta finanza, mientras que Soros se embolsó más de mil millones de dólares.

En 2017, siendo una de las mayores fortunas del mundo según Forbes, decidió transferir de manera sorprendente cerca de 18.000 millones de dólares a su fundación Open SocietyFoundations, OSF, pasando a ser, según The Wall Street Journal, el segundo grupo sin ánimo de lucro de los EEUU. Desde entonces, no hay asunto delicado en política internacional en el que el multimillonario y su organización no aparezcan. Por citar solo algunos casos que implican intereses geoestratégicos importantísimos, tenemos el Sahara Occidental, Kosovo, Sudán del Sur, el movimiento sirio opositor a Bashar Al Assad, la caída del ucraniano Víktor Lanukovich o el separatismo catalán.

Soros financia a más de cincuenta ONGs que son, en palabras del ex oficial del Servicio de Inteligencia y Seguridad del Canadá Juneau-Katsuya “Un nido de espías”. Descubrir al servicio de quién, es otro cantar.

Veamos de manera concreta cómo Soros ha acudido en auxilio de los separatistas, prestándoles su apoyo tanto político como económico. La OSF de Soros ayudó, y no poco, al Diplocat, el instrumento del que se han valido los gobiernos nacionalistas para dar difusión a su discurso separatista. Mediante el Independent Diplomat, un lobby poderosísimo a nivel internacional financiado por la OSF, es decir, por el propio Soros, fundada por el diplomático británico Carne Ross, Soros ha dado cobertura a las tesis separatistas en todo el mundo. Cerca de treinta mil dólares al Diplocat o alrededor de trescientos mil dólares al periódico digital de Bruselas pro separatismo Eurobserver son ejemplos de esa ayuda, aunque lo más importante es el trabajo de lobby.

Con su influencia, no es extraño que Finlandia diera apoyo al procés catalán, si tenemos en cuenta que el gobierno de Finlandia está en la página oficial de ID. Así se entiende que el presidente finlandés SauliNiinistö y el ministro de asuntos exteriores Timo Sioni se escandalizaran ante la supuesta violencia policial del 1-O y exigieran abrir negociaciones entre España y Puigdemont. Tampoco es raro que el ex President acudiera a dicho país en marzo pasado a dar una conferencia en Helsinki o que visitara a algunos parlamentarios finlandeses. Quien manda, manda. Pero pecaríamos de ingenuos si pensásemos en Soros como en un revolucionario, partidario de las causas perdidas. No se llega a tener su fortuna repartiendo caramelos a los huérfanos.

Siempre es el dinero

En tiempos de Artur Mas Independent Diplomat se llevó en solo dos años 1,6 millones de euros. Otro ejemplo: en el 2016 un solo colaborador de Soros, relacionado con la OSF, cobró 50.000 euros por una conferencia organizada por los separatistas. Nunca se dieron razones. Todo lo que rodea a este personaje, nacido en Budapest en 1930 con el nombre de Gyorgy Schwartz, es, como mínimo, turbio. No es ocasión de explayarse acerca de los rumores acerca de sus comprometedoras relaciones con los ocupantes nazis de su país, rumores que apuntan a que podría haber colaborado con estos antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial y emigrar a Londres. Hagamos tan solo un alto de memoria respecto al casi medio millón de judíos húngaros asesinados en los campos de exterminio de Hitler.

Siguiendo con la relación entre Soros y el separatismo catalán, debemos mencionar el nombre de Jordi Vaquer, a la sazón director regional para Europa de la OSF. Actúa singularmente en Barcelona auxiliando de manera especial al CIDOB, Centro de Estudio y Documentación Internacionales de Barcelona. Dicha entidad se ha distinguido por ser uno de los portavoces más conspicuos del movimiento separatista, elaborando informes en favor de éste que han llegado a emplear la ex Convergencia o Esquerra en el Parlamento Europeo. Esto no debería sorprender a nadie, porque en los miles de informes filtrados por el portal DCLeaks – 2.576, para ser más exactos – había uno relacionado con Soros titulado “Mapeo de aliados de confianza” correspondiente al periodo 2.014/2019, elaborado por Kumquat Consult, en el que constan 226 eurodiputados considerados afines a la OSF. El total de miembros de la cámara europea es de 751, o sea, cerca del treinta por ciento de políticos fieles a Soros.

¿Las contrapartidas? Soros tiene muchos intereses económicos en nuestro país. Iberdrola, FCC, Bankia, Liberbank o Caixa Catalunya – sí, la de Narcís Serra, ahora en los tribunales a causa de su gestión en dicha entidad – son algunas de ellas. Se calcula que ha invertido trescientos cincuenta millones en España.

Soros ha adquirido también numerosas propiedades. Curiosamente, en Barcelona, la anticapitalista y podemita Barcelona de Ada Colau. A través de Inmobiliaria Hispania es propietario de 213 apartamentos y 230 plazas de garaje en Diagonal Mar, aquel barrio que se creó a raíz de los JJOO de Barcelona y que debía ser una barriada modélica para las clases populares. Dicen que ahora se está centrando en comprar edificios de apartamentos turísticos y hoteles. Con la política del actual ayuntamiento, la deceleración en el sector hotelero le permitiría comprar a precio de saldo.

Por cierto, circula por los buzones un folleto que ha denunciado oportunamente el portal Dolça Catalunya, de obligada visita, en el que unos cuantos firmantes denuncian a España como estado antidemocrático. Ahí está Ómnium – más de diez millones recibidos en subvenciones procedentes de fondos públicos -, Irídia – quilombo de Podemos y Colau -, Novact – más del 95% de sus ingresos se obtienen a través de subvenciones de instituciones catalanas y de, tiene tela, laAgenciaEspañola de Cooperación al Desarrollo – y, amén de otros personajes igualmente curiosos, el Institut de Drets Humans deCatalunya, cuyo 59% de ingresos, 88.066 euros, proceden de subvenciones directas, viniendo más de la mitad de los mismos de… si, de George Soros.

Podríamos seguir, pero, para muestra, valen estos botones. No se crean lo que dicen los políticos porque, ¿saben?, todos tienen el culo alquilado. Seguramente, al mismo propietario. Y así se escribe la historia.

Miquel Giménez

Funte: Vozpopuli

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

Ahora, cuando Pedro Sánchez es ya presidente del Gobierno, una pregunta sigue flotando en el ambiente político español: ¿por qué Mariano Rajoy no dimitió antes de ser censurado por el Parlamento? Las apelaciones a que lo hiciera fueron constantes desde los medios de comunicación situados en el centro y la derecha –EL ESPAÑOL, El Confidencial, La Razón, ABC, Libertad Digital...–.

La respuesta, según María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, fue que esa dimisión no aseguraba a su partido continuar al frente del Gobierno. No obstante, se trataba de una justificación baladí que no se ajusta a la realidad. Mariano Rajoy no ha dimitido porque necesitaba que Pedro Sánchez le sustituyese al frente del Gobierno para que el PP y el PSOE pudieran seguir alternándose en el poder a lo largo de las próximas décadas, con el apoyo de nacionalistas catalanes y vascos.

Para que este objetivo se haga realidad, es necesario poner fin a los dos grandes problemas que afectan al régimen partitocrático nacido en 1978: el desafío del independentismo catalán -y en menor medida vasco- y la irrupción de Podemos y Ciudadanos.

La solución del primero, pasaría por una negociación que abra la puerta a un sistema cuasi confederal que blinde las competencias estatutarias de ambas comunidades autónomas, convirtiéndolas, de facto, en entidades semi independientes. Este proyecto ya fue expuesto por el Cercle d'Economia el 28 de mayo, coincidiendo con el inicio de la moción de censura contra Rajoy. Pero, para culminarlo, ni el Gobierno de Rajoy ni tampoco ningún otro miembro del PP estaban capacitados para hacerlo, ya que este partido no sólo ha encabezado la lucha judicial y policial contra el independentismo catalán, sino también porque sus votantes jamás lo aceptarían, produciéndose un trasvase definitivo de su mayor parte a Ciudadanos.

Por el contrario, el PSOE, con excelentes relaciones históricas tanto con el nacionalismo catalán como con el vasco, sí puede hacerlo, ya que no le va a afectar de forma notable en su base electoral. La idea que persigue Sánchez no es otra que crear un marco de negociación en lo que resta de esta legislatura para culminarlo en la siguiente, con el apoyo tácito del PP, y teniendo como principales interlocutores al PNV, a los herederos de Pujol y a los posibilistas de ERC.

Para entender por qué el PSOE podría gobernar tras las próximas elecciones legislativas, tenemos que analizar el segundo problema: la irrupción de los nuevos partidos.

No hay duda de que la aparición de Podemos y Ciudadanos ha debilitado el sistema partitocrático, pero también que no le ha puesto fin. De hecho, la organización que parecía más peligrosa de las dos, Podemos, está cada vez más desactivada como fuerza política de cambio. El reciente incidente del chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero demuestra que sus líderes se han integrado definitivamente en el sistema y quieren disfrutar de sus prebendas.

Este hecho se ha manifestado en la reciente moción de censura, donde Pablo Iglesias no ha dudado en reconocer la primacía del PSOE en el espectro ideológico de la izquierda, siendo ahora su aspiración máxima apuntalar y mantener una posición visible, aunque subordinada, en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, y en el que pudiera salir de las próximas elecciones legislativas si la coalición que ha ganado la moción de censura suma una nueva mayoría absoluta. Esa visibilidad le permitiría seguir existiendo como fuerza política con cierta capacidad de influencia –no cayendo en la marginación que caracterizó a IU– y que su máximo dirigente pudiera pagar holgadamente la hipoteca.

Por el contrario, Ciudadanos, que era, hasta fechas recientes, un partido en peligro de extinción, se convirtió, como consecuencia del desafío catalán, en la mayor amenaza que el sistema partitocrático ha tenido en cuarenta años. Una amenaza mucho mayor de lo que nunca supuso Podemos, gracias a su ideología moderada, su proyecto de regeneración democrática y su defensa de la Constitución y de la Nación española, y sobre todo, al acontecimiento electoral más importante de la reciente historia de España: su triunfo en las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017, que supusieron también la reducción a la marginalidad del PP en esa región.

Desde esa fecha Cs no ha dejado de crecer, atrayendo a numerosos votantes del PP pero también del PSOE, convirtiéndose en la fuerza política favorita de los españoles y en un serio aspirante a sustituir a los populares como fuerza hegemónica del centro derecha e incluso a ocupar todo el espacio de centro.

Si este hecho llegara a producirse, tanto PSOE como PP se encontrarían en la misma situación que entre 1977 y 1982, cuando la UCD fue hegemónica; imposibilitándose así cualquier alternancia política que no pasara por Ciudadanos, y reduciendo, por tanto, la influencia parlamentaria de nacionalistas catalanes y vascos. Ante esta tesitura, que podría convertirse en una realidad si se hubieran celebrado elecciones legislativas en el corto plazo, han reaccionado rápidamente tras la sentencia del caso Gürtel poniendo en marcha un programa articulado sobre los siguientes objetivos:

1. Apoyar la llegada al poder de Sánchez.

2. Retrasar al máximo la celebración de nuevos comicios, ya que esperan que eso reduzca las expectativas electorales de Ciudadanos.

3. Poner las bases para la negociación con los nacionalistas, que esperan que no sólo dote a Sánchez de talla política, sino que ayude a destensar la situación en Cataluña, debilitando la ola de patriotismo constitucional que ha sido el principal alimento electoral del partido de Rivera, y permitiendo al PSOE recuperar a parte de los votantes socialistas que han optado por este partido.

4. Aprobar algunas medidas sociales –subida de pensiones, salarios de funcionarios públicos, ayudas a la dependencia, etc.–, que permitirán ensanchar la base electoral del PSOE por la izquierda, arrebatando votantes a Podemos.

5. Regenerar el PP, lo que unido a su potente estructura territorial le permitirá recuperar parte de los votos que se han ido a Ciudadanos. De hecho, esa regeneración constituye uno de los grandes deseos de Pedro Sánchez, como así se lo espetó a Rivera el jueves 31 durante el debate de la moción de censura.

6. Moderar públicamente las reivindicaciones de los independentistas; ayudando así a desactivar la ola de patriotismo español. Esto explica el cambio de actitud de Quim Torra en relación con los consellers presos o huidos.

Si estos seis objetivos se cumplen, Ciudadanos perderá buena parte de la base electoral que tiene en la actualidad, siguiendo el triste destino de UCD, el CDS o UPyD. Pues, el sistema partitocrático actual no acepta la existencia de organizaciones que ocupen el centro político, salvo que se convierta en hegemónica. Pues, podría reducir el papel del PNV y del actual PDCAT, dos de los bastiones fundacionales del sistema, así como también de otros partidos como ERC o incluso Coalición Canaria.

Una última cuestión queda por plantearse, ¿tiene culpa la dirección de Ciudadanos de lo que ha ocurrido? La respuesta es sí porque ha pecado de inexperiencia política, cometiendo tres grandes errores. El primero, no seguir la máxima del maestro Giulio Andreotti: “el poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene”. Pues, sólo desde el Gobierno se puede poner en marcha un proyecto político de cambio y regeneración.

El segundo, creer que el tiempo político se corresponde con el natural, cuando es mucho más lento. En este sentido, pensar que se podía esperar hasta el final de la legislatura, apuntalando el Gobierno del PP, para recoger el poder cual fruta madura, ha sido un error de cálculo imperdonable. Máxime cuando la economía estaba estabilizada y la legislatura totalmente agotada por el bloqueo existente en el Congreso de los Diputados. En estas circunstancias, Rivera debía haber forzado las elecciones; negándose a apoyar los Presupuestos elaborados por Rajoy y el PNV. Al no hacerlo, perdió un tiempo precioso.

El tercero, afirmar, tras conocerse la sentencia del caso Gürtel, que la legislatura estaba acabada; lo que puso en alerta a sus adversarios políticos que temieron que forzara unas elecciones anticipadas. Ante esta tesitura, el PSOE –con el apoyo del resto de los partidos del sistema y la más que notable pasividad del PP– reaccionó con una moción de censura que no sólo descolocó a Rivera, sino que le situó en una posición imposible, que era el objetivo buscado por sus adversarios para debilitarlo: pedía lo que el PSOE y el PP no querían darle –elecciones anticipadas y la dimisión de Rajoy respectivamente–, ofreciendo lo que ni Sánchez ni Rajoy necesitaban –sus 32 votos–.

Tras este fracaso, a Ciudadanos se le abre un panorama que puede ser desolador, pues los comicios que desea no tendrán lugar hasta finales de 2019. Sin embargo, todavía dispone de dos armas de gran valor. La primera, la denuncia de las más que posibles cesiones que Sánchez haga a los nacionalistas, aunque en este caso competirá con el PP, que también lo hará para mantener a sus votantes. La segunda, su gran baza, utilizar las sentencias de los casos de corrupción que afectan a PP y PSOE, para presentarse como el gran regenerador de la democracia. Si la dirección del partido es capaz de mantener viva la llama del patriotismo constitucional y de la regeneración democrática es posible que sus expectativas electorales se mantengan e incluso se acrecienten en lo que resta de legislatura.

Roberto Muñoz Bolaños

*** Roberto Muñoz Bolaños es doctor en Historia Contemporánea y profesor de la Universidad Camilo José Cela.

Fuente: El Español

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

De donde no hay no se puede sacar nada. Hoy la clase política independentista es un cúmulo de nulidades, un areópago de resabiados y resentidos incapaces de entender que su proyecto ha fracasado y que, tan solo están en condiciones de plantar cruces en playas, demostrando que precisan, ante todo y sobre todo, asistencia psicológica. Es más probable que la medicina los considere víctimas del “síndrome de estrés post-traumático” (ver que décadas de lento trabajo independentista solamente han servido para romper a la sociedad catalana) que pasen a la historia. Decía Marx que la historia se repite dos veces: la primera como tragedia y la segunda como comedia. A nosotros nos ha tocado vivirla como vodevil (y de los largos, pesados y aburridos, pero no por ello menos ridículo). Pero en otro tiempo, la gente por la que Quim Torra experimenta admiración convirtió Cataluña en un infierno. En estas notas se recopilan algunas de aquellas escenas patéticas.

Miquel Badia, fidelísimo del Avi

Si la historia del independentismo catalán es una verdadera acumulación de fraudes y verdades a medias (o lo que es lo mismo, mentirijillas reconducidas al propio huerto), la historia de los independentistas supone, en sí misma, la exaltación de la mediocridad, la transformación del perfecto inútil en mito. El pobre Macià (la broma en la Barcelona de 1934 era apostrofar a un sosaina como “ets mes ranci que la momia d’en Macià”… porque Macià acababa de morir ¡y lo habían momificado!; claro está que si los “escamots” te oían decir la broma, podía dar lugar a represalias) nunca entendió lo que era la política: tenía esa visión propia del militar que había sido y que consistía en que el jefe daba una orden que le parecía oportuna y los demás la cumplían.

El 14 de abril de 1931, Companys (el otro mito) apareció por el balcón del ayuntamiento y proclamó la República, ante una plaza de Sant Jaume completamente vacía. Dos horas después, por la misma ventana, Macià proclamaba “El Estado Catalán dentro de la República Federal Española”… La diferencia estribaba en que el Pacto de San Sebastián llegaba hasta la “proclamación de la República”, pero nadie había hablado de un “Estado Catalán”, ni de una “República Federal”. Macià se enrocó en la actitud. Hubo alguien que le prometió jugarse la vida en su defensa: era Miquel Badía, un leridano que encarnó en los años de la república el aspecto más “duro” del independentismo. Badía constituyó una “guardia de corps” para Macià en aquellos días.

Debió venir de Madrid Nicolau D’Olwer, republicano catalán, pero no independentista, para deshacer el entuerto: Macià no quería moverse del reconocimiento del Estado Catalán independiente… La mano izquierda de D’Olwer logró el acuerdo imposible: Macià renunciaba a la independencia y a cambio se quedaba con la “autonomía”… que para él era el paso previo a la independencia. La guardia de corps de Macià desertó. Aquello era una renuncia. Sólo Badía se quedó con el Avi.

El ascenso de Miquel Badía en el independentismo

Llama la atención como los historiadores nacionalistas, intentan defender a los suyos diciendo que los “estándares democráticos” de los años 30 no eran los de ahora: se ve que, entonces, era normal que un tipo se asomara a un balcón y proclamara la independencia sin estar claro quién tenía detrás. La cuestión es que, Macià fue momificado (y no es broma) después de ser cocido en una caldera (tampoco es broma: es Carner Ribalta quien lo cuenta y debería saberlo porque estaba allí y fue uno de los más acérrimos “macianianos”). Companys lo sustituyó: los independentistas no lo consideraban uno de los suyos. Era un abogado republicano federal que había defendido a anarquistas. Carecía de pedigree nacionalista.

Sin embargo, Companys, sabedor de que debía lidiar con el sector independentista de ERC (había otro que era nacionalista pero no independentista) colocó en su gobierno a Josep Dencás, su jefe de filas y dirigentes de las JEREC (juventudes paramilitarizadas) y éste a su vez recurrió a Badia (que por cierto, antes había pertenecido a Bandera Negra, una formación que no dudaba en teorizar el terrorismo como arma política; Badía debió exiliarse después del azaroso y grotesco “complot del Garraf” casi una comedia de enredo: los que intentan atentar contra Alfonso XIII, primero se dejan en casa las herramientas; en el segundo intento pierden el tren; en el tercero no aparece el principal ejecutor y en último los detienen todos…). Después se reencontraron, Dencás como conseller de seguridad y Badia como su jefe de policía.

Badía contra la CNT-FAI, Companys a partir un piñón con la CNT-FAI

La emprendieron contra la CNT-FAI. Abundaron las detenciones arbitrarias, las torturas, los simulacros de fusilamiento, los secuestros y las palizas. Si algo estuvo claro en aquella época era que los “derechos humanos” habían sido aparcados fuera del “oasis catalán”. Llegó la sublevación del 6 de octubre que todavía permanece envuelta en el misterio. La historiografía oficial de la Gencat sostiene que se produjo porque el “fascismo se había adueñado del estado español”… a pesar de que la CEDA, partido mayoritario, estuviera fuera del gobierno radical de Lerroux y que, cuando se introdujo fuera solo con 4 ministros; sin olvidar que la CEDA eran unas cándidos católicos o que la legalidad vigente derivada de las elecciones de noviembre de 1933 había dado amplia mayoría a la derecha... pero gobernaba el centro. En Cataluña, por cierto, ERC se había hundido y la Lliga disponía de casi el doble de diputados.

Companys se refugió en la explicación de que la sublevación del 6 de octubre había fracaso porque Dencás y Badìa no habían estado a la altura y movilizado a sus Escamots. Lo cierto es que uno de los últimos tiros de aquella infausta jornada lo disparó desde una azotea de Vía Layetana el “capitá Collons” (nombre que se había ganado Badía por sus desplantes y actitud ante la CNT-FAI). Al huir Dencás por las alcantarillas y ser encarcelado Companys, éste pudo atribuir al otro el fracaso. Pero había algo más.

Lío de faldas en el Palau de la Generalitat (1): La “misa negra” de Companys

De la misma forma que las vicisitudes de los grupúsculos independentistas en los años 70 y 80 pueden entenderse mejor por los líos de faldas, los ligues y los divorcios (o “ahí te quedes”) de un muy pequeño grupo de independentistas procedentes del PSAN, en tiempos de la República, todo lo que ocurrió en Cataluña entre el 6 de octubre de 1934 y noviembre de 1936 no es posible entender si no se tienen en cuenta esos mismos líos de faldas, celos, venganzas y, en definitiva, miserias humanas.

Resumimos: Miquel Badía se “picó” a Carme Ballester, esposa de un militante de ERC que sustituyó algo más adelante a la primera esposa de Companys en la cama del Palau de la Generalitat (en el casal de Gran Vía de ERC se los encontraron fornicando a base de bien). Badía, un tipo posesivo creyó que la Ballester era para él, así que cuando se enteró de que se había convertido en amante de Companys estalló el scandal. Poco antes del 6 de octubre de 1934, Badia y Companys discutieron delante de otros: Companys destituyó de su cargo a Badía, a causa de que éste había secuestrado, en pleno juicio (tal es el respeto que el independentismo siempre ha tenido por la judicatura) al fiscal que estaba acusando al Xammar, un abogado nacionalista. Cuando Companys lo destituyó le dijo que no era el cargo “para un hombre como él”. Al pedirle explicaciones Badía, Companys, fuera de sí, le contestó que la Ballester “es una santa”.  Badía enumeró las “virguerías” que era capaz de hacer la Ballester en la cama, antes de irse con un portazo. Luego Companys convocó a las personas que había  citado Badia para avalar su relación con la Ballester y vio que, efectivamente, aquella relación era auténtica.

Lo mejor es que –y ahora es Josep Tarradellas quien lo cuenta- Companys llegó a Carme Ballester a la Casa dels Canonges, la colocó en la cama ¡sobre la que había muerto Macià unos meses antes! Y le pidió un juramento de fidelidad. Tarradellas llamó a este episodio “misa negra”. Esto explica el que las JEREC no pusieran toda la carne en el asador el 6 de octubre de 1934. Pero la historia no termina ahí. El período de cárcel de Companys y el de exilio de Badía terminaron cuando el Frente Popular decretó una amnistía. A finales de febrero de 1936 volvían todos los actores a Barcelona. Lo que hasta ahora había sido una comedia con mucho de vodevil se transformaría ahora en tragedia.

Líos de faldas en el Palau de la Generalitat (2): la culpa es de la falange…

El 28 de abril de 1936, Badía había quedado citado por la tarde con Macià Alavedra para entregarle unos documentos comprometedores sobre determinados dirigentes de ERC próximos a Companys (es Alavedra quien lo contó). Al parecer, Companys, mantenía juegos sexuales con la Ballester y alguna amiga cuyo marido también participaba. Por otra parte, había dirigentes de ERC asiduos al cabaret La Criolla, lugar de encuentro del entorno gay y trans de la época. Allí, el encargado, “Pepe el de la Criolla”, les buscaba chaperillos y complementos para sus juegos sexuales. El 27 de abril por la noche, “Pepe el de la Criolla” fue asesinado. El crimen llamó la atención porque al día siguiente Bacía quedó con Alavedra para entregarle los documentos que comprometían a dirigentes de ERC, Companys incluido. Sin embargo, a las 15:30, Badía y su hermano fueron asesinados por unos pistoleros anarquistas (si bien Escofet, el jefe de los Mossos, intentó hacer creer que fueron “los falangistas”. Por cierto que las sospechas sobre el asesinato de “Pepe el de la Criolla” recayeron en cuatro Mossos de Esquadra…).

Lo cierto es que, tras su regreso de la prisión, Companys no se alía con los independentistas radicales sino que se apoya en la CNT-FAI a la que permite la ejecución de 8.000-9.000 catalanes en los primeros meses de la guerra civil. Contará con ellos hasta mayo de 1937 cuando el PSUC y los agentes soviéticos de la Cheka, se conviertan en árbitros de la situación…

La explicación de Escofet no convenció a ninguno de los dirigentes independentistas, que abandonaron ERC y volvieron a dar vida a Estat Catalá. Los independentistas siempre consideraron al mitificado Companys como el mandatario del crimen de los hermanos Badía. Companys habría recurrido a un faiero que nunca había conocido a los Badía para ejecutar el crimen. Y es que Companys nunca pudo olvidar el tiempo en el que había sido abogado de anarquistas antes de pasarse al nacionalismo. Pero la cosa no termina aquí.

Líos de faldas en el palau de la Generalitat (3): el “Caso Reverter”

Companys había nombrado a un chico joven y sin ninguna experiencia política, Andreu Reverter, como “comisario de orden público”, en sustitución de Badía.  ¿Un desconocido sin experiencia en un cargo tan importante? Las cosas se entienden mejor si se tiene en cuenta que la mujer de Reverter y la de Companys eran grandísimas amigas, realizaban juegos sexuales juntas en unión de sus compañeros. Pero esto, seguramente, no es lo más importante, sino el hecho de que a Reverter se le ocurre preparar el asesinato de su madrastra, en plena guerra civil, para lograr beneficios económicos. Como suena. Esto coincide con dos episodios que lo tienen como protagonista: en primer lugar el intento de apropiación de unos lingotes de oro y de platino que se estaban sacando del Madrid que se daba por perdido ante el avance de las tropas de Franco. Ahora es Largo Caballero quien cuenta esta historia. Él mismo fue quien denunció la acción de Reverter a Companys.

El interesado declara que quería apropiarse del armamento depositado en dos vagones en el sur de Francia que la Generalitat había comprado. Dado que Estat Catalá había perdido todo su armamento en el intento frustrado de invasión de Menorca, con esas armas se pretendía rearmar al partido para ponerlo al servicio del proyecto más enloquecido del independentismo catalán en aquellos momentos: secuestrar y eliminar a los jefes de la CNT-FAI, ejecutando a 20 dirigentes de las Milicias Antifascistas, detener y exiliar a Companys, sustituirlo por Joan Casanovas y ¡proclamar la independencia de Cataluña! ¿Quién da más? Los independentistas, evidentemente, que, una vez independientes¡ se declararían “neutrales” en la Guerra Civil española! Casanovas ya había tomado contacto con el gobierno francés para anunciarles el plan que debía contar con el apoyo de las potencias democráticas. Todo ello –y quizás esto sea lo más espatarrante- es que lo pretendía hacer con 200 militantes de Estat Catalá…

Cabría añadir que Casanovas tenía también amistades propias de la Barcelona canalla: se relacionaba con la vedette del Paralelo Margarita Carvajal, mexicana, lo que no le impidió dejarla cuando consiguió huir a Francia. La Carvajal era la “reina del Paralela” y de ella se cuenta que cuando la CNT exigió que todos los que trabajaban en variedades cobraran lo mismo, ella se encaró con los anarquistas y les dijo “pues que suba el acomodador y enseñe el culo”.

Anarquistas situados dentro de la Comisaría de Orden Público se enteraron del plan y lo denunciaron, lo que unido al testimonio de Largo Caballero, hizo que el plan fuera descubierto el 24 de noviembre de 1936. Reverter resultó detenido. La versión que se dio era la de que intentaba asesinar a su madrastra para beneficiarse económicamente. Fue condenado a muerte. Y entonces hizo valer su conocimiento sobre Carmen Ballester y sobre la muerte de los Badía. Planteó, digámoslo claramente, un chantaje a Companys. Así que funcionarios de la Gencat se ofrecen para excarcelarlo y facilitarle la salida a Francia. Reverter aceptó callarse. El final os lo podéis imaginar: unos dicen que en Calaf, otros que a 20 km de Barcelona, el caso es que Reverter apareció asesinado en la cuneta.

Algunas conclusiones: una pregunta a Quin Torra

Este era el panorama de los independentistas antes y durante la guerra civil. Así que a nadie le extrañe lo que está ocurriendo ahora. ¿Paralelismos? Muchos:

- No entender la situación internacional. El Quay d’Orsay respondió a la propuesta de Casanovas alegando que “no era oportuna” y que podría desarrollar el independentismo de varias regiones en Francia y hacer que el Rosellón quisiera aproximarse a Cataluña. Ochenta años después, los independentistas no se han dado cuenta de que su iniciativa carece de apoyos en Europa precisamente por lo mismo.

- No entender que, no hoy, sino siempre, han carecido de fuerza social suficiente para la independencia: parece increíble que en plena guerra civil, un pequeño grupo independentista, llegara a la conclusión de que podría fusilar a 20 anarquistas, exiliar el presidente y declarar la república catalana independiente, declararse neutral y ser reconocidos por Francia e Inglaterra.

- No entender que no basta con los mitos sino que para fundar una nación independiente hace falta una clase política dirigente y un proyecto. Macià es una especie de patriarca del nacionalismo y Companys el mártir, a despecho de sus acciones reales y de su valoración objetiva. El nacionalismo vive y se engaña a base de mitos tras los cuales apenas existen miserias humanas. Ayer y hoy. Porque casi mejor no entrar en las miserias familiares de los últimos presidents nacionalistas.

- Tenerse unos a otros como enemigos más allá de las diferencias políticas que, a fin de cuentas, no son más que coberturas de celos, choques personales, sino de líos de faldas… y ser capaz, incluso de matar al “camarada” por un quítame allá la novieta.

Por eso, cuando Quin Torra alega ser admirador de los Badía, de Companys, de Macià y de todos estos personajes, se califica a sí mismo. Ah, y lo que todavía es más sorprendente: cuando hace falta alguien con capacidad mediadora, con voluntad y capacidad negociadora, con un perfil independentista bajo (puesto que el proyecto ha fracasado ¡y de qué manera!), con buenos contactos fuera de Cataluña, lo que se elige como presidente es al personaje situado en las antípodas del perfil requerido: nula capacidad de negociación, nula capacidad para el diálogo, nula capacidad para entender los motivos del fracaso del plan soberanista, nula capacidad para asumir la realidad socio-política de Cataluña y, para colmo, guinda de las guindas, un tipo que considero –por mucho que se haya disculpado- que más allá del Ebro solamente hay “animales con forma humana”.

Que  revise la historia del nacionalismo independentista catalán y verá lo que tiene en su propio hortet. De ahí que hayamos hecho  este pequeño repaso.

Ernest Milá

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

El Equipo Internacional Conjunto de Investigación (ECI) declaró el 24 de mayo que fue un misil ruso Buk el que derribó el Boeing 777 de Malaysia Airlines en julio de 2014 sobre Ucrania. La acusación se basó en fotos y videos que la gente había subido a las redes sociales poco después del desastre. En otras palabras, la declaración del ECI no es más que otra parte de acusaciones infundadas para demonizar a Rusia ante el mundo.

La conclusión de los expertos del ECI no es la primera de este tipo. En 2016, hubo un "informe provisional", cuando se dijo que la comisión no proporcionaría todos los materiales del Caé porque podría perjudicar la investigación. Además, no es la primera vez que investigadores extranjeros acusan a Rusia de derribar el avión MH17 sin proporcionar ningún dato.

Los expertos tienen serias dudas sobre la calidad del trabajo del equipo de investigación y hacen preguntas sobre el objetivo real de ese trabajo.

He aquí un comentario sobre el tema que recibimos del Honorable Piloto de la URSS, Oleg Smirnov.

"Esta versión no es la primera, sino la siguiente en la investigación absolutamente mediocre y poco profesional de las causas de la grave tragedia. Esto forma parte de la guerra de la información contra Rusia, porque ya dura tres años y hay muchas violaciones graves de las normas internacionales de aviación en esta investigación.

"El segundo día después de la tragedia, comparé los hechos que habían surgido en ese momento y me hicieron creer que el país que derribó el Boeing era Ucrania. Contrariamente a los estrictos requisitos de cerrar el espacio aéreo para el vuelo de aeronaves civiles sobre el territorio en el que se llevan a cabo las acciones militares, Ucrania hace caso omiso de esa reglamentación internacional. En realidad, Ucrania permitió que el Boeing de Malaysian Airlines sobrevolara la zona de guerra.

"El coautor de este desastre es el gobierno holandés, que no encontró ni la fuerza ni el deseo de salvar la vida de sus ciudadanos que volaban en ese avión. Las autoridades neerlandesas no exigieron a Ucrania que cumpliera la normativa internacional de aviación. Por lo tanto, el gobierno holandés empujó a esas personas a ese avión.

"Curiosamente, Rusia también llevó a cabo su investigación sobre el desastre del MH17, pero el Equipo Mixto de Investigación hizo caso omiso de la conclusión de la parte rusa. En particular, se refiere al hecho de que en el lugar de la tragedia se encontró un misil Buk sin estallar. El misil apenas tenía daños. El avión fue derribado, pero luego se encontró un misil entero en el lugar. ¿Cómo puede ser posible?

"La empresa rusa Almaz-Antey, fabricante de los sistemas de misiles Buk, realizó un lanzamiento experimental del misil en condiciones similares. Por supuesto, el misil estaba hecho pedazos. Sin embargo, la Comisión Internacional hizo caso omiso de esas conclusiones. También es curioso que los expertos del Equipo Mixto de Investigación hablen del misil Buk y acusen a Rusia de la catástrofe, simplemente sobre la base de algo que encontraron en Internet. Sin embargo, los fiscales neerlandeses dicen que todavía no saben quién derribó el Boeing. Sin embargo, sigue siendo cuestionable si fue un misil Buk el que derribó el vuelo MH17.

"Como dijeron los representantes del Equipo Mixto de Investigación durante su conferencia de prensa, disponían de toda una serie de fotografías y material de vídeo en los que se veía el sistema antiaéreo de Buk. Durante el análisis de esas imágenes, los expertos encontraron una serie de rasgos distintivos. La combinación de estas características era tan única que podían considerarse como "huellas dactilares", explicaron los investigadores. Supuestamente, el único sistema de misiles Buk en el que se encontró una combinación tan singular de características distintivas fue el Buk SAM autopropulsado, que fue capturado repetidamente en materiales fotográficos y de vídeo mientras el sistema viajaba en una columna de la 53ª brigada del 23 al 25 de junio de 2014.

"Además, no hay certeza de que los fragmentos de la boquilla y el motor del misil antiaéreo Buk que fueron presentados al público durante la conferencia de prensa del 24 de mayo fueran en realidad los fragmentos del misil que derribó el MH17. Cabe señalar que los misiles de este tipo se retiraron de las fuerzas armadas rusas en 2011, pero los investigadores del Equipo Mixto de Investigación no formularon observaciones al respecto.

"Para colmo, la comisión internacional decidió hacer la declaración ahora con fines políticos, durante el primer día del foro económico internacional en San Petersburgo, donde, contrariamente a toda la retórica sobre "el aislamiento de Rusia", están presentes delegados de 72 países del mundo.

"Por lo tanto, todos estos anuncios vienen como un intento de "refrescar el tema" y demonizar aún más a Rusia. La misma frase "basada en datos de redes sociales" sólo hace reír. Los fiscales a cargo del caso claramente se distancian de hacer acusaciones tan ridículas.

"En pocas palabras, esta investigación interminable durará muchos años más. El ECI seguirá presentando "informes reveladores" cada vez que sea políticamente ventajoso. Sin embargo, cada nuevo informe de este grupo de investigadores ya empieza a producir el efecto contrario, desacreditando su trabajo por completo".

Por Elespiadigital
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infoelespiadigitales/4/4/19

He desistido ya de entender la política catalana. Tras la aplicación del 155 los dirigentes soberanistas empezaron a hacer autocrítica. Bueno, con franqueza, tras el 155 y los primeros encarcelamientos.

Joan Tardà admitió que no había una "mayoría" suficiente. Anna Simó que “la vía unilateral es imposible”. Sergi Sabrià que el país “no estaba preparado”. Carme Forcadell que la DUI había sido “simbólica”. Hasta Carles Puigdemont manifestó que una alternartiva a la independencia era “posible”.

¿Qué ha cambiado desde entonces? Porque en las elecciones del 2017 el soberanismo obtuvo el 47,5% de los votos. En las del 2015, el 47,7%. Una diferencia de apenas dos décimas. La famosa base social está estancada desde hace años.

Incluso en la última encuesta del CEO, de este mismo viernes, el 48% quiere que Catalunya sea un “estado independiente”. Pero los partidarios de la independencia no han llegado nunca ni al 50%. El máximo fue en julio del año pasado, en pleno apogeo del proceso: 49,4%.

¿Por qué insisten, pues? ¿Por qué Quim Torra ha hecho el discurso que ha hecho? ¿Para contentar a la CUP? Ya sé que necesita sus votos pero ni con semejante discurso han aplaudido.

El candidato, en efecto, ha vuelto a poner en marcha el proceso. Ha acusado al Estado de ser una dictadura, al ministro de Zoido de malversar caudales públicos y ha anunciado que trabajará “sin descanso" por la República catalana.

Hasta ha reconocido que él es un paréntesis, un presidente provisional a la espera de Puigdemont, que es la mejor manera de desprestigiar una institución ya muy desprestigiada.

Ha habido, en todo caso, dos momentos cumbre durante su discurso. Uno, cuando ha hecho una llamada a dejar atrás el “insulto”. La bancada de la oposición se ha puesto a aplaudir vista su trayectoria en twitter. Vaya regalo.

Y el otro cuando ha comparado la crisis política catalana con una “crisis humanitaria” -ya lo hizo en su primera entrevista en TV3- como si esto fuera Somalia, Eritrea o Sudán del Sur.

Me ahorro la propuesta a Mariano Rajoy de una negociación entre “su gobierno y el gobierno de Catalunya”. La frase confirma que el procesismo continua instalado en una dimensión desconocida.

Al final se ha referido al “pueblo de Catalunya”. A diferencia de Tarradellas que, cuando llegó del exilio -aquello sí que fue un exilio- se dirigió a los “ciudadanos de Catalunya”. Es una diferencia sutil pero no baladí. Las repetidas llamadas a construir un nou país significa un país a su medida.

En fin, el pleno del Parlament  era una muestra definitiva de la división del país: la mitad del hemiciclo aplaudiendo. La otra, en silencio

No eran dos mitades perfectas porque, en la parte superior derecha del hemiciclo, hay diputados de ERC. Y en la inferior izquierda están los comunes.

¿Pero si sólo el 47% de los catalanes está a favor de la independencia por qué vuelven a empezar? ¿Qué hacemos con la otra mitad? ¿Los echamos? ¿Los encerramos?

La única estrategia del soberanismo parece aquella de que cuanto peor, mejor. Que no es una estrategia. Ni siquiera una mala estrategia. O conseguir una reacción desmedida del Estado para que crezca el independentismo.

Han puesto en bandeja a Mariano Rajoy la prolongación del 155. ¿No decían que afecta tanto a la vida cotidiana de los catalanes? Digo a los catalanes de a pie, no a los altos cargos.

¿Qué quieren? ¿Un conflicto civil? A veces empiezo a creer que, como me dijo hace años un periodista digital, la independencia bien vale una guerra. Se refería no a una guerra con España sino a una guerra civil entre catalanes.

Yo estuve en los Balcanes durante el asedio de Sarajevo. Lo que más me llamó la atención es que se habían dedicado a quemar la casa del vecino para que no pudiera volver. No pretendo ser pesimista ni alarmista ni tan sólo demagogo. Pero ya no descarto nada.

Xavier Rius

Director de e-notícies

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