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Editorial > Editoriales Antiguos
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Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18
Hace días se produjo una horrenda masacre de hasta 50 mujeres y niños en una fiesta de bodas en Yemen, llevada a cabo por la fuerza aérea saudí respaldada por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Dos salones de bodas en la provincia de Hajjah fueron borrados del mapa por los ataques aéreos. Trozos de cuerpos estaban esparcidos entre los escombros en una escena infernal.
Entre la carnicería, un salvavidas civil encontró a un niño pequeño aferrándose desesperadamente al cuerpo de su padre muerto. Se negó a dejar el cadáver ensangrentado de su padre, aferrándose a la esperanza de que su padre todavía estuviera vivo.
Prácticamente no hubo cobertura de la matanza en los medios de comunicación occidentales.
Sin embargo, el incidente no fue más que una masacre de civiles por aviones de combate sauditas, armados y alimentados por los EE.UU., Gran Bretaña y Francia. Un crimen de guerra.
Abominable, el bombardeo de Hajjah fue solo uno de los tantos crímenes de guerra cometidos por el régimen saudita respaldado por Occidente en Yemen en los últimos tres años.
Contrasta la indiferencia de los medios occidentales con el sufrimiento de Yemen con la cobertura saturada otorgada a un incidente no verificable, fabricado en Siria sobre un presunto ataque con armas químicas en Douma el 7 de abril.
Videos de dudosa procedencia fueron reproducidos una y otra vez en los medios de comunicación occidentales mostrando a niños que sufrían una exposición química en Siria. Pero la lastimosa escena de la masacre en el salón nupcial yemení y el niño pequeño entre la carnicería obtuvieron una cobertura mediática occidental despreciable.
Una semana después del incidente de Douma, el 14 de abril, después de mucha condena histérica del gobierno sirio y su aliado ruso, el presidente estadounidense Donald Trump y sus homólogos británicos y franceses ordenaron un bombardeo de misiles sobre Siria en lo que se suponía era venganza por la supuesta atrocidad en Douma.
Trump, Theresa May y Emmanuel Macron hicieron declaraciones angustiadas sobre el "sufrimiento humano" en Siria. De Yemen, no dicen nada.
Esta semana, las autoridades rusas facilitaron los testimonios de las familias de Douma en la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas de La Haya. Funcionarios británicos y estadounidenses lo calificaron de "teatralidad" rusa sin siquiera molestarse en escuchar los testimonios.
Los niños que habían aparecido previamente en los dudosos videos lanzados por los militantes yihadistas en Douma, testificaron que fueron orquestados involuntariamente por un video de propaganda el 7 de abril que pretendía mostrar que se habían usado armas químicas. Resulta que no se usaron armas químicas. Los médicos en Douma confirmaron eso también.
El incidente de Douma fue indudablemente una falsa bandera. No hubo ataque de armas químicas. Fue una ficción descarada amplificada por los medios occidentales.
De manera vergonzosa, los medios occidentales esta semana descaradamente han dejado que se olvide la "historia" de Douma, probablemente a la luz de la evidencia creciente sobre la falsa bandera.
Pero basado en ese truco, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña lanzaron más de 100 misiles contra Siria. Los ataques aéreos liderados por Estados Unidos se basaron en una mentira. Los ataques fueron, por lo tanto, una grave violación del derecho internacional. Un crimen de guerra.
Los medios occidentales en su cobertura temeraria e imprudente del incidente de Douma que señalaba un ataque con armas químicas son acusados ??de complicidad en los subsiguientes ataques aéreos liderados por Estados Unidos.
¿Pero dónde está la cobertura de los medios occidentales y la protesta por una verdadera atrocidad que sucedió en Yemen? Al igual que muchas otras atrocidades reales que han ocurrido en Yemen desde los ataques aéreos de Arabia Saudita respaldados por Occidente, los medios occidentales actúan como encubridores de los crímenes al omitir informar sobre el horror.
Otra prioridad distorsionada en los medios de comunicación occidentales fue la cobertura masiva dada a un incidente esta semana en Toronto, donde un individuo trastornado mató a 10 peatones con una camioneta. Un crimen terrible en Toronto sin dudas. Pero nada en la escala de docenas de mujeres y niños asesinados en Yemen por aviones de combate saudíes respaldados por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
La casi total ausencia de informes sobre la barbarie infligida en Yemen con el apoyo de los gobiernos occidentales es un ejemplo de cómo los medios occidentales funcionan como servicios de propaganda.
No es de extrañar que los gobiernos occidentales salgan impunes de tales crímenes en Yemen y en otros lugares cuando los medios de comunicación en esos países son vergonzosamente negligentes al informar sobre los crímenes de los gobiernos occidentales.
Acusar a los medios occidentales de ser “dejados” a la hora de informar es quizás una crítica demasiado generosa. De hecho, son cómplices de los crímenes de guerra debido a su distorsión y omisión deliberadas.
Su complicidad se ve agravada por su arrogancia al proclamar que es un "periodismo profesional independiente". Es repugnante cuando los medios de comunicación occidentales se jactan continuamente de su "excelencia en el periodismo". Los famosos periodistas autoinflables como Christiane Amanpour en CNN o Stephen Sackur en la BBC hablan sobre "buscar la verdad y la comprensión" y "hablar duro".
¿Por qué Amanpour no está buscando la "verdad y el entendimiento" en los escombros de Yemen empapados de sangre? ¿Por qué Sackur no habla con los ministros de asuntos exteriores occidentales sobre sus crímenes en Yemen y Siria, como trató groseramente de hacer recientemente con Sergei Lavrov de Rusia? No lo hacen porque son artistas de propaganda enormemente mal pagados al servicio del poder imperial.
Estas personas, al igual que las organizaciones de noticias para las que trabajan, son viles charlatanes. Los medios occidentales son emisores de propaganda para sus gobiernos criminales. La distorsión en los mismos días sobre una falsa bandera en Siria y el horror en Yemen es la prueba.
Fuente: Strategic Culture
La visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Ankara terminó en una cumbre trilateral con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el presidente iraní Hassan Rouhani. La declaración conjunta de estos líderes estatales reafirma su determinación de cooperar en la derrota final del Estado Islámico (ISIL), el Frente Al-Nusra y otros grupos extremistas. Se destacó la importancia crítica de separar a los grupos terroristas antes mencionados de las formaciones armadas de la oposición, que ya se unieron al alto el fuego o lo van a hacer.
Los tres líderes estatales destacaron especialmente que ninguna acción de ninguna parte debería socavar los principios de integridad territorial e independencia de Siria. También rechazaron cualquier intento de crear nuevas realidades con el pretexto de combatir el terrorismo y expresaron su determinación de contrarrestar los planes separatistas destinados a socavar la soberanía y la integridad territorial de Siria, así como la seguridad nacional de los países vecinos. Al hacerlo, los presidentes pidieron a la comunidad internacional que brinde un apoyo cada vez mayor a Siria, incluido el envío de más suministros humanitarios, la asistencia en el desminado humanitario, la reconstrucción de la infraestructura vital y socioeconómica y la preservación del patrimonio histórico.
Pero Occidente no solo no prestó atención a estas nobles aspiraciones de los tres países para la resolución final del problema sirio, sino que también hizo todo lo posible para garantizar que la guerra civil continúe, incluido el uso de agentes provocadores y terroristas. Todos los principios morales de la humanidad, la decencia y el derecho internacional quedan atrás. Occidente se sumergió en las mentiras básicas y la inmoralidad, siguiendo fielmente el testamento del infame Joseph Goebbels: "Cuanto más monstruosa es una mentira, más fácilmente la muchedumbre la acepta". Y así las monstruosas acusaciones contra Rusia y su presidente, personalmente, de usar sustancias químicas contra la población civil.
La primera ministra británica Theresa May encabezó esta línea de acción, dando así una lección profesional a su estudiante perezoso Donald Trump que, en su opinión, no había sido últimamente muy activo en "luchar por el mundo libre contra los bárbaros". Después de la campaña de provocación escenificada del envenenamiento de Skripal cuando llegó a la casa en la que vivía, y según los funcionarios británicos, esto fue una amenaza para todo el vecindario o, posiblemente, para toda la ciudad de Salisbury, para aumentar el impacto de esta provocación ordenada en el público. Como dice el viejo refrán, la demencia está empeorando.
La prensa occidental explica la histeria del liderazgo británico con bastante precisión. Después de que los terroristas de la Legion Al-Rahman ejecutaron a 17 mercenarios extranjeros, en su mayoría británicos, que intentaron obstaculizar el acuerdo con los "irreconciliables" yihadistas que con sus familias partieron para Idlib justo antes de dejar Jobar, Londres se dirigió a Rusia vía Omán para el tema de liberar a los prisioneros. Pero después de que los militares rusos respondieron que tenía que arreglarse con el liderazgo sirio, los británicos se sumergieron en la histeria.
Y una nueva provocación sucedió en poco tiempo, esta vez en Siria, con la presunta bomba venenosa de gas utilizada por el ejército sirio en el último bastión terrorista, la ciudad de Douma. Para decir la verdad, había otra versión en la prensa, según la cual los terroristas volaron el barril de cloro en medio de la agonía de su derrota total.
Al mismo tiempo, los militantes del Jaysh al-Islam comenzaron a abandonar la ciudad de Douma en Eastern Ghouta. El acuerdo, alcanzado con una activa participación rusa, proporciona un paso seguro a los rebeldes y a sus familiares, lo que les permite abandonar Douma, a cambio de que Jaysh al-Islam libere a los cientos de sus rehenes y prisioneros de guerra.
Expertos internacionales que tienen un mínimo sentido común, se están haciendo una pregunta razonable: ¿por qué Siria o Rusia usarían armas químicas si aceptaban voluntariamente dejar ir a los militantes? Además, las armas químicas de Damasco se sacaron del país, que fue debidamente registrada por las autoridades internacionales competentes.
Aparte de eso, los expertos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no detectaron ninguna señal de uso de sustancias químicas tóxicas por las fuerzas armadas del gobierno en Douma, dijo TASS en referencia a los representantes de la organización. El médico de la Media Luna Roja, Adnan Tbang, hizo hincapié en que, durante los seis años de su trabajo en Siria, no había visto pruebas del uso de armas químicas en la República Árabe Siria. "Trabajé para el hospital central de Douma durante siete años. Hubo un caso en enero de este año, trajeron a seis pacientes con problemas respiratorios. El examen médico no encontró ningún indicio de sustancias tóxicas. Les dimos oxigenoterapia y no teníamos ninguna prueba de que hubieran sido envenenados", dijo Seif Aldin Hobia, otro médico.
En una sociedad democrática normal que los EE.UU. y el Reino Unido se imaginan sin fundamento suficiente, se habría llevado a cabo una investigación exhaustiva de este nuevo "incidente químico en Siria" organizado por Occidente, y solo después de eso, de conformidad con el derecho internacional , habría sido legítimo un castigo. Pero Donald Trump siguió el ejemplo de Theresa May y se puso histérico, escribiendo lo siguiente en Twitter: "El presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de respaldar a Animal Assad". Uno no puede dejar de prestar atención al hecho de que, por primera vez, Donald Trump ha criticado duramente al presidente ruso, Vladimir Putin, incluso antes de que la investigación arrojara algún resultado.
Pobre, pobre Estados Unidos, ¿en quién confió el gobierno y a dónde la dirigirá el presidente Trump? Hay una degradación humana no solo en los Estados Unidos, sino también en todo el mundo occidental.
Donald Trump, que decidió seguir a los cruzados y formó un equipo de "halcones" (nuevo asesor de seguridad nacional John R. Bolton, que tiene vínculos con la escandalosa firma británica Cambridge Analytica, el nuevo y tendencioso secretario de Estado Mike Pompeo, la nueva directora de la CIA, Gina Haspel, la primera mujer en la historia en tener este cargo, cuyo pasado sádico es bien conocido) ahora se está preparando para comenzar una guerra contra Siria. Una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, fue suficiente para que París enviara a 50 de sus oficiales a Manbij con poco tiempo de aviso, como lo solicitó el presidente de los Estados Unidos. El 2 de abril, el canal de televisión Al-Arabiya, citando sus fuentes locales, informó que los Estados Unidos ya tienen "escuadrones auxiliares de tierra [300 hombres], incluyendo una gran cantidad de transportes blindados de personal y equipo militar pesado. "Los expertos señalaron que Estados Unidos depende de sus aliados y no es un secreto que la presencia francesa es fuerte en varios lugares de Siria, que es un intento de restaurar la influencia que París solía tener en este país después de la Primera Guerra Mundial, cuando Siria era colonizada por Francia. Todo el mundo civilizado tiene una muy buena idea de lo bien que los franceses pueden lidiar con los conflictos. Fue París quien sugirió aniquilar a la Jamahiriya Libia como un estado soberano y el brutal asesinato de su líder, Muammar Gaddafi.
¡Esa es la Francia democrática con sus principios de revolución democrática!
Está muy clara qué razón tenía Vasily Nebenzya en su discurso en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuando acusó a los países occidentales de apoyar a los terroristas en Siria con el objetivo de derrocar al gobierno sirio: "Los terroristas y extremistas, respaldados por patrocinadores externos, están siendo derrotados en Siria. Permítanme recordarles que esos son los mismos terroristas y extremistas que usted equipó, financió y envió a ese país para cambiar su gobierno legítimo. Ahora está claro, por qué esta derrota está llevando a la histeria a los que invirtieron su capital político y material en estas fuerzas oscuras".
Viktor Mikhin
Miembro de la Academia Rusa de Ciencias Naturales
Según los expertos en armas químicas, la versión de inteligencia británica sobre unos agentes nerviosos, llamados "Novichok" que supuestamente fueron introducidos en el equipaje de la hija de Skripal-Yulia, cuando ella todavía estaba en Moscú, parece totalmente ridícula. También se destaca la falta de pruebas claras en toda la historia del "equipaje intoxicado". La falta de pruebas contra Rusia también llamó la atención de los veteranos de los servicios de inteligencia extranjeros. A su vez, Londres presentó otra versión sobre la participación de Moscú en el envenenamiento de Sergei Skripal. El Telegraph, refiriéndose a sus propias fuentes dentro de la inteligencia británica, publica que la causa del envenenamiento de un ex oficial de GRU y un espía británico podría ser el equipaje de su hija. Según el periódico británico, las cosas y los regalos que la hija llevaba a su padre de Moscú, podrían estar impregnados de un agente nervioso. Los servicios secretos británicos dicen que la sustancia venenosa podría haber sido puesta en el apartamento moscovita de la hija de Skripal sin que ella lo supiera.
La publicación también afirma que estos objetos también podrían haber causado el envenenamiento de Nick Bailey, un policía que primero acudió al domicilio de las víctimas en la ciudad de Salisbury. Aquí hay una versión incoherente, ya que anteriormente se informó que el agente Bailey fue envenenado en el centro comercial- lugar, donde fueron encontrados en estado inconsciente Sergei Skripal y su hija.
Desde el punto de vista de muchos expertos, esta versión con la que Londres y sus aliados refuerzan el ataque mediático y diplomático contra Rusia, parece demasiado ridícula.
El ex miembro de la Comisión de la ONU sobre armas químicas y biológicas durante los años 1998-2003, el químico ruso Igor Nikulin, señala sobre la absurda información e incoherentes evidencias de los informes sobre el caso del "equipaje envenenado de Moscú", y le parece muy sospechoso que en el momento cuando encontraron los cuerpos inconscientes, muy cerca del envenenado Skripal se encontrara la policía, que por alguna razón, no llevaba máscaras ni ningún otro equipo de protección, e incluso había espectadores.
Los especialistas dicen que en realidad, Skripal está vivo y se encuentra con buena salud, y todo esto es solo una actuación y un espectáculo. ¿Por qué no se les permite a nadie acercarse a Skripal? ¿Por qué no hay información verídica ni evidencias y todo está clasificado y censurado? Cuando fue asesinado Trotsky, la investigación sobre su asesinato continuó, y en términos modernos, en el modo "online". Las noticias de la investigación se imprimían todos los días. Cuando hubo un intento de asesinato al Papa en 1981 por un turco llamado Ali Agca, diariamente y en todos los países europeos, como también en Turquía, los periodistas llevaron a cabo todas sus investigaciones sobre el caso. Toda la información fue publicada- las pruebas, revelaciones, las fotos y todos los resultados de un trabajo tormentoso, de hecho provocó la caída de toda la red de la CIA que residía en Turquía, Europa y en Suiza. Incluso se publicaron libros, salieron programas y películas.
Y con eso, todo se vino abajo.
Cuando mataron a Bandera, ocurrió lo mismo.
Pero ahora, aparte de las vacías acusaciones, no oímos nada más que eso.
Los expertos no excluyen la posibilidad de que la sustancia haya sido colocada en la maleta y los objetos personales de Julia Skripal estando ya en el Reino Unido, de lo contrario surge la siguiente pregunta- ¿Por qué durante TODO EL DIA no hubo más infectados, mientras que el policía afectado, al llegar a la escena del crimen se desplomó en pocos minutos?
El ex director del servicio secreto israelí, "Nativ" Yakov Kedmi, opina que la obvia "cojera" ilógica y falta de pruebas en las versiones británicas es la razón por la cual, incluso sus propios aliados no tienen prisa por unirse al llamado de Londres. En particular, Israel no se ha unido a "la declaración de los cuatro" - una declaración de los líderes del Reino Unido, EE.UU., Francia y Alemania. Kedmi señaló que Gran Bretaña ha exigido el apoyo de sus aliados por dos motivos: en primer lugar, condenar el envenenamiento y en segundo, condenar a Rusia y tacharla como "culpable". A su vez, Israel solo expresó su condena por el hecho del envenenamiento, pero se negó categóricamente a señalar Rusia como culpable. El ex director de los servicios especiales israelíes señala la extraña lógica de una conducta incriminatoria hacia Rusia.
-"El valor de un desertor está en la información que el posee. Todo lo que sabía Skripal y todo lo que él ha contado a los británicos, el mismo lo contó en 2004 a la investigación rusa", recuerda Kedmi.
Anteriormente, una conocida periodista búlgara, Dilyana Gaitandzhieva, sugirió que en la organización del envenenamiento de los Skripal, podría estar involucrado un laboratorio cercano a Salisbury- "Porton Down". Es el mismo laboratorio que se dedicó al análisis de la sustancia encontrada en el cuerpo de Skripal. Muchos medios de comunicación prestaron atención y contaron en detalle sobre la extraña vecindad de barrio Salisbury, donde residía Skripal y donde también fue envenenado, con el laboratorio químico en "Porton Down". Sin embargo, muchos expertos coinciden en que es imposible en tan poco tiempo determinar exactamente qué tipo de sustancia fue utilizada en cuestión y encontrar un antídoto adecuado. Pero, a pesar de esto, las declaraciones acerca de la "participación" de Rusia comenzaron a sonar casi inmediatamente después del envenenamiento.
Incluso, si llamado Novichok" fuese usado realmente, entonces esto nos acerca hacia otro dato muy interesante. En el archivo de las publicaciones del periódico The New York Times, los periodistas lograron encontrar un artículo que fue publicado el 25 de mayo del 1999, en el cual, se informó de que Washington y Tashkent firmaron un acuerdo para la ejecución de la descontaminación de las instalaciones de producción del Instituto Estatal de Investigación de Química y Tecnología Orgánica- la misma empresa que desarrolló la sustancia venenosa, llamada "Novichok".
Si Gran Bretaña realmente intenta buscar la verdad en este asunto, entonces debería atraer expertos rusos y presentar alguna evidencia verídica, por ejemplo -un contenedor que contenga gas tóxico. Pero unas simples declaraciones (como lo hizo la primera ministra, Theresa May) que pueden verse algo dramáticas, no están respaldadas por ninguna evidencia real y no se pueden tomarse como algo fiable y serio.
Independientemente de quién esté detrás del envenenamiento de Sergey Skripal y su hija, podemos decir con confianza que este episodio se está usando activamente para presionar todavía más a Rusia. Así, el jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, estuvo de acuerdo con el ministro del Interior, Ember Rudd, sobre el desarrollo de un nuevo proyecto de sanciones contra Moscú, basando en el principio de la "lista de Magnitsky". Algunos ya lo han llamado como "la lista de Skrypal", y con un alto grado de probabilidad, el nombre echará raíces. También es probable que Londres boicotee la Copa del Mundial, que se celebrará este verano en Rusia.
En otras palabras, el lado británico tiene muchos más motivos para envenenar a Skripal, sacando varias ventajas con este escándalo. Sin embargo, el traidor hace ocho años fue intercambiado por Moscú y era poco probable que representara alguna amenaza para Rusia.
Konstantin Knyrik y Ketrin Nolland
Si todavía no ha descubierto su trabajo, eche un vistazo a su archivo de artículos sobre RU. Son un verdadero tesoro, lleno de valiosa información tanto de los Estados Unidos como de Rusia y cómo se relacionan.
Existe el famoso aforismo de Karl von Clausewitz: «La guerra es la continuación de la política por otros medios». Esto puede ser cierto, en muchos casos, pero rara vez es un resultado feliz. No a todo el mundo le gusta la política, pero cuando se le da una opción entre política y guerra, la mayoría de las personas sensatas fácilmente eligen la política, que, incluso cuando rebosan de virulencia y plagadas de corrupción, normalmente sigue siendo subletal.
En las relaciones entre países, la política se conoce como diplomacia, y es un arte formal que se basa en un conjunto específico de instrumentos para mantener a los países fuera de la guerra. Estos incluyen el mantenimiento de canales de comunicación para generar confianza y respeto, ejercicios para buscar puntos en común y esfuerzos para definir escenarios de beneficio mutuo a los que todas las partes acordarían con entusiasmo, incluidos los instrumentos para hacer cumplir los acuerdos.
La diplomacia es un esfuerzo profesional, al igual que la medicina, la ingeniería y el derecho, y requiere un nivel similarmente alto de educación especializada. A diferencia de estas otras profesiones, el ejercicio exitoso de la diplomacia exige una atención mucho mayor a las cuestiones de comportamiento: un diplomático debe ser afable, agradable, accesible, decoroso, escrupuloso, equilibrado … en una palabra, diplomático. Por supuesto, para mantener relaciones buenas y saludables con un país, también es esencial que un diplomático hable con fluidez su idioma, comprenda su cultura y conozca su historia. Especialmente importante es un conocimiento muy detallado de la historia de las relaciones diplomáticas de un país con el propio país, en aras de mantener la continuidad, lo que a su vez permite construir sobre lo que se ha logrado anteriormente. El conocimiento completo de todos los tratados, convenciones y acuerdos previamente celebrados es, obviamente, una obligación.
La gente sensata elegirá la política por encima de la guerra, y las naciones sanas (es decir, gobernadas competentemente) elegirán la diplomacia sobre la beligerancia y la confrontación. Una excepción son aquellas naciones que no pueden esperar ganar el juego de la diplomacia debido a la aguda escasez de diplomáticos competentes. Es probable que ataquen con frustración, socavando las mismas instituciones internacionales que están diseñadas para evitar problemas. Entonces recae sobre sus contrapartes más competentes en otras naciones para hablarles desde el borde. Esto no siempre es posible, especialmente si no se puede hacer que los incompetentes aprecien los riesgos que corren al golpear ciegamente a sus contrapartes diplomáticas.
Si miramos en derredor en busca de tales naciones incompetentemente gobernadas, dos ejemplos se presentan fácilmente: los Estados Unidos y el Reino Unido. Es bastante desafiante identificar el último momento de la historia en que EE. UU. Tuvo un Secretario de Estado verdaderamente competente. Para estar seguro, establezcamoslo como el 20 de enero de 1977, el día en que Henry Kissinger dejó su puesto.
Desde entonces, la historia diplomática de EE. UU. Ha sido, en una u otra medida, una historia de fantásticos errores. Por ejemplo, ya en 1990, el Embajador de los EE. UU. En Irak, April Glaspie, le dijo a Saddam Hussein: «No tenemos ninguna opinión sobre los conflictos árabe-árabes, como su desacuerdo fronterizo con Kuwait», dando luz verde al Iraqi. invasión de Kuwait y desencadenando la cascada de eventos que ha llevado a la triste situación actual en la región. Otro destaque fue Hillary Clinton, cuyas únicas credenciales tenían que ver con una especie de nobleza falsa, derivada de su matrimonio con un ex presidente, y que utilizó su posición como Secretaria de Estado para enriquecerse usando una variedad de esquemas corruptos.
Entre los rangos inferiores del cuerpo diplomático, la mayoría de las embajadas se destinaron a personas sin educación o experiencia diplomática, cuyas únicas calificaciones tenían que ver con la recaudación de fondos electorales en nombre de quien ocupaba la Casa Blanca y otras consideraciones políticas partidistas. Pocas de estas personas pueden entrar en un diálogo significativo con sus contrapartes. La mayoría apenas puede leer una declaración de política programática de una hoja de papel entregada por un miembro del personal.
Mientras tanto, el establishment del Reino Unido ha estado decrepitando gradualmente en su propia e inimitable forma post-imperial. Su relación especial con los EE. UU. Ha significado que no tenía razón para mantener una política exterior independiente, siempre jugando el segundo papel en Washington. Ha permanecido como territorio ocupado por los EE. UU. Desde la Segunda Guerra Mundial, al igual que Alemania, y, privado de toda su soberanía, podría permitir que sus órganos internacionales se atrofiaran lentamente por falta de uso. El beneficio de esta disposición es que ha permitido que el colapso del Imperio británico avance a cámara lenta, el colapso más lento y prolongado en la larga historia de los imperios.
La poca competencia que quedaba gradualmente desapareció en el transcurso del coqueteo temporal del Reino Unido con la Unión Europea, que finalizará el próximo año, durante el cual el resto de la soberanía del Reino Unido se firmó por tratado, y la mayoría de las cuestiones de gobernanza internacional renunció a los burócratas no electos en Bruselas. Y ahora, al final de este largo proceso de degeneración y decadencia, tenemos en la persona del Ministro de Asuntos Exteriores un payaso llamado Boris Johnson. Su igualmente incompetente jefe Theresa May vio recientemente que era muy violento y públicamente violar los términos de la Convención de Armas Químicas de la que el Reino Unido es signatario.
Para recapitular, Theresa May afirmó que un cierto espía ruso-británico que vivía en el Reino Unido fue asesinado utilizando un agente nervioso fabricado en Rusia, y le dio a Rusia 24 horas para explicar esta situación a su satisfacción. Asimismo, Rusia es signataria de la Convención sobre Armas Químicas (CWC) y destruyó todas las 39.967 toneladas métricas de sus armas químicas para el 27 de septiembre de 2017. En esa ocasión, el Director General de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ),
El Embajador Ahmet Üzümcü declaró: «La finalización de la destrucción verificada del programa de armas químicas de Rusia es un hito importante en el logro de los objetivos de la Convención sobre armas químicas. Felicito a Rusia y felicito a todos sus expertos que participaron por su profesionalismo y dedicación. «Estados Unidos aún debe destruir sus arsenales, prefiriendo desperdiciar billones de dólares en sistemas de defensa balísticos inútiles en lugar de cumplir con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Armas Químicas. .
Esto es precisamente lo que Theresa May hizo mal. Según los términos del CWC, el Reino Unido estaba obligado a proporcionar a Rusia una muestra del agente nervioso utilizado, junto con toda la evidencia relacionada descubierta en el curso de la investigación. Después de eso, el tratado le da a Rusia 10 días para responder. En cambio, May no proporcionó pruebas y le dio a Rusia 24 horas para responder. Cuando Rusia solicitó formalmente ver la evidencia, esta solicitud fue rechazada. Solo podemos adivinar por qué ella se negó, pero una suposición razonable es que no hay evidencia, porque:
May afirmó que el agente nervioso fue Novichok, desarrollado en la URSS. Para identificarlo, los expertos del Reino Unido tuvieron que haber tenido una muestra de ello. Dado que ni la URSS ni Rusia alguna vez han sabido exportarla, deberíamos suponer que fue sintetizada dentro del Reino Unido. La fórmula y la lista de precursores son de dominio público, publicados por el científico que desarrolló Novichok, que se mudó a los Estados Unidos. Por lo tanto, los científicos británicos que trabajan en Porton Down podrían haberlo sintetizado ellos mismos. En cualquier caso, no es posible determinar en qué país se sintetizó una muestra determinada de la sustancia, y la afirmación de que proviene de Rusia no es demostrable.
Se afirmó que las víctimas-Sr. Skripal y su hija fueron envenenados con Novichok mientras estaban en un restaurante. Sin embargo, ¿cómo se pudo haber hecho esto? El agente en cuestión es tan poderoso que un litro de este liberado en la atmósfera sobre Londres mataría a la mayoría de su población. Romper un frasco abierto sobre un plato de comida mataría al asesino junto con todos dentro del restaurante. Cualquier cosa que tocara estaría manchada de amarillo, y muchos de los que estaban cerca se habrían quejado de un olor acre muy inusual. Los envenenados se paralizarían instantáneamente y morirían en cuestión de minutos, sin dar un paseo hasta el banco de un parque donde fueron encontrados. La ciudad entera habría sido evacuada, y el restaurante tendría que ser encerrado en un sarcófago de concreto por los trabajadores en trajes espaciales y destruido a altas temperaturas. Nada de esto ha sucedido En vista de lo anterior, parece poco probable que algo de lo que ha sido descrito en los medios del Reino Unido y por el gobierno de mayo realmente haya tenido lugar. Una suposición alternativa, y una que deberíamos estar listos para probar completamente, es que todo esto es una obra de ficción. No se han proporcionado imágenes de las dos víctimas. Una de ellas, la hija de Skripal, es ciudadana de la Federación de Rusia y, sin embargo, los británicos se han negado a proporcionarle acceso consular. Y ahora ha surgido que todo el escenario, incluido el gas nervioso Novichok, fue copiado de un drama de televisión estadounidense / británico «Strike Back». De ser así, esto fue ciertamente eficiente; ¿Por qué inventar cuando puedes simplemente plagiar?
Este es solo uno (y ni siquiera el último) de una serie de asesinatos y supuestos pero dudosos suicidios de ciudadanos rusos anteriores y actuales en suelo del Reino Unido que comparten ciertas características, como el uso de sustancias exóticas como medio, sin motivo discernible, sin investigación creíble y un esfuerzo inmediato y concertado para culpar a Rusia. Estaría en terreno seguro si supusiera que cualquiera que pretenda saber qué sucedió exactamente aquí está mintiendo. En cuanto a lo que podría motivar tales mentiras, esa es una pregunta que los psiquiatras deben abordar.
Al considerar todo lo anterior, se requiere un escepticismo saludable. Todo lo que tenemos hasta ahora es un presunto doble asesinato, sin motivo, medios dudosos, más de 140 millones de sospechosos (¿alguien que sea ruso?), Y declaraciones públicas que equivalen a teatro político. En cuanto a las repercusiones, hay muy poco que el gobierno del Reino Unido pueda hacerle a Rusia. Expulsaron a unas pocas docenas de diplomáticos rusos (y Rusia sin duda corresponderá); la familia real no intentará la Copa del Mundo en Rusia este verano (no es una gran pérdida, sin duda); también hay algunas amenazas vagas que no equivalen a nada.
Pero eso no es lo importante. Por el bien de todo el mundo, las (antiguas) grandes potencias, especialmente las nucleares, como los Estados Unidos y el Reino Unido, deberían ser gobernadas con un mínimo de competencia, y esta muestra de incompetencia es sumamente preocupante.
La destrucción de instituciones públicas en los EE. UU. Y el Reino Unido ha tardado en gestarse y probablemente no se pueda deshacer. Pero lo menos que podemos hacer es negarnos a aceptar al pie de la letra lo que parecen ser provocaciones y fabricaciones descaradas, exigir el cumplimiento de la ley internacional y seguir haciendo preguntas hasta que obtengamos respuestas.
Dmitry Orlov
La elección del Presidente de la Federación Rusa ha entrado en su fase final. La lista de candidatos está definida: hay 8 nombres en ella. Ya es hora de determinar con simpatía, decidir a quién votar.
En cuanto a mí, ya hice mi elección. Y quiero compartir mis pensamientos sobre este asunto.
Voy a votar por Vladimir Vladimirovich Putin.
Por qué? La respuesta a esta pregunta es simple y no tan simple.
Basta ver la página oficial del candidato y leer allí todos los buenos argumentos a favor de Putin, que dirigió el país desde hace más de una década y media.
Es algo asombroso, pero cuando te acercas al recurso preelectoral de Putin, te encuentras con una situación muy extraña. Parece que este recurso estaba siendo hecho ... por un hombre muy joven. Un voluntario en el sentido completo de la palabra.
Vamos al sitio y vemos una sección de logros. Parece que se debe proporcionar de forma concisa información exhaustiva sobre los logros del país bajo la dirección de V.V. Putin durante su reinado por Rusia.
¿Qué vemos en esta sección?
Una cita de Putin sobre la búsqueda de personas jóvenes y prometedoras. El anuncio de que el concurso "Líderes de Rusia" reunió a casi 200 mil participantes. Una cita más del presidente.
Y el mensaje de que ... Rusia se ha vuelto más atractiva para los turistas .
Primero, la sorpresa aparece en primer plano, luego el desconcierto.
Están todos los logros más importantes de Putin como Presidente de Rusia y el primer ministro, ¿los autores del sitio realmente creen que lo más importante es el crecimiento de los atractivos de nuestro país para los turistas?
Bajamos la página un poco más abajo y nuestro desconcierto comienza a aumentar. El próximo, en importancia, logro... "Los rusos tienen más posibilidades de viajar por el país" . Esto, por supuesto, es genial, pero se trata de los logros del jefe de estado, ¡y hay una escala completamente diferente para otras tareas!
Se nos dice que "los escolares rusos ganan en los Juegos Olímpicos internacionales" y que "el 99% de las escuelas rusas están conectadas a Internet" . Luego está la información realmente importante en el crecimiento de los salarios reales y las pensiones, y está situado junto a la descripción del crecimiento desde el año 2001 que es de 1,5 veces el número de turistas rusos en el extranjero.
Internet, por supuesto, es una buena cosa. Pero los logros del presidente son completamente diferentes.
Del mismo modo, continua: a medida que se estudie el recurso, nuestra sorpresa solo aumentará. ¿Por qué, al lado de las estadísticas de mejorar el equipamiento de las instituciones médicas y el crecimiento (por primera vez desde 1991), de la demografía y no la pérdida población, se nos informa sobre un aumento en el número de ... cines?
¿Qué tipo de extraño "desastre" es éste, qué tipo de información?
La persona que hizo el principal recurso de Putin para la elección no entiende qué logros del presidente son los más importantes… ¿Es que es tan joven que lo más importante para él en este país son los cines, los turistas extranjeros y los viajes? El recurso del candidato presidencial V.V. Putin no debería dejarse a merced de una persona tan joven y poco madura, alguien más debía hacerlo y controlarlo.
La situación es sorprendente: los logros reales e indiscutibles de Putin han sido expuestos en una extraña mezcolanza de hechos y citas realmente poco importantes y absolutamente innecesarias.
Tal vez fue un accidente - pero si escribe en un buscador la frase "los logros de Putin en cifras", ¡el "independiente" Yandex nos envía a un mar de artículos donde solo aparecen evaluaciones negativas de las actividades del Presidente! Y esto es guerra de información en su forma pura.
Por lo tanto, nosotros mismos necesitamos expresar claramente lo que decenas de millones de ciudadanos del país conocen y sienten. ¿Por qué respetan a Putin y por qué están listos para votar por él? Usando esto y la información en el sitio web oficial del candidato para el presidente V.V. Putin, contestaré la siguiente pregunta:
¿Por qué votaré por Putin en las elecciones presidenciales?
En aras de la simplicidad dividimos los logros de V.V. Putin en varias secciones.
Comencemos con lo más importante: la preservación y el fortalecimiento del Estado. Después de todo, la debilidad del Estado es la guerra. El colapso del Estado es guerra. Y la guerra siempre conlleva mucha pena y desdicha a millones y ganancias adicionales a algunos ...
Los logros de Putin en la preservación y el fortalecimiento del Estado
1. Cuando Vladimir Vladimirovich Putin se convirtió en primer ministro y luego en jefe de Estado, el tema de la desintegración de Rusia estaba en la agenda.
Al haber liderado a Rusia, Putin resolvió el problema de su integridad. A principios de la década de 2000, tales "predicciones" eran comunes: "Los expertos de la CIA creen que para el año 2015 Rusia puede caer en 6-8 estados" . Los muchachos de la CIA no solo cometieron un error: toda una serie de acciones decididas y acciones de Putin llevaron a que la situación cambiara drásticamente.
2. Durante su mandato, Putin logró poner fin a la guerra civil dentro de Rusia. Y no solo para terminar la lucha, sino también para hacer de los enemigos de ayer de Rusia algunos de sus aliados más devotos, dispuestos a sacrificar sus vidas no en nombre de la destrucción y la separación, sino en nombre de la grandeza, el poder y la integridad de nuestro país.
3. Putin restauró el poder de nuestras Fuerzas Armadas, hizo que la profesión de los militares fuera respetable y con un atractivo popular entre la gente y entre los jóvenes. Hoy el ejército ruso es reconocido como uno de los más listos para el combate en el mundo . Y la capacidad de combate del ejército ruso estaba creciendo - Putin lo comenzó como presidente y hoy implementa un programa de modernización y rearme en todas las ramas de las Fuerzas Armadas de Rusia, que debería estar listo para 2020.
4. Gracias a las acciones decisivas y la iniciativa personal del Presidente Putin, Rusia pudo ayudar a Crimea y a Sebastopol a regresar al Estado.
Por primera vez desde el tiempo de Stalin, el territorio de nuestro estado se ha incrementado, dejando de disminuir y reducirse.
5. La deuda externa de Rusia disminuyó casi tres veces durante el tiempo de Putin: en 2000 era de $ 140.5 mil millones, en 2017, alrededor de $ 52 mil millones. Esto no es solo una reducción de la deuda, sino también un aumento de la soberanía; después de todo, los préstamos y las deudas conducen a la esclavitud de los Estados y a la pérdida de su independencia.
Los logros de Putin en política exterior
1. Hay un dicho: la lista de tus enemigos caracteriza el nivel de tus logros. Desde 2000, por los esfuerzos de Putin, Rusia ha vuelto a la lista de las principales potencias en la política mundial. Sin nosotros hoy, no se puede resolver un problema verdaderamente importante de la política internacional. Sanciones, presión, intentos fallidos de aislamiento, la inscripción de Rusia en la lista de los principales oponentes y peligros de los EE.UU. es una clara indicación del crecimiento de nuestra influencia. Luchan contra nosotros, pero ignorar a Rusia es simplemente imposible.
2. Durante el mandato de Putin, el estado de la unión de Rusia y Bielorrusia se llenó de significado.
3. La Unión Económica Euroasiática (EurAsEC) se han creado y están ganando impulso y se están convirtiendo en una plataforma económica alternativa, en las que Rusia establece el ritmo, donde la desintegración de los tiempos de Gorbachov y Yeltsin ha sido reemplazada por la integración de esfuerzos de Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Armenia y Kirguistán y están listos para unirse otros países.
4. Por iniciativa de Rusia y su presidente se configuró el bloque BRICS , (Rusia - Brasil - India - China - África del Sur), que es una alternativa a las estructuras globalistas que están bajo el control de Estados Unidos, con alrededor del 27% del PIB mundial y el 42% de la población mundial.
5. Fue bajo el liderazgo de Putin que Rusia demostró su disposición a defender sus intereses en todo el mundo, a defender a sus aliados y al derecho internacional por la fuerza de las armas (Siria, Osetia del Sur). Antes de la llegada de V.V. Putin al poder el mayor gesto de defender nuestros intereses y ayudar a otros estados desde Moscú fue el derribo de una aeronave sobre el océano y la cancelación de la visita de E.M. Primakov a los Estados Unidos.
Los logros de Putin en la economía
1. Durante el mandato de Putin, los ingresos presupuestarios crecieron 13 veces. Y no se trata del costo de los hidrocarburos. Fue bajo Putin que se aprobaron leyes sobre la recaudación de una serie de impuestos que no estaban en el período de Yeltsin. En particular, MET (impuesto sobre la extracción de minerales). Cualquiera que sea el costo del petróleo en el período de Yeltsin, el dinero de fue "más allá de la ventanilla", sin entrar en el presupuesto.
Así, la proporción de los ingresos del petróleo y gas en la estructura del presupuesto de manera constante ha disminuido: representaron el 51,3% en 2014, tiene cerca de 39% en 2017. En los próximos tres años, solo un tercio de los ingresos del tesoro federal se formará a expensas de los ingresos del petróleo y el gas.
2. El nivel de vida de la población, los ingresos reales crecieron durante el gobierno de Putin. Desde el comienzo de la década de 2000, los salarios reales han aumentado 3.5 veces , la pensión real - 3.6 veces. Desde el comienzo del primer mandato presidencial de Putin, el PIB ha crecido un 75%.
3. La tasa de desempleo disminuyó de 10.6% a 4.9%. Para Rusia, este es otro mínimo histórico.
4. En términos de exportaciones de armas en 2017, Rusia ocupa el segundo lugar en el mundo (después de los EE. UU.) controlando el 23% del mercado de armas. Al mismo tiempo, en 2017, nuestro país obtuvo más exportaciones de alimentos que de armas, y desde 2000, las exportaciones de alimentos se han multiplicado por 15.
5. Durante 15 años, la producción de aviones en Rusia se ha multiplicado por 15 , logrando salvar esta importante industria.
Los logros de Putin en la esfera social
1. Durante el período del gobierno de Putin (2000-2016), la tasa de natalidad en el país creció 1.5 veces . Si en 2000 la tasa de natalidad fue de 8.6 nacimientos por cada 1000 personas, en 2016 era de 12.9, y de enero a octubre de 2017 de 11.6. La mortalidad infantil ha disminuido tres veces desde 2000, y la mortalidad materna casi se ha reducido cuatro veces.
Las ayudas a la maternidad jugaron un papel importante en el crecimiento de la fertilidad , cuya idea pertenece personalmente a Putin. Desde el 1 de enero de 2018, comenzaron los pagos por el primer hijo para las familias con menos ingresos.
2. La esperanza de vida promedio de los rusos ha crecido a 72.6 años, que es un indicador récord en la historia de Rusia. Esto se debió, entre otras cosas, a la creciente disponibilidad de instalaciones médicas.
3. En 2014, el país por primera vez desde 1991 tuvo un aumento natural en la población , que ascendió a 25 mil personas . La disminución del consumo de alcohol en el país contribuyó a la reducción de la mortalidad: desde 2004, los indicadores disminuyeron a la mitad.
4. En los últimos cinco años, el número de huérfanos se ha reducido a más de la mitad en Rusia.
5. Durante el mandato de Putin en Rusia, el crimen ha disminuido.
La cantidad de asesinatos e intentos de asesinato ha disminuido tres veces desde 2001 , y el número de presos ha disminuido 1.5 veces.
Es exactamente por eso, y por muchas más razones, que mi voto será en apoyo del presidente Vladimir Vladimirovich Putin.
En 2012, tuve el honor de ser uno de los organizadores y expositores del mitin en Poklonnaya Hill. Desde entonces, mis simpatías y las simpatías de mis semejantes no han cambiado.
Y lo más importante que quiero decir: desde que Putin se convirtió en el jefe del país, nunca me he avergonzado de mi presidente. Nunca me he arrepentido del hecho de que sea él quien lidere la Rusia de hoy.
En cuanto a los otros "pretendientes", no me interesan, ya que él es el más digno.
Nikolay Starikov
La política española es aburrida desde tiempo inmemorial y la catalana es un dejá vu continuo. Así pues, carece de sentido seguir el día a día, a menos que uno viva de esto. La vida ofrece muchos más centros de interés que algo que, históricamente, no tiene remedio. Porque, ochenta años después de que Ramiro Ledesma definiera los últimos 200 años de historia de España como una “gigantesca pirámide de fracasos”, hoy, por no haber, ni siquiera existe la esperanza en la que se refugiaba el director de La Conquista del Estado de que ese ciclo diera fin con una “revolución nacional”.
Así que cuando alguien me pregunte por qué no escribo más a menudo de política la respuesta será: 1) no tengo nada que añadir sobre España, su pueblo y su sistema político y 2) No hay nada menos original y más soporífero que la política española, salvo la catalana. De hecho, debo reconocer que desde hace dos meses y medio ni leo digitales, ni veo informativos y, aún así, creo seguir estando bien informado.
BALANCE TARDÍO DE LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS
La última vez que leí algo relacionado con política, fueron los resultados de las elecciones catalanas. Impresión que me llevé entonces y que hoy todavía sigo teniendo como cierta:
1) El hecho de que Ciudadanos fuera el primer partido no indica que este partido sea el “mayoritario” en Cataluña, sino el que ha recogido el voto de protesta de los “unionistas”. No me cabe la menor duda de que en las próximas elecciones catalanas (o en las generales o en las municipales), Ciudadanos nunca volverá a tener ese número de votos. Muchos de mis conocidos votaron simplemente a esta candidatura para expresar su más absoluto rechazo al independentismo y a cómo había llevado Rajoy las cosas. En Cataluña, Ciudadanos no existe fuera de la propuesta unionista y, mucho más, del antinacionalismo. Dicho de otra manera: su programa es demasiado “soft” para que pueda llamar la atención. Su posición sobre la inmigración es, simplemente, vomitiva y no está muy lejos del zapaterismo de baratillo.
2) El nacionalismo moderado ha desaparecido. Si tenemos en cuenta que las siglas tras las que subsistía CDC eran el PDCat, hoy esa sigla ha sido subsumida por la presencia de Puigdemont, su obstinación numantina por mantener el “proceso independentista” vivo y, lo que es peor para ellos, sin posibilidades de volver atrás. Suerte tuvo JxCat de haber presentado al ilustre pastelero de Amer, para no haber quedado completamente desarbolado. Si Puigdemont no hubiera quedado por delante de Junqueras, hoy nadie se acordaría de él y probablemente, él mismo estaría tratando de regentar un tenderete de patatas fritas en Molembeek, pagando racket de protección a los islamistas. La fatalidad quiso que unos miles de votos configuraran la candidatura de Puigdemont como mayoritaria en el seno del nacionalismo, algo que estos han interpretado como una confirmación de su radicalismo independentista. Y en eso anda. ¿Y el nacionalismo moderado? Simplemente, ha pasado a mejor vida. O dicho de otra manera: está en la cárcel con los condenados ya en firme por el Caso Palau, o a la espera de que les toque el turno a las cúpulas convergentes procesadas por el Caso Pretoria.
3) Cataluña: donde Podemos dejó de existir como alternativa. El mito Podemos, el tic-tac, tic-tac, la alternativa de izquierdas, todo eso ha pasado a mejor vida en Cataluña, al tiempo que se iba desinchando en España. Hoy puede establecerse que el momento álgido de esta formación (o más bien, de esta galaxia) fue entre las generales municipales de mayo de 2015 y las elecciones generales de junio de 2016. Desde entonces, lo cierto es que ni sus diputados, ni sus concejales, ni sus cargos autonómicos, han dado la sensación de estar ni bien preparados, ni tener un programa que aplicar (fuera de los tópicos habituales de la izquierda), ni siquiera de ser diferentes de cualquier otra opción. Y aquí se ha acabado la historia: con una nueva decepción para el electorado. Su eclecticismo en Cataluña era paralelo al que había mantenido el PSC durante las últimas décadas (ni unionistas, ni independentistas, sino todo lo contrario… que se consulte al pueblo y que el pueblo decida). Pasado al unionismo con algunas resistencias, el PSC ha salvado los muebles al optar por el unionismo, mientras que el galaxia Podemos, con los restos de ICV, ha quedado tocada y hundida, por no hablar del triste destino que le espera a la Colau en las próximas elecciones municipales. Las autonómicas no fueron nada más que la exteriorización de la “crisis de agotamiento” de Podemos a nivel nacional.
4) El PP, derrotado en Cataluña, íntegro en el resto del Estado. El error de estas elecciones consistiría en pensar que la victoria de Ciudadanos es extrapolable a todo el Estado y que la derrota absoluta del PP catalán precederá a la de estas mismas siglas en las próximas elecciones generales. De hecho, si se convocaran nuevas elecciones autonómicas, lo más seguro es que el PP subiría lo mismo que Cs descendería. El mayor error que podría cometer Cs es pensar que tiene “atados y bien atados” los votos obtenidos en Cataluña y que esto repercutirá en un rutilante éxito a nivel nacional. Lo cierto es que en los centros de poder económicos, está extendida la opinión de que Rajoy actuó correctamente ante la crisis catalana, evitando hacer sangre y actuando solo después de múltiples advertencias y de manera muy serena, sin poner toda la carne en el asador, logró conjurar el riesgo independentista. La merma de votos no viene por ahí, sino por la retahíla de casos de corrupción que han afectado al partido. Pero en España, la corrupción nunca ha ocasionado la caída de un partido político. El riesgo del PP no es ante las próximas elecciones –que volverá a ganar, sino con facilidad, si con cierta holgura- sino en cinco años vista. En efecto, por el momento, Rajoy no tiene sucesor designado.
5) La correlación de fuerzas independentistas ha dado la ventaja, inopinadamente, a Puigdemont, en lugar de, como todo inducía a pensar, ver como se consolidaba ERC como primer partido. La derrota de ERC ha sido doble: en primer lugar dentro del campo nacionalista al quedar por detrás de JxCat y, en segundo lugar, al quedar como tercer partido a nivel catalán. Ahora bien, el hecho de que Puigdemont se encuentre fugado y que no parezca muy dispuesto a pasar unos meses en la mazmorra fría, pero imposible que sea elegido presidente efectivo. Y JxCat no quiere, como propone ERC un presidente simbólico (Puigdemont) y otro real (Junqueras). Lo que ERC quiere es la constitución de un gobierno autonómico que pueda actuar sin el artículo 155 pendiendo sobre sus cabezas. En realidad, como hemos dicho, si se hubieran invertido los resultados electorales (Puigdemont tercero, Junqueras segundo), nadie hablaría del pastelero de Amer y un Junqueras, mucho más capacitado en lo técnico y cultural y con mucha más capacidad reflexiva que Puigdemont, asumiría el liderazgo nacionalista con la dura tarea de reconducirlo hacia la moderación, a la vista de que todo lo ocurrido desde octubre de 2017 indica demasiado a las claras que el “proceso independentista” ha descarrilado en la misma vía muerta en la que se había orientado.
¿En qué punto nos hallamos en este momento?
EL MEDIO INDEPENDENTISTA
En un momento crítico caracterizado en el que la palabra “confusión” es el leit-motiv de la política catalana. Esta confusión se da en un triple nivel en el medio independentista:
1) En el interior de las cúpulas independentistas que, en sus dos formaciones (ERC y JxCat, CUP no cuenta para nada y ellos mismos se embarcaron en el embolado de montar unos Comités de Defensa de la República que protagonizaron la huelga general del 3 de octubre que pasará a la historia como simple embotellamiento de tráfico) no terminan de tener claro si siguen estando en el “proceso independentista” o si lo han abandonado.
2) Entre las cúpulas independentistas, cada una de las cuales se niega a dar a la otra la primacía del sector, al margen del programa político que cada vez es más confuso e ininteligible y que no es capaz siquiera de aclarar si se sigue adelante con el proceso independentista, si se reconoce que éste ha fracasado por no tener mayoría social, si se intenta una política anternativa… Lo que está claro es que ERC y JxCat quieren, sea como sea, acaparar el máximo poder en los próximos meses (al menos esto es lo que indican las discusiones) y que el programa es secundario.
3) Entre las cúpulas independentistas y la población, entre ambas existe más distancia de la que creen unos y otros. Buena parte de las bases independentistas siguen ancladas en la suposición de que ellos “han ganado” pero que el Estado, al aplicar la “política represiva” con el artículo 155, les ha escamoteado la victoria. Sin embargo, en las cúpulas empieza a cobrar forma la sensación de que durante años, los dirigentes políticos independentistas han vulnerado la ley española y que ésta sigue vigente en Cataluña, por lo que los responsables deberán responder, especialmente con su patrimonio y con su libertad. Y los más expuestos (los Junqueras, los Jordis, la Forcadell, etc.) saben perfectamente que el proceso ha fracasado porque carecía de apoyo popular suficiente. Pero si lo reconocen ello les impide hablar, como hasta ahora, en nombre de “toda Cataluña” y, sobre todo, les llevaría a abordar la problemática necesidad de explicar a su electorado lo que ha ocurrido y cómo ha ocurrido.
EL MEDIO UNIONISTA
Si esto ocurre en el medio independentista, en el unionista las cosas en Cataluña no van mucho mejor, por otra triple contradicción:
1) La que se da entre Ciudadanos y el PP: La pregunta que se formulan muchos ciudadanos es “¿En qué se diferencia el PP y Cs?” y la respuesta no termina de estar clara. El perfil de Cs es tan absolutamente vago en todos los terrenos, salvo en la vertebración del Estado, que da la sensación de que si este tema quedara completamente resuelto, el Cs carecería de razón suficiente para existir. En cuanto al PP, su papel en la política catalana llegó a su cénit con Vidal-Quadras, cuando supo aunar arraigo y antinacionalismo. Al perder esta posición a causa del cambalacheo Aznar-Pujol, el PP catalán perdió fuelle y la cuestión es si logrará recuperar protagonismo. Lo que está claro es que ambos partidos insistirán en sus posiciones unionistas, disputándose la hegemonía y, contrariamente a lo que cree Cs, no está claro quién se llevará en última instancia el gato al agua. No olvidemos que, a nivel nacional, el PSOE y el PP son comanditarios de la sacrosanta constitución, mientras que Cs (o Podemos) no dejan de ser recién llegados que intentan hacerse un hueco a codazos.
2) La que se da entre el “unionismo de izquierdas” y el “unionismo de derechas”: Pero la lucha por la hegemonía en el sector “unionista” no se da solamente entre PP y Cs, sino que reviste también dos formas “ideológicas” clásicas: derechas e izquierdas. Está claro que el “unionismo de izquierdas” tiene una formulación muy diferente al “unionismo de derechas”. Mientras que éste se limita a aludir al papel del Estado y a su necesario fortalecimiento, el de izquierdas oscila entre el federalismo y la defensa del derecho de autodeterminación. En efecto, el federalismo es la opción del PSC, mientras que los podemitas, en general, aluden a lo segundo, tratando de esconder sus preferencias que no son, en absoluto, independentistas. En cualquier caso, lo que une a estos sectores de izquierdas es la oposición y la desconfianza ante un Estado unitario y fuerte. Quienes un Estado más federal que unitario y más “democrático” que “fuerte”. Hace cinco años, la lucha parecía definitivamente ganada por la galaxia podemita, pero la acumulación de errores (especialmente en Cataluña, en donde individuo como Dante Fachín, o como la diputada podemita autonómica Angels Martínez, devota de la presidencia de Puigdemont) ha llevado a la fase previa a la liquidación a esta opción y ha servido como bálsamo para la recuperación del PSC.
3) La que se da entre la levadura activa del unionismo y la masa pasiva: a diferencia del independentismo que se beneficio de la existencia de una sociedad civil clientelar creada durante décadas desde el poder autonómico por CiU y organizada en cientos de asociaciones subsidiadas, el unionismo no dispone salvo de muy escasas fuerzas organizadas. Ni siquiera en los dos partidos unionistas (PP y Cs) existen cuadros, ni dirigentes en condiciones de organizar, capitalizar, ordenar e instrumentalizar a la masa unionista que, a lo largo de la crisis, ha demostrado ser muy superior a la que los propios partidos unionistas creían. El riesgo es que esa masa, carente de levadura, actúe en alguna manifestación unitaria de manera radicalizada. Estaría justificada para ello por la presión que ha sufrido durante los ocho años que dura el proceso. Pero lo cierto es que, de momento, controlarla, organizarla y encauzarla es algo que está fuera de las posibilidades de los partidos unionistas.
LAS PERSPECTIVAS
Las elecciones fueron el 21 de diciembre. Han pasado, pues, casi dos meses y Cataluña sigue sin gobierno. Lo que sí tiene es un parlamento controlado por independentistas y solamente por independentistas, lo que indica que van a gobernar solamente para una fracción de Cataluña. No olvidemos que, sumadas sus fuerzas, los independentistas agrupan 2.179.340 votos, sobre una comunidad que tiene 7.522.596 habitantes censados y 2.228.421 votos no independentistas. El primer error de los independentistas es el mismo que en las dos legislaturas anteriores: pensar que la mayoría parlamentaria equivale a una mayoría social y pensar que disponen de fuerza social suficiente para hablar en nombre de “toda Cataluña”.
Así pues, los partidos unionistas no pesan ni cuentan para nada a nivel institucional. El futuro, por tanto, se decidirá entre las dos formaciones independentistas. Tienen tres opciones:
1) Ponerse de acuerdo: lo que va a resultar muy difícil habida cuenta de la ambigüedad en la que se mueven las cúpulas de las dos formaciones y su nivel de heterogeneidad que hace que ni siquiera estén de acuerdo interiormente en si el “procés” sigue siendo viable o no. Esto implica, en cualquier caso, realismo y, sobre todo, efectuar un reparto de cargos, responsabilidades e ingresos.
2) Dar la primacía a alguno de los dos gallitos del gallinero: Puigdemont o Junqueras. Lo que implica que uno u otro de sus partidos se verá fortalecido y el otro quedará con “hambre”. Si de lo que se trata es de elegir al líder más capacitado, parece claro que Junqueras tiene más preparación, incluso sensatez, y ha tenido tiempo de pensar en la celda sobre la viabilidad del proyecto. Su trabajo será convencer a su gente de que hay que cambiar de orientación y dotarse de otros objetivos más realistas. En cuanto a Puigdemont seguirá erigiéndose como presidente legítimo y a los resultados del 1-O como irrenunciables. Lo primero podría suponer el desatasco de la crisis catalana; lo segundo, el mantenimiento del artículo 155.
3) Convocar nuevas elecciones: es una de las salidas que, desde el principio, parecen más sensatas… a condición de que, por una vez, las candidaturas independentistas, opten por ser más directas, no irse por las remas de la retórica y confesar a su electorado la realidad de la situación: la independencia es imposible, jurídica, política, económica e internacionalmente, por lo tanto hay que dotarse de un programa más realista y… esperar. Esto serviría, además, para comprobar quién tiene atados los votos obtenidos el 21 de diciembre.
Cualquiera de estas salidas en mala o muy mala. La situación real de Cataluña es la de unos partidos independentistas que, por distintas circunstancias, sumados, han obtenido 2.179.340 votos, frente a 2.228.421 votos no independentistas, lo que indica hasta qué punto, el único efecto del “proceso soberanista” ha consistido en partir por gala en dos a la sociedad catalana.
Mientras, la sanidad catalana, la enseñanza, la vida en Cataluña, sigue degradándose, la inmigración continúa llegando masivamente y es subsidiada desde el primer día con sueldos similares a las pensiones de jubilación más bajas y varios miles de empresas han huido de la autonomía y 3.000 han trasladado su domicilio fiscal. El turismo ha decrecido en Cataluña, mientras ha aumentado en el resto del Estado… por mucho que la única industria digna de tal nombre que sigue existiendo en Cataluña sea el turismo. Podía haber ido mucho peor.
El problema, a estas alturas, es saber si la situación es reversible o simplemente se ha enquistado. En nuestra opinión, nada existe hoy más fuera de la historia que los micronacionalismos o los independentismos de “nuevas naciones”. Harina de otro costal es si el electorado independentista lo reconoce o no. O dicho de otra manera: si las cúpulas independentistas más lúcidas –en el supuesto de que las haya- tienen el valor suficiente para reconocer que hay vías cerradas y quieran evitar lo que le ha ocurrido a Podemos que, de tomar el cielo por asalto, se han reducido a tomar cañas en el bar del Parlamento.
¿Lo más genial de este período? Tabarnia, claro está. La gran broma que ha consistido en poner un espejo delante de los independentistas para qué miren a sí mismos la calidad y el fuste de sus propios argumentos. El problema es que si algo caracteriza al independentismo es su falta de sentido del humor.
Ernest Milá
El pasado 30 de enero, el diario de la ultraderecha globalista en español, El País, publicaba una editorial titulada “Putin contra Navalni” en el que se repetían todos los tics y mitemas de la propaganda rusófoba que inunda los medios atlantistas.
Hay que decir que la imagen que ilustraba la editorial estaba bien escogida. El mafioso liberal opositor a Putin, Alexei Navalni, haciéndose un selfi. Lo propio de un personaje ridículo, un fantoche al servicio de los intereses atlantistas.
Como se ha publicado en estos días, el “opositor” amparado por la mafia occidental convocó manifestaciones en toda la Federación de Rusia llamando al boicot de las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 18 de marzo. Tamaña “proeza democrática” ha sido un clamoroso fracaso, pero eso no importa para que las terminales mediáticas de la mafia globalista siga con la matraca habitual contra Rusia y su presidente, Vladimir Putin. Y si hay que mentir… pues se miente, que eso de las “fake news” no va con la prensa de los poderes financieros mundialistas.
Veamos algunas de esas mentiras. Dice el diario El País:
“La detención del líder opositor ruso Alexéi Navalni, junto con el allanamiento violento de la sede de su movimiento Fondo de Lucha contra la Corrupción (FLC), muestra el nerviosismo del presidente Vladímir Putin ante la posibilidad de que la oposición democrática pudiera empañar su previsible triunfo en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Rusia el próximo 18 de marzo”.
Hay que decir que las manifestaciones convocadas por el mafioso Navalni no estaban autorizadas. A pesar de ello, este individuo desafió las leyes que los rusos se han dado y mantuvo su convocatoria. Razón por la cual, fue detenido unas horas y luego puesto en libertad. La policía registro el chiringuito que tiene montado con dinero venido de no se sabe dónde, a eso lo llama la editorial “allanamiento violento”. Pero donde el párrafo alcanza el ridículo es cuando afirma que esto muestra el “nerviosismo del presidente Vladimir Putin”. Por supuesto, el periódico de la ultraderecha globalista desprecia al resto de partidos políticos rusos (El Partido Comunista, el Liberal Democrático, Yabloko y otros). Para el País solo Navalni es “oposición democrática”. El resto no cuenta… Pero decimos que el párrafo es ridículo porque si seguimos leyendo:
“El mandatario [Putin] acude a las urnas prácticamente sin oposición y con unos sondeos que le otorgan hasta un 70% de los votos”.
Reconocer esto y a la vez decir que Putin está nervioso es para troncharse de risa y demuestra que todo lo que se dice previamente es sencillamente mentira. Seguimos:
“Pero esas perspectivas tan favorables no son el resultado de una contienda que se caracterice por la competencia entre varios candidatos que debatan libremente ante el electorado si Putin y su programa de gobierno se merecen seis años más en el Gobierno. Y es precisamente eso lo que denuncian Navalni y otros movimientos opositores que califican de fraude y apaño todo el proceso electoral”.
Nueva mentira. ¿Cómo que no hay competencia entre varios candidatos que debatan libremente? Exactamente 67 candidatos. 21 de partidos políticos y 46 independientes. (Ver: https://mundo.sputniknews.com/rusia/201801071075249146-elecciones-rusia-solicitantes-presidente/ )Entre ellos, los representantes de los partidos de la VERDADERA OPOSICIÓN: Partido Comunista de la Federación Rusa (Pavel Grudinin), Partido Liberal Democrático (Vladímir Zhirinovski), Grigory Yavlinsky de Yabloko, Elvira Agurbash de Alianza Verde, Sergey Baburin de Unión Popular Panrusa, la popular periodista Ksenia Sobchak de Iniciativa Civil, Stanislav Polishchuk del Partido de Reforma Social, Natalya Lisitsyna del Frente Laborista Unido Ruso, Maxim Suraikin de Comunistas de Rusia, Boris Titov del Partido del Crecimiento, Irina Volynets del Partido Popular, y hasta un presentante, Anton Bakov, del Partido Monárquico de Rusia, etc, etc. La denuncia de Navalni no es que sea una burda falacia, es que solo tiene una justificación: su propia candidatura, que es la que ha sido rechazada por los tribunales de Justicia.
A pesar de ello, el diario de la ultraderecha globalista en español El País no tiene sonrojo en seguir con la habitual monserga de los medios sumisos a la OTAN y al capitalismo transnacional: “Putin es un líder con una visión férrea del ejercicio del poder que no ha dudado en emplear todos los resortes para mantenerse en él y construir un sistema en el que ha ido anulando toda voz discordante, ya venga de la política, del mundo de la empresa o de los medios de comunicación. El resultado es un país con un importante problema de libertades y sin espacio para la oposición democrática”.
Sigamos con las mentiras:
“Navalni pudo llegar la marcha pero poco más. Ayer fue liberado. Lo cierto es que la manifestación tampoco fue precisamente multitudinaria —unas 4.000 personas según las agencias de prensa internacionales para una capital como Moscú, con 12 millones de habitantes— pero eso mismo da idea de los medios que está dispuesto a emplear el presidente de Rusia para evitar cualquier amenaza a su proyecto”.
Navalni fue y se hizo un selfi… pero poco más. Unas horas detenido y a la puta calle. Una represión "cruel" como cualquier lector puede comprobar comparando como se califican estas acciones en las legislaciones de la Europa democrática. El País no tiene más remedio que reconocer el fracaso de la convocatoria del mafioso bienpagado cuando dice que la manifestación tampoco fue precisamente multitudinaria. Pero incluso en esto miente. Afirma el editorialista que fueron unas 4.000 personas para una ciudad de Moscú… Mentira. Fueron 4.700 en las “cien manifestaciones" convocadas en toda Rusia. En Moscú no pasaron de 700-800 personas. Un record hacia abajo. Una oposición de opereta. Navalni no representa a nadie… (Ver: Navalny con su 2 por ciento de popularidad es la única historia de la elección rusa que los medios manipulados de Occidente quieren contar; Navalny está perdiendo la batalla por las mentes de los rusos; Navalny, un «demócrata» made in USA )
La lastimosa editorial acaba con lamentos: Su esperanza pasa ahora por lograr una elevada abstención y atribuirla a una protesta contra Putin. Para ello está utilizando métodos no convencionales en la política clásica como la movilización en las redes sociales y el activismo en Internet. Elementos de los que hay indicios sobrados que Putin utiliza fuera de sus fronteras pero que no le gustan tanto cuando él es a quién se los aplican.
Nueva mentira… “Indicios sobrados que Putin utiliza fuera de sus fronteras”… se refiere el editorial a la magufada de la supuesta injerencia rusa en las elecciones norteamericanas, alemanas, colombianas, mexicanas, el Brexit, el proçes catalán… ¿Pruebas? No pierda el tiempo el lector, no verá publicada ninguna. Pero siguen propagando la mentira siguiendo el postulado de “difama, que algo queda”.
El sofoco de tanto lagrimear acaba con palabras esperpénticas…
“Putin está obligado a respetar las reglas democráticas, entre las que destaca el derecho de la oposición a ofrecer una alternativa. Lo que otorga la legitimidad democrática es la limpieza del proceso, no los números que se obtengan. Rusia no debe volver a los tiempos en los que todo dependía de la voluntad de un solo hombre. Y los rusos se merecen unas elecciones limpias y libres”.
Putin “está obligado” le ordena el diario de la ultraderecha globalista. Y hablan de “limpieza democrática” los que apoyaron a un candidato fabricado por la oligarquía financiera en Francia como Macron, a gobernantes no elegidos impuestos en Italia, a candidatos que demostraron fraude electoral que obligaron a repetir elecciones como en Austria, por no hablar de la defensa de regímenes como la tiranía de Marruecos, el gobierno golpista de Honduras o Brasil, o las satrapías de las petromonarquías del Golfo Pérsico. Hay que tener la cara muy dura para mentir así a sus propios lectores…
Y sobre todo… Rusia no debe volver a los tiempos en los que todo dependía de la voluntad de un solo hombre. ¿Qué tiempos eran eso? No se equivoca el lector en lo que está pensando: los de la Unión Soviética. Sobre todo y por encima de todo… que no vuelva el Socialismo.
No dejan de soprendernos. En los medios atlantistas, sobre todo en los españoles, como dicen por ahí, el surrealismo ya es puro costumbrismo.
J. Antonio Aguilar
Director
El diario El País sigue con el cuento de la supuesta “injerencia rusa” en las redes y en los medios informativos. Tras el ridículo hecho por su subdirector David Alandete, en complicidad con Mira Milosevich (Instituto Elcano y fundación FAES) y los agentes del entramado financiado por Soros del CIDOB (un think tank separatista catalán) y del Atlantic Council, una de las mayores instituciones de “estudios” del Departamento de Estado de EEUU y la OTAN, ahora han hecho otro “gran descubrimiento”: Las redes de injerencia rusa buscan crear un movimiento de ultraderecha en España.
Para este nuevo cuento con el que engañar a una acrítica opinión pública española, el diario El País dedico el último día del año su portada, tres páginas de interior y una editorial. Y como el diario “global” citaba a este medio, creemos que son necesarias algunas precisiones.
En primer lugar, es necesario aclarar el manido término “ultraderechista”, que tanto utiliza la prensa atlantista para intentar desprestigiar todo aquello que no les gusta. Popularmente, se entiende que la ultraderecha defiende los intereses de las oligarquías económicas, de los más ricos, de los grandes consorcios empresariales y financieros y, por extensión, los intereses de las potencias capitalistas (EEUU y sus aliados). Aplicando un sencillo axioma marxista: la ideología dominante es la ideología de la clase dominante, podemos llegar a una conclusión evidente: El diario El País es el que mejor defiende en España esa ideología, el globalismo capitalista y los intereses del atlantismo, tanto contra Rusia como contra China, Venezuela, Cuba, Siria, Irán o cualquiera que se atreva a contradecir los intereses del capitalismo global. De hecho, a diferencia de los medios acusados por El País, en sus páginas podemos ver la publicidad de todas las grandes empresas capitalistas, financieras y sus subproductos culturales, sociales, artísticos e ideológicos. Es decir: EL PAÍS ES EL MAYOR EXPONENTE DE LA PRENSA DE LA ULTRADERECHA REALMENTE EXISTENTE EN ESPAÑA.
Pero la realidad es algo que no parece importar al diario ultraderechista El País para acusar a los demás de lo mismo. Y entre los acusados en su bodrio publicado el pasado 31 de diciembre está Elespiadigital.com. De nada serviría negarles la mayor. A ellos no les importa la verdad sino su “ideología”: el globalismo capitalista occidental. Cualquier lector puede comprobar que Elespiadigital.com defiende las revoluciones populares en Latinoamérica, empezando por la chavista en Venezuela o la Cuba revolucionaria; puede comprobar nuestro apoyo al gobierno legítimo de Siria e Irak frente a las organizaciones terroristas a las que el diario ultraderechista El País tildaba de “rebeldes moderados”; puede comprobar que hemos criticado las acciones neocoloniales de Occidente en África, defendiendo además al pueblo saharaui o al pueblo palestino frente al genocida Estado sionista, todo lo contrario que el diario ultraderechista citado; puede comprobar que defendemos la concepción de un mundo multipolar que encabezan Rusia, China y muchos países asiáticos, frente a la hegemonía imperialista norteamericana y sus cómplices en Europa, con ese instrumento criminal que es la OTAN… podríamos seguir, pero nuestros lectores ya nos conocen, no hace falta insistir. Eso sí, para el diario ultraderechista El País, nosotros somos la ultraderecha… No se rían, lo dicen así de serios…
En tercer lugar, no deja de ser curioso que en sus permanentes libelos a cuenta de la “injerencia rusa” y demás monserga sacada de las cloacas de los financieros del “Estado profundo” yanqui y el Partido Demócrata americano, así como de los sectores neocons del republicanismo yanqui, no cite el diario ultraderechista El País a periódicos reconocidamente de izquierdas como eldiario.es o Público, que han publicado magníficos trabajos sobre la magufada de la injerencia rusa en las redes y de sus medios de comunicación RT y Sputnik. Entre ellos, recordarnos como el diario ultra El País estuvo cobrando de medios públicos rusos hasta el año 2016. Hay que tener la cara muy dura. Pero el lector entenderá que si El País señalara también a los medios de izquierdas todo el cuento de la “trama ultraderechista” se les caería como fruta podrida. Entonces, para que la realidad no les estropee la noticia, la ocultan y ya está. Eso es lo que hace el diario ultraderechista El País.
El gran “descubrimiento” del periódico ultraderechista es que “Un magnate ruso próximo al Kremlin, Konstantin Malofeev, patrocina portales web en español donde se difunden tesis ultraderechistas de articulistas rusos y españoles. Es el caso de las webs Katehon.com y Geopolitica.ru.”. Al parecer, para El País, que unos emprendedores patrocinen unas webs de análisis es un delito insufrible. ¿Por qué? Pues porque son rusos. En cambio, con su vara de medir, no son así las informaciones que el diario ultraderechista El País publica tomando como fuente al Instituto Elcano (“Una correa de transmisión de la OTAN” según el periodista nada sospechoso de antiamericanismo César Vidal, un centro amparado por la propia Casa Real española), o a CIDOB (financiado entre otras instancias financieras, por la Open Society del infumable Soros)… o el propio diario ultraderechista El País financiado por: el fondo “buitre” norteamericano Amber Capital UK LLP, Telefónica SA, la qatarí International Media Group SARL, el banco HSBC Holding PLC, el Banco Santander, La Caixa, además de la familia del magnate Jesús de Polanco. Habrá que concluir que si a las webs prorusas las financia el Kremlin, es indudable que, como es lógico por otra parte, a un diario ultraderechista como El País lo financie el gran capital nacional e internacional.
Respecto al subdirector del diario ultraderechista El País, Davis Alandete, basta leer lo escrito por Luis Villadiego en Digital Sevilla (nada sospechoso de ultraderechismo) para que todos tengamos claro qué intereses defiende. Según el digital andaluz, Alandete fue impuesto como director adjunto del periódico desde 2014. “Los que coincidieron con él durante su etapa de becario en la Cadena SER lo recuerdan como una persona dispersa y poco sociable, más interesado en congeniar con “los jefes” que con el resto de compañeros de la redacción. (…) Ser un “palmero” le sirvió para pasar de ser un simple becario a continuar en PRISA como presentador en Localia TV, donde se convirtió en una de las caras más reconocibles del canal pese a su juventud. Incluso fue una de las personas que condujo la retransmisión de los atentados de Madrid el 11 de marzo de 2004, algo que según los que coincidieron con él le marcó. Tras su etapa en Localia TV, Alandete comenzó a trabajar para el diario ‘El País’, también del Grupo PRISA en 2007. Durante sus primeros años en el periódico, estuvo seis años como corresponsal en la capital de Estados Unidos, donde cubrió las campañas presidenciales republicanas de 2008 y 2012. Durante estos años de su carrera Alandete volvió a destacar por su poco interés en relacionarse con sus compañeros pero si entabló una gran amistad con Antonio Caño, actual director del periódico y por aquel entonces corresponsal también en Estados Unidos. (…) En 2013, Alandete fue enviado como corresponsal del diario en Jerusalén. Durante esta etapa de su carrera profesional su nombre empezó a destacar en la redacción central del periódico. Los compañeros de la redacción echaban en falta en sus crónicas la opinión de los palestinos y generalmente tenían que añadirla ellos mismos en Madrid utilizando teletipos de agencias”. Es decir, Alandete actuaba como vocero del Estado sionista.
La decisión de nombrarle subdirector no gustó a la plantilla del periódico que consideraban a Alandete “una persona inexperta que apenas ha pisado una redacción”, según explicaron en su día redactores de peso del periódico a El Confidencial Digital.
Al parecer, David Alandete sigue sin haberse ganado el cariño de la mayoría de redactores del periódico. Sin ir más lejos, muchos dentro de la redacción del diario ultraderechista achacan la reciente salida del periodista Fernando Garea a sus notables diferencias con la dirección del diario, se supone que por las críticas de Garea a Rajoy en sus crónicas.
Pero para Alandete, somos los demás los ultraderechistas, los prosoviéticos, los neonazis, los hombres de Putin y los que queremos arruinar los sacrosantos “valores occidentales”.
De verdad que nos apetecería que el diario ultraderechista El País nos olvidara, pero nos tememos que no va a ser así. Ya han hecho bastante el ridículo con la “injerencia rusa”, ante la Comisión de Seguridad del Congreso de los Diputados, ante el Parlamento británico, y han provocado la mofa y burla por medio de los humoristas rusos, por no recordar que nos alertaron de la “terrible campaña que íbamos a sufrir” con motivo de las elecciones catalanas del 21D, como para que se pensarán seguir por el campo minado de la manipulación informativa. Pero da la sensación que van a seguir con el cuento. Eso sí, ahora buscarán el asesinato social de los que no pensamos como el “capitalismo global” del diario “global del capitalismo”. Bueno, pues seguiremos. Ya avisamos que información para contestar no nos falta. Ya se sabe… Moscú. Dicho con mucha ironía.
J. Antonio Aguilar
Director
Para poder hacer un análisis frío de la situación resultado de las elecciones autonómicas de ayer en Cataluña, aún siendo un análisis breve, hemos debido esperar al día después de los comicios cuando ya el 99,89% de los votos ha sido escrutado. De esta manera, evitamos análisis en caliente que podrían quedar distorsionados al minuto de realizarlos por cambios de último momento, como ocurrió a partir del 25% del voto escrutado, cuando el voto de las grandes áreas urbanas catalanas empezó a hacer cambiar la balanza del reparto de escaños para cada Partido. No obstante, en líneas generales, este sería el panorama después de la batalla, que no supone el fin de la guerra. Los datos de votos los hemos sacado de aquí. Los puntos de este análisis son tres. El primero, en referencia al bloque separatista, que crece en votos y sigue su progresiva ascensión, a pesar de la presión del Estado. El segundo, sobre Ciudadanos, su victoria en solitario y cómo se convierten, a partir de ahora, en seria amenaza para PP y PSOE de cara a las próximas elecciones generales. Y el tercero, sobre el fracaso analítico y práctico de la izquierda indefinida, sin proyecto de Estado, que domina en las cúpulas de los partidos que, desde el 15 M, han pensado que la Historia empezaba con ellos:
- El panorama es parecido a la situación del 2015, pero con significativas diferencias respecto a entonces. Por ejemplo, frente al 77,44% de participación en las elecciones de 2015, en las de ayer se ha subido hasta el 81,94% de los votos, lo que supone una subida de más del 4% respecto a las anteriores elecciones autonómicas. Esto se debe a dos factores: el voto de gente muy jóven que, por primera vez, concurre a una cita electoral, y la movilización de la abstención que no votó en pasadas citas electorales. En 2015, el bloque separatista explícito (Juntos por el Sí más la CUP) sumó 1.966.508 votos. Entonces, Juntos por el Sí consiguieron 1.628.714 votos. Ayer, Juntos por Cataluña (la candidatura ad hoc de Carles Puigdemont, el líder separatista fugado a Bélgica) y ERC (con su líder, Oriol Junqueras, entre rejas) sumaron un total de 1.870.009 votos. Han sumado 241.295 más que en 2015. La CUP ha recibido 193.352 votos ayer, perdiendo hasta 144.442 respecto a 2015, cuando obtuvieron 337.794 votos. Presumiblemente, esos 144.442 votos habrán pasado a ERC, a los que hay que sumar 96.853 nuevos votos separatistas, que no son muchos. En total, las fuerzas separatistas han sumado en 2017 un total de 2.063.361. Esto supone un aumento del voto separatista en 193.352 votos. El separatismo crece. Sigue obteniendo mayoría absoluta en el Parlamento catalán, y es posible que en dos generaciones, si siguen manteniendo el poder sobre los medios públicos y subvencionados de comunicación (TV3, Rac1, Catalunya Radio, La Vanguardia, El Punt Avui, Ara) y sobre la educación (desde primaria hasta la Universidad), crezcan mucho más, lo que les daría más posibilidades de conseguir la independencia y el reconocimiento internacional, como ya señalan algunos estudios (hasta un plazo de 14 años, para el 2031). La CUP está muy mermada, pero sigue siendo decisiva pues, si no se cumplen sus expectativas (proclamar la República Catalana ya), no apoyará a Puigdemont y Junqueras, o a los que ocupen sus puestos. Las batallas internas del bloque separatista pueden retrasar esta proclamación, sobre la cual volverá a actuar el poder del Estado, aplicando un artículo 155 mucho más duro que el aplicado este año. Y Puigdemont, si pisa territorio español, será inmediatamente detenido, aunque es más peligroso fuera tratando de conseguir apoyos internacionales, ahora más receptivos a un resultado electoral que da al bloque separatista mayoría en escaños. No obstante, la convocatoria de elecciones no iba a solucionar, en absoluto, el problema separtista. Solo ha servido para ver las tendencias que en Cataluña, y en el resto de España, se pueden ir conformando de cara al futuro político inmediato. El problema separatista no se va a solucionar mientras se piense en él en términos democráticos burgueses. Solo la batalla política, ideológica y cultural contra el separatismo puede permitir su derrota. Y en esa batalla, la ilegalización de Juntos por Cataluña, ERC y la CUP es condición indispensable para empezar a solucionar la cuestión, junto con el monopolio absoluto durante, al menos, cincuenta años, sobre la educación en todas sus fases y sobre los medios de comunicación públicos y subvencionados, para generar un muy mayoritario sentimiento españolista en las masas que permita, en el medio plazo, cercenar el trabajo iniciado durante la Transición, que ha posibilitado la situación actual.
- Si en conjunto el bloque separatista es el gran triunfador (condicionado a lo dicho en el anterior punto) de la noche electoral, sin embargo, en solitario los grandes triunfadores han sido Ciudadanos. Ellos se han convertido, en votos y escaños, y por sí solos (sin ir en comandita con un PP venido a menos, y un melifluo PSC), en la fuerza mayoritaria en toda Cataluña, ganando en Tabarnia (Tarragona y Barcelona), esa entidad españolista en Cataluña que, al menos virtualmente, es la Crimea catalana. En 2015, Ciudadanos obtuvo 736.364 votos. Ayer, consiguió 1.102.099 votos, aumentando en 365.735 votos con respecto a hace dos años. Una cantidad de votos que han venido de la abstención, del PP (que en 2015 obtuvo 349.193 votos, y que ayer bajó hasta los 184.108, perdiendo 165.085) y, de manera muy significativa, del cinturón rojo industrial de la provincia de Barcelona, que fue morado (podemita) durante un tiempo. El PSC-PSOE ha aumentado en votos (523.283 en 2015, 602.969 ayer, ganando un total de 79.686 votos), por lo que su trasvase de votos a Ciudadanos habrá sido muy testimonial. Por su parte, los Comunes (Podemos y adláteres), mientras que en 2015 consiguieron 367.613 votos, ayer bajaron hasta los 323.695, por lo que han perdido 43.918, presumiblemente repartidos entre el PSC, Ciudadanos y la abstención, y muy testimonialmente hacia fuerzas separatistas. Inés Arrimadas, la candidata de Ciudadanos, a pesar de haber ganado en solitario, no podrá gobernar porque las fuerzas separatistas tienen mayoría absoluta en escaños. No así en votos, pues si sumamos los votos de Ciudadanos, PSC, Comunes y PP, da un total de 2.212.871, una cantidad de votos que no constituye un bloque en absoluto tan homogéneo como el número de votos separatistas, pero en tanto que bloque mayoritariamente no separatista saca todavía al separatismo un total de 149.510 votos. Los cuales, como ya hemos dicho en el punto anterior, podría ir reduciéndose con los años hasta ser superado el bloque españolista por el separatista en dos generaciones si mantienen el control sobre los medios de comunicación públicos y subvencionados y sobre la educación en todas sus fases, y si siguen siendo fuerzas facciosas legales. No obstante, el mayor beneficiado, a priori, de estos resultados, no es Inés Arrimadas, sino Albert Rivera. Con lo de ayer, Ciudadanos se convierte en serio competidor de PP, PSOE e incluso Podemos, a la hora de conseguir el favor popular de cara a unas elecciones generales. Y Rivera podría cumplir su objetivo de emular, en España, lo ya realizado por Justin Trudeau en Canadá, Emmanuel Macrón en Francia o, más recientemente, Sebastián Kurz en Austria: aupar a una fuerza jóven, liberal, al poder de una democracia burguesa occidental. Estos resultados, si tomamos Cataluña como laboratorio del resto de España, pueden impulsar a Ciudadanos a cotas electorales hasta ahora impensables para ellos.
- Como último punto, comentar que la estrategia de Podemos-Izquierda Unida (PCE)-Equo-Confluencias-Mareas y demás, partiendo de análisis errados (tipo “el régimen de 1978 está en crisis, hay que apoyar el separatismo en Cataluña para romper dicho régimen y extender, después, el proceso constituyente al resto de España para crear una República Federal y Solidaria, plurinacional y con derecho de autodeterminación“), han dado lugar al resultado de ayer. La autocrítica de puertas afuera (y me temo que, también, de puertas adentro), ha brillado por su ausencia, culpando a la aplicación del artículo 155 de la situación (una aplicación, insisto, muy leve, que podría ser mayor en el futuro si la aventura separatista vuelve a darse). La izquierda indefinida, que es mayoritaria en España, que carece de un proyecto nacional, que no tiene una posición clara respecto del Estado, y que es tanto extraparlamentaria como parlamentaria (está asentada en las cúpulas nacionales y regionales de Podemos, Izquierda Unida, PCE, etc.), no entiende España, ni su Historia (que rechaza) ni su realidad actual. No entiende, y probablemente no haya entendido nunca, la posición que España ocupa en el Mundo, y de ahí las aventuras suicidas que emprenden día sí, día también. Los obreros españoles están dispuestos a votar, mayoritariamente, a un partido liberal, Ciudadanos, en Cataluña (tendencia que podría extenderse al resto de España), con tal de mantener unida la caja única de la Seguridad Social, la unicidad de los convenios colectivos y, también, las relaciones sociales y familiares que durante siglos de convivencia común han asentado las bases reales, históricas, de la nación política española. Mientras la izquierda indefinida sea mayoritaria, aún definiéndose a sí misma como “comunista”, “socialdemócrata” o “populista”, los amoríos con el neofeudalismo separatista seguirán siendo habituales. Porque los obreros no van a sentirse impresionados porque unos indocumentados de izquierda indefinida llamen “falangistas”, “fascistas” o “candidatos del IBEX 35” a un partido, Ciudadanos, que tras lo de ayer en Cataluña amenaza, de verdad, la hegemonía de PP y PSOE en el resto de España, a unos niveles que Podemos solo pudo rozar. Este tipo de izquierda indefinida ha existido siempre, pero desde el 15M es cuando está viviendo su apogeo cultural, social y político. El 15M ha sido una desgracia epocal para España. Por mi parte, en tanto que pequeño partícipe de aquello en 2011 en Izquierda Hispánica y, luego, en Democracia Real Ya, quiero pedir desde esta bitácora perdón a mi país, a España, por haber ayudado mínimamente a que la izquierda indefinida tuviera el poder que tiene ahora. Quizás, unos buenos manguerazos de agua en la Puerta del Sol hubieran acabado de raíz con el problema. Ahora, en vez de manguerazos, necesitaremos tsunamis para barrer de basura las playas de la política nacional. Una basura, además, de origen universitario postmoderno más que claro. La limpia, por tanto, ha de darse también en la Univesidad, donde han sido apesebrados todos estos mentecatos y estúpidos en el desprecio a los sin estudios, al obrero y al campesino, al jubilado y, por qué no decirlo, al formado en marxismo-leninismo y en materialismo. Tenemos que volver a hacer nuestra la frase de Marx: “Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos“
Santiago Armesilla
Por Victoria
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vicky_8598hotmailcom/10/10/18
LA PRENSA CATALANA, REFLEJO DEL “HUNDIMIENTO”.- Posiblemente, si el gobierno del Estado hubiera conocido la realidad del panorama de la comunicación en Cataluña se hubiera evitado aplicar el 155 y todo habría podido quedar en una pequeña reunión con los directores de los medios para que el fenómeno se deshinchara. Bastaba con amenazarles con cortar el inaudito flujo de subvenciones. Ellos mismos hubieran rectificado por iniciativa propia. Nos explicamos.
Expresada de manera directa, la tesis que sostenemos es:
1) Los medios de comunicación catalanes recibían sin excepción subsidios por parte de la Generalitat, especialmente a partir de 2010.
2) Estos subsidios condicionaban la información que presentaban a la opinión pública y daban cabida a periodistas, editorialistas, tertulianos que, o bien eran simples mercenarios o bien eran transmisores de los criterios de la gencat.
3) El papel oficialista de los medios de comunicación catalanes les había enajenado seguimiento por parte sustancial de la población y, en la práctica, se fue reduciendo cada vez más al sector independentista.
4) El hecho de que el independentismo haya distado mucho de tener “fuerza social” necesaria para sus fines, se demuestra por el hecho de que cuanto más independentista era la prensa en Cataluña, más descendían sus ventas y se restringía su difusión.
5) Tras la intervención previa de las cuentas de la gencat por parte del Estado se ha producido un vuelco en todos los medios de comunicación que hasta ese momento habían hecho el juego al proyecto independeta de la gencat.
6) En la actualidad ya no existen “medios de comunicación independentistas”, salvo en el entorno de la Corporación Catalana de Radio Televisión que sigue propinando algunas puyas de tanto en tanto (llamar a Cipollino, “presiden en el exili”).
Tratemos de explicarnos con algo más de detalle.
EL CASO DEL DIARIO “ARA”
Por ejemplo: el diario Ara. Su eslogan podría ser “nacido con el procés”. Efectivamente, vio la luz el 28 de noviembre de 2010. Venía avalado por tres periodistas “prestigiosos” en el medio nacionalista: Antoni Bassas, Mónica Terribas y Toni Soler. Su primer número apareció el 28 de noviembre de 2010 coincidiendo con las elecciones que dieron la victoria a Artur Mas. La mayoría de nombres que se fueron sumando eran “periodistas del régimen” nacidos profesionalmente durante el pujolato y que habían vivido a la sombra de la gencat a través de TV3 o de Catalunya Radio. Desde el principio el Ara se caracterizó por dos rasgos, por este orden:
- apoyo decidido al independentismo catalán y
- ser deficitario desde el primer momento, no haber dado ni un euro de beneficios.
Estos dos elementos se entienden mucho mejor si se observa su web y se ve de manera sorprendente que en la parte inferior aparece el logo de la Generalitat de Catalunya – Departamento de Presidencia. Y pensar que en Cataluña hay gente que criticaba a la “prensa del Movimiento” (hoy lo que fue redacción y rotativas de los dos diarios de la “cadena del Movimiento” franquista en Cataluña, Solidaridad Nacional y La Prensa, está ocupado en solitario por las oficinas del “depósito legal catalán”…). Así pues, a falta de lectores, quien paga el diario es la gencat.
Y a todo esto, ¿cómo va de lectores el diario. Fatal. En 2012, la edición impresa tirada 30.485 ejemplares y vendía 16.373. En 2016 la tirada se había reducido a 6.128 y apenas se vendían 2.706 ejemplares… Hoy estamos seguros de que las ventas serán aún menores. Pero es que la “edición digital” está por las 20.182 consultas diarias… que está al nivel del Ahoraleon.com o del Albacetecapital.com. Así pues, puede decirse del Ara.cat que, su influencia es minúscula y que, en la práctica, su audiencia irrelevante y apenas sirve para desviar fondos con los que alimentar a una pequeña corte mediática al servicio del único patrón real: la gencat y su proyecto independeta.
EL AVUI: CASO ÚNICO EN LA PRENSA MUNDIAL
El diario Avui, nacido en la transición, puede alardear de ser el “decano de la prensa en catalán”. En sus 40 años de existencia, siempre, absolutamente siempre, ha sido deficitario y amamantado por las ubres de la gencat que le han otorgado el favor que nunca ha gozado del público. Después de ir renqueando durante ¡40 años! el Avui terminó fusionándose con otro diario no menos patético, El Punt Diari, que arrastraba similar déficit. En 2012 El Punt Avui tiraba 34.363 ejemplares y vendía 26.513, pero cuando el proceso ya estaba en marcha, en 2016, la tirada había descendido a 24.734 y las ventas a 21.939.
Hay que decir que las “ventas” de esta prensa incluían las suscripciones que realizaban todas las oficinas de la gencat y de buena parte de los entes públicos dependientes de la institución.
LA VANGUARDIA, HACIA EL SOL QUE MAS CALIENTE
Queda por aludir a lo que durante décadas fue el “boletín interno” de CiU y una especie de “diario oficial de la gencat”, La Vanguardia. El buque insignia del conde de Godó, elevado a grande de España por Juan Carlos I, puede darse, como el Bismarck en el Atlántico Norte, por torpedeado, con el timón averiado y sin rumbo. Su caída ha revestido caracteres de tragedia griega pasando de 202.486 ejemplares de tirada y 172.263 de difusión en 2012 a 136.508 de tirada y 114.960 de difusión, lo que supone casi un 40% de pérdida de lectores en apenas cuatro años. ¿Qué ha ocurrido? Es muy sencillo de explicar: la apuesta desmesurada de La Vanguardia por la causa independeta le ha llevado a una pérdida masiva de lectores y, lo que es peor para la empresa: el que buena parte de los que quedan, son lectores de edad, habituados desde hace 60 años a leer el mismo medio y que ahora ya no se sienten en condiciones ni de tirar por la vía digital ni de cambiar de medio convencional.
Lo más sorprendente en el caso de La Vanguardia es que la pérdida mayor de lectores se ha producido en la edición en castellano (37.280 lectores menos en cuatro años), pero también han descendido los lectores de la edición en catalán (16.352 menos en el mismo plazo). Lo que indica que “unionistas” y “catalanistas moderados” han abandonado la lectura del medio decano de la prensa en Cataluña.
LOS DIARIOS “UNIONISTAS” EN CATALUÑA
Esto por lo que se refiere a los diarios del “bloque independentista”. A los del “bloque unionista” no les ha ido mejor. La diferencia es que solamente uno (El Periódico) ha recibido alguna ayuda pública de la gencat. El resto (El Mundo, el ABC, El Pais) son ediciones catalanas de diarios, originariamente madrileños. Estos diarios ha visto como descendían en todos los casos sus ventas entre 2012 y 2016: 32.552 en el caso de El Periódico, 22.671; El País, 13.409, El Mundo y 6.096 el ABC. Lo que da un total de pérdidas de lectores de 68.922 ejemplares, mientras que en el bloque independentista esta cifra se eleva a 109.143. El porqué todos han perdido es fácil de explicar:
- la prensa convencional ha ido descendiendo de tiradas a medida que avanzaba la implantación de los medios digitales y esto ha afectado a toda la prensa.
- el cansancio de la opinión pública harta de noticias sobre el “procés” que se reflejaba en la prensa diaria ha hecho que muchos lectores terminaran por inhibirse de los medios que consultaban habitualmente.
- el cierre masivo de puntos de venta de diarios, especialmente en Barcelona que hoy hace incluso difícil poder comprarlos.
- por la polarización del sector de lectores que o bien eran independentas y no querían informaciones “unionistas”: y, en este sentido, resulta claro que los unionistas han perdido menos lectores.
¿POR QUÉ LOS DIARIOS INDEPENDENTISTAS ERAN INDEPENDENTISTAS…?
La pregunta que cabría formularse es: a la vista de que la pérdida de lectores ha sido de prácticamente el doble para los diarios que se han lanzado por la pendiente “independenta”, ¿cómo es que sus directores no han advertido que estaban perdiendo audiencia y han rectificado sus planteamientos? La respuesta es igualmente simple: cuando un medio de comunicación deja de depender de las ventas, ni su dirección ni sus redactores se interesan por la calidad del producto, ni por el sentir de los lectores, sino que su trabajo se centra únicamente en contentar a la institución de la que dependen y que, a fin de cuentas, es la única que garantiza su salario: en este caso, la gencat… Así que estos medios no podían hacer otra cosa más que apoyar al independentismo promovido desde la Plaza de Sant Jaume. Elegir otra vía en estos momentos de cambio de lo convencional por lo digital y de pérdida de lectores generada por la crisis iniciada en 2008, era un salto al vacío: había pues que garantizar el salario… y esto pasaba por alabar y rendir pleitesía al enloquecido proyecto elaborado por Mas-Cipollino.
La prensa catalana fue víctima de la alucinación colectiva de la que fue presa toda la región: incluso quienes no eran partidarios del independentismo se dejaron impresionar por las altas cifras de manifestantes de los 11-S de las que alardeaba la gencat y que, inmediatamente, reproducían sus medios amamantados. Esto les reforzó en la idea de que “quizás”, “a lo mejor”, el proyecto triunfaba: por otra parte, los unionistas parecían no responder así que… ¿porqué no iba a triunfar el independentismo? Se impuso el relato de que “el Estado es débil y no tiene capacidad para reaccionar” y que “en Europa no pueden prescindir de Cataluña”. Además, no era que los directores de los medios siguieran esta línea, es que querían seguirla, porque, de triunfar, estaba claro que ellos hubieran sido sus principales beneficiarios: tendrían un salario elevado por el resto de sus días y sin preocuparse por el número de lectores, las tiradas o los índices de audiencia.
EL CHOQUE CON LA REALIDAD: ADIOS PRENSA INDEPENDETA, ADIOS
Y entonces llegó el choque con la realidad que adoptó la forma de tres números: 155. Antes, Hacienda ya había intervenido preventivamente las cuentas de la gencat. Se produjo la debacle: los medios independentas dejaron de ver como la gencat compensaba sistemáticamente sus elevados, reiterados y consuetudinarios déficits. Al Avui le fue imposible dar marcha atrás: casi el 50% de la plantilla corre en estos momentos el riesgo de verse en la calle a través de un ERE que afecta a 91 trabajadores. ¿Motivo reconocido? El descenso de publicidad institucional procedente de la gencat desde la aplicación del artículo 155.
La cosa no ha ido mejor en el Ara. Al haberse despedido del régimen de subvenciones, publicidad de la gencat y suscripciones de los departamentos de la institución, se enfrenta a la realidad de una empresa que durante siete años ha sido deficitaria y que no hay forma de rentabilidad. La salida es incorporar a un socio capitalista lo suficientemente ingenuo como para pensar que el diario puede rentabilizarse y que odie suficientemente al PP como para estar interesado en participar en la aventura. Jaume Roures tiene todos los números para quedarse un diario prácticamente deshauciado. Desde su nacimiento, la gencat ha canalizado 2,5 millones de euros en subvenciones directas al Ara constatables y probablemente cantidades similares en concepto de publicidad.
Pero lo sorprendente es constatar la actitud que han tomado todos estos medios cuando el grifo de la gencat se ha cerrado: el giro más espectacular, sin duda, ha sido el dado por el conde de Godó y por La Vanguardia, que incluso una semana después del 1-O seguía jaleando a Cipollino y daba por hecha “la república independiente de su casa”, y que, al irse despejando la situación ha dejado en la estacada a quien ya no va a poder orientar publicidad institucional. Toda su línea de mando se ha vuelto, de repente, “crítica con el independentismo”. Incluso muy crítica. Y lo han hecho sin experimentar la más mínima vergüenza, ni el menor empacho, demostrando su naturaleza de plumas mercenarias mecidas por el viento. La Vanguardia, en otro tiempo “Española”, que jaleó al franquismo a lo largo de 40 años, fue nacionalista durante el pujolato, independentista en los años patéticos del no menos patético “procés”, ahora, se vuelve hacia el “regionalismo unionista”, haciendo gala del mismo “seny” del que ha alardeado.
RADIO Y PRENSA DIGITAL INDEPENDENTISTA
El “señor conde”, tiene un problema mayor en el RAC1, hasta ahora la radio independentista de mayor audiencia. Consciente de que le va a resultar muy difícil estar en misa y repicando, su problema es quién poner al frente de la emisora que, por una parte no genere una estampida de colaboradores afectos al independentismo, de otra congraciarse de nuevo con la patronal catalana y, finalmente no perder excesiva audiencia. De momento, el cargo sigue vacante tras la dimisión de Eduard Pujol y su incorporación a la candidatura de Cipollino para las próximas elecciones. El RAC1 había puesto al “señor conde” en muchas dificultades al defender casi colectivamente la DUI. Eduard Pujol dimitió antes de ser cesado.
En lo que se refiere al Ara, el cambio de orientación fue previo al 1-O cuando resultaba evidente para algunos analistas que la aventura del “procés” estaba tocando a su fin. El diario, aparentemente independentista, no dio su apoyo a la DUI, a diferencia del Avui y fue, por ello, muy criticado en esos medios. La cosa venía de lejos. En septiembre de 2016, culminó la deserción de una decena de periodistas del Ara hacia Nació Digital, “líder del espacio digital catalán”, nuevo invento de la gencat para “hacer más ruido”. El Nació Digital fue creado en septiembre de 1995 en Vich como empresa privada, pero no hay que engañarse: la gencat es la que ha mantenido con vida a este medio (que sólo en septiembre de 2016 cobró 224.000 euros en subvenciones), seguida por Vilaweb (que le siguió con 135.000 euros, siendo ambas, arietes del “procés” en el mundo digital.
Después del 1-O y cuando la aplicación del 155 era cosa de días, los representantes de estos medios digitales se reunieron para afrontar la nueva situación: durante unos meses no podrán contar con el balón periódico de oxígeno insuflado por la gencat a cambio de sostener sus aventuras. Eso implicaba afrontar el hecho de que el período de las “vacas gordas” había concluido y de que ahora deberían contar con sus propias fuerzas (a la vista de que la empresa privada no se siente particularmente estimulada para invertir en negocios ruinosos). La asamblea de medios intentó pactar una política común. Pero no es optimismo lo que en este momento impera, sea cuál sea el resultado del 21-D.
El estado de los medios de comunicación en Cataluña es el reflejo del fracaso del procés. Pero no sólo eso: es una muestra del oportunismo, de la falta de escrúpulos morales de una prensa subsidiada y que se pone al servicio de quien tenga las llaves de la caja. Mientras el “procés” iba viento en popa, los grandes “analistas”, los “tertulianos” habituales de los cenáculos mediáticos independentistas, prestaban su apoyo interesado. Cuando los independentas han dejado de tener las llaves de la caja, todos esos medios, SIN EXCEPCIÓN, han cambiado las orientaciones de sus editoriales: donde dije digo, digo Diego…
Hemos dicho en muchas ocasiones que instituciones como el Omnium Cultural o la ANC, no existirían, ni siquiera hubieran sido fundadas, de no ser por las decenas de millones recibidos desde su comienzo mismo. El pujolato demostró que era posible generar un régimen “a la andaluza”, simplemente forjando a golpes de subsidios a franjas clientelares (que si asociaciones sardanistas, que si grups de diables y grallers, que si peñas castelleras y un largo, larguísimo etcétera). La cosa no es nueva: desde los tiempos del Conde de Güell, la cultura catalana nacionalista estuvo subvencionada, prácticamente a fondo perdido, creada en buena medida “bajo demanda”. Durante el pujolato, a pesar de la inmersión lingüística, de ganarse a las direcciones de buena parte de las casas regionales establecidas en Cataluña, después de estimular por la vía del subsidio a la rotulación de comercios en catalán y penalizar por vía de denuncia a quienes mantenían los rótulos en castellano, incluso la lengua catalana se convirtió en subsidiada… pero no logró iguales ni remotamente los niveles de utilización del castellano.
El ejemplo de la prensa catalana muestra el riesgo de operaciones de este tipo: cuando desaparecen los subsidios, desaparece también ese tipo de prensa, se reorienta, se recicla, invierte su funcionalidad… Ni la prensa subvencionada resiste el paso del tiempo, ni una cultura hinchada artificialmente supera el momento en el que se detienen o disminuyen esas subvenciones. Tal es el riesgo para la cultura catalana que en los últimos 40 años se ha orientado completamente, primero del lado del pujolismo, y luego del “procés”, constituyendo la reserva clientelar de ambos.
Ernest Milá
España es miembro de la OTAN. Se debe a sus aliados y, en especial, se debe a los EEUU. En realidad, ni España ni EEUU son “aliados”, sino más bien, nuestro país es vasallo del “imperio”. ¿Qué imperio que se precie tiene aliados? Los EEUU y los países de la OTAN se han “portado bien” en la “crisis catalana”: han cerrado filas en torno al gobierno español. Ni un vaso de agua para el independentismo ni siquiera un gesto a favor del mister Proper Romeva que ha ido a diestro y siniestro proclamando que la nueva “república catalana” seguiría con sus compromisos internacionales, a pesar de renunciar a tener un ejército (o bien teniéndolo pero sólo reducido a plantar cara a la Legión, a las COE y a la Brunete). Pero, ya se sabe, los EEUU no hacen nada gratis. La contrapartida consistía en que el gobierno español “creyera” y aceptara que el enemigo secular de la OTAN, Rusia, había conspirado contra España… Y así se difundió en toda la prensa nacional, como hace quince años se difundía con la misma facilidad falsedades como la existencia de “armas de destrucción masiva”.
Era evidente que, por mucho que informaciones de este tipo procedieran de agencias de seguridad y defensa de los EEUU, eran “material averiado”, redactado para conseguir encabronar a la opinión pública española con el “enemigo ruso”, esos malditos cabronazos empeñados en hacernos la vida imposible. Aznar y los grandes del PP de 2002-2004, creyeron “a pie juntillas”, aquella mentiras sobre Irak, construidas para hacer digerible a las poblaciones europeas y a la misma opinión pública norteamericana la invasión de Irak. Es posible, incluso, que Aznar y sus ministros, se lo creyeran de buena fe. Tampoco habían demostrado ser unos grandes analistas, ni siquiera unos observadores atentos de la política internacional: el Departamento de Estado envió a Asuntos Exteriores español dossiers sobre la maldad del gobierno iraquí, el Departamento de Justicia envió a la Audiencia Nacional otros dossiers sobre la existencia de tramas de Al-Qaeda en España (que sólo fueron creídas por Baltasar Garzón en su deseo de obtener apoyos para situarlo en la poltrona principal del Tribunal Penal Internacional, demostrando sus tragaderas y su sumisión al imperio), la CIA y la NSA enviaron dossiers al CNI que éste resumió entregó al gobierno del PP y éste a la prensa y a algunos políticos que aparecieron como “especialistas” (Gustavo de Arístegui) en la cuestión de Oriente Medio. El razonamiento de Aznar y de los suyos era simple: “si viene de EEUU debe ser rigurosamente auténtico y, aunque no lo sea, debemos seguir la corriente”.
Quince años después, la misma farsa se repite: ahora es otro dossier llegado de los EEUU el que responsabiliza a Rusia de la “crisis catalana”. El gobierno ha cometido tres errores de apreciación: 1) Dar credibilidad a un informe interesado, 2) Filtrarlo a la opinión pública y 3) Hacer de Puigdemont un “manipulado” por Rusia, en lugar de un paleto de provincias embriagado con su propio desenfoque de la realidad.
La “crisis de la gencat” es suficientemente grave como para que el gobierno se la tome en serio. Si al frente de exteriores se encontrara un especialista en “política exterior” (y los hay, porque nuestro cuerpo diplomático figura entre los más capaces del mundo, solo que está supeditado a una ministra que lo ignora todo en la materia) sería evidente que los informes de la inteligencia norteamericana sobre Puigdemont hubiera ido directamente a la basura del ministerio, sin pasar siquiera por la trituradora de documentos. Rusia tiene problemas precisamente a causa del independentismo. Hay otras zonas de Europa en donde podría alimentar movimientos independentistas mucho más combativos y con más posibilidades (en Bélgica especialmente) que en una España cuya opinión pública es muy poco beligerante contra Rusia. A Rusia le interesa hoy, mucho más trenzar vínculos económicos y de amistad con España que figurar como “eterno conspirador”.
Harina de otro costal es que los rusos no sonrían con la “crisis catalana”. Occidente está tomando de su propia medicina: favoreció la desintegración de la URSS y la creación del “Estado bandido” kosovar, desencadenó la “revolución naranja” ucraniana, así pues, conocer lo que supone el desgarro de uno de sus territorios es una buena medicina para no volver a intentar ese proceso en territorios eslavos. Pero, lo sorprendente es que ni Romeva ni sus “diplomáticos” improvisados entre hermanos, cuñados y afiliados de los partidos independentistas se preocuparon por contactar con los rusos. Algo que no ha podido pasar desapercibido para el CNI. Toda la aventura independentista ha sido mucho más pedestre y cuando se ha dicho que no contaban ni con un solo apoyo internacional con ello se indica que ni una sola cancillería se los había tomado en serio.
Luego estaba el precedente histórico. La Italia fascista había mirado con cierto interés la revuelta de Companys y de Dencás en 1934, incluso éste último tenía una relación fluida con el consulado italiano en Barcelona que hubiera reconocido al “Estado Catalán dentro de la Federación Ibérica”… El problema vino cuando el castillo de naipes se cayó a poco de iniciarse la revuelta y apenas mediaron 10 horas entre la proclamación del invento y la salida por las alcantarillas. Con este precedente y con los informes de inteligencia que debían elaborar los funcionarios del FSB destacados en Madrid, Moscú no iba a mover ni un solo dedo por un proyecto llamado a caer finalmente en el descrédito más absoluto.
Pero también era evidente que los rusos iban a reaccionar ante las noticias difundidas por los medios españoles sobre su participación en la “crisis catalana”. Una protesta diplomática hubiera sido excesivo: sería dar crédito y tomarse en serio lo que no era más que un macutazo elaborado en alguna oficina de la CIA. España es vasallo de los EEUU, así pues, era evidente que nuestro país iba a “pagar” el apoyo norteamericano y de la OTAN de alguna manera: torpedeando al “enemigo ruso”. No valía la pena hacer “sangre”. Y los rusos han optado por el sentido del humor. Bien por ellos.
Anteayer la ministra de exteriores española, recibió una llamada que hemos oído traducida. Demostrando lo que los rusos aprecian a Puigdemont (y, al mismo tiempo, el que están perfectamente informados de su personalidad y de la naturaleza pueblerina de la crisis catalana) el que decía ser “ministro lituano de exteriores” reveló que el 50% de los turistas rusos que visitan Barcelona son miembros de la inteligencia rusa y que ¡el propio Puigdemont es agente ruso con el nombre de “Cipollino”…! (en italiano “cipollini” es cebollino y, como se sabe, reiteradamente, los independetas han sido calificados como “çeballuts”, cebollinos, así pues, el humorista sabía lo que se decía). Y la Cospedal, con esa actitud de mujer seria y prepotente que utiliza como imagen de marca, pero incapaz de cortar lo que era, evidentemente, una broma, ni siquiera se enteró de la novatada rusa, incluso –al parecer- informó a Rajoy… La alusión a Letonia venía a cuenta de la presencia de una escuadrilla de cazas españoles que desde hace 10 años “protegen” el espacio lituano. Sin olvidar que el teléfono al que habían llamado los dos humoristas, no figura en la guía telefónica. Todo lo cual sumado, no deja lugar a dudas: los humoristas recibieron los datos para su programa de humor de alguna oficina de la inteligencia rusa y supieron aprovecharla.
En esta España que llora el fallecimiento de Chiquito de la Calzada y en la que la clase política independentista parece sacada de una película de los Hermanos Marx con las luchas entre Ruritania y Libertonia, los rusos han estimado que los vasallos del imperio no se merecen siquiera que se les tome en serio. “Cipollini” es una anécdota, el remate a un proyecto político construido por paletos; en cuando a la Cospedal, lo mejor es reírse de ella: a la broma norteamericana sobre la “complicidad rusa” en la “crisis catalana” le han respondido con otra broma, seguramente más inofensiva y menos dramática, muestra en cualquier caso que Rusia no es la “enemiga”, ni mucho menos la instigadora.
Ernest Milá
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A la vista de todo lo que ha ido ocurriendo en los últimos días, incluso los independentistas más inconscientes situados en las bases, a ras de suelo, van percatándose de la envergadura de su derrota y de lo que ha ido ocurriendo desde el 1-O. Simplemente: NADA.
Que estén en la cárcel unos “consellers” y algunos aventureros políticos a los que durante años el gobierno del Estado les advirtió que lo que estaban haciendo era ilegal, es el único remanente de la crisis. Y, como todo lo que tiene que ver con la justicia, va lento pero avanzará de manera inexorable con un dramático final para los encausados: penas de prisión, multas, inhabilitaciones a perpetuidad, patrimonio incautado… Todo este berenjenal murió el mismo día en el que fue concebido. Los independentistas, simplemente, pedían lo imposible. Ahora cuando ya no cabe la menor duda de que los que tenían que bailar el mambo se conformaron con detener el AVE en la grotesca “huelga general” que no fue más que la guinda a todo el cúmulo de despropósitos que ha vivido Cataluña en los últimos diez años, es hora de preguntarse qué ha sucedido y cuáles son los problemas reales de Cataluña. Y lo vamos a hacer esquemáticamente.
1. EL FRACASO INDEPENDENTISTA TUVO UNA RAZÓN “OBJETIVA”: NO HABÍA GRUPOS SOCIALES COHERENTES QUE APOYARAN LA SECESIÓN
Mientras el nacionalismo estuvo en manos de la alta burguesía catalana y de sus validos, la cosa no fue del todo mal para Cataluña. Este período duró la primera mitad del gobierno de Pujol. Pero ya en ese momento empezaba a estar claro que los dirigentes nacionalistas cometían el mismo error que ya había caracterizado esa misma corriente antes de la guerra civil: considerar a Cataluña un huerto privado. Su huerto. Y, lo que era aún peor, callar ante la corrupción del clan Pujol (del dominio público desde mediados de los 80). Los cambios en la propia burguesía catalana producidos después del final de la Guerra Fría y con el inicio globalizador, hicieron que este grupo social perdiera coherencia, y abandonara la gencat en manos de segundones, cuñadísimos, funcionarios de partido, mientras –salvo en el sector hostelero- retiraban sus inversiones de Cataluña y se precipitaban a invertir en bolsas internacionales y en cualquier lugar del mundo que ofreciera rendimientos superiores al 5%. Durante el período de los “tripartitos” en la primera década del milenio, se percibió claramente que el poder político en Cataluña estaba cambiando de manos: el ascenso de un partido irrelevante hasta ese momento, ERC, y el que ocupara un lugar motor especialmente en el primer tripartito (con Maragall), así como los errores del PSC, generaron una nueva realidad caracterizada por:
a. declive del nacionalismo moderado, ascenso del independentismo.
b. atomización progresiva del mapa político catalán.
c. irrupción de una extrema-izquierda independentista hasta entonces minúscula.
d. sustitución del discurso nacionalista por el discurso independentista hecho indiscutible.
Cuando un fenómeno político está controlado, dirigido y tutelado por un grupo social homogéneo y coherente, con intereses muy claros, suele funcionar y consolidarse. Por el contrario, cuando distintos grupos sociales, poco representativos, se identifican con una consigna nacida de la crisis económica de 2007 (el “Espanya ens roba”), estamos ante un fenómeno que:
a. resulta incontrolable y en el que las bases arrastran y empujan a las cúpulas.
b. está basado en la ensoñación y el delirio, mucho más que imaginativo y revolucionario
c. es inestable y en el que siempre tienen las de ganar los más radicales.
d. es fugaz en el tiempo y que dura tanto como el sueño del antes o después se despierta
Esto es lo que ha ocurrido: los grupos que apoyan al independentismo (funcionarios del PDcat que creían poder beneficiarse de aumentos salariales en un marco independentista, poblaciones rurales y de la “Cataluña profunda” que siempre han desconfiado de cualquier centro de decisión situado más allá de la alcaldía del pueblo que han entregado su voto a ERC, jóvenes ni-nis y maestrillos de escuela, borrokas y alucinados de la CUP) carecen de coherencia, de voluntad y de proyecto común como para aspirar a obtener FUERZA SOCIAL suficiente para desencadenar un proceso secesionista digno de tal nombre.
2. EL FRACASO INDEPENDENTISTA TUVO UNA RAZÓN “SUBJETIVA”: LOS INDEPENDENTISTAS CARECÍAN DE UNA CLASE POLÍTICA CAPAZ DE LIDERAR UN PROYECTO COMO EL QUE PROPONÍAN
El valor de las clases políticas no se demuestra ni en discursos parlamentarios, ni en campañas electores, ni en debates en los medios de comunicación. Se demuestra agitando en la calle, poniéndose al frente de insurrecciones populares, asumiendo responsabilidades, y dando ejemplo a las masas de cuál es el camino a seguir, insertando su acción en un discurso lúcido, actual y atractivo no solo para los propios partidarios sino para toda la sociedad. En el independentismo catalán nada de todo existe: los líderes son de poca envergadura, sus declaraciones meras respuestas de catecismo, en los debates que aceptaban han hecho, simplemente, el ridículo. Se trata de líderes poco preparados, sin apenas historial profesional, o con curriculums disfrazados en tanto que modestos, o bien, simplemente, que denotan el carácter de pobres aprovechados, panxas contentas, paletos, paniaguados o, simplemente, inútiles de pocas luces… Han cumplido su papel durante unos años, cuando se trataba simplemente de aprovechar los casi ilimitados recursos de la gencat para amamantar todo el proceso independentista, pero cuando se ha tratado de dar el do de pecho, rematar la faena, hacerse valer y desencadenar el proceso independentista contra viento y marea si era preciso, simplemente se han achantado, unos han optado por desaparecer, otros por tratar de eludir responsabilidad, excusarse, dar las razones más ridículas y miserables o, simplemente, salir a escape para evitar asumir responsabilidades. La historia es, ciertamente, la crónica de las acciones de los hombres, pero éstos son lo que son sus líderes: si el proceso independentista ha fracasado es porque sus líderes no han estado a la altura del proyecto que se habían forjado. Proyecto –dicho sea de paso- que resultaba inviable en la práctica en el siglo XXI y que se realizaba según los cánones de los años 30.
3. EL FRACASO INDEPENDENTISTA TUVO UNA RAZÓN “VOLUNTARISTA”: NO HABÍA INDEPENDENTISTAS DISPUESTOS A INMOLARSE
De la misma forma que cuando el gobierno del Estado prohibió la organización abertzale vasca vinculada a ETA, Herri Batasuna, se tenía que la sociedad vasca estallara y se produjeran motines, atentados encadenados y huelgas indefinidas y no ocurrió absolutamente nada, en Cataluña, con una combatividad independentista mucho menor y reducida solamente al fino estilismo en las páginas de La vanguardia, los platós de TV3%, los estudios de CatRadio y el RAC y en webs no menos financiadas por la gencat, las soflamas hacían pensar en que estábamos al borde de una insurrección. Pero quien conocía medianamente a la sociedad catalana, al independentismo y a lo que estaba dispuesto a poner en el asador, todo esto no pasaba de ser manifiestos voluntaristas propias de un “tigre de papel”. Ni en la CUP, ni en los sectores extremos de la CUP, existían ni siquiera pequeñas fracciones de activistas que estuvieran dispuestos a hacer algo más que abollar unas cacerolas, cambiar cada dos meses del balcón la bandera indepe comprada en los chinos y acudir a un par de manifestaciones al año, o saturar los grupos de whatsapp y las propias redes sociales con mensajes independentistas y soflamas amenazadoras que inhibían a los oponentes para evitar romper el círculo de amigos o no generar tensiones familiares. Nadie, absolutamente nadie, estaba dispuesto en el independentismo a ir más allá de lo que es mera gesticulación. Después del 1-O todo se deshinchó a velocidad de vértigo. Nadie empezó a bailar el mambo prometido y el problema para muchos –empezando por la Forcadell o del propio Mas- fue enfrentarse a la cruda realidad judicial que tienen por delante.
4. EL FUTURO DEL INDEPENDENTISMO: ABANDONAR SUEÑOS – DESPERTAR A LAS REALIDADES
Hasta ahora, las instancias dirigentes del independentismo no han sido capaces de hacer una autocrítica sobre su actuación en los últimos años. No importa: el mismo devenir político está haciendo esta autocrítica innecesaria. Les cuesta reconocer el fracaso, pero el fracaso está ahí. La independencia prometida por Carod-Rovira de manera insensata para 2014 ni se ha producido en 2017, ni se le espera. Podemos entenderles: ¿quién no dudaría antes de confesar a sus huestes: “la independencia que os prometimos no era posible, nos calentamos demasiado, perdimos el sentido de la realidad y el proyecto es irrealizable”? Y menos en período electoral. Falta saber si las cúpulas independentistas han aprendido la lección:
- si se han enterado que existe una legislación para todo el Estado que prohíbe determinadas actuaciones.
- si se han enterado de que detrás carecen de mayoría social suficiente para desencadenar un proceso independentista.
- si se han enterado de que en Cataluña no existen condiciones objetivas, subjetivas, ni voluntaristas para la independencia… e, incluso, precedentes históricos para justificarla.
- si se han enterado que, en definitiva, Cataluña tiene otros problemas que no son la independencia.
Ahora bien, todo “nacionalista”, por definición aspira a que su “nación” sea independiente, así que un nacionalismo que no concluya en un independentismo es un contrasentido. Lo que ocurre es que la independencia catalana es –se ha visto suficientemente- inviable, así pues ¿qué sentido va a tener a partir de ahora ser nacionalista? A fin de cuentas, lo que ha ocurrido es que el independentismo ha matado al nacionalismo. Y ahora toca, o bien regresar a un nacionalismo amputado de su deriva independentista, lo que supone, en la práctica, dar la razón a Prat de la Riba, Cambó e, incluso, en cierto sentido a Companys (el menos independentista de los dirigentes nacionalistas de ERC en la república).
En Europa existen precedentes: tras la efervescencia inicial de la Lega Nord en los años 90, lo cierto es que hoy, si el partido ha subsistido no ha sido gracias al “Roma ladrona!”, sino a que ha rectificado sus objetivos: de la independencia a la antiinmigración. El problema para ERC es cómo lograr, a partir de ahora, rectificar sus propuestas y transmitir a las bases lo que algunos dirigentes empiezan a entender: que otro proceso independentista llevaría a una vía tan muerta como la del 1-O y a unas responsabilidades jurídicas, graves, especialmente en un país en el que, constitucionalmente, no existe la posibilidad de una amnistía.
Estamos seguros de que en la próxima campaña electoral, el independentismo se centrará en la “represión” y en la “libertad de los presos” o en la “violencia policial” el 1-O. E incluso con esos argumentos, es difícil que vuelvan a revalidar las posiciones que tuvieron en las elecciones de hace dos años. Rectificar o morir: tal es la alternativa para ERC y, por extensión para el nacionalismo independentista. Y sólo existe un camino: disminuir la carga nacionalista, volver a planteamientos regionalistas, comprometerse en la gobernabilidad del Estado, todo lo cual significa desandar lo andado desde los años 80. El que sea la única vía no quiere decir que sea la que vayan a seguir necesariamente.
5. EL GRAN PROBLEMA DE CATALUÑA: LA ISLAMIZACIÓN Y DESINDUSTRIALIZACIÓN
Desde septiembre los medios de comunicación, el gobierno de la gencat y el del Estado, parecen haber olvidado lo esencial: que hay un terrorismo islámico operativo en España y, concretamente, en Cataluña. Los muertos de las Ramblas y el silencio del Ministerio del Interior ha hecho que pasaran desapercibidos algunos detalles de aquel atentado: ¿es asumible que un imán de Ripoll (norte de Cataluña), se instale en una urbanización del sur de Cataluña, para realizar un atentado a 200 km de distancia, en el centro de Cataluña, en Barcelona y se arriesgue a transportar en una zona infestada de tráfico y con controles policiales unas furgonetas cargadas con un explosivo inestable? Respuesta: NO. El hecho de que solamente sobreviviera a la explosión un recién llegado al grupo terrorista que estaba haciendo la comida cuando se produjo la explosión hace imposible demostrar algo que, sin embargo, sospechan determinados medios de la seguridad del Estado, a saber: que las furgonetas cargadas con los explosivos que estaban fabricando los yihadistas, no tenían como destino final Barcelona, sino la central nuclear de Vandellós, situada a pocos kilómetros de distancia de la urbanización en la que se produjo la explosión accidental y a la que se podía acceder por una carretera secundaria tranquila, sin apenas tráfico, sin controles y completamente lineal. Y no es lo mismo matar a 18 ciudadanos en las Ramblas que lanzar cuatro furgonetas con un explosivos obtenidos a partir de un centenar de bombonas de butano contra una central nuclear que abastece a toda Cataluña e incluso a una parte del Estado…
El que el yihadismo en toda Europa actúe de manera anárquica y desorganizada, sin un centro de decisión y con el Estado Islámico a la desbandada, no quiere decir que algunos de sus líderes no hayan realizado una planificación consciente y maquiavélica de dónde golpear. El “No tenemos miedo” de la manifestación que siguió, apenas conseguía enmascarar el pavor que tienen las autoridades catalanas (y no digamos la población) al yihadismo. Porque, gracias al pujolato, Cataluña se acostó sin inmigración y poco después amaneció con casi millón y medio de inmigrantes, en su mayoría islamistas. Durante estos últimos 15 años, la gencat ha comprado la paz étnico-social-religiosa subsidiando a todo este colectivos hasta más allá de lo razonable, pero ¿hasta cuándo se podrá mantener este régimen de “discriminación ultrapositiva sin generar reacciones en la sociedad catalana?
El nacionalismo, difícilmente puede integrar este problema. De la misma forma que carece de respuesta para la segunda cuestión: la economía. El resultado más visible del “procés” y de su debacle final, ha sido la marcha de 2.000 empresas domiciliadas en Cataluña a otras partes del Estado. Una verdadera sangría que no está claro que haya concluido. Parece lógico que a la vista de lo que ha ocurrido en los últimos meses a Cataluña le sea muy difícil recuperar lo que se ha ido, captar inversionistas y competir con otras regiones del Estado, menos dadas a sobresaltos y “flamaradas”. A esto se une el proceso de desindustrialización propio del sesgo globalizador y que ha hecho perder el 30% de tejido industrial a Cataluña desde el inicio del milenio. Si existió nacionalismo catalán fue porque existía una alta burguesía pujante que quería imponer sus condiciones al Estado Español. Pero hoy Cataluña solamente atrae más turismo que otras zonas del Estado por su situación fronteriza, pero no por su vitalidad industrial, ni siquiera por su riqueza cultural. Y no nos engañemos: ha sido el nacionalismo el que ha generado esta perspectiva (no en vano, como hemos dicho, la alta burguesía catalana solamente mantiene inversiones multimillonarias en el sector de hostelería…
Falta saber ahora el impacto que tendrá el boicot a los productos catalanes en las semanas de Navidad. De momento, parece que las ventas al resto del Estado se han reducido un 30-35%. Es como para darse un canto en los dientes si tenemos en cuenta que, de haber progresado el proceso soberanista, hubieran podido colapsarse. Lo que no quita el hecho de que el futuro económico de Cataluña, después de quince años de borrachera soberanista y de abandono de las tareas de planificación económica para el futuro de la región en la que han incurrido los sucesivos gobiernos de la gencat, sitúe a toda la región en una zona expuesta, con un polvorín yihadista-islamista que supera el millón de jóvenes airados y beligerantes a favor de “lo suyo”.
6. CATALUÑA ES ESPAÑA… EN LO MEJOR, EN LO PEOR Y EN LO INFAME
Estamos hablando de Cataluña y de su clase política. Pero no olvidemos que uno de los factores que hacen imposible el independentismo es que el “factor diferencial” entre Cataluña y el resto del Estado es mínimo y reducido, hoy por hoy, a la cuestión lingüística. Por lo demás, siempre hemos afirmado que Cataluña es, con Andalucía, las zonas “más españolas” del Estado y esto debido a que en ambas están presentes los mismos problemas: paro, clases políticas parasitarias y clientelares, niveles de corrupción endémica en las administraciones autonómicas, estancamiento político, bajo nivel de las clases políticas regionales, niveles de inmigración superiores a lo tolerable, niveles de consumo de drogas superiores a otras zonas del Estado, existencia de clases funcionariales hipertróficas, etc, etc, etc.
Nos equivocaríamos si atribuyéramos todo esto a “desajustes regionales”: lo son, pero también están presentes en mayor o menos medida en la misma administración central del Estado. Se puede acusar a algunos dirigentes independentistas de corruptos y a otros de ineptos, a casi todos de oportunistas y a todos de bajo perfil… pero esta misma acusación es trasladable y extrapolable a los de cualquier otra autonomía y a los del mismo Estado.
Por eso decimos que Cataluña es España… en lo mejor, en lo peor y en lo infame. Aquí no se salva ni dios y el hecho de que la salvaguardia de la unidad del Estado se haya encomendado a la constitución de 1978, no quita el hecho de que esa constitución era deficiente (quizás necesaria, pero, al mismo tiempo, deficiente) cuando se puso a votación y hoy no sirve para gran cosa (aparte de aportar tranquilidad en lo que a la unidad del Estado se refiere y a garantizar un régimen de libertades formales) y especialmente cuando esta misma crisis independentista, ha sido el resultado de la crisis política desencadenada a partir de la crisis económica de 2007. El verdadero drama hoy es que, la constitución está obsoleta pero no existe absolutamente ninguna posibilidad de variarla más allá de donde acuerden PP, PSOE y Cs. Y podéis estar seguros de que cualquier reforma será para garantizar que las cosas siguen igual.
7. SIEMPRE HAY VENCEDORES Y DERROTADOS
No resisto a realizar un último comentario que me parece necesario pero que no merece ser tratado más que como apéndice de lo dicho hasta hora. Que el independentismo haya sido derrotado es una cosa. Siempre hay “niveles de derrota”. Quien desde luego no ha ganado ha sido el “patriotismo identitario”. Éste volverá a estar fuera de las elecciones del 21-D y, por tanto, seguirá sin encontrar su carta de naturaleza: en democracia, si no estás presente en las elecciones, simplemente, no existes.
Después de debacle de PxC hace unos años a raíz del conflicto que se dio en el interior del partido, lo cierto es que los intentos por resucitar la sigla han experimentado una crisis de liderazgo que sigue sin resolverse: no existe ningún líder lo suficientemente enérgico, provocador y carismático para levantar el partido, ni a lo que parece existen ideas suficientemente claras de cómo hacerlo. Así pues, PxC optará de nuevo por tratar de probar suerte presentado unas cuentas candidaturas en las próximas elecciones locales. Por otra parte, la federación Respeto tampoco parece haber estimulado una presencia en Cataluña y optará por hacer lo mismo que PxC en las elecciones locales: pero pasar de 8 concejales y ¿16? A ¿12? ¿a 20?, ni parece la estrategia más prometedora ni la más convincente.
Claro está que PxC puede considerarse del lado “unionista”, es decir, ha estado del lado de los vencedores en el triste desafío secesionista. El problema para esta formación es cómo recuperar el terreno perdido en el “cinturón industrial” de Barcelona, cómo hacer oír su voz a la vista de lo limitado de sus medios actuales. Quizás el descenso de la tensión unionismo-independentismo libere espacios que esta formación pueda utilizar como plataformas, pero esto solamente lo conseguirá mediante un análisis político y la redacción de un nuevo programa estratégico que presentar a la sociedad y con el que contra-atacar.
Si PxC no puede alardear de una “victoria”, sí en cambio puede hacer valer el estar “del lado de los que han vencido”. Peor le ha ido a otros sectores surgidos de este ambiente. Por increíble que pueda parecer, un sector salido del estallido de PxC –minúsculo, ciertamente- se sitúa hoy en el terreno “independentista identitario”. Si lo recordamos es porque es el “enlace” entre la “realidad catalana” y el único partido belga que ha apoyado activamente la presencia de Puigdemont en Bélgica, el Vlaams Belang. Este extremo resulta particularmente triste: la situación en Flandes y en Cataluña son completamente diferentes y no hay absolutamente ningún paralelismo. Simplemente, el corresponsal “español” del VB ha realizado una lectura sesgada de todo lo que ha ocurrido en Cataluña en los últimos quince años y ha concluido que el independentismo identitario flamenco realmente existen puede prestar un apoyo al independentismo identitario catalán absolutamente virtual.
Quien ha informado a los dirigentes del VB se le ha olvidado destacar el hecho más importante y que, sin duda, hubiera recomendado una actitud más prudente para los independentistas flamencos: Puigdemont, Mas, sus apoyos son todos, absolutamente todos, no solamente favorables a la inmigración islámica en Europa, sino los que la han traído a Cataluña y los que incluso hoy la siguen subsidiando. El VB, ignorante de esta realidad, ha caído en el más absoluto de los ridículos apoyando a un pobre paleto exiliado en Bélgica y perdido en su desvarío que sigue pensando que es el “president” de una ficticia “república catalana independiente”, como el chalado que se cree Napoleón en cualquier frenopático.
Es, en cualquier caso, irónico que el único partido europeo que apoya decididamente a Puigdemont sea… el Vlaams Belang y gracias a una información incorrecta facilitadas por su corresponsal español. Y puedo dar fe de que los flamencos son razonablemente dialogantes siempre que se les ponen sobre la mesa argumentos y razones sólidas. Copio y pego de la web del VB: “La señal más clara que puede enviar Bélgica para rechazar este loco proceso político es, además de garantizar un proceso legal correcto, el reconocimiento inmediato de la república catalana y su gobierno democráticamente elegido". O este otro texto igualmente imperdible: “El 90 por ciento de los catalanes votaron el 1 de octubre por la independencia. La elección de un pueblo para su propio destino no es un crimen" (Tom van Grieken, presidente del VB). Explícales a estos que el mismo Puigdemont al que apoyan entusiásticamente es el mismo que elogia al “islam catalán”… basta leer los twits de los dirigentes del VB y los post que colocan en la web oficial del partido para darse cuenta de que quien debía informarles, no lo ha hecho en función de la realidad, sino de su construcción fantasiosa de que existe una “nacionalismo identitario catalán”, lo que a fin de cuentas abunda en la certidumbre de todo lo que se ha motivo en el terreno independentistas lo ha hecho víctima de ensoñaciones y fantasías delirantes…
ÚLTIMAS ¿NOVEDADES?
La tensión generada por la cuestión catalana, poco a poco, va descendiendo de intensidad. La semana del 5 al 12 de noviembre supuso otro duro golpe para las cúpulas independentistas y un premio de consolación para el independentismo de a pie con la manifestación “de las antorchas” del sábado que sirvió solamente para demostrar que los medios de comunicación van perdiendo cada vez más el interés por este tipo de convocatorias que, dadas las circunstancias, no aportan nada nuevo. Lo cierto es que Puigdemont lleva ya quince días en Bélgica, que Junqueras y los consellers andan una semana en la cárcel, que “los dos jordis” van a cumplir el mes, que la huelga general se quedó en embotellamiento y que los partidos indepes, incluidos los más radicales, han decidido pasar por las “horcas caudinas” y apuntarse a las elecciones del 21-D, no fuera que. Vamos a intentar dar algunas claves de la situación.
1. 21-D: “HORCAS CAUDINAS” PARA EL INDEPENDENTISMO
Se dice (o se decía antes) que “pasar bajo las horcas caudinas” suponía una gran afrenta o humillación para quien tenía que hacerlo, o bien era sinónimo de hacer algo que no se deseaba. La frase procedía del paso de las legiones romanas por los Apeninos en el 321 a.JC por el llamado “paso de las Horcas Caudinas”, un difícil desfiladero. Los lugareños atacaron y las legiones debieron soportar condiciones humillantes (entre otras pasar bajo una lanza horizontal, lo que les obligaba a agacharse o bien salir del trance vestidos solo con túnica). La frase, como todo lo que se refiere a la historia, ha caído en desuso… pero es, justamente, lo que han tenido que hacer todos los partidos independentistas: PDcat, ERC y CUP.
Fijémonos lo que supone:
- el reconocimiento tácito de que la “república catalana” es una ficción y que carece de capacidad para convocar elecciones por iniciativa propia.
- el reconocimiento, por tanto, de que el “procés” ha fracasado y que el lustro perdido en alcanzar ese fin se ha saldado con un fracaso.
- el reconocimiento, igualmente tácito, de que la “Generalitat de Cataluña” es un organismo “colaborador del Estado Español” en la gobernabilidad de una región y no una estructura que pueda hablar de igual a igual con el Estado sino que está subordinado a éste.
- el intento de no quedar fuera del sistema de subvenciones que mantiene con vida al independentismo y que se produciría si estos partidos no acudieran a las elecciones.
Esto es particularmente dramático en el caso de la CUP que ayer se enfrentó a un dilema que hace prácticamente imposible su existencia en el futuro: porque, éste partido, el único animador de los “comités de defensa de la república” va a tener dificultades en explicar cómo sigue sosteniendo que el proceso independentista ha concluido con el DUI y que, a partir de ahora, se trata de “vivir independientes” (como “ha decidido el pueblo catalán” por votación de su parlamento electo… o al menos de los diputados que se quedaron en la sesión) y al mismo tiempo, reconoce la autoridad del Estado Español para convocar unas elecciones en virtud del artículo 155.
Puede decirse que la CUP y el propio Puigdemont han caído víctimas de su maximalismo. Éste les ha cortado la retirada y, sobre todo, ha hecho muy difícil toda marcha atrás tratando de diluir la frustración y la sensación de derrota que están experimentando.
2. JUNQUERAS, PRÓXIMO PRESIDENTE DE LA GENERALITAT
Cuando alguien pasa por las “horcas caudinas” es que ha sido derrotado. Lo que ocurre es que existen “dulces derrotas” y “amargas derrotas”. La que se le viene encima a Puigdemont y a exCiU, hoy PDcat, va a ser una muy amarga derrota. La victoria presumible de ERC que contará con votos llegados de exCiU e incluso de desengañados por el ultrarradicalismo extraterrestre de la CUP (único responsable de los “embotellamientos” que tuvieron lugar en la jornada de protesta por las detenciones de miembros del govern) llevará a Oriol Junqueras a la presidencia de la Generalitat. Será, sin duda, el partido mayoritario.
Ahora bien, eso no quiere decir que todo va a seguir igual. Por muy bajo que sea el sentido de la realidad de Junqueras y de la dirección de ERC, los días de prisión y el calvario judicial que tienen por delante, les debe de inducir –si queda en ellos alguna neurona que no se haya contagiado por cinco años de triunfalismo y de negarse a reconocer la realidad–, a reflexionar. La única consecuencia a la que pueden llegar era aquella a la que muchos habíamos llegado ya hace quince años: la independencia es imposible porque ni existe “mayoría social” a su favor, ni existe una situación internacional en Europa favorable para ella. Así que obstinarse en seguir esa línea es seguir por la vía muerta en la que se encarriló ERC desde finales de los 80. La única salida para ERC es configurarse como un partido de “izquierda nacionalista catalana” en lugar del partido “radicalmente independentista” que es ahora. Eso implicaría renunciar a su pasado. Pero la otra alternativa es la desaparición a largo plazo por incapacidad para alcanzar sus fines.
Estas elecciones conllevarán la desaparición completa del “nacionalismo moderado” que, en este momento está únicamente encarnado por Santi Vila (veremos lo que tarda en abandonar el PDcat). Así pues, sean cuales sean las simetrías electorales, ERC tratará de gobernar con lo que quede del partido de la Colau, algún diputado de PDcat y con el apoyo exterior de lo que quede de la CUP. La ruptura entre la Colau y el PSC indica a las claras cuál que el portento de oportunismo cambiochaquetista de la alcaldesa de Barcelona ha optado por apuntar a la Generalitat, sustituyendo al PSC en el gobierno de coalición que se anuncia para fin de año.
Cualquier otra vía está cerrada: si Junqueras, hombre que actúa más por los empellones que recibe por detrás que por iniciativa propia, persiste en la vía independentista, el artículo 155 seguirá siendo la “espada de Damocles” que impedirá un normal gobierno de la comunidad autónoma catalana. Su alternativa personal es: o seguir avanzando a empujones de los de atrás (y sufrir las consecuencias judiciales), ser un líder con iniciativa propia, o abandonar la política.
3. EL BOLSILLO Y LA EDUCACIÓN ES DONDE LES DUELE
Han pasado apenas dos semanas desde que se aprobó la aplicación del artículo 155. Sería inútil decir que Cataluña está como si no hubiera pasado nada: han pasado muchas cosas. La primera de todas es que los distintos sectores nacionalistas empiezan a ver que ya no disponen de la liquidez suficiente para seguir adelante con su faraónico ritmo de publicidad. La primera víctima es el diario Avui, deficitario desde el inicio de su andadura en los 70 (allí se quemaron buena parte de los fondos de Banca Catalana; en eso y en el apoyo al Omnium Cultural) y que al ver cortados los subsidios ha tenido que despedir a la mitad de su plantilla (49 trabajadores). Cabría preguntarse cómo un medio que en la actualidad es residual, puede contar con un centenar de trabajadores… La respuesta es clara: la teta de la gencat proveía, así que… El problema es que ahora ya no va a ser tan sencilla –mientras Montoro controle los gastos de la Generalitat- entregar subsidios como los que han beneficiado al Avui desde el inicio de su andadura.
La falta cada vez más acuciante falta de fondos se ha manifestado también en el “caso Artur Mas”, cada vez más airado por la falta de colaboración que registra en el pago a la multa de ¡5.000.000 de euros! a la que fue condenado por los hechos del 9-N. Artur Mas creía que podría pagar la multa mediante suscripción pública, a través de la póliza de responsabilidad civil suscrita por la Generalitat o mediante algún “fondo de reptiles” que le costa que existen en poder de Puigdemont… Pero nadie parece dispuesto a dar más allá de un billete de 20 euracos por el iniciador del “procés”. Los fondos que la gencat ha logrado eludir (se habla de 800 millones de euros lo que parece excesivo) no durarán eternamente, especialmente porque
- las campañas electorales son costosas,
- todavía quedan por pagar las fianzas de Junqueras y de los consellers.
- se prevén multas y obligación del retorno de los dineros “desviados” durante el “procés” para eludir la acusación de malversación de fondos.
- los bancos no están muy predispuestos a conceder pólizas de crédito a los partidos indepes por múltiples razones, es más: cuando se serenen los ánimos, lo más probable es que empiecen a apremiar a ERC y al PDcat para que pongan sus pólizas a cero.
No es raro que los más conscientes de ERC no se hagan muchas ilusiones sobre el futuro; les quedan los “premios de consolación”: alguna manifestación como la del sábado que deslumbre por la presencia de antorchas, el ser el partido mayoritario en las próximas elecciones y… poco más. Pero lo cierto es que, en Cataluña, los problemas económicos se viven con singular intensidad y son el único contacto que todavía mantienen los independentistas con la realidad.
En cuanto a la educación, el otro factor que el independentismo considera “intocable”, seguramente lo es. El Estado no parece muy interesado en este momento en atacar en esa dirección, pero tampoco parece que el poder judicial vaya a dejar pasar la utilización de menores como argumento de propaganda. Lo que va a ocurrir –posiblemente en los próximos días- es que se sustanciarán muchas de las denuncias formuladas por padres de familia por “adoctrinamiento” y se investigarán las iniciativas de maestros (buena parte de los miembros de la CUP son maestros de escuela) para utilizar a sus alumnos en acciones de propaganda independentista. Y, al igual que con los mozos de escuadra, alguien tendrá que “pagar el pato”.
4. LA CATALUÑA NO INDEPENDENTISTA
Uno de los efectos colaterales de la crisis independentista ha sido el reconocimiento de que en Cataluña un sector de la sociedad (véase nuestro artículo La Cataluña de los cuatro cuartos), no solamente no es independentista, ni siquiera nacionalista, sino que se siente mucho más apegado al Estado y a la Nación española. Era el pequeño detalle que se le había escapado a los independentistas y que la colocación de Gabriel Rufián en las listas de ERC no bastaba ni remotamente para contrapesar. ¿Cómo queda el “mundo unionista” en Cataluña?
Hay que reconocer que el éxito de la estrategia del Estado en la crisis independentista se ha debido a la flema de Rajoy, pero todo induce a pensar que no será el PP, sino Cs, quien se beneficie del fracaso del intento secesionista. Las encuestan dan a Cs un espectacular ascenso en Cataluña. Se verá recargado con votos procedentes del PSC y por decepcionados de la izquierda podemita y de la Colau (la izquierda catalana todavía no ha comprobado que el situarse en medio, entre indepes y unionistas, no da resultado especialmente en períodos de mucha tensión y de decantación de las posiciones). En cuanto al PP posiblemente se lleve algunos votos del viejo nacionalismo moderado, pero, en cualquier caso, su ascenso será menor que el de Cs.
El PSC es un caso aparte: en esta ocasión comprobaremos lo que queda del partido y si logra recuperar algunos votos fugados a la galaxia podemita. Si lo hace será a condición de realizar una campaña fuerte, agresiva y con propuestas netas… La del “federalismo” en la que se enroca regularmente y que parece que será el leit-motiv en esta ocasión, le augura malas perspectivas. No puede proponerse algo en lo que casi todos convienen que genera más problemas que soluciones.
La campaña del mosaico independentista será victimista y lacrimógena, propia de derrotados que solamente aspiran a que sus líderes no salgan muy malparados de la aventura judicial que tenían al final de la vía muerta independentista. La campaña “unionista” exigirá reconocer las realidades y “gobernar Cataluña”. Hay que permanecer muy cauto ante lo que dicen las encuestas: el “voto oculto” sigue presente especialmente en el sector unionista, pero todo parece indicar que los independentistas tocaron techo en las anteriores elecciones y que presentarse divididos les va a perjudicar. No olvidemos, además, que los márgenes del independentismo están ahora convertidos en un sumidero de decepcionados y confusos, muchos de los cuales se sienten engañados, sino traicionados, por quienes les convencieron de que la independencia era posible y, a la hora de la verdad, han huido a Bélgica y cada día tratan de desandar lo andado.
* * *
Esto es lo que se refleja desde el más absoluto desapasionamiento, mirando las calles, hablando con las gentes y valorando cada noticia según el medio que la emite.
Ernest Milá
Llueve en Budapest, así que eso me permite dedicarle unos minutos a darle un vistazo a la prensa internacional para hacerme una idea de lo que está ocurriendo en Cataluña. Existe inquietud en Europa. Die Welt se pregunta si es el inicio de una guerra civil en España. Los diarios ingleses no destacan excesivamente lo que ocurre en Cataluña y solamente la prensa francesa se interesa algo más de lo normal. En Italia, Il Corriere destaca que Puigdemont ha llamado a la “resistencia pacífica” y otro tanto hace Liberation. En cuanto a Le Monde, muestra en portada a jóvenes con banderas españolas. El Diario de Noticias de Lisboa apenas destaca la información sobre el gobierno español y Publico (porque el diario que fracaso en España sigue renqueando en Portugal) lo coloca en primer plano: en interior, una foto del matrimonio Puigdemont-Topor acompaña al titular: “Normalidad en Cataluña” Eso es todo. En Europa, el tema indepe preocupa muy relativamente. Otra muestra de fracaso de “mister Proper”, de su Diplocat y de que la clausura de las “embajadas catalanas” en el exterior era casi obligado: simplemente no han aportado nada a la causa indepe: es el riesgo de dar sueldos a los amigos y cuñaos para ocupar cargos para los que no están preparados...
LA INDEPENDENCIA DE LOS PALETOS
A casi 3.000 km de distancia de la patria, todo lo que leo me confirma en que la crisis catalana ha sido una tormenta en una palangana. No podía ser de otra forma. Ni había condiciones sociales para la independencia, ni la política internacional ayudaba, ni mucho menos la economía. Todo era, a fin de cuentas, el sueño de una banda de paletos que, después de 40 años de promover la provincianización de Cataluña, creyeron que eran un Estado en ciernes. Y así se entiende la tocata y fuga.
El paleto se caracteriza porque considera que su tierra es el centro del mundo y que todo gira en torno a ella. Como nadie les recordó que la Generalitat de Catalunya era un organismo colaborador en la gobernabilidad del Estado, ellos –pobres paletos- creyeron que era el embrión de un Estado. Y dieron el salto, sin red. Le deben agradecer a Rajoy que el costalazo no haya sido mayor. Ahora, los más inteligentes –que alguno queda- estudian cómo no salir descalabrados de la aventura. Las encuestas publicadas hoy no les auguran lo que se dice un éxito en las próximas elecciones. Y lo que es peor: las elecciones borran cualquier efecto que pudiera tener el 1-O y los siete años de "prucés".
RAJOY: ENEMIGO QUE HUYE, PUENTE DE PLATA
La aplicación soft del famoso 155 se basa en el axioma militar: “al enemigo que huye, puente de plata”. Rajoy lo que no quiere es una victoria que cree resentimientos, con un reguero de mártires y argumentos para una mayor victimización de la parte derrotada (porque aquí hay vencedores y vencidos y cuando uno se ha propuesto una “República Catalana Independiente” y la bandera española sigue ondeando en la cúpula del Palau de la Generalitat y, más que nunca, en las calles de Barcelona, es que ha sido derrotado en toda línea).
Lo que Rajoy no busca es “derribar el Barrio de la Rivera” –lo que hizo Felipe V tras la caída de Barcelona en 1714- para que los indepes lo conviertan en nuevo muro de las lamentaciones, sino simplemente restablecer la normalidad. De ahí su política de “apaissement” (apaciguamiento). En 1934, ver a todos los irresponsables que habían participado en la “independencia de las 10 horas”, con Companys al frente, entre rejas, fue uno de los elementos que generaron la victoria del Frente Popular en febrero de 1936. Los “mártires”, de momento, son dos cretinos integrales, mezcla de chalados y de aprovechados, que resultan insoportables hasta para sus compañeros de celda, “los dos jordis”.
¿NEGOCIACION RAJOY-GENCAT?
Luis del Pino dice que ha habido negociación bajo cuerda entre el gobierno del Estado y la gencat. No lo creo: quizás algún contacto, negociación no. La estrategia de Rajoy ha consistido en dejar pasar el tiempo, atrincherarse en una visión legalista de la crisis, impedir que el problema se “internacionalizada”, garantizándose el apoyo de la UE y el aislamiento en Europa de la gencat, golpear psicológicamente al sector más moderado con las ya casi 2.000 empresas que han abandonado Cataluña, detener a segundones para que los “primeros espadas” percibieran cuál era su futuro, no dejar impresionarse por manifestaciones en la calle ni por declaraciones dramáticas… cuando el otro sector de la sociedad se manifestaba en contra del independentismo ¡en Cataluña! y evidenciaba que no había fuerza social suficiente para alcanzar la independencia.
La política de Rajoy no era, desde luego, la que querían ver “unionistas”, “españolistas” y/o “extrema-derecha”, pero, de momento, ha ido desmantelando sistemáticamente las posiciones indepes hasta el punto de que puede decirse que el doble salto mortal sin red realizado por Puigdemont-Junqueras, en realidad, ha tenido en Rajoy al más preocupado de que no se rompieran la crisma y de recogerlos en brazos antes de que se estrellaran en el frío suelo. Rajoy ha evitado desarzonar el intento separata colocando un cañón delante del Palau de la Generalitt, como ocurrió en octubre de 1934. Pero quienes estaban dentro han huido igualmente por las alcantarillas.
LAS NACIONES SE CONSTRUYEN A SANGRE Y FUEGO
Hay muchas razones por las que Cataluña, no ha sido, ni será nunca independiente. La primera de todas es que, aquí y ahora, no hay ni un solo independentistas dispuesto a morir por su causa. Desgañitarse gritando y llorando, realizando cinco minutos de caceroladas, quizás, mas no. El pequeño dato que se les escapaba a los armadores de la empresa, era que las naciones, todas, siempre, se forman y se independizan sobre ríos de sangre. No es retórica: es realidad. En las únicas donde han existido adioses tranquilos es en donde las partes nunca habían tenido conciencia histórica de ser una nación (Checoslovaquia).
Y nadie está dispuesto a morir por la “República Catalana Independiente”… en cambio, a toque de corneta, los banderines de enganche para formar freikorps contra la secesión de la gencat, registraría llenos absolutos, no sólo en el resto del Estado sino también en la propia Cataluña. Esa es la pequeña diferencia entre el nacionalismo español (que sigue siendo combativo, esa “bestia” dormida durante décadas y que la aventura de la gencat ha despertado involuntariamente) y los indepes que querían “una revolución de las sonrisas” y una independencia “high quality” con un esfuerzo “low cost”.
Decía Ezra Pound que quien no tiene valor para luchar por sus ideas, o sus ideas no valen nada o él no vale nada. Parafraseándolo podemos decir que aquella nación por la que nadie está dispuesto a dar la vida o no es una nación, o sus “nacionalistas” no valen nada, o ambas cosas. Los que siempre -desde pequeñitos- hemos despreciado al nacionalismo catalán por su cobardía intrínseca, teníamos razón.
NACIONALISMO CATALÁN: NUEVA RUTA O DESAPARICIÓN
A nadie con dos dedos de frente se le escapa que este fracaso (fracaso en diferido, fracaso por partes, fracaso a plazos) de la gencat alterará profundamente el nacionalismo catalán. Lo primero sobre lo que deberían reflexionar es que a partir de aquí se inicia una nueva ruta: ya se ha demostrado que la independencia es imposible, a partir de aquí, o rectifican su programa o van a perder inevitablemente clientela y, lo que es peor, se van a convertir en arcaísmos fuera de la historia. ¿Qué sentido tiene un “nacionalista” cuya “nación” nunca puede alcanzar la independencia sino ser, simplemente, un proyecto frustrado y un ideal inalcanzable? Sin olvidar, claro está, que el día en que el nacionalismo pierda el control de la Generalitat de Catalunya, se redimensionará a su tamaño real: sin subsidios, sin subvenciones, sin 3%, sin el control sobre los medios de comunicación, sin clientelismos posibles…
El futuro del nacionalismo en la época de la globalización es muy negro, pero si a esto se le une un fracaso histórico de la magnitud del actual (acompañado de ribetes sainetescos, cobardía, bochorno y engaño a la propia parroquia), cabe preguntarse si el nacionalismo tiene algún futuro más allá de reciclarse como partidos regionalistas que pongan cierto énfasis en lo regional y poco más.
EL PROBLEMA DEL ADOCTRINAMIENTO NACIONALISTA
A muchos “unionistas” les ha preocupado que Rajoy no pusiera especial énfasis en actuar sobre los dos principales puntales de los indepes en estos momentos: a educación y los medios de comunicación de la gencat. Los funcionarios de los segundos han “amenazado” con no respetar las reglas que les vengan impuestas… Bueno, TV3% tiene apenas un 13% de cuota de audiencia en Cataluña, lo que quiere decir que la oyen "convencidos” (conozco indepes que han hecho voto de ver solamente TV3%...) y con pérdida progresiva de audiencia… así que ¿para qué dar importancia a algo que es pura anécdota?
Lo de la educación es mucho más grave. Desde quince días antes de que se anunciara la aplicación del 155, los sectores nacionalistas menos radicalizados habían iniciado una campaña (especialmente en pueblos) “La escuela catalana no se toca”… Es significativo. Más significativo todavía es que partidos como CUP tienen una mayoría de cuadros que son maestros en la escuela pública... En este terreno, Rajoy ha intentado de nuevo no tocar un punto sensible para evitar que el animalico herido, la gencat, se revolviera en su agonía: pero dudo que se le haya escapado que si ha existido en 2017 un absurdo proceso soberanista, ha sido después de 20 años de “inmersión lingüística” y de casi cuarenta años de “historia de ficción” y adoctrinamiento en las escuelas catalanas.
¿Que la gencat nacionalista no quiere que se toque la escuela catalan? ¿Qué no quiere lo que sería normal, esto es que cada familia elija la lengua en la que quiere que se eduque a sus hijos? Bien… eso lo único que implicaría es que el Estado debería crear en Cataluña una red de escuelas paralelas con un programa de estudios propio y enseñantes propios. ¿Se atreverá el Estado a tomar una medida así? De momento, no se lo ha planteado nadie, pero resulta evidente que una de las consecuencias de esta crisis es que todas las partes se han quitado las caretas: ahora ya está claro el adoctrinamiento operado en las escuelas de la gencat y el que en lugar de “ciudadanos del Estado”, lo que han intentado ha sido crear “ciudadanos de la república catalana independiente”. Ahora hace falta partir de cero en este terreno: seleccionar profesorado, elaborar planes de estudios y, sobre todo, articular una escuela eficiente desde el punto de vista pedagógico (que la actual escuela de la gencat dista mucho de ser).
Y, posiblemente, también la crisis indepe haya servido para algo: para abrir los ojos a los ciudadanos, recordarles que la escuela española está en crisis y que hace falta reconstruirla. Quizás, el punto de arranque de esa reconstrucción sea Cataluña en donde se trata de partir de cero con nuevos conceptos pedagógicos y nuevos programas de formación.
EL TRISTÍSIMO PAPEL DE LA IGLESIA CATALANA
Uno de los elementos más risibles de esta crisis indepe ha sido el papel jugado por la Iglesia “catalana”. Desde los medios indepes se ha llegado a exigir que la elección de obispos se realice por votación popular de los fieles… Las banderas indepes han colgado de los campanarios y se han producido declaraciones de obispos más independentistas que las de los más radicales de la CUP. El problema es que la Iglesia catalana no etá en su mejor momento pastoral: el seminario de Vich que hace 100 años tenía un millar de alumnos, está desierto. Montserrat es un centro turístico, no el “centro de la espiritualidad catalana”, hay más fieles en las mezquitas que en las Iglesias católicas...
Vale la pena recordar que el nacionalismo logró sobrevivir durante el franquismo, travestido de regionalismo, en las sacristías (el propio Pujol es un producto de esa ambiente), el problema es que la Iglesia catalana es hasta tal punto débil en este momento que ya no está en condiciones de recoger y reavivar lo que quede del nacionalismo después de que esta crisis quede finiquitada. No habrá un grupo Cristians Catalunya, como durante el franquismo, para acoger los restos del inevitable hundimiento nacionalista, ni cientos de agrupaciones de boy-scouts parroquiales para seguir el adoctrinamiento…
EL DÍA 21 VOTAMOS ¿A FAVOR DE…? ¡NO! ¡CONTRA EL INDEPENDENTISMO…!
Habrá elecciones autonómicas anticipadas, que nadie lo dude. Contrariamente a lo que algunos creen, luego ya nada será igual. Los indepes llevan lustros dando la tabarra con su tema obsesivo y monotemático. Cansan y aburren. La “independencia” de una región es algo que ha quedado muy atrás en la historia. Ya no responde a la realidad del siglo XX: la forma en que se hizo la transición, el bipartidismo imperfecto, que hacía imprescindible el concurso de “los catalanes” en la gobernabilidad el Estado a cambio de manos libres e impunidad… todo eso, ha terminado. Sólo hace falta que el electorado lo vaya comprendiendo. No será cuestión de un día o de una legislatura, pero la historia siempre avanza.
De la misma forma que los feudos han quedado atrás, la época de los nacionalismos también está superada.
No es raro que los independentistas no crean en esta realidad, porque, como el paleto de pueblo, no atienden a más argumentos que los que se dirimen en las sobremesas del “casino” mientras juegan al dominó, ni su horizonte es más amplio que el que puede divisarse desde su pequeño campanario aldeano. Pero la grandeza del océano existe, aunque la rana de la charca jamás pueda entreverla.
Ernest Milá
1. El jueves Rajoy acude a la cumbre de la UE y el sábado comunica la aplicación del Artículo 155. Blanco y en botella. Como podía pensarse, por otra parte. Por mucho que dramatice la gencat, lo cierto es que le han ahorrado el espinoso trance de tener que convocar elecciones anticipadas, reconociendo el fracaso de su aventura independentista; sin olvidar que las competencias económicas ya estaban en manos del Estado desde mediados de septiembre y que sus competencias en educación no han sido tocadas. Si todo acaba con el “pazo multa” con que se ha adornado a Artur Mas por el 9-N y con “los dos jordis” en la cárcel y Trapero y la otra moza, imputados, la gencat debería de darse con un canto en los dientes. No ha salido tan mal parada como hubiera podido salir.
2. ¿Y ahora qué? Ahora toca mirar debajo de las alfombras (y en los archivos borrados). Claro que ahora los interventores mirarán debajo de las alfombras, cuantificarán los gastos generados por el 1-O, publicarán los dineros alegremente sustraídos a la sociedad catalana para alimentar a las asociaciones independentistas y, veremos qué otra cosa encuentran de la que hayan quedado huellas.
3. Lo que queda del independentismo movilizado se manifestó ayer. Al conocerse la noticia, hay que reconocer que la reacción del independentismo ha sido mucho menor de lo que se esperaba (como fue menor la reacción contra la detención de “los dos jordis”. Una vez más, se ha movilizado en BCN a “parroquia” de toda Cataluña. Lo que se manifestó ayer es lo que queda del independentismo movilizado (a lo que habría que restar un 30% compuesto por los que deploran la aplicación de una “medida de autoridad” sea la que sea, que es como decir a los “soberanistas no independentistas”… en fin).
4. Es significativo que La Vanguardia de hoy no aluda en lugar destacado a la manifestación de protesta del sábado. No les gusta, obviamente la intervención de la generalitat pero, a diferencia del Ara, evitar dar mucho relieve a la mani. Cualquier analista, más o menos riguroso, debería reconocer que el “procés” estaba muerto desde el comienzo, por falta de realismo político. Ayer, hablando en conversaciones informales con gente de la calle, alguien me decía: “lo que le ha pasado a la generalitat es que estaba mal asesorada”. Algo hay de eso: si Romeva (el mister proper que ejercía de “ministro de exteriores”) hubiera confesado que todos los gastos de su departamento no habían dado ningún resultado positivo y que no había sido capaz de entrevistarse más que con terceras o cuartas filas de partidos de segunda fila y que no había podido arrancar ni un solo apoyo concreto, probablemente la gencat hubiera ralentizado el proceso y lo habría reducido a un ejercicio táctico propio del pujolismo.
5. Si los medios de comunicación de la gencat hubieran contado con profesionales cualificados, en lugar de con funcionarios de partido fanatizados, hubieran transmitido una realidad catalana completamente diferente de la que alardeaban a todas horas. Si hubieran pedido dictámenes en algún departamento de sociología o de ciencias políticas, hasta un alumno de primer curso que mantuviera el cerebro frío, les hubiera confirmado que no existía “fuerza social” suficiente para convocar un referéndum y que si lo convocaban, en igualdad de condiciones, lo más seguro es que lo perderían.
6. ¿Puede sostenerse la postura leguleya de Rajoy esgrimiendo que la “soberanía reside en el pueblo español” para negarse al 9-N y al 1-O? A pesar de que siempre hemos dicho que los argumentos legales se pueden retorcer a voluntad (“la justicia es como el timón, hacia donde se le da, gira”) hay que reconocer que el precedente catalán hubiera acarreado, en este país de charanga y flaviol, de Frascuelo y Meritxell, una oleada encadenada de referendos en todas las autonomías como ya ocurrió hace 35 años con los “estatutos de autonomía” que inicialmente deberían haber sido para las “nacionalidades históricas” y luego, regiones que jamás lo habían reivindicado, se encontraron peleando por uno… El problema es que la gencat siempre ha pretendido un trato diferencial con el Estado y todavía no se ha dado cuenta de que fue creada para administrar una región de ese Estado, como “administración de proximidad” producto de la necesaria descentralización.
7. La gencat es como el niño de los vecinos. El niño es, literalmente un hijoputa asilvestrado. Desde que nació, llora y grita en cualquier momento y ante cualquier situación. Sus padres, un par de canelos bobalicones, es incapaz de decirle que se calle, que debe aprender a controlarse, que no puede hacer lo que le da la gana y que existen unas normas… El niño de la vecina, ya es un gaznápiro que ha superado los 30 años y sigue haciendo lo que le da la gana, pone la música a todo volumen, toda la escalera huele a sus porros y, a pesar de que sus padres y algún vecino, hemos intentado hacerle entrar en razón, ya no hay forma: si durante toda su vida ha hecho lo que le ha dado la gana, ahora ya es demasiado mayor para que acepte que hay normas… Simplemente, no lo puede entender. Pues bien, ese es el problema de la gencat: que, después de creerse algo radicalmente diferente al resto del mundo, después de que “papa Estado”, no le regañara por sus malos modales, de repente, después de años de silencio, a un Rajoy se le ocurre decir: “oye estás vulnerando las normas”… ¿Qué normas? Para el niño hijoputa de los vecinos las únicas normas que le interesan son las que él mismo ha puesto. Así que…
8. No crear más tensión de la estrictamente necesaria. Tal es la estrategia de Rajoy. El hecho de que el PP se negara hace una semana a apoyar la moción de Cs en el parlamento para intervenir la educación en Cataluña, el hecho de que en la aplicación soft del 155 tampoco se aluda a ese terreno, es significativo de que el Estado no aspira a crear más tensión que la necesaria. Ahora, veremos lo que ocurre. Seis meses sin subsidios es mucho más de lo que puede soportar el independentismo. Seis meses sin poder seguir contando con los medios de comunicación de la gencat como altavoces del independentismo no va a contribuir precisamente a difundir su causa. Les permitirá, eso sí, acrecentar su victimismo y utilizarlo como argumento de campaña en las próximas elecciones autonómicas.
9. Ahora toca que los independentistas se vayan haciendo a la idea de que se ha certificado su fracaso en una partida que no podían ganar. Por mucho que Puigdemont proclame la independencia, por mucho que el parlamento regional le apoye con la mitad de los escaños vacíos, por mucho victimismo que se ejerza en los próximos meses, lo cierto es que, al menos los sectores menos intoxicados por la fiebre nacionalista, irán, poco a poco, comprendiendo que hay vías muertas que no llevan a ninguna parte. Porque eso ha sido el independentismo: el camino a ninguna parte. Algo que se verá cuando se pongan de manifiesto las próximas cifras macroeconómicas. El nacionalismo militante (el independentismo) es cosa de una cuarta parte de la sociedad. Hasta que no se convenzan de que no pueden hablar en nombre de toda Cataluña no se despertarán de lo que para ellos es un sueño y que el resto de la sociedad tiene como una obsesión cargante.
10. ¿Veremos a algún partido nacionalista defender un programa realista en las próximas elecciones? Así que los partidos independentistas harían bien en preparar un programa de gobierno realista y seductor, para una comunidad autónoma que, al menos desde el punto de vista, legal, es solamente un poco más autónoma que la mayoría… Este es su verdadero problema y no salvar el honor declarando una independencia que llevará directamente a Puchi a las duchas del módulo 1 de Soto del Real, junto a “los dos jordis”. Todos tendrán mucho que recriminarse.
Ernesto Milá
Los síntomas que se registran en las últimas horas, lejos de ser decisivos, confirman la línea de tendencia de la última semana: pérdida de fuerza social por parte del independentismo, repliegue en sí mismo, evidencia de la imposibilidad de negociar porque no hay margen para la negociación, y elecciones anticipadas en enero, sin garantía de que eso suponga el fin del problema.
Primer síntoma: el problema de las “elecciones anticipadas”
A estas alturas, todas las partes se hacen a la idea de que la salida a esta crisis es la convocatoria de nuevas elecciones. La duda es si las convocará Pruigdemont por iniciativa propia o el gobierno del Estado en aplicación atenuada del artículo 155. El matiz es importante, a pesar de que la nueva fiesta electoral tendrá en ambos casos los mismos mensajes:
- Si las elecciones las convocan los actuales inquilinos del Palau de la gencat, serán “constituyentes”. Constituyentes ¿de qué? De la independencia.
- Si las elecciones las convoca el gobierno del Estado, serán “legislativas” y se excluye la posibilidad de que pueda darse un proceso “constituyente” posterior.
Así que, a las alturas en la que nos encontramos, ambas partes han conseguido que, sea quien sea quien convoca las elecciones, la crisis corra el riesgo de prolongarse unos cuantos meses más. El 1-O sigue siendo el tema capital: para los independentistas ya se ha instalado una “nueva legalidad” derivada de aquel referéndum. Para el Estado, las nuevas elecciones limpian y lavan el recuerdo de aquellas urnas en tuppers y sin recuentos solventes. Así pues, esto va para largo.
Segundo síntoma: desgaste asimétrico
El desgaste juega a favor del gobierno del Estado: la concentración de la CUP ante la Delegación del Gobierno de Barcelona, reunió apenas a un centenar de personas que no podían disimular su decepción al verse solos ante el vetusto caserón modernista que en otro tiempo fue la Jefatura Provincial del Movimiento, cedida por una familia multimillonaria perteneciente a la alta burguesía catalana. En algunos barrios las caceroladas han silenciado, en pueblos ocurre otro tanto. Y en algunas manzanas compiten las cacerolas con el Que viva España de Manolo Escobar. Si tenemos en cuenta que el día anterior 2.000 “unionistas” se manifestaron espontáneamente (y de paso uno le soltó un guantazo a una periodista de la Sexta), se entenderá que las detenciones de “los 2 jordis” no han suscitado la oleada de solidaridad y entusiasmo en la “lucha contra la represión” que esperaban los independentistas.
El hecho de que el OC y la ANC se hayan retirado del palco presidencial del Barça como protesta porque el club no colocaba una pancarta mayor, indica el nivel de cansancio que aparece incluso en un club ligado al catalanismo pero cuya situación cambiaría extraordinariamente en caso de secesión a la vista de que, difícilmente, la liga francesa admitiría a un club no perteneciente a su nacionalidad. Y no digamos la española…
Los síntomas de cansancio se van multiplicando. Todos se han acostumbrado a dar ultimatums a fecha fija que, una vez llegada, nadie toma en consideración. Si hubiéramos de creer a la CUP el miércoles deberían haber exteriorizado el cese de apoyo a Puigdemont y según el pobre rufián Rufián, esta semana debería haberse declarado una huelga general hasta la liberación de “los 2 jordis”.
Tercer síntoma: la economía juega en contra de la gencat
Y luego están las retiradas por goteo de fondos en los bancos. Los independentistas afirman que es como “protesta” por las detenciones… Pero el sentido común dice algo muy distinto a la vista de quién está retirando el dinero: los sectores sociales que, alarmados por uno o por otros, se han llevado la impresión de que, de un momento a otro, se va a aplicar el artículo 155 y nadie sabe lo que puede ocurrir. El goteo se debe al miedo al futuro, no a la solidaridad con unos detenidos que, realmente, no cuentan con mucha estima salvo en medios independentistas. Y el problema es que se trata de un miedo psicológico que, como todas las formas de miedo, son contagiables y pueden terminar teniendo repercusiones muy graves para la economía.
Mientras Junqueras decía que la retirada de empresas (parece que a estas alturas son casi mil) de Cataluña, se obstinaba en decir que no tenía consecuencias económicas para Cataluña, por otra parte se reunía con representantes de multinacionales afincadas en Cataluña para solicitarles que no cambiaran su sede social. Claro está que Junqueras esta semana ha aprendido a no proliferar sus declaraciones en radios que emitan más allá del Ebro, en donde, habitualmente, los entrevistadores no son tan condescendientes con él. En realidad, el núcleo duro del independentismo, en este momento, están tratando de que su “parroquia” no se disperse, ni caiga en todavía más desmoralización. Y para ello, los medios de la gencat son los únicos “seguros”.
Cuarto síntoma: el conflicto se ha “internacionalizado”… en detrimento de la gencat
Si Rajoy está cada vez más decidido a aplicar de manera atenuada el artículo 155, no es por iniciativa propia, ni siquiera porque se lo pida el cuerpo, sino por presiones de la Unión Europea. No es solo que problemas en España pueden repercutir económicamente en la UE, sino que el problema catalán podría eventualmente trasladarse a otras regiones de Europa. En este sentido, las presiones son discretas, pero están ahí: véase la portada de La Vanguardia de hoy: “Los líderes europeos dan pleno apoyo a España”, añadiendo después de un punto y coma “Putin se desmarca”… La cumbre comunitaria se ha cerrado con una declaración para “un enfoque dialogado de la cuestión de Cataluña en el marco de la constitución”. No le podía haber ido mejor a Rajoy. Dicho con otras palabras y por si alguien tenía alguna duda, las puertas de la UE se cierran definitiva y completamente para la gencat. El premio de consolación (las declaraciones del primer ministro belga a favor de una mediación de la UE, representan en estos momentos muy poco para contrapesar la declaración institucional.
Quinto síntoma: las “nuevas nacionalidades” beligerantes contra la gencat
A la gencat le quedaba la esperanza de que las nuevas nacionalidades nacidas en la “primavera de las naciones” (los Estados Bálticos, Eslovenia, especialmente), saldrían en defensa del proyecto independentista. En muchas ocasiones los impulsores del independentismo han recordado que estos países se segregaron de la URSS y de Yugoslavia y hoy están en la UE. Y continuamente han sido puestos como ejemplos de pequeños países europeos que están sobreviviendo. Lo que no dice Junqueras (principal difusor de esta idea) es que estos países han podido sobrevivir gracias a la UE que acaba de cerrar las puertas definitivamente a una “República Catalana”. Si los bálticos pudieron negociar su integración fue porque pertenecían hasta ese momento a la URSS o a Yugoslavia, ¡no a un país de la UE, como España que tendría posibilidades veto! Veto que ahora se evidencia que se extendería a Francia y Alemania. Para colmo, el primer ministro esloveno Matjaž Šinkovec ha declarado hoy (ver El Confidencial) que la tan cacareada similitud entre Eslovenia y Cataluña en la que tanto han insistido los dirigentes indepes, es pura ficción superficial: España es una democracia y Yugoslavia, nos cuenta, no lo era. En cuanto al referéndum del 1-O, niega que se realizara, a diferencia del esloveno, “de acuerdo con estándares internacionales” y, como puntilla agrega que “el referéndum catalán no mostró un apoyo tan abrumador” (en Eslovenia votaron el 93,2% de la población y un 88,5% se pronunció por la independencia).
ALGUNAS CONCLUSIONES A LA VISTA DE LOS SÍNTOMAS
1. El cansancio se va apoderando de la sociedad catalana, especialmente de aquellos que no se sienten independentistas y de amplias franjas del independentismo que ya no ven claro el camino hacia ninguna parte del proyecto que han seguido hasta ahora. Es cierto, así mismo, que un sector creciente de la sociedad catalana empieza a sentirse airado por la obstinación de la gencat de enrocarse en los resultados de un referéndum atípico y que no demostró absolutamente nada. Este cansancio creciente va compitiendo también con el miedo al futuro evidenciado por la retirada de depósitos bancarios.
2. Los tiempos han beneficiado la estrategia de Rajoy: si el 3 de Octubre, Cataluña no era independiente de hecho, se veía claramente que el referéndum había servido para poco. Cada día que pasa, el 1-O queda más lejos, diluyéndose en el pasado. Esto es lo que los independentistas empiezan a percibir: su problema es ellos mismos se han situado al borde del acantilado con sus maximalismo y su programa de máximos… que resultaban inaceptables para el estado y para buena parte de la sociedad catalana. Reconocer que la independencia no es viable en este momento supone aceptar que se ha perdido más de una década.
3. Estos días se está poniendo de manifiesto lo que dijimos desde el primer momento en que estalló la crisis: esto no se arregla con un simple “diálogo” porque no hay gran cosa a negociar. La gencat parte de que Cataluña no es libre… el Estado, sostiene que la constitución garantiza la libertad de Cataluña. A decir verdad, nadie en su sano juicio cree que exista “opresión” en Cataluña y si fuéramos a hablar de eso, no estaría muy claro que la política lingüística de la gencat no fuera una de las pocas formas de “opresión” que se viven en este región.
4. Hasta hace unos días se podía pensar que la salida de una negociación eran las elecciones anticipadas en Cataluña, pero los independentistas, al calificarlas como “constituyentes”, no hacen más que prolongar su propia agonía: incluso aun cuando pudieran volver a formar gobierno (lo que no es del todo evidente), seguiríamos en donde estamos. A Rajoy esto le importa poco: sabe que las consecuencias perniciosas para la economía catalana no podrán ser ocultadas durante mucho tiempo, sabe también que el independentismo llegó hace años a su límite, más allá del cual no va (no puede) progresar por la naturaleza propia de la sociedad catalana, sabe que el tiempo juega contra la gencat indepe y que, sola y aislada, intervenidas sus cuentas, el movimiento agonizará irremediablemente. Pero las posibilidades de extender la crisis más allá de lo tolerable para la UE, es lo que le está decidiendo a una aplicación atenuada del artículo 155: suspensión parcial de la autonomía especialmente en seguridad y economía. El tiempo hará el resto.
La Cataluña de los cuatro cuartos…
Cataluña se está devaluando. Desde el 15 de septiembre, la media de descenso del precio de la vivienda ha sido de un 5–7% (el mes que viene conoceremos el hundimiento del precio de las oficinas). Hoy ya está claro que la realidad económica se está imponiendo, incluso en las consellerías de la gencat controladas por ERC (las económicas) y que las cosas ya no se ven tan claras como hace un mes, cuando todo era vino y rosas en los mítines para preparar el 1–O. De todas formas, cuando hablamos de “cuatro cuartos”, no nos referimos a cómo va a quedar la economía catalana de aquí a un par de meses (desde 2012 el “bono catalán” está considerado como “bono-basura” por las, no precisamente comprensivas entidades de calificación), sino a la estructura sociológico–política de Cataluña, que explica, por sí misma, porqué el proceso indepe es pura ficción.
¿Por qué hablan en nombre del “pueblo catalán” cuando son ¼ de ese “pueblo”?
Empieza a aumentar el hartazgo en Cataluña, especialmente, en la ciudad de Barcelona. Hartazgo y nerviosismo ante un “procés” que se ha convertido en una “historia interminable” como lamentable. Interminable e interminablemente aburrida. Los promotores del “procés” hablan de “Cataluña” como si la representaran ellos y nadie más que ellos. Hoy, en el curso de una entrevista radiofónica, Junqueras a la pregunta de si el Puigdemont ha declarado la independencia, ha respondido que la independencia la ha declarado… “el pueblo de Cataluña” y después de insistir en tres ocasiones el locutor al quedar la pregunta en el aire, ha añadido que el “parlament es… el pueblo de Cataluña”. Así que usted tiene mayoría de 1 diputado y ya está autorizado a hablar en nombre de toda Cataluña… Le valdría más al ventripotente Junqueras empezar a pensar en concursar en masterchef que seguir mostrando ese nivel político tan pedestre que caracteriza al independentismo.
Pero la realidad social es otra completamente diferente. Ya no basta con decir que en Cataluña (como, por lo demás, en el resto de España) se ha impuesto la sociedad de los “tres tercios” (en la que un tercio que vive bien y cotiza a Hacienda para mantener a los otros dos, un segundo tercio que vive instalado en la precariedad y a salto de mata y un tercer tercio próximo al umbral de la pobreza y mantenido por el Estado). Esta realidad, que existe si tenemos en cuenta el PIB, hace de Cataluña una entidad exactamente igual a cualquier otro territorio del Estado Español y de buena parte de Europa. Pero es rigurosamente cierto que existe un “factor diferencial catalán” y que no es el que los indepes creen.
Como se sabe, el nacionalismo insiste mucho en el tema del “factor diferencial”. En Cataluña el nacionalismo no pudo apoyarse en el RH, como el vasco, y tiene dificultades en apoyarse en la historia o en las tradiciones (en su inmensa mayoría datadas en la segunda mitad del XIX o incluso generadas después de 1978). Incluso desde el punto de vista de la lengua, el catalán existe unanimidad en reconocer que se trata de una lengua “hispano–romance”, ni siquiera “franco–romance” como pretendía el primer nacionalista decimonónico o como dijo el vizconde de Güell al inaugurar los Juegos Florales de 1901, una lengua más antigua que el latín y que estaría emparentada con el rético, dialecto que se habla en Suiza en los Alpes Réticos… dato que citamos para demostrar que el nivelazo de las bases doctrinales del nacionalismo. En Cataluña hoy no existe ningún factor diferencial “profundo”, como no sea la existencia de un nacionalismo que, por sí mismo, lo genera. Lo que existe es un factor diferencial sociológico–político.
Cataluña: la sociedad de los cuatro cuartos
Los nacionalistas pueden hablar en nombre de sí mismos, no de Cataluña, ni siquiera de una mayoría social que no tienen. Porque el “gran logro” de 40 años de Generalitat ha sido fracturar a la sociedad catalana en cuatro fragmentos y gobernar solamente para dos de ellos. Hay que decir que una cosa son las simetrías parlamentarias y la distribución de los escaños en el parlamento regional y otra muy diferente la realidad social. Se equivoca quien cree que “sociología” y “política” son paralelas. Una cosa son los votantes que acuden a las elecciones, el resultado de cuyo voto, además, esta falseado por la Ley d’Hont, que penaliza a las opciones menores, y otra, muy distinta, la realidad social.
Lo que los independentistas no pueden negar es que, Cataluña está fraccionada en cuatro sectores:
– los independentistas (damos por extinto el catalanismo moderado) fraccionado, a su vez, en cuatro tendencias, entre funcionarios de la gencat (exCiU), borrokas (CUP), núcleos de la Cataluña profunda (ERC), asociacionismo amamantado por la gencat (OC, ANC, etc, etc) que se llevan bien (a veces) y disputan cuando despiertan de sus autoengaños.
– el de los unitaristas (de los que rufián Rufián ha dicho que “ni son mayoría, ni son catalana, ni son silenciosa”… a pesar de que el 95% de los que se manifestaron en las calles de Barcelona, en número similar a los independentistas eran nacidos en Cataluña),
– el de los que no saben / no contestan (los que todo les trae al fresco o simplemente que están desinteresados por la política, decepcionados, hostiles o apáticos) y
– los inmigrantes (que a pesar de haber sido untados y mediatizados desde hace quince años por la gencat, siguen estando ausentes y dedicados a lo suyo: o haciendo cola en las oficinas de la gencat para pillar algún nuevo subsidio, o bien ganándose la vida como pueden).
Lo más terrible es que cada uno de estos sectores, más o menos, representan al 25% de la sociedad… ¡lo que no quiere decir que cada uno esté representado por el 25% de los diputados en el parlament regional!
La póliza de garantía de la "unidad nacional"
Y esta distinción es importante, porque lo que está planteando la gencat indepe no es un programa económico o la construcción de infraestructuras, o discusiones sobre fiscalidad que son, a fin de cuentas, problemas políticos que pueden ser debatidos por los parlamentarios (a fin de cuentas un parlamento es eso: “lugar donde se habla”, creer que es “el templo de la soberanía popular” es casi una superstición animista, el parlamento es lo que es y no es más). Lo que la gencat indepe está planteando es la secesión que es algo de mucha mayor trascendencia y que resulta inviable si no se dispone de mayoría social…
Por esto –y por la falta de apoyo internacional, y por la legislación constitucional, y por la torpeza de los promotores…– la secesión es imposible: porque el proyecto independentista (que acaba en la independencia… y que pide a toda la población Catalana es un doble salto mortal al vacío y sin red) no cuenta con suficiente FUERZA SOCIAL detrás. El problema de poner banderas en los balcones, realizar caceroladas, es… que es evidente que son más los balcones en donde no hay ninguna bandera y que empiezan a estar hartos los no nacionalistas de tener que aguantar cada noche a unos pocos vecinos, simplemente, dando polculo de 22:00 a 22:05… Al intentar mostrar su “fuerza social” con esa exhibición, el independentismo ha delatado su fuerza real. Ahora, ni siquiera ellos, están seguros de lo que tienen detrás. Pero lo que está demasiado claro es que no tienen FUERZA SOCIAL, ni han tenido nunca, ni pueden llegar a tener, para desencadenar un proceso rupturista.
Claro está que el sentido común (el “seny”) suele quedar relegado a segundo plano por la “rauxa” nacionalista. ¿Y entonces qué ocurre? Ocurre que algunos (los pringados, no nos engañemos, no los capitanes araña atrincheras en cargos oficiales), van a terminar en la cárcel y van a sufrir mermas patrimoniales. ¿Había otra salida? Si el Estado no puede ejercer una aplicación brusca del artículo 155 y suspender la constitución no es sólo por debilidad de Rajoy, sino ¡porque los unitaristas tampoco tienen fuerza social, ni apoyos suficientes para hacerlo! Esa es la triste realidad…
Así pues, lo que la situación pide es un compromiso entre las partes: la legalidad, no está del lado de la gencat indepe, institución que ha intentado generar una legalidad diferente… que ha sido contestada por el tribunal constitucional. La “nueva legalidad” solamente podría haber salido de una mayoría social sancionada que el Estado Español se viera obligada a reconocer por la fuerza de los hechos y ante la presión internacional a favor de la independencia…
Pero ese escenario no es el que ha ocurrido, sino justo el opuesto: internacionalmente la gancat indepe ha estado siempre sola, rematada y dramáticamente sola y, el problema es que, especialmente ERC ha mentido (o se ha autoengañado) sobre las simpatías que su causa suscitaba en el exterior. Y ya hemos visto que, a medida que pasan los días, el independentismo se va fracturando, se sitúa a la defensiva, pierde coherencia, y lo que es peor para ellos: pierde el control de los recursos económicos de la gencat. Y ese es el problema de fondo.
Porque si el independentismo, de ser menos de ¼ parte de la sociedad catalana en 2010 (como demostraron aquellos primeros referendos por ayuntamientos), ha ganado unos puntos, ha sido por tres razones:
– por los resultados del adoctrinamiento realizado mediante la inmersión lingüística en los últimos 19 años.
– por la crisis económica iniciada en 2008 a la que la gencat indepe ha dado una respuesta simplista: “España nos roba”.
– por los fondos, prácticamente ilimitados inyectados, por Artur Mas y luego por Puigdemont en los circuitos independentistas.
La imposibilidad de seguir inyectando fondos en el proyecto (a causa de la intervención de cuentas de la gencat por parte del Estado), así como el cansancio por la falta de viabilidad del mismo, hará que poco a poco se vaya redimensionando. Ahora falta que el pacto PP–PSOE–Cs para la reforma de la constitución, reconozca el fracaso del Estado de las Autonomías y tienda a evitar que crisis como esta aparezcan una y otra vez: esto no va a ser –no puede ser- un “café para todos” soberanista. Solamente la izquierda marciana de Podemos y las Mareas pueden pensar que cada dos por tres se puede montar un referendo aquí o allí para ver quién se va o no se va. No es que Rajoy o Sánchez tengan carácter, fuerza y méritos para ir en dirección a un fortalecimiento del Estado, ¡es que la UE se lo está exigiendo!: no más riesgos de centrifugación de un Estado miembro de la UE que podría acarrear procesos similares en el núcleo duro franco–alemán… Por eso, desde 2009, cuando empezó esta fiesta soberanista siempre hemos dicho que la “póliza de garantía de la unidad del Estado” la ofrece la pertenencia a la UE.
Ernest Milá
Lo de este 1 de octubre en Cataluña ha sido el último episodio de una auténtica ópera bufa. Para todos los españoles y, sobre todo, para los catalanes, cuando pasen estas horas donde la tensión y la emocionalidad dejen paso a la razón, quedará en evidencia el drama de un pueblo enfrentado a causa de la podredumbre de un Régimen ya acabado.
Es difícil concebir tanta torpeza y tanta maldad por parte de las élites gobernantes, las catalanas y las del Gobierno central. Porque sabíamos lo que estaba ocurriendo desde hace décadas y, especialmente, desde aquél “Nou Estatut” aprobado en medio ya de la ruptura del consenso que sirvió para el nacimiento de este moribundo Régimen, el consenso entre el tardofranquismo y la llamada oposición democrática.
Todo el mundo sabía lo que ocurría en una Cataluña sometida por una oligarquía local ávida de disfrutar todas sus ganancias, en competición permanente con la oligarquía que residía en Madrid. Sabíamos que no se garantizaban derechos civiles fundamentales en Cataluña (la discriminación a los castellano hablantes era lo más evidente).
¿Y qué pensaban los gobiernos de Madrid? Nada. Pactaban con los separatistas buscando su propio beneficio político. Así desapareció el Estado de Cataluña. Se les dejaron unos medios de comunicación sobrefinanciados que durante décadas han servido de adoctrinamiento de toda una población; se les entregó la educación de tres generaciones de catalanes para que se levantara un muro contra el resto de los españoles, con ribetes del viejo racismo clasista contra los “charnegos”; se les colmó de competencias y dádivas presupuestarias, privilegios aprovechados para generar un mayor desarrollo discriminando otras zonas de España y durante años una “diplomacia catalana” vendiendo su causa por todo el mundo;… ha sido el precio de la complicidad de la oligarquía catalanista con la oligarquía madrileña.
Y cuando se rompió el consenso que llevó a la abdicación del nefasto Juan Carlos I, mezclado con la grave crisis económica y la “lucidez” de presidentes como Zapatero o Rajoy, se inició el proceso que nos ha llevado al absurdo que estamos viviendo.
Hasta que llegó el esperpento del “proceso”, levantado sobre monumentales falsedades que se ocultaban a la población catalana
El referéndum que no era
Todos sabíamos que el llamado “referéndum” de este 1 de octubre no tenía ninguna garantía democrática. Estaba suspendido por los Tribunales, no había censo, las papeletas se imprimían en casa, ni había junta electoral, las urnas eran opacas y en algún caso quedó en evidencia que iban llenas de papeletas antes de comenzar la votación o, el espectáculo grotesco de comprobar que se podía votar dos o más veces. Todo ha sido un espectáculo bochornoso desde el punto de vista de la limpieza democrática.
Un ciudadano presumiendo de haber votado cuatro veces
No disponían de apoyos internacionales explícitos (aunque eran evidentes los apoyos ocultos), sabían que no tenían apoyos en la UE, ni en la ONU, ni en Rusia… Solo hay que ver los “33 observadores internacionales”: entre anglosajones de todo pelaje, estaban representantes de los Países Bálticos, que no dejan votar a casi un tercio de sus poblaciones por ser de origen ruso, o un representante del genocida Estado de Israel. ¿Alguien racional puede apoyar tamaño esperpento? ¿Alguien podría dar ningún valor a los resultados de una “consulta” así?
Pensemos fríamente… ¿Se hubiera consentido algo así en la Bretaña francesa? ¿O en la Padania italiana? ¿O en la Baviera alemana? ¿O en la Rusia de Putin? Claro que no, lo sabemos todos. ¿o en los democráticos Estados Unidos? ¡Pero si allí montaron una Guerra de Secesión porque 12 estados del Sur querían una confederación en el ya lejano siglo XIX!
Era evidente que ni la razón histórica, ni la racionalidad política y económica, ni el Derecho Internacional, ni la lealtad que se exige cuando se es parte de un Estado (la traición de los Mossos ha sido de espanto), ni el respeto al Poder Judicial, nada estaba a favor de la oligarquía separatista. ¿Qué tenían a su favor? Pues todo lo que el Régimen del 78 les había entregado por su complicidad con los gobiernos de derechas y socialdemócratas en Madrid: un funcionariado dependiente de la oligarquía catalanista, unos sectores rurales de derecha derecha, tradicional nicho de votos de CiU, con sus curas y tractores, todo un aparato mediático controlado de forma totalitaria y una juventud adoctrinada por la entrega de la educación a esa oligarquía. Y todo esto no es poco… y ya hemos visto lo que ha pasado.
Esto lo sabía la oligarquía separatista (los Roures, los Tarradellas, los Godó –grande de España- etc.). Y para ello han utilizado todo lo que tenían a mano: usar a niños como escudos humanos, amenazas a los disidentes, la dejación de los Mossos y, sobre todo, dos factores estratégicos: el victimismo y el uso de la Leyenda Negra.
Y un Gobierno torpe, corrupto y en situación terminal les ha dado lo que querían.
Primero, las imágenes de una represión absurda, un sinsentido que no tenía razón alguna para reprimir una consulta que ya se sabía que no tenía ninguna garantía democrática. Imágenes que han dado la vuelta al mundo, que apelando al sentimentalismo, hacía aparecer a pobres ciudadanos que solo querían votar, ser golpeados por la policía “venida de fuera”. ¿Pero se puede ser más imbécil, Rajoy? Váyase a casa ya, hombre, y ahórrenos más bochornos.
Es verdad, hay que decirlo, que la “gigantesca represión” tiene mucho de propaganda. Las fuerzas policiales no se han extralimitado como para que haya una condena universal. Seamos serios. Cientos de incidentes que se han saldado con dos heridos de consideración, una persona con un infarto y tres detenidos…
La maquinaria de propaganda separatista no ha dudado en manipular imágenes
Los que desde el extranjero se echan las manos a la cabeza por la “violencia” de la jornada son unos hipócritas impresentables. Basta ver cómo actúan las fuerzas policiales en países democráticos y algunos con gobiernos de izquierdas:
La Grecia de Tsypras
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Chile
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La progresista Francia
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La Venezuela bolivariana
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Alemania
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Estados Unidos
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Rusia
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Italia
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Israel
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Bélgica
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Compárense con las imágenes de Cataluña este 1 de octubre. Es evidente la exageración victimista de los independentistas y sus palmeros. Las policías actúan siempre de forma parecida en situaciones de desórdenes públicos. No es este el problema. El problema es para qué esa absurda represión…
Una vez obtenidas las imágenes para levantar el victimismo, se las une al relato de la Leyenda Negra: España es un Estado autoritario, fascista, que no respeta los derechos humanos, etc, etc. Lo ideal para que vomiten los tradicionales enemigos de España y su cultura. Fundamentalmente, el mundo anglosajón y centroeuropeo. Y da igual que la realidad lo niegue. Primero, porque un Estado autoritario hubiera activado la Constitución hace semanas intervenir las instituciones catalanes e incluso utilizar la Ley de Seguridad Nacional para decretar el estado de excepción y desplegar a las Fuerzas Armadas. Segundo, porque no hay una sola región en Europa, NINGUNA, que supere a Cataluña (y a Euskalherría) en competencias de autogobierno. Tercero, porque las leyes españolas son mucho más garantistas en muchos aspectos de derechos sociales que algunos Estados europeos que ahora pretenden dar lecciones… no es momento de sacar mierda de todos, pero los lectores saben perfectamente de lo que hablamos.
Victimismo y Leyenda Negra, esta es la victoria de los separatistas el 1 de octubre, no los resultados de un referéndum ridículo que no ha sido más que una pantomima.
Un Gobierno de incapaces y traidores
En todo Estado de Derecho, el Estado es quien tiene el monopolio de la fuerza, y si es consciente de su misión, no debe dudar en aplicarla cuando sea necesario, lo que quiere decir que nunca debe aplicarse la fuerza a menos que sea estrictamente imprescindible.
Lo que no se puede hacer es que el Estado recurra a la violencia SI HAY otras vías de solucionar el problema. Y este 1 de octubre el Estado hizo uso de la fuerza para impedir la comisión de un delito de rebelión a las decisiones de los jueces con los resultados que ya conocemos: que no se ha impedido que los líderes de la sedición contra ese Estado pudieran votar con la prensa delante y saludando a los Mossos… ¡¡¡Increíble!!! Esto nos indica que el estado surgido del Régimen del 78 está en su fase final.
Y es tal la cobardía del Gobierno que mientras los responsables del delito campaban con toda libertad, Rajoy lanzaba a las fuerzas de Seguridad contra la gente.
Es posible que llegados al día de hoy ya no le quedara más remedio al Gobierno que aplicar la fuerza (el PSOE, con menos complejos, hubiera sido más duro)… PERO ES QUE NO HABÍA QUE LLEGAR AL DÍA DE HOY EN ESTAS CONDICIONES.
Si Rajoy no fuese un incapaz rodeado de corruptos y vendepatrias podría haber aplicado hace tiempo las leyes deteniendo a Puigdemont y demás golpistas y disolviendo la Generalidad si fuera preciso. Pero Rajoy ha estado a la altura que se esperaba...
Rajoy ha demostrado que dirige a un gobierno débil, incapaz de hacer cumplir la ley y que apalea a sus ciudadanos. Un desastre.
Un Régimen acabado
El resultado del referéndum no son unos votos que valen menos que un euro de madera. Es más, si los independentistas ya votaron un 9 de noviembre de 2014 y sacaron su SI y no declararon ninguna independencia ¿para qué repetir la pantomima? No tenía ningún sentido montar el circo que el Gobierno ha montado, mandando a miles de policías contra una gente que piensa sinceramente que “todo es decidible” según la voluntad subjetiva de cada uno en cada momento…
El resultado del referéndum es que ya ha quedado claro para toda la sociedad española que su régimen político está acabado (con el resultado del peligro de balcanización del país), que el Estado no existe en algunas zonas del territorio, que las fuerzas políticas ya han lanzado el "sálvese quien pueda", que internacionalmente estamos desguarnecidos con unos aliados poco fiables y con una población desorientada sin saber qué futuro nos espera.
No hay más salida que iniciar un proceso constituyente y cambiar de régimen, iniciar un proceso de libertad política colectiva y que el pueblo español en SU CONJUNTO decida su destino. No hay más.
Por cierto, como el Jefe del Estado ni está ni se le espera… mejor que desaparezca para siempre con su señora en algún paraíso del Caribe.
La partida ha terminado. Suceda lo que suceda de aquí al 1-O, nada ni nadie podrá reconstruir la legalidad ni la situación política tal y como la hemos conocido hasta este momento.
El hecho político de la derogación del Estatuto y la Constitución por el Parlamento de Cataluña supone un punto final a nuestro sistema institucional. Esta es la única certeza que tenemos ante un futuro plagado de incertidumbres. Ese inevitable 2 de octubre en el que nuestros políticos quieren ya situarnos. Se mire como se mire, se ha cruzado el Rubicón de un final de régimen.
Hace unos días, José Manuel García-Margallo exculpaba a la clase política y a nuestro sistema institucional de lo sucedido en Cataluña y esparcía la responsabilidad sobre el conjunto de los españoles: “La situación en Cataluña se explica por el silencio de los españoles”, sentenciaba categórico el ex ministro de Asuntos Exteriores de Rajoy. Sin embargo, todo apunta a que ha sido justo al revés: mucha responsabilidad política y falta de fortaleza institucional. Acudiendo a la raíz de los hechos quizá se puede entender lo ocurrido. Aunque estos acontecimientos ocurrieran hace ahora, justamente, 40 años.
El error original está en el carácter transicional del régimen político surgido en España tras la muerte del general Franco. La naturaleza transitoria con la que se definió, desde su origen nuestro sistema marcó su devenir. En pura lógica “la Transición” tendría que haberse reducido al breve periodo entre la muerte del dictador y la aprobación de una nueva Constitución. Sin embargo, en España lo transitorio se convirtió en el propio régimen en sí.
Con esta denominación se conoció nuestro sistema tanto dentro como fuera de nuestras fronteras: “el régimen de la Transición”. Pero, ¿transición hacia dónde?, ¿cambio hacia qué dirección?, ¿por qué hacer permanente lo que tenía que ser temporal? Toda transformación política siempre tiene un término. Pero ¿cuál era el desenlace que se buscaba en el caso español?
Se nos vendió que el destino final era la democracia. Pero no una democracia cualquiera, lo nuestro tenía que ser un sistema de libertades especial. Una democracia avanzada, nos insistían. Por eso la Transición no concluyó con la aprobación de la Constitución. Se nos dio una explicación de lo más plausible: los objetivos de la Transición eran más amplios que la lógica de organizar una democracia formal.
El milagro de la Transición (así también se denominó) consistía en superar nuestras discordias civiles y, lo más difícil todavía, conseguir la integración definitiva de los nacionalistas en el nuevo régimen constitucional. Para ello habría que aceptar la premisa de que el trayecto quizá no acabara nunca. Una Transición interminable. Una especie de viaje a una Ítaca mítica que no se alcanzase jamás. Porque el trayecto, el régimen de la Transición, era lo importante.
Así se nos llenó la cabeza de palabras mágicas que no significaban nada. Por ejemplo: había que “profundizar en la democracia para salvar nuestra convivencia”, como si organizar los poderes del Estado fuera una arriesgadísima excavación hacia un tesoro inalcanzable. O también, como ejemplo, esta consigna que a la larga ha sido de las más dañinas: había que “diseñar el proceso autonómico de tal manera que los nacionalistas se sintieran cómodos dentro del Estado”. Para conseguir lo anterior se dejó la Constitución voluntariamente abierta, como si la organización territorial de un Estado pudiera depender del devenir partidista futuro.
Si analizamos lo prometido hace 40 años y lo conseguido finalmente, podemos constatar que la estación de destino no ha sido la esperada. Y es que el prodigioso cambio de régimen desde una dictadura a una democracia ocultó varios engaños en su singladura. El principal de ellos, la ausencia de libertad constituyente en el proceso.
Lo viene denunciando desde 1976 el pensador republicano Antonio García Trevijano. Es constituyente la libertad colectiva que decide en referéndum, y no en plebiscito, la forma de Estado (Monarquía o República); la forma de Gobierno (parlamentaria, presidencialista o partitocrática…); la forma de organización territorial (autonómica, federal, unitaria…); el sistema electoral (mayoritario, proporcional puro o corregido...). En definitiva: la existencia de libertad constituyente determina el momento fundacional de la libertad política. Sin una no existe la otra. Y con la ausencia de las dos no podemos hablar de una verdadera democracia.
Y es aquí donde está el error matriz de nuestro sistema político. La Constitución de 1978 ya estaba precocinada de antemano. La forma de Estado ya venía decida: la monarquía. La forma de Gobierno ya estaba regulada desde la Ley para la Reforma Política de 1976: parlamentaria. La organización territorial (clave en esta crisis), estaba decidida por Decreto Ley antes de aprobarse la Constitución: tenía que ser autonómica. El sistema electoral, proporcional corregido, ya vino invocado desde la Ley para la Reforma Política de 1976 y sellado por el Decreto Ley de marzo de 1977 que reguló primero las elecciones de junio de 1977 e inspiró después nuestra vigente Ley Electoral. Todo estaba ya decidido. Por eso las Cortes del 77 no fueron nunca, ni en la forma ni en el fondo, Cortes Constituyentes. Fue un poder constituido que se declaró a sí mismo constituyente.
Es por eso que los nacionalistas tienen razón cuando invocan que el reconocimiento autonómico por parte del Estado es anterior a la Constitución. Así la Generalitat, con carácter provisional, fue legalizada en septiembre de 1977 y el Consejo General Vasco fue aprobado por Decreto Ley en mayo de 1978, mucho antes de que, en diciembre del 78, los españoles refrendáramos el sistema autonómico establecido en la Constitución.
Dejar el proceso autonómico abierto fue otra grave equivocación de nuestra norma suprema. Error que se acrecentó al aceptar como parlamentaria nuestra forma de Gobierno, con una ley electoral proporcional (donde el presidente del Ejecutivo ha requerido para ser elegido, en muchas ocasiones, de una mayoría parlamentaria de difícil consecución debido a un sistema D'hondt y a la circunscripción provincial de nuestro sistema).
Este encaje entre una forma de Gobierno parlamentaria y una organización territorial (Estado de las Autonomías) no cerrada -todo el Título VIII de la Constitución es una estructura institucional al descubierto-, con apaños ad infinitum permitidos por los artículos 148, 149 y 150 de nuestra norma máxima, ha conseguido todo y más para las pretensiones nacionalistas. Eso sí, previo pago de investiduras de Gobierno y estabilidades políticas que duraban lo que un ejercicio presupuestario.
No sorprende, por tanto, que estos nocivos hábitos constitucionales -todo lo malo se copia- hayan sido calcados en espíritu y letra por los separatistas en su apuesta hacia la independencia. La famosa Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República Catalana, recientemente aprobada por el Parlament, desprecia olímpicamente el concepto básico de “libertad constituyente”. Requisito imprescindible para aprobar una Constitución democrática.
En la Catalunya de los separatistas, al igual que ocurrió en la España de 1977, todo está ya decido de antemano: la forma de Estado, Republicana; la forma de Gobierno, parlamentaria; la ley electoral, proporcional; el poder judicial sometido a la partitocracia… Lo mismo que ocurrió en nuestra sacrosanta Transición: un poder constituido que elabora el menú obligatorio a un parlamento que ya nunca podrá ser constituyente. De ahí que no haya extrañado tampoco el nombre elegido por los secesionistas para su aventura: Ley de Transitoriedad.
Por eso llama la atención, ante la violación de la legalidad cometida por los separatistas, que sean los llamados partidos constitucionalistas los que se nieguen a aplicar la Constitución que tanto defienden. Pocas situaciones tan claras de desobediencia y atentado a los intereses colectivos que la encabezada actualmente por el president de la Generalitat Carles Puigdemont y otros.
Ante esta situación, la aplicación del artículo 155 de la Constitución es indiscutible. Pues no, los partidos constitucionalistas (todos: PP, PSOE, Cs) no quieren aplicar este precepto. Se declaran los más constitucionalistas pero ahora quieren reformar la Constitución. Eso sí, después del 1 de octubre y, como siempre, a favor de los separatistas. Ahí tenemos el reciente anuncio realizado por Mariano Rajoy en la sesión de control al Ejecutivo. Es aquí, en este nuevo tablero de la reforma constitucional, donde se va a jugar en pocas fechas el futuro de nuestra patria.
Como uno va conociendo a sus clásicos, no es difícil pronosticar que se va a querer aplicar idéntico bálsamo de fierabrás que hace cuatro décadas: más izquierda y más separatismo. Aunque la anuncie Mariano Rajoy y se sume a ella Albert Rivera la futura reforma constitucional está liderada por el PSOE y tutelada de cerca por Podemos y los nacionalistas. Ahí está la carta dirigida al rey por la banda de los cuatro: Puigdemnot, Junqueras, Forcadell y Colau, instando al monarca a pactar un referéndum legal. Ahí están los aspectos claves de la futura reforma que por anunciados ya no sorprenden a nadie. Se trata de introducir los conceptos de “nación de naciones”, “estado plurinacional” y “derecho a decidir” (referéndum de autodeterminación con todas las garantías). Todo dentro de la legalidad, como le gusta repetir a Mariano Rajoy. Estas propuestas, ya lanzadas por Pedro Sánchez y recogidas por Rajoy, las veremos reiteradas de aquí en adelante.
Y es en este escenario donde los nuevos aprendices de brujos van a intentar encontrar solución a otro de los problemas de la política española: la necesidad de legitimidad del actual monarca. Algunos ya anticipamos, y el tiempo nos ha dado la razón, que Felipe VI no podía heredar un régimen tan personalista como el que había creado su padre: el juancarlismo. El juancarlismo era un pacto de poder entre los herederos del franquismo (con el rey Juan Carlos a la cabeza) con la izquierda (PSOE y PCE) y los nacionalistas. Eso es lo que ha saltado por los aires en este momento político. Por eso, en esta reforma constitucional que nos van a intentar vender al pueblo español como solución a todos nuestros males, piensan contar con el abanderamiento del rey Felipe VI. Piensan repetir la fórmula del 77 y conseguir para el monarca una oportunidad de legitimación.
Dadas las circunstancias, refundar un nuevo consenso constitucional va a resultar mucho más difícil de lo que ellos piensan. Los separatistas y los comunistas de Podemos van a poner el listón muy alto. Además, las cesiones señaladas (España nación de naciones y derecho a decidir) son rechazadas mayoritariamente por el pueblo español. Se va a necesitar mucha ingeniería social para cambiar el sentir de la opinión pública. Instrumentos tienen para ello: la mayoría de los medios de comunicación y la ausencia de principios en nuestra clase política. No habría, por tanto, que descartar ningún escenario futuro por estrambótico que pareciera.
¿No existe otra alternativa? ¿No hay otra posibilidad? Claro que sí, aunque sea también difícil y cueste mucho aceptarla. Como señaló Virgilio “la fortuna favorece a los audaces”, y precisamente audacia y fortuna es lo que requiere la crisis que padecemos. En mi opinión, la única solución para dar estabilidad y duración a un régimen democrático en España sería hacer todo lo contrario de lo que se hizo en 1977. Esto es, consistiría en no pactar y en iniciar un proceso de “Libertad Constituyente” donde los españoles podamos decidir libre y democráticamente sobre qué queremos para nuestro país: monarquía o república; parlamentarismo o presidencialismo; autonomías, federalismo o Estado descentralizado; representación política o sistema partitocrático; sistema electoral mayoritario y estable o sistema proporcional e inseguro como hemos tenido hasta el momento; Poder Judicial independiente o sometido a la partitocracia como el actual.
No sería tan complicado. Consistiría en dar voz y decisión al pueblo español en su conjunto y que los políticos estuvieran determinados por esta decisión. Todo lo contrario del programa que Rajoy y Pedro Sánchez quieren liderar a partir del 2 de octubre. El tocomocho de un nuevo 77, 40 años después. Una vieja Transición ya descarrilada.
“Libertad Constituyente” es la única solución para alcanzar la democracia y mantener la unidad de nuestro país. Un verdadero derecho a decidir. Un auténtico proceso constituyente. Y no lo que lleva sucediendo desde hace tanto tiempo en España y hoy se ha transmutado a su criatura del siglo XXI: la farsa separatista catalana.
Javier Castro-Villacañas
*Abogado y autor del libro 'El fracaso de la monarquía' (Planeta, 2013).
Ahora no solamente existen “dos Españas”, sino también “dos Cataluñas”. Así que Cataluña está hoy, sólo un poco más fracturada que el resto del Estado. Ayer estaba con un grupo de amigos desde las 14:00 hasta las 18:00 en la terraza de un bar. Al otro lado del vidrio la televisión desgranaba en directo la sesión del parlament. Hablaban. Nadie entre la clientela del bar prestaba atención a lo que decían diputados, tertulianos o simples enteraos, ni siquiera nuestro grupo formado por “unitaristas” y “españoles de bien”. En lo personal, reconozco que me importa una mierda –y digo, una “mierda”, yo que abomino del mal gusto y del lenguaje soez, pero es que no se me ocurre nada mejor para calificar este tema machacón y obsesivo que sólo interesa a los independentistas– toda esta fiesta del 1–O.
Ayer, uno de los amigos presentes comentaba que unos amigos suyos, vascos y nacionalistas le preguntaban que cuándo iban a dejar de “dar la brasa” en Cataluña con este tema que repercute en la televisión vasca a modo de “precedente”. Otro se iba a una manifestación delante de la delegación del gobierno. Miramos los balcones de Barcelona, cerca de la “derecha del Ensanche” y, francamente, apenas vimos banderas independentistas.
Si hay urnas –que las habrá– el 1–O, dudo mucho que tengan más participación que en el anterior esperpento. Hoy, cuando veo las fotos del Parlament me resulta conmovedor la sala medio vacía. Estos lilas (sinónimo de tontorrones o fatuos) que hablan en nombre de Cataluña, estaban aplaudiendo al terminar la sesión como si hubieran logrado algo más que partir visualmente a Cataluña en dos. Tal ha sido el único logro de la banda de mediocridades que gestionan el gobierno autonómico.
LA ALTERNATIVA AL REFERENDUM DEL SIOSI, EL “PATRIOTISMO CONSTITUCIONAL”
Esta mediocridad autonómica tiene como contrapartida la simétrica mediocridad de la que hace gala el gobierno español. La estrategia de Rajoy, se sabe, consiste en dejar pudrir los problemas y, una vez podridos, “aplicar la ley”. El problema es que la “ley” es una constitución desgastada, avejentada y superada, que nació como producto de unos consensos hace 40 años, y que se pretende seguir aplicando hoy con una realidad muy diferente. Hoy ya no existen las mismas fuerzas políticas, económicas y sociales de 1978. Para abogadas del Estado como la Sáenz de Santamaría y Rajoy, todo se reduce a una visión leguleya del problema: “aplíquese lo previsto en la ley”… Nada más. Y esa “ley” (la constitución) no suscita entusiasmos, ni en torno a ella se pueden realizar movilizaciones. El “patriotismo constitucional” del que hablara Aznar, que durante casi cuarenta años ha consistido en cambalachear con los nacionalistas catalanes, es la más inicua de todas las formas de patriotismo.
Los “padres de la constitución” se creyeron que el nacionalismo moderado catalán colaboraría con España, a cambio de ser el fulcro central para la gobernación del Estado. Se olvidaban de lo que era Pujol y su partido: “nacionalistas”. El nacionalismo presupone la creencia en que se es partícipe de una “nación” y toda nación aspira a la independencia: así pues, resultaba evidente que nacionalistas catalanes y vascos (y luego gallegos, y más tarde andaluces) iban a pedir, tarde o temprano la independencia de su “nación”. Era cuestión de tiempo. Declaraciones como aquella de Aznar de que “hablo catalán en la intimidad” con la subsiguiente liquidación de Vidal Quadras contribuyeron a debilitar el “españolismo” en Cataluña y a decepcionar a los pepetillos que el día antes habían gritado bajo el balcón triunfal de Génova: “Pujol enano, habla castellano”. En la comida de ayer todos coincidimos en que, efectivamente, a un sujeto como Puigdemont se le va la tontería con dos sopapos legales. Basta con una citación ante el juzgado de guardia. El miedo no lo da Pelomocho y sus mariachis, sino Rajoy con su política de Don Tancredo, que ha sido el Red Bull para los independentistas: el “no pasa nada”, simplemente, les ha dado alas.
17 AÑOS DE POLÍTICA CATALANA: TRAGEDIAS ENCADENADAS
Hay que hacer historia sobre cómo se ha llegado hasta aquí y recordar la responsabilidad de Maragall, que llegó a la presidencia con el cerebro desbaratado por la enfermedad. Y nunca hay que insistir suficientemente en esto: todos los que veíamos a Maragall, lo conocíamos o sabíamos de él, nos constaba ya en 1998 que estaba enfermo y que había momentos en los que le faltaba lucidez. Es triste pero es real. Sus discursos eran erráticos, se perdía en los temas, se quedaba en blanco, su aspecto exterior era el de un enfermo y en el PSC lo sabían ¡pero no tenían otro candidato que enfrentar a Pujol primero y luego a Mas! Su esperanza era que llegara al poder el tándem Maragall como presidente y Montilla como vice, para al cabo de un año, que dimitiera el primero y se hiciera cargo de la Generalitat el segundo. Fue solo tras la dimisión de Maragall cuando se empezó a reconocer que estaba afectado de Alzheimer. Pero este drama personal fue un drama autonómico cuando un partido, sabiéndolo, lo presentó como presidente de la Generalitat y se demostró errático, incontrolable, sombra de sí mismo, manipulable (especialmente por ERC) ¿el resultado? El “nou Estatut”.
Fue el PSC el que insistió en el “nou Estatut” que todos sabían que no iba a progresar porque el PP en el gobierno del Estado lo hubiera rechazado. Pero Maragall quería superar a los nacionalistas mostrándose como más nacionalista que ellos. Y ocurrieron las tragedias encadenadas: las bombas del 11–M (primera tragedia) colocaron a ZP en la presidencia (segunda tragedia). El “nou Estatut” que llegaba sin ningún tipo de demanda social, podía tramitarse (tercera tragedia). El peor presidente de la democracia estimó que cualquier cosa que aprobara el parlament, sería aceptada por él… Y Carod Rovira vio el cielo abierto: “2014 será el año de la independencia de Cataluña”, dijo (aunque permaneció mudo cuando le preguntaron qué vendría después: sólo le importaba la independencia; luego podía sobrevenir el Apocalipsis…).
A un Maragall enfermo, le sustituyó un Montilla gris, deslucido, sin perfil propio (cuarta tragedia) y con gobiernos en los que estuvo presente ICV y ERC (quinta tragedia). Y a éste un Mas ansioso por pasar a la historia justo en el momento en el que se había desencadenado la gran crisis económica (sexta tragedia). Las investigaciones judiciales hacían peligrar todo el entramado de comisiones e intereses construido en torno a la Generalitat y con ello peligraban los patrimonios de muchos. Otro con más seso hubiera “negociado”, a fin de cuentas, en Cataluña no ocurría nada diferente a lo que en cualquier otro lugar del Estado, solo que el festín era mayor porque mayor era el presupuesto público que se movía en Cataluña. Mas jugó con la amenaza, especialmente cuando el Constitucional tiró atrás los artículos más extremos del “nou Estatut” (séptima tragedia). A partir de ahí, en plena crisis, la política catalana se convirtió en un sainete: llegó el reino de los menos que mediocres. Eran los hijos de la LOGSE aplicada en Cataluña. El mapa político catalán se fragmentó hasta la exasperación (octava tragedia).
Y lo que era peor: las viejas ambigüedades del PSC y de IUV fueron heredadas por la nueva izquierda de la Colau y los podemitas catalanes. “Somos soberanistas, no independentistas”… con lo que quería decir que el pueblo catalán es “soberano” y, en tanto que soberano puede pronunciarse sobre si quiere o no la independencia o que cultiven champiñones en los túneles del metro. Y luego, cuando les preguntabas: “¿Pero tú que votarías?”. Ah, eso depende de la campaña decían unos; otros decían que sí que votarían por la independencia; otros que no; otros que eso no les interesaba que lo importante es que el pueblo catalán se pronunciara…
LA NACIÓN DEL 50’1%
En cualquier caso, si en 2010 se hubiera convocado un referéndum, el independentismo no habría tenido más de un 25–30% de votos, calculando por todo lo alto. Después de siete años, quizás hoy llegara al 35% que es su límite, ¿y eso por qué? Porque es el porcentaje de catalanes que solamente utilizan la lengua catalana en su vida cotidiana; por eso. Contando con que sectores de la izquierda obtusa–abstrusa–y–difusa podrían votar a favor de la independencia, a la vista de la ambigüedad de las particularidades del podemismo y del partido de la Colgau, difícilmente en un referéndum obtendrían la independencia. No vencería el “españolismo”, ni el “patriotismo constitucional”, sino que vencería la indiferencia, que es muy diferente.
Por otra parte, hay que pensar que para modificar una ley constitucional hace falta cierto consenso que se expresa en dos tercios de los diputados favorables. En la creación de una nueva nación el consenso debería de ser incluso superior… y no el miserable 50’1% al que aspiran los independentistas sobre el 49’9%, sobre una participación fuera del 45%. Ayer, los diez amigos reunidos bromeábamos con que a partir del 1–O tendremos “doble nacionalidad”. Sea lo que sea que ocurra el 1–O (y en nuestra opinión no ocurrirá apenas nada), ninguno de nosotros, se sentía ciudadano de una nación que se llamara República Nacional de Cataluña. Y hay miles que piensan lo mismo.
No es “resistencia” lo que pediría la “nueva entidad nacional”, sino desprecio e indiferencia. Una nación surgida de un referéndum será sólo la nación de quienes han votado en ese referéndum (inútil decir que en un referéndum como el del 1–O, la casi totalidad de los votantes votará SI… porque al resto ni nos interesa la cita en las urnas de cartón, o está en contra o simplemente tiene la convicción de que es ilegal. O las tres cosas. Sin olvidar que lo que nace de una situación ilegal no puede aspirar a que se respete su legalidad.
Pero lo cierto es que, cada vez más, aumenta el número de catalanes que exigimos que termine esta fiesta. Que cambien el disco del “soberanismo”, del “referéndum” y de la “independencia” que está tan rayado y deslucido como las banderas compradas en los chinos que cuelgan de los mismos balcones desde hace siete años. Cansa, aburre, es machacón y termina hastiando a segmentos cada vez mayores de población.
LOS LILAS (PARDILLOS, TONTILLOS, GILILILAS) FRENTE A LA YIHAD
Para colmo, está el yihadismo. Vale la pena dedicar un par de párrafos al tema. En toda Europa la consigna es “cuando haya atentados, sobre todo, que no se extienda la islamofobia”. Eso está bien porque el paquistaní que me vende refrescos hasta las tantas es un tipo enrollado, con el marroquí al que le compro frutas los viernes con el que he desarrollado una muy buena relación; y no hay que confundir justos con pecadores. Pero una cosa es eso y otra caer en la cursilería, el ridículo, la estupidez y hacer el lila: había que protestar contra el terrorismo yihadista, no contra los musulmanes, bien, pero lo que no podía hacerse después de que 16 cuerpos hubieran quedado fríos en las Ramblas y 140 personas más estuvieran heridas, era una manifestación contra la islamofobia y por la independencia… ignorando que no hubo precisamente aciertos por parte de la Conselleria de Interior y permaneciendo mudos ante el islamismo yihadista. Y sin olvidar el peripatético espectáculo del padre de una víctima infantil abrazando a un imán (¿era verdaderamente el padre de la víctima? ¿Estaba en sus cabales o todavía bajo el impacto de la pérdida? ¿Lo hizo de motu proprio o inducido por alguien? ¿Había hablado antes con el imán y le había preguntado su opinión sobre la yihad? ¿El imán, era imán verdaderamente? Vivimos en una sociedad del espectáculo y el gesto del padre (o el que interpretaba el rol de padre) enroscado al imán (o al que había de imán) formó parte del espectáculo más lila y tontorrón que ha podido verse en toda la historia del terrorismo internacional (salvo, claro está cuando aquel socialista “perdonó” a los etarras que le habían arrancado una pierna de un bombazo en lugar de exigir que esos matarifes sedientos de sangre fueran encerrados ipso facto)… y que, junto a la manifestación, sirvió para demostrar que Cataluña tenía la mandíbula blanda ante el yihadismo.
Afortunadamente, los yihadistas se afilian al ISIS por Internet como quien se hace de un club de vinos, carecen de dirección estratégica y carecen de un centro que elabore estrategias y emita órdenes de atentar… Si lo hubiera, Cataluña sería el principal objetivo yihadista en el mundo: autoridades blandurrías centradas en lo suyo (“el referéndum”), nexo con el Estado reducido a unos párrafos de la constitución, policía autonómica con poca experiencia, una Generalitat que compra la paz étnico–religiosa mediante subsidios, subvenciones, prebendas y gabelas a la comunidad islámica (pensando que su apoyo será decisivo para desequilibrar a su favor el empate técnico independentismo–españolismo), una sociedad que no termina de entender lo que ocurre y con tendencias esquizoides (“no tenemos miedo”… cuando Barcelona estaba literalmente escagarrinada por el atentado con un bajón posterior del turismo que se percibe en las calles). Afortunadamente no hay un “centro estratégico yihadista” capaz de evaluar la situación y bastante tienen los del ISIS con estar refugiados en las cloacas de Deir Ezzor soportando los bombardeos de la aviación rusa (¡Hurra por los pilotos de los Mig! ¡Apunta a la barba, Iván!) y los cañonazos del ejército Sirio (¡Tres Hurras por el presidente El Assad y por el baasismo sirio, honor y gloria del mundo panarabista!), para preocuparse de la yihad en la tierra Pelomocho y la Colgau.
EL ISLAM Y EL INDEPENDENTISMO
Siempre hemos dicho: “Cataluña no puede ser independiente en 2017 porque se la comen los islamistas”. Y hemos añadido: “Cataluña no pudo ser independiente en 1909 porque se la comía el proletariado”. En 1909 el ejército español salvó los papeles a la alta burguesía catalana propulsora del nacionalismo. El 2017 el independentismo ya no lo dirige la alta burguesía, sino sectores sociales muy diferentes (borrokas, marginados y ocupas de la CUP, honestas gentes de zonas rurales de ERC, clases funcionariales dependientes de la Generalitat…). A diferencia de la alta burguesía catalana que después de 1909 entendió cuál era el problema (que el proletariado “español” no iba a apoyar los devaneos nacionalistas de la nueva burguesía industrial que, por lo demás, actuó en consecuencia habilitando pistoleros y “sindicatos libres”)…
Los soberanistas de hoy creen, con una pasmosa ingenuidad rayana en lo suicida, que el millón y medio de musulmanes “catalanes” se van a integrar con la misma facilidad con que lo hicieron en los 50–70 los inmigrantes llegados de otras partes del Estado. De hecho, creen que subsidiándolos hacen como Pujol con Justo Molinero, convirtiéndoles en “bons nous catalans”. No sé que me repele más del independentismo, si su cobardía congénita, su estupidez demostrada en el análisis de la presencia del islam en Cataluña o su ignorancia (la integración que no ha funcionado en ningún país europeo por democrático que fuera… no va a funcionar en Cataluña–española ni en el pastelazo de la República Catalana).
EL TIEMPO DEL EXILIO INTERIOR YA ESTÁ AQUÍ
Pelomocho y sus mariachis han completado la tarea de Mas: partir a Cataluña en dos. En tres, si tenemos en cuenta que buena parte de la población no se identifica ni con el independentismo, ni con el patriotismo constitucional. En cuatro si tenemos en cuenta a la comunidad islámica. Cataluña no es una nación, es un ente territorial cada vez más atomizado. Y esa es la triste realidad a la que la han abocado unos y otros. No pasará gran cosa el 1–O. Y eso es lo peor que la fiesta corre el riesgo de proseguir ad infinitum. E incluso aunque hubiera el malhadado referéndum con las garantías democráticas mínimas, lo presumible es que no saliera adelante el proyecto independentista… pero eso no indicaría que aquí terminaba la historia, sino que los independentistas insistirían en un nuevo referéndum de aquí a unos años y así sucesivamente hasta que ocurriera como en Quebec que la población ha terminado por hartarse del nacionalismo (en un país que apenas tiene 150 años y en el que antes dos comunidades de lenguas de distintas raíz, estuvieron enzarzados en guerras) y darle la espalda.
Cataluña languidece, Cataluña preocupa, Cataluña va a la deriva y el independentismo se victimiza… y esto que ocurre hoy, no parará, seguirá por tiempo indefinido. Así que iros habituando. No os recomiendo ni que os exaltéis (el “procés” es una tormenta en el vaso de agua sucia del 3%), ni os desesperéis. La causa no vale la pena. Preocuparos más bien de que todo un país y si me apuráis, todo un continente que va a la deriva y cuya sociedad no reacciona aunque maten a 16 de los suyos y envíen al hospital a otros 140.
Es el tiempo de la carcajada ante las soplapolleces de unos y la mediocridades de otros. Es el tiempo del exilio interior. No busquéis soluciones porque el problema no lo tiene: ni el 1-O, ni en las décadas que seguirán. Exilio interior y gran negación: tales serían las consignas. Exilio interior porque "fuera" no hay nada que ganar, ni causa por la que luchar.
Gran Negación porque ya no existen propuestas que se puedan asumir sin reservas mentales, y lo único que puede decirse es un inmenso, gigantesco y absoluto NO. “Patriotismo constitucional”, “República catalana” ¡Vale ya de pamplinas! ¡Hay que decir bien alto que todo esto no va ni contigo ni conmigo! Va con los que tienen algo que ganar y que luchan por administrar la caja… No es política, es lucha entre contables con visera y manguito. No el PATRIA, es defensa de intereses de unos o de otros amparados unos por el “patriotismo constitucional” y los otros por el “derecho a decidir”.
Ernesto Milá
"Lo único importante es la economía y que mi hija hable inglés" – Mariano Rajoy
El señor Mariano Rajoy, todavía presidente del Gobierno de España, ha decidido que los españoles somos gilipollas y que nos tenemos que creer la monserga que a diario escupen sus fuentes mediáticas, siguiendo las directrices que emanan de los poderes oligárquicos.
Donde esto se evidencia más fácilmente es en los aspectos de la Política Exterior, donde la carga emocional de los ciudadanos es mucho menor, dada la lejanía de los problemas a que hacen referencia las decisiones gubernamentales.
En los últimos días hemos asistido nuevamente al espectáculo dantesco de ver como el gobierno de España, supuestamente un estado soberano (risas), hace de corifeo y se pone al frente de la manifestación contra, nos guste o no, el gobierno legítimo de Venezuela.
La permanente campaña de intoxicación y difamación contra el gobierno bolivariano, la reclamación de la puesta en libertad de personajes golpistas e instigadores del terrorismo callejero como Leopoldo López, Antonio Ledezma y demás bandidos, se ha visto culminada por la decisión de no reconocer la consulta legal y convocada conforme a Derecho (lea, Sr. Rajoy el Art. 348 de la Constitución de Venezuela) para una Asamblea Constituyente… Eso sí, mostró su alegría con la consulta ilegal, a la “catalana”, que realizó la denominada oposición días antes.
"España no reconocerá una Asamblea Constituyente que no sea resultado de un amplio consenso nacional, elegida conforme a reglas democráticas de sufragio universal libre, igual, directo y secreto", aseguró la cancillería española a través de un comunicado.
El Gobierno español lamentó que el Ejecutivo venezolano de Nicolás Maduro decidiera seguir adelante con un proceso que, a su modo de ver, "no es aceptado por la mayoría de venezolanos y que conculca principios democráticos esenciales". ¿Dónde?, ¿cómo?... No se preocupe el lector. No habrá aclaración de afirmaciones tan gratuitas y falsas. La mentira es el valor más apreciable en este gobierno.
Por ello, prosigue el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid "no podrá reconocer ni dar validez a los actos jurídicos emanados de esta Asamblea Constituyente". "La Asamblea resultante de la votación de hoy no representa la voluntad mayoritaria de los venezolanos, no tiene atribuidas conforme a la Constitución facultades legislativas que corresponden a la Asamblea Nacional y no es la solución a los graves problemas de confrontación política y crisis humanitaria que asolan al país", dice la nota gubernamental. ¿Y cómo sabe el Sr. Rajoy y adláteres cuál es “la voluntad mayoritaria de los venezolanos”? ¿La que él diga? ¿Quién le ha dicho lo que tiene qué decir, Sr. Presidente?
Porque no podemos creer en su sinceridad. Un gobierno muy preocupado por las libertades, los derechos democráticos y la represión… pero al parecer solo en Venezuela. ¿Vd y su Gobierno son tan lerdos que no se han enterado de la represión del tirano de Marruecos en el Rif o en el Sáhara Occidental? ¿O de las decenas de dirigentes sociales asesinados en Colombia por paramilitares? ¿O del golpismo en Honduras, el golpismo mafioso en Brasil y la represión a las protestas populares en Argentina? ¿O de los centenares de asesinados en lo que ya es un Estado fallido como México? ¿O de los condenados a muerte y los asesinados en las calles de las ciudades chiitas de Arabia Saudita? ¿O del genocidio amparado por Occidente contra el pueblo de Yemen? ¿Y de los asesinatos racistas o las condenas a muerte implacables en sus amados Estados Unidos de América? ¿Y de la persecución a los periodistas y a la oposición política en la Ucrania de la junta golpista?... podríamos continuar en una lista inacabable, pero es inútil. ¿Ustedes se enteran de algo? ¡¡¡Claro que sí!!! No nos tomen por gilipollas. Pero todo lo anterior les da igual. Para Ustedes solo importa Venezuela y Corea del Norte. Exactamente igual que al Departamento de Estado norteamericano y a los bufones de la UE.
Y repetimos ejemplo…
El embajador de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en España fue convocado por las autoridades para trasladarle el rechazo de Madrid a los ensayos balísticos norcoreanos, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de un comunicado: "Se ha recordado al embajador que el Gobierno de la RPDC sigue violando las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y poniendo en peligro la paz y la seguridad internacionales", reza la nota de la diplomacia española.
Además, los representantes españoles informaron al representante norcoreano de que Madrid está procediendo a una revisión de las relaciones bilaterales. En ese sentido, Madrid afirmó que las relaciones con Pyongyang "podrían verse afectadas negativamente si el Gobierno de la RPDC continúa con sus ensayos balísticos o nucleares al margen de la legalidad internacional".
“Al margen de la legalidad internacional”… No nos tome por gilipollas, Mariano. A Vd la legalidad internacional le importa una mierda, como ha demostrado con el asunto del Sahara, donde como potencia administradora no impide el expolio de los recursos saharauis por parte de Marruecos, ni fuerza el referéndum exigido por la “legalidad internacional”; tampoco se le ve muy luchador para que se cumpla la “legalidad internacional” en la ocupación de Palestina, de territorios de Siria o de El Líbano por parte de sus amigos del Estado sionista, o en la injerencia en las política interna de otros países, como Venezuela, precisamente.
Vd arremete contra Corea del Norte por hacer pruebas de misiles. Terrible amenaza para la paz. Pero calla de forma miserable cuando salta la noticia de que la Fuerza Aérea estadounidense lanza un día después un misil balístico intercontinental Minuteman III desde la costa de California hacia un atolón del Pacífico.
Este lanzamiento pretendía "validar y verificar la efectividad, prontitud y exactitud del sistema de armas nucleares", afirmó a través de un comunicado el coronel Michael Hough, comandante de la Fuerza Aérea estadounidense. Este es el cuarto lanzamiento de un proyectil Minuteman este año desde la base de Vandenberg, al noroeste de California. ¿No se ha enterado, Sr. Presidente? Le ponemos el video para que lo vea…
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Pero claro, los misiles nucleares de sus “amigos” no ponen “en peligro la paz y la seguridad internacionales”… Y los españoles nos lo tenemos que creer, porque Vd lo dice…
Podríamos hablar del “incidente” de dos aviones españoles en el Báltico “persiguiendo” a aviones rusos que volaban con todo derecho sobre aguas internacionales. ¿Vd a qué juega o es tan irresponsable como parece? Para colmo, nuestros aviones violaron el espacio aéreo de un país que no pertenece a la OTAN, Finlandia. Sin duda, un error… Pero no nos tome por gilipollas. No se puede decir que si somos nosotros, es un error… pero si a un avión ruso le pasa lo mismo, entonces es una muestra más de “la amenaza rusa” y la “agresividad de Putin”.
Un gobierno que nos toma a los ciudadanos por imbéciles, un gobierno montado por un partido (PP) que más parece una organización criminal por la cantidad de sumarios judiciales abiertos por corrupción, un gobierno que parece estar al servicio de intereses foráneos, un gobierno así… es un peligro para la Nación. Pero ya lo sabíamos. Y sabemos cómo se maneja a la opinión pública con el dominio de los medios de comunicación…
Mariano, disfrute de su Presidencia y de sus vacaciones mientras pueda. Pero no nos tome por gilipollas. A ver si nos vamos a mosquear más de la cuenta…
Juan A. Aguilar
Director
Hay que reconocer que el actual ministro de Exteriores de España, Alfonso María Dastis, es un fiel continuador de la política de sus antecesores, fuera bajo los gobiernos de Zapatero, Aznar, Felipe González o del propio Rajoy: la política exterior de España ha sido durante el Régimen del 78, una mezcla de improvisación y de sumisión a la política exterior de otros países, especialmente de lo que decidieran en las oscuras y siniestras covachas de la Casa Blanca.
Si en España hubiera libertad, independencia y soberanía, los ciudadanos deberían esperar que nuestros representantes en el Ministerio de Asuntos Exteriores estuvieran por todo el mundo, peleando cual soldados de los Tercios, por defender los intereses nacionales de España.
La opinión pública vería normal ver a nuestros diplomáticos cerrando filas junto a nuestro ministro del ramo defendiendo el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas para la descolonización de Gibraltar, ese emporio de militares, narcos, contrabandistas y defraudadores que se refugia en el Peñón para mayor gloria de su Bajeza Real, la Reina de Inglaterra.
La opinión pública española se sentiría satisfecha si nuestros diplomáticos hicieran propia la causa del pueblo saharaui e hiciera frente al expolio y represión de las fuerzas del sultán de Marruecos, pues seguimos teniendo la responsabilidad sobre la República Saharaui como potencia administradora.
La opinión pública española estaría junto a nuestros diplomáticos si viéramos como España se alinea junto a aquellos que luchan verdaderamente contra el terrorismo yihadista en sus guaridas de Irak y Siria, apoyando a Damasco, Bagdad, a Irán y Rusia o al gobierno filipino que sufre en estos momentos la lacra del Estado Islámico; y no hacerle el caldo gordo a Arabia Saudita y las petromonarquías del Golfo.
La opinión pública española aplaudiría a nuestro ministro de Exteriores si se partiera la cara con los burócratas de Bruselas defendiendo a nuestra agricultura en todos los frentes, entre ellos el de unas sanciones a Rusia que nos están costando miles de millones de euros de pérdidas.
La opinión pública española felicitaría a nuestro Gobierno y al señor Dastis si en el mundo se escuchara nuestra voz ante la injerencia de las potencias en Venezuela, el injusto embargo a Cuba, la ocupación de la tierra de Palestina, la amputación de Kosovo a Serbia, una integración mayor de España y Portugal o la provocadora presencia de tropas de la OTAN en las fronteras del Este. Razones todas ellas de alcance suficiente como para que nuestro Ministro de Exteriores viajara por los cinco continentes y se llamara a consultas a muchos embajadores acreditados en nuestro país…
Pero no. La opinión pública española no podrá disfrutar de esa política soberana y de altura de nuestro servicio de Exteriores. La opinión pública española está obligada a asistir a la vergonzosa estupidez –por ser benévolos- o al sometimiento a los intereses de otras potencias –si pensamos mal… o bien, según se mire- de nuestra política exterior.
Así, el pasado jueves, el director general de América del Norte, Asia y Pacífico, Fidel Sendagorta, convocó al embajador de Corea del Norte en Madrid, Kim Hyok Chol, para trasladarle el rechazo del Gobierno de España al último ensayo balístico, realizado el pasado 4 de julio.
Según el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores español, "se trata de una escalada grave en el proceso por el que la República Popular Democrática de Corea (RPDC) quiere dotarse de plena capacidad nuclear militar".
Además, trasladó al Embajador norcoreano la preocupación del Gobierno español por estos ensayos, "que amenazan la paz y la seguridad regional y global y pueden provocar un conflicto si no se toman de inmediato medidas apropiadas".
Por último, el director general recordó que los ensayos balísticos se realizan en violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y trasladó la petición al Gobierno de Kim Jong-un para que las cumpla en todos sus términos, suspenda sus programas nuclear y cree las condiciones para que un diálogo constructivo pueda tener lugar.
El lector podría pensar que es un comunicado del Secretario de Estado de EEUU o del mandamás de la OTAN… pero no. Es del Ministerio de Exteriores de España, que como hemos visto más arriba, no tiene temas más importantes que atender que una prueba normal de un misil balístico por parte de un Estado soberano y miembro de las Naciones Unidas como es Korea del Norte.
La cuestión es que ese tipo de pruebas suelen ser habituales por parte de los ministerios de Defensa de los países. Solo en las últimas semanas hemos asistido a lanzamientos por parte de Israel (desde un submarino), Irán, un ICBM intercontinental de EEUU, Rusia (también desde un submarino), China, India o algunos países de la OTAN. ¿Y qué ha dicho Dastis y su tropa?... Nada, por supuesto.
Para mayor sarcasmo, el mismo 4 de julio, el Ejército de Pakistán (potencia nuclear con un grave problema de islamismo) ensayó con éxito una serie de lanzamientos de su misil balístico tierra-tierra NASR, según informó el departamento de prensa de las Fuerzas Armadas del país (ISPR, por sus siglas en inglés).
"Este sistema armamentístico aumentará la capacidad de disuasión contra todo un espectro de amenazas, incluyendo las defensas antimisiles", señaló el jefe del Estado Mayor del Ejército, Kamar Javed Bajwa, en una entrevista con Samaa TV.
Bajwa felicitó a los ingenieros y científicos que trabajaron en el proyecto por ayudar a que Pakistán mejore su capacidad de disuasión. Además, destacó la preparación y el nivel de operatividad de las Fuerzas Armadas Estratégicas de la nación asiática.
"Son nuestros héroes reales; los invisibles; les debemos nuestro agradecimiento", subrayó Bajwa. El militar recordó que es necesario evitar la guerra y agregó que las "armas estratégicas garantizan la paz con un vecino altamente militarizado y que cada vez es más beligerante".
¿Se enteró de esto nuestro Ministro de Asuntos Exteriores? ¿Piensa llamar a consultas al embajador de Pakistán? ¿Y al de Israel, EEUU, India o Irán?
¿O quizás la opinión pública española tiene que entender que en el caso de Korea del Norte, nuestro Gobierno y el Ministro de Asuntos Exteriores, Sr Dastis, simplemente cumplían órdenes?
No digan nada… ya sabemos de dónde llegan esas órdenes. Y la opinión pública española también, desde que cantara aquel pareado que decía:
“En el Cielo manda Dios,
y en la Tierra los humanos,
y en la España grande y libre,
mandan los americanos”.
Juan Antonio Aguilar
Director de Elespiadigital.com
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